Capítulo 42
Llegada la noche, todos se encuentran en el gran salón, los abuelos observan todo con cautela desde lejos en la comodidad del sofá, los señores Rice mantienen una amena conversación con algunos trabajadores que han sido invitados a la velada.
En el centro del salón Nick, Lucas y David disfrutan del champán mientras esperan a sus chicas. Todos habían quedado sorprendidos por la reciente relación entre Sara y Lucas.
-Hola, preciosa. ¿Te apetece unpoco de champán?-le pregunta David al ver llegar a Leire acompañada de Sara y Diana.
-Tú siempre tan elegante- responde Leire sonriendo.
David se aleja un momento y regresa con una copa de champán.
-Resplandeces-le dice al oído a Leire.
Leire eligió para la ocasión un vestido color plata sin brillo, largo y estrecho que le dejaba un hombro al descubierto.
<<Champány David, la combinación perfecta>> piensa Leire inmediatamente después de degustar el delicioso sabor del contenido de su copa.
-Ha quedado todo fenomenal tengo que felicitar a Giselle por el buen gusto de la decoración-dice Sara.
-Sí, bella como tú-agrega Lucas mientras la mira con descaro.
-Esta relación es la bomba, ambos están igual de locos-agrega Nick, quien tiene abrazada a Diana.
Diana tiene el cabello rubio rizado y grandes ojos azules; está usando un vestido suelto, color rosa pálido, que le sienta fenomenal, permanece callada y observa todo el lugar.
Después de la maravillosa cena, en el momento de abrir los regalos Leire escucha los ladridos constantes de Black. Se disculpa con los presentes y sale a buscar a su mascota.
¡Black! ¡Black!-exclama con preocupación.
De repente lo escucha ladrar a lo lejos pero no logra ubicarlo. Desesperada por la situación, debería estar abriendo con sus amigos los regalos pero sin embargo hacia demasiado frío, le preocupaba que su animalito se quedara fuera de casa.
Le tiemblan las manos al intentar sacar su celular para encender la linterna. Todo está en silencio, los trabajadores se encuentran en sus hogares celebrando, la nieve espesa le dificulta cada paso.
<< A buena hora decides escaparte Black>>piensa Leire, mientras sigue caminando, alejándose cada vez más de la casa y acercándose a la carretera.
Leire sigue buscando en cada rincón y al levantar un poco la mirada observa que se acerca un carro. Se detiene por unos segundos; pero no logra ver el interior del auto por las ventanas polarizadas. El auto sigue de largo y se estaciona a pocos metros de la entrada del rancho.
Sin darle mucha importancia Leire sigue llamando a su perro sin recibir respuesta.
<<Ese auto no es de por aquí, un MTT560 plateado>> piensa y le llama la atención ese detalle.
Tras unos minutos sale del coche un hombre alto, blanco, musculoso, se coloca unos guantes; saca su móvil para contestar lo que parece una llamada. Observa un papel que tiene entre sus manos, termina la conversación tras unos segundos.
<<Creo que está desubicado, quizás está perdido>>
De repente alza la mirada y se encuentra con Leire, camina hacia la entrada del rancho y le pregunta:
-¡Hola! ¿Podrías ayudarme?
-Sí, claro-responde Leire.
-¿Sabes dónde queda el Hospital General?
-¿No usas GPS?-pregunta enseguida Leire.
-¿Qué haces sola a estas horas?- aludiendo mi pregunta el hombre se acerca un poco más a Leire y ella da un paso atrás.
-Estoy buscando a mi perro-responde y oye al pero ladrar.
-Creo que es por aquí. Le dice el hombre y Leire lo sigue.
Al acercarse Leire observa que los ladridos provienen de una camioneta blindada. Leire para en seco, su corazón late cada vez más fuerte.
Las puertas se abren y no sale nadie de momento, Leire tiembla a la espera de ver a su mascota, pero sabe que algo está muy mal. Mira hacia atrás donde alcanza ver que el hombre que la acompañaba da unos pasos hacia ella y le dice:
-Lo siento, dulzura, no era mi intención.
Leire intenta salir corriendo, pero él la sujeta de la cintura con fuerza y ella comienza a gritar -¡Auxilio! ¡Auxilio! – nadie puede oírla.
El hombre intenta tapar su boca con un paño bañado de un fuerte líquido que doblega a Leire. Antes de caer desplomada solo escucha decir:
-Está sangrando, tenías que sujetarla, se golpeó la cabeza con esa maldita roca.
-¿Qué vamos hacer?-dice una de las voces masculinas.
-Métala al carro ¡Ya! ¡Nos vamos!
Leire siente como la levantan y depositan en una superficie fría y todo se vuelve oscuro y pierde la conciencia.
Varias horas después Leire abre paulatinamente los ojos, ve todo difuso y difícil de distinguir. Un lado de su cabeza le palpita.
Mueve su mano derecha para tocar el lugar de donde provine el dolor, pero no puede mover ninguno de sus brazos, las cuerdas se le clavan en la piel al forcejear.
Pestañea rápidamente, tratando de eliminar lo borroso de su visión sin tener resultado alguno.
Desciende la mirada y observa que está sentada, atada de manos y piernas en una silla. El lugar es frío, no hay mucha iluminación, solo una bombilla a punto de fundirse, el olor a madera mojada y cigarro inunda el lugar.
-Ya era hora de que volvieras en sí-dice una voz. Leire ve una silueta entre las sombras y el destello de la bombilla. No distingue quién está hablando, solo que es la voz de un hombre.
Baja la cabeza y sus ojos se llenan de lágrimas, aterrada, al pensar que algo malo le pueda ocurrir.
-¡Te he encontrado!- dice la voz misteriosa, haciendo que se le hiele la sangre. Suena familiar, pero no puede reconocerla del todo.
-Me quitaste mucho, me quitaste mi humanidad-continúa el hombre.
-Lo que acabas de decir, no tiene ningún sentido, yo no le he quitado nada a <nadie-Leire le dice y niega con la cabeza.
-¿No te acuerdas de mí?-Leire levanta la mirada, su visión está manchada con pequeños puntos negros.
El hombre, tiene una camiseta blanca, manchada de sangre y unos jeans azules. Sus familiares ojos la miran resentidos; los de Leire van hacia arriba, hacia el cabello de color negro del hombre y piensa:
<< ¿Conozco a este hombre?>>
Leire ladea su cabeza, tratando de superar el dolor que late en ella. Por su mente cruza un pensamiento ilógico pero muy cierto.
<<Se parece a…>>
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