Llega al fin la Navidad y como era de esperar amaneció nevando, las botas de Leire se hunden en la nieve como las patitas de Black que la acompañaba en el camino del rancho a la casa.

-¡Leire! te vas a congelar-le grita Giselle desde el porche abrigada hasta las orejas.

-¿Qué hacías afuera con este frío?-le pregunta Alice cuando por fin Leire entra a la casa.

-Estaba reparando los animales del granero, quería saber si estaban bien-dice titiritando.

-Vamos, te prepararé algo calentito-le anima Giselle.

-¿Sara y Nick no han bajado?

-No, más nadie ha despertado, el frio le ha pegado las sábanas, hasta los padres de Fred duermen todavía-dice Giselle.

-¿David también?-pregunta Leire.

-No, él está en el salón, ustedes están bien.-agrega Alice.

-Sí, todo lo bien que podemos, no se preocupe.

Después de beber un delicioso y caliente café con leche Leire camina hacia el salón que estaba decorado con un enorme árbol de navidad donde todos habían depositado regalos, además de estar adornado con renos, calcetines, bastones de caramelo, esferas, campanas. Tonos rojos, verdes y blancos inundaban el lugar.

David está sentado junto a la enorme chimenea con una taza en la mano mientras observa el fuego. De pronto alza la cabeza y se percata de la presencia de Leire. Deja la taza sobre una mesita y le dice:

-Acércate, podemos disfrutar esta mañana juntos.

-Están todos en casa, no creo que sea conveniente.

-No es un delito que te sientes conmigo en el salón a mirar el fuego, dulzura-le explica riendo.

-Tus abuelos son geniales, tú abuela es muy vivaracha y tu abuelo trata de ser serio pero no hay dudas de que es un gran hombre.

-Ellos son especiales, tercos pero especiales al fin y al cabo-declara David riendo.

-Sara y Nick siguen en el quinto sueño, yo desperté temprano y fui acompañada de Black al granero.

-¡Dios Leire, con este frío!

-Solo me percaté de que estaban bien los animales y volví-le responde ella.

-Black es tu cómplice para todo, los animales están seguros vaquera, no te preocupes -le dice y la atrae hacia el para que se siente a su lado.

-Estás serán nuestras primeras navidades juntos-agrega David.

-Espero Santa me traiga mi regalo-le dice ella y le da un tierno beso.

-¿Te apuntaste en su lista traviesa?

-Como la primera, las chicas buenas van al cielo, las malas a cualquier parte y espero
Santa lo sepa-le dice riendo.

-Esperemos eso-le dice y la besa.

En ese momento bajan las escaleras entablando lo que parece una discusión Nick y Sara.

-¿Chicos que ocurre?-le pregunta Leire saliendo a su alcance.

-Nada importante-responde Nick.

-No digas eso, el problema es que la arpía de Diana está al llegar sin ser invitada.

-¿Quién es Diana?-pregunta David confuso.

-Es mi novia-responde Nick.

-¿Entonces cuál es el problema?

-Simplemente que a Sara no le cae del todo bien, no le da ni siquiera la oportunidad de conocerla, David siento que se presente sin avisar, para mí fue también una sorpresa pero que puedo hacer, si no es bienvenida me marcharé inmediatamente.

-Ahora la prefieres por encima de tus amistades-le refuta Sara.

-Nick, tú novia es bienvenida, por favor no discutan más que estamos a vísperas de Navidad-indica David.

-Muchas gracias-le dice Nick y camina hacia la cocina.

-Sara, te dije que él es libre de cometer errores, que daño nos puede hacer una simple chica que sale con él-explica Leire calmando a Sara.

-Es que con ese dios griego, estúpido y súper sexy ya tengo suficiente-dice sin pensar Sara.

-¿De quién estás hablando?

-Es una larga historia no creo que sea el momento adecuado-esquiva Sara.

-Vamos a mi habitación, que voy a confirmar mis sospechas antes de Navidad-le dice Leire y la arrastra por las escaleras hacia su habitación.

Entran a la habitación de Leire y se sientan en la cama, Sara toma un cojín entre las manos y empieza a jugar con él.

-Sara, ahora te toca contármelo todo-le dice Leire en tono serio.

-Conozco a Lucas de mucho antes de llegar al rancho-le suelta de repente.

-Me lo imagine, la tensión que se creó cuando los presente no era normal, pero diría que también tienen un tema pendiente-le comenta Leire.

-Digamos que hay mucha tela por donde cortar, él fue para mí un simple polvo de una noche, aunque si te soy sincera nunca me había sentido así con nadie, tiene el control de mi cuerpo y mi mente y eso me asusta-suspira y continúa-nunca pensé volver a verlo y ahora duerme a una puerta de mi habitación, hemos tenido algunos encuentros a escondidas y ha revolucionado mi mundo.

-Todo lo que cuentas me parece genial, te mereces sentir eso y muchas cosas más-le dice Leire.

-El problema es que tengo miedo, miedo a que el vuelva a ser el rompe corazones de antes y que todas las palabras bonitas que me dice sean solo una farsa para acostarse conmigo-le confiesa Sara.

-Mira yo no lo conozco mucho pero te puedo decir que si Lucas Travis te tiene en su mira, lo conseguirá tarde o temprano y desde que sus padres fallecieron en ese accidente ha cambiado muchísimo, por lo menos es la opinión de David y ellos son como la acera y el contén, inseparables-le explica a su desconfiada amiga.

-Parece mentira que seas tú la que me da estos consejos, él usa una coraza conmigo pero he ido descubriendo sus debilidades en estos días, se cree un tipo duro pero tiene el corazón más noble del mundo.

-Más razones me das para decirte que lo intentes-le dice tomándola de las manos.

-Quiero pasar mi Navidad siendo amada, deseada y protegida-confiesa Sara.

-No esperes más, sale por esa puerta ahora mismo y ve a buscarlo para que le cuentes que es el dios griego de tu corazón-le dice y ríen.

-Voy a buscarlo, espero esté en casa porque si está afuera me espera un resfriado, no pienso detenerme por un poco de frio y nieve-le dice decidida.

-¡Esa es mi mejor amiga!-le dice y le da un azote en las nalgas para que termine de salir por la puerta.