Tras disfrutar de la cena y varias copas de vino, David ayuda a Leire a recoger los platos. Al terminar David camina hacia el salón y se sienta a disfrutar de otra copa de vino y la voz de Michele Marrone que interpreta su canción Hard for Me.

Leire entra a la habitación y se cambia de ropa decididamente, se enfundó en el conjunto de lencería más sexy que había encontrado, prenda de satén y encaje que de color negro; consistía en una minúscula braguita brasileña que se unía centralmente al sujetador de encaje que no dejaba casi  nada a la imaginación y portaba unas correas cruzadas y por último se calzó las medias con ligueros que acompañaban al conjunto junto a unos zapatos de tacón rojo de aguja.

Sale de la habitación y se coloca ante David.

-Debo reconocer que la vista es espectacular-le dijo David sin dejar de observarla atentamente.

- Ella lo mira, él continúa observando y en ese momento de conexión entre ambos ella se acerca y le dice al oído:

-David, quiero, deseo y necesito que me beses, te lo estoy pidiendo.

-Leire, si el mundo supiera cuanto te amo le daría vergüenza ser tan pequeño-le dice  David y se inclina, presiona apasionadamente sus labios sobre los de Leire, besándola, necesitándola. Su lengua acaricia la suya, lanzando  calor directamente a su polla.

Leire se aparta de sus labios, sin embargo  justo cuando separa su boca David, desciende y captura su labio inferior con sus dientes.
La rebeldía del rostro de Leire provoca en él una expresión maliciosa y feroz como la de un lobo. Hunde suavemente sus dientes en su labio, haciéndola gemir y le dice:

-Esta noche eres mía, sin distracciones, me aseguraré de que recuerdes este momento el resto de tu vida, porque Dios sabe que no podré superar estar sin ti.

David desliza lentamente sus manos por su espalda y  se abre camino hacia abajo lentamente. Sus dedos se aferran a cada una de sus nalgas con dureza. Ella gime y sus piernas tiemblan mientras arquea su cuerpo, sometiéndose a su voluntad.
Ella lo mira y con sus ojos le  suplica que la folle.

-Dios, eres hermosa-le dice David besándola en el cuello.

-Tu cuerpo me pertenece-susurra David y ella  asiente con la cabeza mientras su pecho sube y baja por su respiración agitada.

La toma por los muslos, el alza, piernas  de ella se aferran a  cintura y caminan así hacia la cama, la deposita lentamente su espalda en la cama.

Su cabello se extiende sobre el edredón blanco como un tapiz de seda, y sus  ojos me miran los verdes los de él esperando su inmediato movimiento. Sonríe y ella arquea su espalda por su toque. Sus ojos se cierran y jadea el nombre de él.

David acaricia el clítoris de ella, atormentándola y haciendo que levante las caderas.

-David-suplica Leire.

-¿Sí?-pregunta en tono arrogantemente.

-Fóllame -gimotea ella.

-¿Me lo estás pidiendo u ordenando, dulzura?

-¡Por favor!-grita.

David la complace y empiezan el juego del diablo, del cual el placer y la locura son las principales cartas.

Las rodillas de él se clavan en el costado del colchón mientras aumenta la velocidad y la aprieta como una prensa. Leire le agarra la cara, sus labios apenas rozan los de él mientras se miran fijamente, su boca forma una perfecta 'O'. Ella gime en el aire de la noche, sus piernas lo envuelven mientras sus talones se enclavan en la espalda de él y se corren violentamente.

Varios minutos después se encuentran aún desnudos y abrazados mirando las estrellas y platicando:

-Hacía demasiado tiempo que estaba esperando a  alguien como tú-le comenta Leire pasando sus dedos por el cabello de David.

-¿Cuánto tiempo?

-Una vida entera.

-Yo pienso lo mismo, ya era hora de que me tocara alguien como tú.

-Me alegra muchísimo saberlo.

-Dios, tendré que trabajar en recuperar el tiempo perdido-le dice en tono juguetón.

-No entiendo que es lo que te gusta de mí.

-Todo, cada detalle de tu cuerpo y de tu personalidad-le dice incorporándose y mirándola a los ojos.

-Quiero saber… ¿qué pasará entre nosotros?

-¿Quieres tener una relación no profesional conmigo Leire Lezcan?-le pregunta riendo.

-¿No he sido suficientemente clara?

-No he tenido relaciones así, pero contigo lo quiero todo, me resulta imposible de otra forma, eres demasiado importante para mí-le dice y le da un tierno beso en los labios.

-¿Sabes que el deseo de besar tiene un nombre científico?

-¡Sorpréndeme!

- Se llama filemamanìa, el beso se considera una droga natural debido a que el cerebro es adicto a la oxitocina que se produce cada vez que besamos-le explica ella.

-No me quedan dudas soy adicto a tus besos-le dice y se besan esta vez de forma  más apasionada.

-Recuerda que comenzamos llevándonos demasiado mal.
-Es verdad sin embargo logré que te fijaras en mi-le dice sonriendo.

-Eras un borde y un egocéntrico ¿Lo sabes verdad?

-Ven aquí que te haré todo lo que nunca te han hecho-le dice colocándose encima de ella.

-David-lo requiere ella.

-Shh… Calla y disfruta.

¡Buenas noches mis tormentos!
La semana que viene voy a estar muy ocupada con la universidad. Tengo unos trabajos para hacer y unos exámenes. Trataré publicar los tres días, pero no estoy segura de poder
¡Os quiero un montón!