Capítulo 16

Ha pasado una semana desde la última vez que se vieron Leire y David, han continuado su vida como si no hubiera sucedido nada, como si no sintieran nada el uno por él otro, al parecer decidieron mantener las distancias y compartir solo en el ámbito profesional.

Son las 2hs de la madrugada Leire ha terminado su turno de guardia y se encuentra durmiendo plácidamente en su habitación, de pronto se despierta asustada y muy sudada, ha tenido una pesadilla donde un hombre vestido de negro la observaba mientras dormía.

<<Han vuelto las pesadillas. >> piensa Leire y se pasa la mano por el rostro.

Decide ir a la cocina por un vaso de agua, baja despacio de su cama, se calza unas lindas pantuflas rosas y se pone un abrigo. Camina semidormida hacia la cocina, abre la nevera, saca una jarra de agua, toma de la repisa un vaso y vierte un poco de agua.

Se pasa las manos por los ojos, para tratar de despejar de su mente la pesadilla mientras piensa-<<Ni en sueños puedo ser feliz>>-suspira mientras termina de tomar el agua. De repente le parece, haber visto una sombra extraña moverse hacia el salón, coloca el baso en la mesa. Escucha un ruido como si hubieran encendido la tele, preocupada va hacia donde proviene el sonido mientras piensa- << ¿Sara estará viendo la tele a estas horas?>>

El salón está oscuro, las piernas le tiemblan involuntariamente, consigue llegar hasta el interruptor sin tropezar con nada, prende la luz, observa con cuidado. Después de pestañar varias veces, la luz la ha encandilado, se percata inmediatamente de que la tele está apagada y reflexiona-<<Estas pesadillas me están afectando demasiado, ya imagino cosas. >>

Apaga la luz y se dirige a su habitación, vuelve a escuchar que la televisión está encendida, su corazón se acelera, siente escalofríos, sus sentidos se nublan y el miedo se apodera de cada centímetro de su cuerpo-respira profundo, tratando de buscar fuerzas-camina lentamente hacía el allí nuevamente.

Prende la luz, la tele está encendida, empieza a sudar y temblar, no puede controlar su cuerpo, la puerta está abierta de par en par, llora desconsoladamente mientras piensa-<< ¡No puede ser! él estaba aquí>>-Gira la cabeza hacia la pared, lo que ve la hace caer al suelo, su mirada se nubla y sus ojos se cierran.

Varias horas después Leire se encuentra en su cama, abre los ojos lentamente y observa a David desaliñado, con cara de preocupación, sentado en una silla junto a la ventana mirando hacia la calle.

Leire pestañea y cierra los ojos, quizás seguía dormida y se percata de que no es un sueño.

<< ¡Dios! ¿Qué pasó?, ¿Qué hace él aquí en mi habitación?>>-piensa confundida. De pronto todo se aclara en su mente y se incorpora rápidamente asustada. David se acerca y le dice:

—Está todo bien, tranquila, ¿te sientes mejor?

—Creo que sí...pero ese hombre, la pared ¡Dios la pared!— dice muy asustada, recordando la enorme pared donde el hombre que se coló en el departamento ha colocado una enorme foto de David y ella en el Soundacape Park, cubierta de sangre -se retuerce y le dan nauseas nada más de recordar.

—No te preocupes, todo estará bien, ahora debes descansar, llevabas inconsciente más de 2 horas—le dice en tono sereno.

—Tengo demasiado miedo—le confiesa Leire llevando sus manos a la cara.

—No dejaré que te pase nada, lo prometo—le dice quitándole las manos de la cara para que pueda verlo y agrega— ¡Mírame, estoy aquí!

Sara entra a la habitación, David decide darle espacio y vuelve a la orilla de la ventana.

— ¡Al fin despiertas! —celebra Sara y la abraza.

—Sí, ya estoy en el reino de los vivos—bromea y le regala una media sonrisa.

—Me diste un susto terrible, cuando desperté oí la tele encendida, fui hacia el salón y entonces te encontré en el piso—le explica Sara gesticulando demasiado.

—Todo fue demasiado rápido, todo se escureció y no recuerdo más — le dice y suspira.

— ¿Señor Rice le enseñó la carta?

— ¿Qué carta?—indaga Leire alarmada.

—Calma, es una carta que estaba al lado de la tele, creo que será mejor que esperes a estar más calmada para leerla— le explica David.

—Quiero leerla ahora, ya nada me sorprende—insiste Leire.

David camina hacia la cama y le alcanza la carta, Leire de inmediato la abre y lee:

Mi bella doctora:

He estado preguntándome, ¿cómo sería verla dormir de cerquita y sentir su respiración? Después de pensarlo un poco me dije: ¿Por qué no averiguarlo? Ha sido tan hermoso contemplar tu sueño. Ahora confirmé que eres la indicada, planeo asegurarme de despertar cada día a tu lado. Te seré sincero, hay algo que me inquieta demasiado, ¿qué haces con ese hombre de Kendall tantas horas? Nadie nos va a separar mi amor. Cada día está más cerca el momento en que seas solamente mía .No te preocupes será cuando menos lo esperes.

PD: Huelen deliciosas tus bragas rojas, ahora son mías igual que tú.

La carta se llena de las lágrimas que caen de los ojos de Leire, baja la mirada, no quiere que la vean tan vulnerable.

—Quiero estar un rato a solas.

—Estaremos aquí fuera por si necesitas algo—le dice Sara.

David y Sara salen del cuarto, se sientan en la pequeña mesa de la cocina. En la soledad de su habitación Leire llora sin consuelo, se hace cada vez más pequeña en su cama y piensa- << ¿Ahora qué debo hacer? Ya no es seguro, a donde quiera que valla ese hombre va a estar acechándome>>-solloza y se pregunta-<< ¿Por qué todo es tan duro en mi vida? Ni siquiera puedo llamar a mi madre y contarle lo que pasa, no tendría tiempo de escucharme. Paz, necesito paz. >>

Observa las maletas como si estas la llamaran, sale de la cama y las toma, empieza a llenarla de cosas en un arrebato desenfrenado, se detiene por un momento y reflexiona-<<No sé a dónde voy a ir, pero tengo claro que aquí no puedo quedarme, cuanto más tiempo pase cerca de las personas que quiero, más las expongo al peligro, ese hombre puede lastimarlos por hacerme daño. >>

Su mente viaja a lo sucedido hace solo pocas horas y piensa en su amiga, le da un escalofrío, suspira, comienza a llorar de nuevo y continúa echando cosas en las maletas.

—Me debo marchar—dice temblando.

Unas de las maletas cae al suelo provocando un estruendo y todo su contenido ahora se encuentra tirado en el suelo dela habitación. Sara entra inmediatamente al escuchar el ruido, se queda asombrada y temerosa al ver las maletas, todas las cosas en el suelo, a su amiga que no para de llorar y temblar mientras continúa sacando cosas del armario sin sentido.

Decide acercarse y le pregunta— ¿A dónde vas?

—La verdad es que no tengo ni la menor idea, solo quiero irme, alejarme de todos, de ti—le dice casi gritando.

— ¿De mí?—le pregunta horrorizada por la respuesta y la actitud de su amiga.

— ¡Sí!—grita—De ti, no te das cuenta que ese hombre estuvo aquí, te pudo hacer daño por mi culpa—le dice cada vez más alterada.

David que se había mantenido al margen de la situación, entra a la habitación y se sorprende al ver a Leire fuera de sí, gritándole a su amiga sin ni siquiera mirarla o parar de sacar cosas compulsivamente del armario. Decide acercarse y camina hacia ella y la toma de las manos, lo que sorprende y detiene a Leire.

— ¡Escúchame! para ya y respira—le dice.

Leire asiente y lo mira a los ojos sin decir una palabra.

—Sara, prepara un baño para ella y un té. Está teniendo un ataque de pánico, eso la ayudará a relajarse—le dice David a Sara sin dejar de mirar a Leire.

—Ahora mismo ¿Estarás bien solo con ella?—le pregunta.

—No te preocupes yo me hago cargo—le dice mientras ayuda a Leire a sentarse en la cama.

Minutos después Leire se encuentra más tranquila, después de tomar un relajante y calentito té, Sara ha organizado todo el desorden de la habitación.

—En pocos minutos llegará la policía, tendremos que dejar que trabajen para poder encontrar alguna pista—les explica David.

— ¿Sara a dónde iremos?—le pregunta Leire.


Tengo una habitación en un Hotel, podría reservar una para ustedes dos si están de acuerdo—les ofrece David.

—Leire, deberías ir con él, yo me quedaré con Nick esta noche, no debemos abusar de la amabilidad del señor Rice—le sugiere Sara a su amiga.

—Si no es mucha molestia para usted, acepto la oferta de la habitación, no me siento bien aquí—le dice Leire algo apenada.

—Es un placer para mí ayudarla.

— ¡Muchas gracias! Recojo las cosas necesarias y podemos salir—le dice Leire saliendo de la cama, saca un bolso donde empieza a guardar algunas cosas podría necesitar.

David hace unas llamadas al hotel y reserva la habitación, por suerte la contigua a la suya estaba libre, no quiere que Leire esté sola o lejos de él. Sara se dirige al apartamento de Nick del cual tiene una llave extra y se despide de Leire.

Al llegar al hotel toman el ascensor en silencio, llegan al piso donde se encuentran sus habitaciones.

—Espero que te guste y que estés cómoda—le dice David al llegar cada uno a la puerta de sus respectivas habitaciones.

— ¡Gracias por todo! No te preocupes estaré bien—le responde abriendo la puerta de la habitación.

—Dentro de una hora necesito que hablemos sobre tu seguridad.

—Ok, no hay problema—le dice y cierra la puerta. 


La historia esta en revisión, comenten que cambio creen necesarios, gracias por acompañarme durante este año chic@s. Os quiero muchisimo

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