Leire entra en su departamento, todo está en silencio, se dirige a su habitación y para su sorpresa Sara está en su cama leyendo uno de sus libros.

— ¡Hola! pensé que no estabas en casa—le dice Leire mientras deja el bolso, se sienta en la cama y se descalza los zapatos.

—Te fuiste hace horas del Hospital y justo ahora llegas, estaba muy preocupada y decidí esperarte en tu habitación para no correr el riesgo de quedarme dormida y no saber si habías llegado—le dice Sara y deja el libro en la mesita de noche.

—Al parecer olvidaste que hoy me reuniría con el señor—le comenta Leire mientras camina hacia el armario y saca un cómodo pijama blanco con un estampado sencillo de flores rojas.

—Es verdad, lo olvidé por completo. Igual la reunión se extendió demasiado al parecer—bromea Sara.

—Tonta, no empieces a sacar conclusiones, el señor Rice fue a buscarme al Hospital y cuando terminé mi turno decidimos hablarlo en un lugar público para no poner sobre aviso al acosador—le cuenta para calmar las ideas desequilibradas de su amiga.

—Ya... ¿Dónde estuvieron hablando? ¿Qué te dijo? ¿Qué tienes que hacer?

—Sara, despacio, respira. Te contestaré a todas tus preguntas pero antes tomaré una ducha—le dice y se dirige hacia el baño.

— ¡Por Dios Leire! Muero de curiosidad y tu demoras una eternidad en la ducha—dice protestando y haciendo pucheros como niña pequeña.

—Solo serán unos minutos, exagerada—Leire se carcajea y cierra la puerta del baño.

-Ok, me rindo, te espero.

Minutos después Leire sale del baño y se acomodan las dos chicas en la cama.

—Ahora sí cuéntamelo todo por fis—le dice Sara con tono infantil.

—Solo fuimos a un restaurante italiano y cenamos, no hay más que contar.

—Déjame adivinar, no me digas que al restaurante que inauguraron hace tan solo un mes que sale en todos los anuncios—le dice Sara abriendo los ojos.

— ¡Exactamente!

—Pero es súper caro. Ya sabía yo que tu abogado es un macizo ricachón.

—Mejor di que es arrogante, pesado y le gusta la comida cara—dice mientras ríe.

— ¿Y qué tal el lugar? Seguro 5 estrellas.

—Literalmente lo amé, la comida exquisita cada plato estaba mejor que el anterior, la atención y la ambientación son estupendas, pero en verdad es demasiado caro para mi gusto.

—Me alegro que disfrutaras de la oportunidad.

—Sí, con la investigación del caso todo marcha bastante bien, aunque aún no se conoce la identidad del acosador—le dice algo agobiada.

—Estoy segura de que esta situación terminara pronto.

—El señor Rice dice que no debo estar sola en ningún lugar para evitar encuentros peligrosos con ese tipo. Por cierto mañana viene a recoger la tarjeta para la evidencia—le sigue explicando Leire.

— ¿Estaba tan guapo como siempre?—indaga Sara mientras sonríe de forma pícara.

—Sí pesada, vamos a dormir que mañana será otro día.

—Espera, acabo de recordar que mañana no voy a estar aquí me llamaron para un evento publicitario de nuestra fundación en Fort Lauderdale.

—Que bien visitarás la Venecia de América—le dice Leire contenta.

—Yo no voy a Venecia, creo que te estás quedando dormida y no me has oído bien.

—Tonta, esa ciudad es conocida como la Venecia de América debido a su extenso e intrincado sistema de canales.Su nombre Fort Lauderdale lo recibió por una serie de fortalezas construidas por los Estados Unidos durante la segunda guerra seminola y todos ellos tomaron su nombre del Mayor William Lauderdale, comandante del destacamento encargado de construir la primera fortaleza—le explica a su amiga.

— Tengo que aprender cultura general sobre mi país y mi estado—le dice Sara riendo.

—Nick también trabaja mañana, no debería estar sola aquí. ¿Ahora qué hago?

—No me habías dicho que el asombrosamente sexy de tu abogado viene a buscar la dichosa tarjeta. Ahí está tu solución, una súper compañía extremadamente deliciosa—dice carcajeándose al ver la cara de desaprobación de Leire.

—No sé a qué hora viene y ni pienses que le voy a pedir que me haga compañía. Con lo engreído que es sería aplaudirle su egocentrismo.

—Lo que tú digas, pero no le abras a nadie y pon él sistema de alarmas.

—Suenas igual que Nick, ser sobreprotector al parecer se pega—dice Leire y ríen juntas.

—Ya me voy a dormir, debo estar bella para mañana-dice Sara y se levanta de la cama.

—No necesitas dormir para estar bella—contesta Leire mientras se acomoda en su cama.

—A veces hasta lo genético necesita un empujoncito, como por ejemplo dormir unas 8hs para no tener ojeras como un mapache.

—Descansa belleza ¡Hasta mañana! te quiero.

—Yo igual, que descanses—le dice Sara y cierra la puerta.

Son las 10hs de la mañana cuando Leire despierta y comienza a estirarse un poco, contempla los rayos de sol que entran por la ventana y piensa <<He dormido demasiado, el cansancio me ganó y olvidé poner la alarma, pero bueno hoy no trabajo. >>

Se da una ducha rápida y prepara un delicioso desayuno, algo de fruta y una tostada. Revisa que el sistema de alarmas está encendido y decide ocupar su tiempo organizando el apartamento y cambiando cosas de lugar, recuerda <<He leído que el cerebro se traza rutas mecánicas para llegar a los lugares u objetos y al cambiar las rutinas, caminar hacia atrás, abotonarse las camisas con los ojos cerrados se estimula el desarrollo del cerebro. >>

Busca sus audífonos y su móvil, le da play a una de sus listas de reproducción favorita "Britney Spears" recuerda cada vez que la escuchaba lo que la revista Rolling Stone escribió: "Spears es una de las artistas más controvertidas y exitosas del siglo XXI, Britney Spears no solamente es un ídolo del pop... ella creó la inocencia con un poco de sexualidad". Leire disfruta de casi todo tipo de música y ama bailar aunque solo lo hace en la privacidad de su habitación.

Varios minutos después ha terminado de reacomodar todo, se quita los audífonos y se tumba un rato en el sofá .Llaman a la puerta.

— ¿Quién es?—pregunta. Y oye que del otro lado de la puerta dice una voz conocida.

—Señorita Leire, soy el portero. En el portal del edificio hay un hombre que se identificó como el señor Rice, solicita subir a su apartamento. Hace más de 30minutos que la estoy llamando por el portero automático usted no responde y el señor está muy ansioso quiere subir sin su autorización.

— ¡Gracias! Disculpa las molestias, permítele subir cuanto antes es mi abogado—le dice algo apenada y piensa << Seguro David ha montado todo un show al pensar que me ha pasado algo, no sé porque se preocupa tanto por mí. Que pinta tengo, he olvidado que él venía. >>

Justo cuando se disponía a cambiarse de ropa llaman a la puerta

—Señorita Lezcan soy el señor Rice, abra la puerta.

Leire se acoteja un poco el descuidado moño, mira por la mirilla de la puerta. Se queda sin palabras cuando ve a David al otro lado.

Sin pensar en su aspecto, abre y se encuentra frente a frente con él.

David está impresionante con un traje oscuro y la camisa blanca abierta.

Su porte es intimidatorio, varonil y sus ojos...<< ¡Oh, su ojos verdes...!>>

Esos ojos que le encantan y sin querer, ni poder, ni pensar dice:

—Había olvidado que vendrías.

— ¿Tú has osado a hacerme esperar en el portal más de 30 minutos? Haz hecho que me preocupe solo para demostrarme que debo tener paciencia.

Leire da un paso atrás. Él lo da hacia el frente.

—Sí perdón... perdona pero no fue a propósito, simplemente estaba escuchando música con los audífonos y no pude oír el portero automático. Créeme mi intención no era enfadarte.

— ¿Enfadarme?—pregunta mientras la observa.

David da otro paso adelante y Leire otro hacia atrás.

-David, escucha, mejor pasa y hablemos con calma—le dice retirándose rápidamente el pelo de la cara.

—No podría enfadarme contigo ni aunque quisiera—le revela manteniendo una mirada es intimidatoria y feroz.

Entran y se sientan en el sofá a una distancia casi exagerada uno del otro.

—En verdad que no pretendía que esperaras, disculpa—le dice bajando la mitrada.

—Espera. ¿Estás sola aquí?—pregunta alarmado.

—Sí, eh... Sara salió temprano a un evento de la fundación en otra ciudad, Nick trabaja y pues con mi madre no puedo contar para hacerme compañía.

—Te dije que no debes estar sola, si mal no recuerdo hace alrededor de pocas horas—le dice en tono de reproche.

—Lo sé, pero no exageres, no me ha pasado nada, sigo vivita y coleando—le dice para calmar la ansiedad que se forma en los ojos verdes de David.

-¡Por suerte!

—Espera un segundo, voy a buscar la tarjeta, ahora regreso—le dice y sale disparada hacia su habitación.

<< Ahora quiere protegerme a toda costa, es lo que deseaba, cada vez que lo tengo cerca es como si dejara de existir todo a mi alrededor, este hombre me está removiendo el piso como dicen por ahí. >>

Mientras la espera David observa los detalles del departamento y piensa <<Este lugar tiene una combinación perfecta entre lo serio y lo juvenil, huele a hogar. Las fotos de la pared son de las chicas y su amigo Nick y otra de Leire con una estirada mujer que supongo sea su madre. Leire se ve sexy y juvenil con unos simples shorts, un top color crema y descalza, luce tan despreocupada que cualquiera diría que no tiene el gran problema que el trato de solucionar. >>

Leire regresa, le entrega la tarjeta.

—Las rosas las deseche de inmediato, olían horrible y como habían pasado por varias manos creo que no tendrían valor para la evidencia.

—Todo cuenta, pero no te preocupes.

— ¿Deseas tomar algo? No se agua, jugo, vino.

— ¡No gracias, así estoy bien! ¿Qué harás ahora?

—Estar aquí encerrada, ver una peli o leer un libro. ¿Por qué lo preguntas?—le dice algo confundida.

—Sabes que no puedo dejarte aquí sola—le afirma y su tono de voz es bajo e intimidador.

— ¡No es tu obligación!—le dice ella en un tono que lo desconcierta.

—Ahora tengo que salir hacia Miami Beach a arreglar unos asuntos, podrías acompañarme y así no estarías sola.

—Estás consiente de que no nos llevamos nada bien y que no somos ni siquiera amigos, que solo te busqué porque no tenía una mejor opción y necesito ayuda con mi problema—le suelta y David se queda unos minutos en silencio.

—Sí, estoy muy consciente de ello, pero lo que sucede es que tienes muy mala opinión sobre mí y eso es justamente porque en realidad no me conoces—le dice con un tono de voz que la deja helada.

—Creo que con lo que conozco me basta, eres mi abogado y punto— sentencia Leire.

—Y como soy tu abogado, vendrás conmigo. Aquí no te quedas sola— su tono era cortante y autoritario.

—No tengo ganas de discutir contigo, solo iré porque hace tiempo no voy a Miami Beach, estoy aburrida y no es seguro que esté sola aquí— dice cediendo al fin.

—Te espero abajo—dice y sale del apartamento.

David sale de apartamento, se dirige al ascensor mientras piensa <<Fueron duras sus palabras cuando me recalcó que solo me buscó porque necesita mi ayuda.Irremediablemente es la verdad, solo nos tratamos debido a su problema con el acosador. Quisiera poder lograr cambiar la opinión que tiene sobre mí. Tal vez en lo más profundo de mis sentimientos quiero ser algo más que su abogado aunque no lo admita y mis principios no lo aprueben. No voy a negar que sentí un miedo abrumador cuando hace unas horas no contestaba el portero automático, pensé que le había sucedido algo, al parecer saca la parte más sobreprotectora de mí. Por otro lado no puedo evitar desearla, por más que me niegue a mí mismo todo esto. El poder de atracción que ejerce esa mujer sobre mí anula todo mi juicio y autocontrol. Debo ser masoquista, pues quiero evitar que esto vaya más allá de una relación laboral por el bien de los dos y aquí estoy esperándola para ir a Miami Bech juntos. Trato de engañar a mi cerebro diciéndole que lo hago para que no esté sola y como resultado ya van dos días que paso más horas cerca de ella de las que debería. Finalmente aquí estoy deseando que aparezca lista para compartir tiempo conmigo, aunque sea por necesidad u obligación para ella y pues ¡sí va resultar que soy un completo idiota!>> 

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Muchas gracias por apoyar está pequeña historia, ¡los quiero muchísimo!

Cada semana se subirá un capítulo, no eh tenido tiempo para escribir y estoy muy atareada, disculpen linduras