David ha disfrutado mucho la compañía de Leire, a pesar de estar discutiendo asuntos de trabajo. Se siente realmente preocupado, ella estaba en problemas y había buscado su ayuda, confiaba en él y el ha decidido a apoyarla.

<< ¿Por qué me siento tan atraído por ella?>>-se pregunta sin encontrar respuestas.

<<Nunca me permito ligar el trabajo con los sentimientos, espera he dicho, ¿sentimientos? Estoy atrapado en un atolladero de emociones conflictivas y peligrosas. >>- reflexiona en silencio David.

— ¿Tío, esa muñeca que acaba de salir es Leire Lezcan? ¿La amargada?— cuestiona Steve sacándolo de su ensoñación.

— Estás en lo correcto, Steve— le contesta entrando al despacho.

— Para ser una amargada llevabas media hora mirando cómo se marcha— bromea su amigo.

— Mejor vamos al bar que me habías comentado— sugiere y toma sus cosas, se pone la chaqueta del traje y sigue a su amigo en dirección al Bar "Reinold's".

Es la hora de almuerzo, el bar parece tranquilo y probablemente puede contar el número de ocupantes con las manos, es el lugar perfecto para compartir unas copas con su amigo y charlar un rato. Han pedido coñac, y David bebe el primer sorbo.

— ¿Qué sucede entre Leire Lezcan y tú? — averigua su amigo.

— En realidad no ocurre absolutamente nada, pero me gustaría que ocurriera-confiesa David.

— ¿Cuál es el problema? Te he visto enrollarte con más de una chica en una noche y no puedes seducir a una sola ahora —ironiza Steve mientras bebe de su baso otro trago.

— Eres un cabrón en toda la regla. El problema es que no tiene muy buena opinión de mí y además que es mi clienta. Yo no ligo el placer y el trabajo.

— Ya he oído eso antes— ríe y continúa diciendo Steve -Esa mujer te intriga y te atrae demasiado, así que encontrarás la forma de hacer que cambie de opinión sobre ti.

— Creo que es mejor solo soy su abogado y punto-sentencia David terminando su trago.

— Lo que tú digas, pero vendrás de aquí a un tiempo y nos sentaremos en esta misma mesa y me dirás. ¡Lo logré!-le dice apoyando a su amigo.

— Debo marcharme, no conviene beber tanto, tengo que conducir hacia el hotel y mañana salgo rumbo a Kendall-le comunica David mientras se levanta de la silla.

— Espero vernos pronto. Que tengas suerte en todo-le dice y le da unas palmadas en el hombro.

— Gracias por el favor y por escucharme.

Para que están los amigos ¡Cuídate!- le dice mientras David sale hacia la calle donde estaba estacionado su auto.

Horas antes, Leire se sube a un taxi, después de darle la dirección de su edificio se encuentra mirando por la ventanilla del coche dejando que sus pensamientos la envuelvan.

<< Estoy tan confundida, David es la clase de hombre que más evito, en la reunión se ha comportado como siempre arrogante, sexy, confianzudo, seguro del efecto que producen cada una de sus palabras y esa media sonrisa, debe tener a cientos de mujeres a sus pies. >>

Está tan metida en sus pensamientos que no oye al taxista, decirle que ya han llegado al edificio, le ha parecido el viaje más corto de su vida. Paga al taxista y le deja el cambio, saluda al portero y toma el ascensor, sabe que Nick y Sara están esperándola ansiosos por saber cómo le ha ido en la reunión con su odioso pero sexy abogado.

Al abrir la puerta Sara y Nick están en el salón mirando la serie española "Elite".

— ¡Hola chicos!— los saluda Leire y estos se dan la vuelta. Sara apaga la televisión, la saludan y se dirigen todos a la mesa del pequeño comedor.

<<Ahora comienza el interrogatorio>> piensa Leire mientras los sigue y se sienta.

— ¿Qué tal te fue?— indaga Nick preocupado.

— Anda, cuéntanos que estamos muriendo por saber todos los detalles. ¿Te puede ayudar? ¿Qué tienes que hacer? Y por último pero no menos importante ¿El señor Rice sigue tan sexy como la otra noche?- suplica Sara sin respirar casi.

— ¿Enserio Sara? No puedes preocuparte un poco más, este tema es delicado, no para tus idioteces-alega Nick.

— Es mejor saberlo todo— se defiende Sara y se encoge de hombros.

— Chicos, por favor estoy demasiado cansada o dejan de pelear o no les cuento nada— advirtió Leire tratando de parar el caos.

— Ok, te escuchamos— responde Nick apenado.

— Aceptó llevar mi caso, le entregué las caratas y la sim de mi antiguo teléfono para analizar las pruebas. Vamos a ir avanzando paso a paso, tengo que tomar algunas precauciones. Tengo fe, encontrará la identidad de esa persona, debo informarle todo lo que ocurra fuera de lugar.

— ¡Es perfecto! te dijimos que sería de gran ayuda, además es muy guapo y seguro disfrutaste de su compañía-celebra su amiga esperando una respuesta de Leire pero se siente demasiado exhausta como para seguir su juego.

— Leire solo fue con él por el caso, no alucines Sara— le dice Nick fastidiado ya por los comentarios innecesarios de Sara.

— ¿Entonces vuelves hacer tu vida como si no pasara nada?—inquiere Sara.

— Básicamente sí, pero debo seguir teniendo mucho cuidado, no quiero poner sobre aviso a ese hombre y que averigüe que David me está asesorando.

¿Leire haz comido algo?— pregunta Nick preocupado.

— La verdad es que no y estoy tan cansada que no me apetece prepararme nada— reconoce Leire.

— Vamos al café "Star Coffee" y comemos algo juntos. ¿Qué les parece?—propone Nick entusiasmado. Necesitaban un rato sin preocupaciones.

-Suena genial, vamos Leire será solo un ratito— dice Sara y se levantan de la mesa.

— ¡Vamos!— les dice y cogen sus bolsos, cierran la puerta y se dirigen a su café favorito en toda la cuidad.

Al llegar al "Star Coffee" eligen una mesa en lo último del lugar, al lado de una ventana que tiene vistas a la calle. Ordenan su pedido habitual mientras conversan sobre los casos interesantes que tienen en el hospital y bromean de vez en cuando.

— Chicos, voy al baño un segundo, me hago pis—dice Leire y se levanta de la mesa dirigiéndose hacia el baño entre la gente.

El lugar está más concurrido de lo habitual.

Después de unos segundos en el baño, Leire se dirige hacia sus amigos cuando alguien de repente choca con ella y derrama sobre su blusa una cantidad de café horrible.

— ¡Tenga más cuidado señor!— le dice Leire molesta a el hombre que ha chocado con ella y que ahora se encuentra de espaldas caminando apresurado hacia la salida del lugar.

Al no recibir respuesta, ni siquiera una disculpa Leire se vuelve en dirección a la mesa donde están sus amigos.

Al instante oye que alguien dice— ¡Disculpe mi doctora!— ella gira la cabeza lo más rápido que puedo y solo ve salir al mismo hombre de antes.

Leire se sienta nuevamente con sus amigos que nada más ver el estado de su blusa le preguntan:

— ¿Qué te ha pasado?—le pregunta Nick terminando su café.

— ¿No me digas que te peleaste con la máquina del café?-bromea Sara.

— Un señor algo torpe chocó conmigo y mi blusa recibió todo el contenido del recipiente que llevaba-responde Leire encogiendo los hombros.

— Menuda suerte la tuya— se maravilla su amigo.

— Exactamente, al parecer me tocó una que estaba en rebaja—ironiza Leire.

— Esperemos que no quede la mancha, esa blusa que traes me encanta—comenta Sara fuera de lugar como siempre.

— Hay Sara ¿qué sería de nosotros sin ti?— le dice Nick mientras la mira sonriente.

Sara es una chica de alma libre que dice lo primero que le viene a la mente sin pensarlo.

Es muy fácil la respuesta sin duda serían un par de aburridos— les dice riendo.

Sin duda esos tres chicos eran el concepto personalizado de la amistad verdadera.

Nick y Sara continúan hablando mientras Leire no deja de pensar<< El hombre de hace un segundo, no me parece conocerlo de ningún lugar, es raro y se haya disculpado sin mirarme y utilizó las mismas palabras que el hombre que me acosa "Mi Doctora">>

Se le enfría el cuerpo nada más pensar en ello, sería una paranoia de ella o había tenido cara a cara al hombre que más temía en el mundo.

En la vida no hay nada simple, nada es banco o negro existen disímiles tonalidades intermedias, pero Leire está viviendo en una gama de colores de gris a negro, desea terminar con esta pesadilla.

"De chica le temía a los monstruos que se escondían debajo de su cama, ahora le teme a un monstruo que no sabe en donde se esconde."