Eternal Dream - Tododeku

Pareja: Shoto Todoroki x Izuku Midoriya

Advertencia: Posible OOC. Angst.

Escrito el 21 de Agosto del 2020.

Disclaimer: Boku no Hero Academia ni sus personajes me pertenecen. Son obra original de Kohei Horikoshi, yo solo los uso para fines recreativos.

_____________________________


Todo iba bien. Todo iba tan malditamente bien. ¿Por qué el destino quiso que no siguieran así las cosas? Parecía que se alimentaba del dolor de aquellos que le confiaban sus propósitos, sus sueños... sus vidas.

¿Cómo había sucedido todo? ¿En qué momento se confió de que todo sería como siempre? De que él iría, derrotaría a ese villano, se reunirían a las afueras de su agencia y volverían juntos a su casa, como siempre.

Como siempre...

Todo había pasado en cuestión de minutos. Minutos eternos, aunque según su perspectiva, se sintieron horas. Sentía que cada paso que daba hacia él lo alejaba y le quitaba la respiración lo suficiente como para empezar a notar su cuerpo flaquear.

Cayó a su lado, sin importarle el dolor que el impacto causó en sus rodillas. Miró a su pareja tratando de mostrar su natural calma, pero le fue imposible: aquel villano había atacado por la espalda al héroe sin que este se percatase, provocando una herida de gravedad que atravesaba su costado izquierdo.

—Midoriya... —murmuró cuando llegó a su lado —. ¡Izuku, responde! —exclamó, con las lágrimas atoradas en su garganta.

—Hey, Shoto —susurró el joven de cabellos verdosos—. ¿D-Derrotaste el villano del otro lado? —le miró con un intento de sonrisa, mas esta demostraba todo el dolor que estaba sintiendo.

— ¿Estás en esta situación y eso es lo primero que se te cruza por tu cabeza? —le regañó, tratando de mantenerse neutro, pero Deku se dio cuenta que no podía—. Red Riot y Uravity se están encargando de él ahora. T-Trata de no moverte, ¿sí? La ayuda ya llega.

—Metí la pata, amor. N-No debí perder de vista ningún segundo a ese sujeto —tosió, cosa que tensó al de cabello bicolor—. Al menos alcancé a sacar a esa niña de en medio... Es un consuelo... —poco a poco la voz del número uno bajaba su volumen.

Eso fue suficiente como para que Shoto Todoroki empezara a desmoronarse. Conocía perfectamente esas señales, las había visto varias veces en su carrera como héroe, y su corazón se apretaba de solo recordar lo que conllevaba. Deku alzó una mano temblorosa y acarició la mejilla izquierda de su novio, tratando de transmitirle calma al secar las lágrimas que caían.

El joven de dos quirks cerró los ojos ante el contacto, tratando de mantenerse firme, de no demostrar el miedo que había estado sintiendo todo ese rato. Quería creer que todo era una pesadilla, que pronto despertaría y vería a Izuku durmiendo a su lado tan calmadamente, mientras que su cachorro Kori haría lo mismo a los pies de la cama. Se negaba a pensar que perdería a su gran amor allí, tirado en medio de la calle con policías cercando el lugar. No, eso no debía ser así. Ellos deberían pasar sus últimos momentos juntos, recordando sus días en la academia, hablando de cómo lograron cada proyecto que se propusieron: tener su agencia, adoptar más cachorros, casarse, amarse cada día como si sus vidas dependiera de ello. Celebrarían cada aniversario, cada cumpleaños, cada victoria como recordatorio de lo bueno que era todo para ellos.

—Abrázame —murmuró Deku. Shoto lo miró algo sorprendido—. Abrázame como anoche, ¿sí? C-Cuando no podía dormir y quisiste quedarte así, conmigo.

—B-Basta, Midoriya —su temblorosa voz lo interrumpió—. No debes moverte. Ya pronto llegarán los paramédicos y-

—Y será... tarde —medio sonrió. O eso intentó—. L-Lamento tener que dejarte así, no era parte... parte del plan —un gesto en su rostro reflejó el intenso dolor que sentía en su cuerpo.

—¿Q-Qué tonterías dices, Midoriya? Nunca se te dieron bien las bromas, no empieces ahora, ¿quieres? —tomó la mano que anteriormente había limpiado sus lágrimas y besó sus nudillos con delicadeza—. Por favor, no —susurró, sintiendo que el nudo en su garganta se agrandaba más y más.

Todoroki se percató que el abdomen de su novio subía y bajaba con fuerza, al igual que su respiración comenzaba a intensificarse. Sin pensarlo dos veces, se acercó más al héroe de ojos verdes y lo abrazó, tal como se lo había pedido hacía unos momentos. Quería aferrarse a él, sentir su cálido cuerpo y el palpitar de su corazón. No quería despedirse, no se sentía listo para lo inevitable.

—Shoto... prométeme que vas a estar bien —susurró.

—Cállate. No digas esas cosas, no te despidas —se aferró más a él—. Kori nos espera en casa, ¿recuerdas? S-Sabes que siempre te espera.

—Prométemelo.

En ese momento, la débil coraza que había intentado mantener, sin mayor éxito, terminó por quebrarse. Izuku sabía lo que decía, no estaba bromeando. Miró directo a aquellos ojos verdes que había atesorado ya por tanto tiempo, y guardó en su memoria el brillo que solían tener, aquella calma que le transmitían. ¿Cómo podría estar bien? ¿Cómo pretendía Izuku siquiera hacérselo prometer? El héroe, SU héroe le había ayudado tanto, aún cuando ni siquiera lo conocía del todo en un inicio. Gracias a él, es que había podido estar bien, pero ¿ahora? Veía aquello tan difícil de poder cumplir sin su apoyo.

—Shoto...

—No, Midoriya. No puedo prometerte eso —mantuvo su mirada, ya sin importarle que las lágrimas cayeran sin pudor—. No me pidas que lo haga.

Izuku trató de acomodarse en el abrazo de Todoroki, mas una aguda punzada se lo impidió, haciendo que soltara un doloroso gemido que alertó a su acompañante.

—Lo harás. Por ti, por Kori, por mí —cada vez se le dificultaba más el hablar—. Y-Yo prometo, que siempre estaré contigo.

—¿D-De verdad?

Midoriya levantó a duras penas su dedo meñique.

—De verdad —murmuró y esbozó una muy débil sonrisa—. Te amo, Shoto.

—Y yo a ti, Izuku. Siempre.

Siempre habían sido bastante discretos en cuanto a su relación. Solo sus familias y cercanos sabían de ello, más que nada porque sabían que al ser héroes reconocidos, la prensa sería capaz de acosarlos hasta al cansancio. Pero ahora, ¿qué más daba? Todo estaba por irse al diablo.

Con este pensamiento, Shoto terminó de romper la poca distancia que había con su novio y besó sus labios con suma delicadeza, queriendo sentir su sabor por una última vez. Se percató que el joven de cabello verde correspondió al gesto, aunque en éste ya se notaba la flaqueza. Deku sonrió sobre sus labios, y cerró poco a poco sus ojos.

Ya se había sumergido en aquel eterno sueño.





Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top