Capitulo 9 (Cita Perfecta) [ManiFica]

Mis terrones de azúcar, jajajaja vuelvo a publicar algo tarde, pero hoy tuve un día ocupado.

Hice algunas llamadas, terapias, compre algunas cosas, papá terrón me ayudo con algunas practicas de la escuela, fui a un funeral y bueno... Hasta ahorita estoy publicando.

Espero que me sepan comprender.

Sin mas disfruten el contenido del día de hoy, pues la linda parejita y temática del día de hoy fue propuesta por el terrón de azúcar LiniAndrea

Así que lean el contenido, pues aquí vemos que la variedad es algo que tenemos... jajajaja bueno solo tenemos dos puntos a decir que no se cambian, peor ya saben.

En fin, a leer se ha dicho.

La advertencia: Solo ternura, algo de enojos, alcohol y diversión, como algunos recuerdos dolorosos (Spoiler, si no han visto The Lost Canvas) Y algo de referencias lemon.

También de que este One Shot, es un tipo Spin Off... De la primera locuritas de todas, vaya, disfruto hacerles referencia a mis propias creaciones.

¿Supieron a que me refiero?

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

¿Qué puede pasar cuando haces enojar al amor de tu vida?

Mas, sabiendo que esa persona con un solo ataque de hermosas rosas, te puede mandar al otro mundo. Aunque tú tengas la valiosa habilidad de regresar del Yomotsu.

Claramente no te gustaría ser atacado, y que tu florecita se enoje contigo al grado en que no quiera hablarte por nada del mundo.

Casi haciéndote la ley del hielo e ignorándote.

Bueno, eso le está pasando a cierto cangrejo de siglos pasados, que por estar creyéndose muy impune de sus actos, nada malo le podría pasar.

Tampoco es que fuera a hacer algo que pusiera en duda su amor por el pececito de antaño, pero sí hizo algo que no solo le cobro fractura a él si no igual a su yerno.

Teniendo una bofetada bien marcada en su mejilla derecha, sentado en las escaleras traseras de Cáncer, pues su pececito le prohibió ir hasta Piscis... Aunque este ya no sea su actual guardián, pero bueno.

Todo decaído, con el ceño fruncido y los brazos cruzados, pensando que sus actos no eran para tanto, pero la culpa por hacer enoja a su esposo lo hacía sentirse peor consigo mismo, y eso le molesta tanto.

Solo pensaba que tanto mal podría ser sus actos, si no eran tan malos... Solo fue una tontería que quiso hacer, aun sabiendo que es algo que hace enojar mucho a su pececito, por ende comprende muy bien que tendrán una fuerte consecuencia sus actos, más de lo que ya han tenido.

Aun así, Manigoldo cree que Albafica está exagerando, pero...

¿Cómo podría arreglar las cosas?

Si bien, no busca para este punto quien está mal o bien... Solo quiere estar con su florecita y hacerlo sonreír, sin embargo lo conoce muy bien, y el enfado no se le pasa tan fácilmente, y eso lo frustra aún más.

Así que, aprovechando la soledad, intenta pensar y encontrar una formar de hacer las paces con su amado y ser perdonado.

-¿Flores?- Niega con la cabeza –Tiene un jardín mortal repleto de rosas, más... No le gustarían-

-¿Chocolates?- Suspira y frunce el ceño –Es alérgico y no quiero causarle algo peor-

-¿Bombones?- Risita socarrona y atrevida –Seria canibalismo, porque es un delicioso bombón- De solo imaginar ciertas escenas en donde su intimidad es el punto más importante, provoca que el calor en su cuerpo aumente –Aunque... Él no disfruta mucho del dulce, prefiere las comidas picantes...-

Se pone serio, cruzado de brazos, espalda recta y ceño fruncido nuevamente -¿Y si le preparo una sopa con ají, pimienta, rábanos y... Un buen vino?- Se pregunta en voz alta su duda, y luego su rostro cambia a uno de malestar –A mí me dolería el estómago por tres días, y no quiero ni pensar en el resultado final- Esto lo hace desanimarse un poco de su curiosa idea.

Raro es ver al caballero dorado de Cáncer de siglos pasados, ponerse así de mal y deprimente por no encontrar una solución o respuesta divertida a algún problema que le aqueje. Usualmente la alegría en sus ocurrencias le traían una luz al final del camino, o que no tomara las cosas tan enserio, pero... Se trata de Albafica, su más grande amor y única amor, la persona que lo soporta, comprende, y lo ayuda a ser mejor persona... Le ha dado incontables momentos de felicidad... Un hijo, una familia... Incluso gracias a su Florecita, la herencia de esa belleza única está en sus genes para haber logrado tener un bonito nieto, y un yerno que no le cae nada bien, pero mínimo lo ha llegado a soportar.

Sin contar varias verdades que jamás pensó conocer, pero esos puntos no son importantes ahora. Lo principal es encontrar una forma de que su pececito lo perdone, pero todas sus ideas, según él caen en lo cliché o no le convence para nada.

Un suspiró lanza, mirando hacia el horizonte, contemplando la calma alrededor que él no tiene –Necesito buenas opciones, porque ninguna me está ayudando-

-¿Padre? ¿Está bien?- Una vocecita suave llama al mayor.

-Oh, hola... Afrodita- No puede estar como siempre, pero intenta fingir bienestar al menos delante del joven -¿A mi Florecita ya se le paso el enojo?- Sonríe, intentando dar a entender que esta algo quitado de la pena.

Niega con la cabeza rápidamente –No, y no creo que sea pronto- Desvía la mirada, mostrándose incómodo por la situación.

-Ni modo, me tocara dormir en Cáncer por hoy- Ríe decaído, dándose cuenta que por ahora no tendrá manera de arreglar las cosas.

Sin embargo, aún no entiende que a diferencia de antes, ahora puede tener la ayuda de su familia.

-¿No le gusta estar enojado con mi papá?- Aun pregunta como si no viera la respuesta en la cara del contrario, pero al heredar el mismo carácter que el anterior Piscis, lo hace entender el enfado de este, aunque no niega que también tiene cualidades del cangrejo de enfrente.

-¿A quién le gusta estar enojado con el único amor de su vida?- Le cuestiona de inmediato, para lanzar otro suspiro melancólico –Por lo menos a mí no, y quiero enmendar mi error, pero ¿Cómo lo hare? Si mi Albafica no me deja ni acercarme a él...- Niega con la cabeza -Lo veo imposible- Pone sus manos debajo de su cara, apoyando sus codos sobre sus rodillas.

Sin darse cuenta ya ha establecido un fuerte vínculo con su hijo, aunque tuvieran tan poco de conocerse nuevamente –Incluso pensé que podría hacer miles de cosas que sé que le gustan mucho, pero... No estoy seguro sí serán suficientes para ser perdonado- Revela su sentir melancólico, para cambiar de postura, inclinando la espalda hacia atrás, apoyando sus brazo en el piso y la cabeza igual para ver un poco el cielo de color celeste, siendo del mismo tono de cabello de su Florecita.

Escuchar esas palabras de parte del peli azul, lo hace recordar en cierta forma a su propio cangrejo, que igual recibió regaños por su parte por ir a ese bar junto a su padre. Aunque Death Mask, lo hizo más para evitar que el mayor se metiera en problemas, y no le resultó nada bien. Pero los malos entendidos entre los jóvenes están ya arreglados.

Afrodita, se da cuenta del fuerte amor que sus padres se tienen mutuamente, y que claramente ninguno quiere perder al otro por una tontería. Es obvio... Sí amas a alguien y no has hecho nada cuestionable, se pueden arreglar las cosas, el respeto sigue allí, al igual sentimiento, y es lo principal.

-Entonces- Sentándose a lado de Manigoldo, posando su mano izquierda sobre el hombro derecho de otro, y con una sonrisa confiada en los labios, acentúa la herencia genética de Albafica –Déjeme ayudarlo padre, a hacer la cita perfecta de reconciliación- Le está proponiendo una buena idea, demostrando que su hijo lo apoyara sin importar el resultado, y bueno, irse con cuidado es primordial, ya que los gustos de Afrodita pueden no ser precisamente similares a los de su Pececito –Primero, dígame todo lo que le guste a papá, lo que le haga sonreír mucho, y hare un plan maestro para que mañana mismo lo perdone-

-¡¡¡¿HASTA MAÑANA?!!!- Grita su peor terror, con los ojos bien abiertos.

Asiente algo intranquilo –Si... Ahora mismo no quiere verlo. Prefiere mantenerse tan lejos de ti como sea posible, incluso se puso a jugar con Egil para decir que está muy ocupado- Dice exactamente más mismas excusas que el peli celeste utiliza para no intentar arreglar la situación.

Manigoldo comprende que de verdad está más que molesto su pececito, pero... No va a darse por vencido, y claro que la ayuda de su hijo la va aceptar sin falta.

Aunque este atardeciendo, tienen mucho tiempo para preparar todo al pie de la letra todo lo necesario. Y bueno... Death Mask, como Egil, no van a quedar fuera de esto, pero serán informados cuando Albafica no esté presente.

Manos a la obra se pusieron, para tener una lluvia de ideas y quedarse con las mejores.

---Al Día Siguiente---

Desde que despertó, conoce lo que es no tener espacio personal...

Topándose con un pequeño niño que adora tanto, pero que después de darle un abrazo y beso de "Buenos Días". Son esos privilegios que antes no podía disfrutar por temor a dañar a los que más ama. El pequeño futuro cangrejo dorado, le entrega una pequeña notita.

Claro que Albafica, se imagina quien es capaz de utilizar al pequeño Egil para estas maniobras tontas, pero debió abrirla y leerla, por pedido de su nieto, y que esté no se enterará del enojo entre sus abuelos.

Sin duda las habilidades manipuladoras heredadas de Afrodita, son buenas en estos casos.

Termina cediendo, para encontrar algunas palabras que sin duda revelan al autor.

Te espero en Rodorio en media hora.

Por favor ven.

Quiero disculparme contigo.

Y por favor, usa la ropa que tienes enfrente

Sé que te verás muy bien con ella.

-¿Eh? ¿Qué...- Confundido ante este pedido, levanta su vista y nota que en efecto, en un gancho de ropa, colgado en la puerta del armario esta una camiseta color azul marino y unos pantalones marrón oscuros. Es algo bastante casual y no tan llamativo como le gusta al peli celeste –Ropa?- Lo último dicho en un susurro y un suspiro se escapa a la vez. Entiende ahora que toda su familia está involucrada, y ya no tiene de otra lo más seguro.

Igual desea hacer las paces con Manigoldo, pero no de esta forma... Aunque por la emoción que Egil tiene y los ánimos que también le da, lo hace pensar que jugar a este juego no será tan mala idea.

Se alista lo antes posible... Aquel niño peli turquesa lo deja solo, y de hecho... Aunque puede notar los cosmos de su pequeña familia, no los llegó a ver antes de irse, no piensa nada raro, ni se preocupa por este hecho.

Siempre y cuando el menor de toda la familia este con sus padres y a salvo, no se angustiara por nada.

Aunque si le causa cierta curiosidad lo que planea su cangrejo, no lo va a admitir.

Al llegar a Rodorio, no tardó mucho en reconocer al hombre de sus sueños, aunque este molesto con él. Sabe reconocer que la elegancia salvaje que tiene le causa fuertes latidos en su corazón, pero el orgullo lo mantiene en alto.

Sin embargo, Manigoldo apenas si lo diviso, le dedica una sonrisa coqueta y socarrona, acortando la distancia entre ambos, pues el peli azul no podía esperar por tenerlo de frente.

-Me alegra tanto que vineras, Florecita- Le saluda de manera casual, mientras se posiciona en una postura despreocupada, trayendo algo en su mano derecha que oculta entre su espalda y hombro –Luces precioso el día de hoy-

-Gracias- Contesta sin muchas ganas –Fue un truco sucio hacer que nuestra nieto me entregara esa carta- Rápido el recrimina con cierto enfado y los brazos cruzados.

-Lo sé- No muestra vergüenza o arrepentimiento por esa acción –Pero era la única forma para que vinieras a nuestra cita- Para este punto, pone los pies bien firmes en el piso, para tomar con ambas manos el enorme ramo que estaba ocultando más o menos, para y dárselo a quien es el dueño de su corazón y quincenas si tuvieran –Además, quiero que disfrutemos este día, y me disculpes por ser un tonto-

Sin mayor dilatación, un buque enorme de hortensias celestes y azul intenso se dejan en evidencia, ante los preciosos ojos claros de Albafica, que queda impactado por tan lindas flores... Pero sobre todo, porque son sus favoritas.

Si, ama las rosas, les tiene mucho cariño y aprecio, pero... No, no son como tal sus favoritas por ciertas cosas relacionadas a situación que lo marcaron de pro vida.

Las hortensias en particular, se volvieron sus predilectas, porque fue la primera flor que Manigoldo le regalo cuando eran adolescentes, y como quería que ese hecho fuera por siempre especial, no podía solo amar a las rosas rojas.

Sonrojado y un poco titubeante, toma aquel enorme ramo para sentir el dulce aroma y notar que son sumamente preciosas –Gracias...- No puede evitar sonreír, pues le recuerdan a los momentos más hermosos que ha vivido con su amado cangrejo, pero eso no le hará perdonarlo fácilmente –Son muy bellas-

-No tanto como tú, mi florecita- Sin perder ni un solo segundo más, toma esa mano, que aunque parezca delicada, es capaz de acabar con cientos de enemigos con un solo movimiento de ellas.

Se supone que debía aun permanecer enojado y poniendo un límite a este peli azul, pero... Verlo tan entusiasmado por la propuesta de un lindo día... Lo hace dudar si el enojo de ayer vale la pena para seguir en ese plan y no perdonarlo, aunque la disculpa ya está implícita.

La primera parada, un pequeño restaurante en aquella ahora ciudad. Que solo porque saben que está a lado del santuario, pose el mismo nombre y su hijo le confirmo que es el mismo pueblo de su época, hubieran pensado que se trata de otro lugar.

En aquel local al aire libre, con mesas y sillas afuera... Manigoldo pidió dos manjares exquisitos, con algo de fruta para que el desayunó inicie muy delicioso, pues ningún alcanzo a comer algo antes de salir.

Un pan tostado, con un poco de crema mezclada con miel sobre este, a lado frutas como uvas, fresas y un poco de rodajas plátano, al igual que mermelada a un lado, un jugo naranja para Albafica y café para Manigoldo.

Sencillo y no muy elegante en si la presentación, pero delicioso en aroma y sabor.

Algo diferente de lo acostumbrado, pues no fue preparado por ninguno de ellos, obviamente se nota una diferente sazón que no es para nada malo.

Albafica le toma bastante curiosidad este alimento, diferente a como era preparado en su época, de manera más sencilla antes. Tiene un poco más sabor como dulce, que si bien no le agrada por completo, ya que se puede empalagar, pero eso no va a resultar así, la crema da un poco de acides, para que no se sienta el malestar de tanto azúcar en su boca.

Y esa felicidad la noto el cangrejo, que solo necesita ver la felicidad en su amado para saber que esa primera parada ha sido una excelente idea.

Para el siguiente punto, ya están algo cerca del medio día...

Así que como lo tiene planeado, van a estar turisteando en el lugar que varias veces ahora han conocido.

Manigoldo guía al peli celeste, pues aunque se supone que es una caminata casual, sin ningún destino en particular, al parecer no es tan así. La siguiente parada, se trata de un teatro callejero, donde se narran historias de fabulas antiguas, incluso momentos que ellos mismos llegaron a vivir, pero endulzados con gracia para que los niños no se asusten.

Cuentos donde los Dioses se portaban de una mejor forma de lo que ellos conocían. Dándoles algo de gracias como los chistes no quedan con las personalidades de las deidades griegas, pero les parece interesante.

Escuchar que Albafica se ríe, molesta, o incluso le gana algo el sentimiento por cada historia interpretada por marionetas, es algo mágico para Manigoldo.

Ambos están de pie, detrás del público en su mayoría niños, pueden sentir la diferencia de las épocas y del ambiente. No existe miedo en los humanos cotidianos, no saben que el peligro podría arruinar de alguna manera su vida normal en cualquier momento...

Es un poco difícil para ambos, acostumbrarse a esta sensación de paz y no tener la necesidad de entregarse a cada instante a un terrible entrenamiento, para sentir que hacen una enorme diferencia.

-Ja, ja, ja, A lo que tengo entendido por Degel, Poseidón no era de esa manera antes-

-Eso era porque su recipiente de aquella época poseía mas sentido común, que el que tiene ahora. Aunque no se le niega que ayudo a esta generación de dorados para que Hades no destruyera este mundo-

-Cierto... Es curioso como todo cambia... Aunque para nosotros- Un semblante triste se queda en sus ojos, bajando un poco su mirada, pues los recuerdos de su época antigua aun lo persiguen –No pudimos tener esa transición de saber, conocer y entender el futuro. Bueno, aún es muy difícil asimilar todo esto de golpe-

Aunque no quiere tampoco demostrar cierta tristeza, entiende bien a su florecita y su sentir, ya que es el mismo –Cuesta... Entender, como funcionan ahora las cosas- Pero no quiere que el ambiente se torne triste, si tiene aún más de medio día por disfrutar –Pero los celulares inteligentes- Saca un móvil sencillo táctil, con el que está aprendiendo –Son muy utilices, además...- De su bolsillo saca una tarjeta de crédito que alguien le prestó para esta cita –Esta cosita de plástico ayuda mucho para pagar cualquier cosa- Sonríe, demostrando una de las pocas ventajas que él ve de este nuevo mundo. Ríe levemente, para que Albafica prefiera hablar de otra cosa o se burle de él.

-¿Cómo un pequeño pedazo de plástico, puede pagar comida?- Alza una de sus delgadas y finas cejas, curioso por este hecho –No entiendo aun ese concepto- Mira atento al contrario –Y Manigoldo, ¿De dónde sacaste eso?- Señala aquella tarjeta.

Claro que no le va a decir para nada, y solo pone su dedo índice delante de la boca ajena, para atreverse acercarse al peli celeste –Ese será mi pequeño secreto, florecita- Sin dudar más tiempo, y dándole igual el lugar en que están, roba un besos de esos labios que lo tientan con ese color rosa tenue que es solo suyo.

Sorprende al contrario, más el anterior piscis, rápido lo empuja para alejarlo un poco, y aunque sonrojado, sigue en su actitud de no caer en los encantos de Manigoldo por mucho que lo desee –Recuerdo... Que aún estoy molesto contigo- Su rostro es desviado, pero sus nervios son demasiado evidentes.

Manigoldo no se lo toma nada mal, sabe que debe hacer mucho para ser perdonado por ir a un bar, y aunque le intento explicar antes, claramente estando enojado no le creería ninguna de sus palabras, pero se lo demostrara con hechos.

-Eres tan lindo, y me encantas aun estando enojado- No es que se burle del peli celeste, son cumplidos bien intencionados, y para acto seguido capturar una foto de ambos en ese momento de alegría, al igual que lo hizo en el desayuno, pero de forma que su Florecita no se diera cuenta, aunque esta vez sí que lo hizo para que lo supiera.

Aunque intento cubrir su rostro con el ramo de hortensias.

Al termia aquella puesta en escena...

Un lindo paseo alrededor del nuevo parque... Comer una comida callera bastante buena, aunque no fuera del todo agradable para Manigoldo. Nunca le han gustado ciertos alimentos, y justamente este alimento contiene ingredientes que a Albafica le encantan mucho pero a él no. Los Falafel, son una especie de pasta, cortada en trocitos y hervida, con ciertas especies encima, pedazos de carne bañados en salas con sabores fuertes y un poco de verduras a un lado.

Un manjar para Albafica, que disfruta de estos sabores muy específicos y fuertes, que curiosamente no le causan malestar en el estómago, o consecuencias poderosas. Pero sin duda Manigoldo debió pedir el suyo con menos picante de lo usual, pues no quería arruinar este día con problemas en sus intestinos.

-No tienes que comer si no te gusta-

-¿Bromeas? Esta delicioso- Se traga sus palabras al pasar el primer bocado –Aunque sí es algo fuerte...-

-¿Por qué mejor no vamos por un helado para ti?- Le propone, mientras el paseo en el parque se lleva a cabo.

-No es mala idea...- Sonríe nervioso, pero no va desperdiciar la comida, no es algo que pueda hacer.

Durante el paseo, pueden ver la flora y cierta bonita fauna local, algo que antes no era tan común ver estas especies aquí, claro que les llama la atención a ambos antiguos dorados, ver fuentes con agua cristalina, asientos de madera, juegos para los niños, les llama tanto la atención, aunque saben que ya no podrían divertirse en esos columpios o pasa manos como uno lo hizo antes y otro no lo pudo disfrutar, la nostalgia los invade de a poco.

Los niños gritando, ríen, cantan y juegan, todo eso los pone a pensar que todo lo que hicieron antes, fue lo mejor para salvar esta felicidad.

Aunque, causa que en sus corazones sientan un terrible vacío. No pudieron pasar momentos así de lindos e importantes con su pequeño Afrodita, como esos padres con sus niños ahora... Sin embargo ninguno quiere pensar en tormentos, y menos si estos instantes juntos son sumamente lindos.

-¿Estas bien?- Reconoce que el cosmos del peli celeste se nota algo entristecido.

Una sonrisa melancólica, acompañado con una pequeña lagrima que es limpiada de inmediato se hace presente en ese bonito rostro, sin embargo quiere seguir manteniendo la calma –Si, es solo que... Me gustaría que trajéramos a Egil aquí, para que juego y se divierta con otros pequeños. ¿No crees que sería una linda idea?- Su propuesta para no derramar más lagrimas es mencionada. No es que su nieto sea un sustituto de lo que no pudieron vivir antes, pero... Quieren darle tanto amor como sea posible, pues tienen tanto en su corazón para toda su linda familia, que no pueden esperar para darles todo.

Ver la preciosa sonrisa de su Florecía es lo mejor del mundo, y aunque también la nostalgia y tristeza se apodera de él, quiere que todo vaya de maravilla –Si, lo vamos a traer muy pronto y se va a dividir mucho de seguro- Aunque se pone algo pensativo de forma fingida -Solo espero que por estar tan alegre su cosmos no se descontrolé y se lleve todo al Yomotsu- Le da risa la manera de ser tan responsable que tiene ahora –Vaya, sueno como un padre-

-Eres un padre y un abuelo- Le recuerda el verdadero hecho de lo que es ahora su vida, que no solo se deberá centrar en ser caballeros dorados, unos guerreros de elite, si no también simples humanos.

Después de comer aquellos alimentos picantes, y un poco dulces... Sus estómagos están aún llenos, perfectos para la fase más divertida de esta perfecta cita.

Aunque existe una parada previa para a su pececito, y que no había tenido oportunidad de mostrarle antes

-¿Este lugar es...?- Sus ojos celestes son presa de la sorpresa, a la vez que se comienzan a cristalizar.

No duda en abrazarlo con todas sus fuerzas, lanzado un suspiro. Este lugar no era por completo parte de sus planes, pero... Debía ser un recuerdo hermoso ¿No? –Sí, es la florería de la pequeña Agasha- Mira atento el nombre, y entiende que significado tiene –Investigué un poco... No fue difícil describirlo. Ella siempre estuvo agradecida contigo por el sacrificio que hiciste por todo Rodorio... Y por eso, toda su familia siguió la labor de las flores- Acaricia la espalda del contrario, para consolarlo y sentir la melancolía fe la que fue presa en aquel entonces él también -Y sé que es su manera de siempre recordar tu valor y amor por todos ellos- Es lo que intuye, tampoco es que para que hubiera hablado antes con aquella familia, pero... Le gusta darle un significado a su pensar, para que su amado lo vea de esa forma, aunque le cause tanto sentimiento que le es imposible no derramar lágrimas ante aquel hecho.

Ver que ese lugar se volvió tan famoso, por ser la floristería más antigua de la ciudad, aun siendo manejada por la descendiente de los primeros dueños... Y un lindo nombre en letras griegas adorna el frente del enorme establecimiento... El significado es obvio para los habitantes y turistas que conocen el idioma, pero si es que no se entiende... "Piscis" es como se llama.

En honor a aquel caballero dorado que salvo hace más de dos siglos este pueblo, y a la pequeña niña que siguió con el trabajo familia y enseño ese oficio a su descendencia, hasta volverse lo que es ahora, tan hermoso, y elegante es el lugar, pero conservando el toque rustico antiguo.

La felicidad en Albafica es enorme, puede llorar de nostalgia en esos brazos que acepta, ya que por más enojado que estén... Nunca se dejaran de proteger y cuidar mutuamente.

Poco después de ese momento triste, el sol comenzó a caer...

Dejando ver que la noche se aproxima... Y con esto... La penúltima parada...

-Sé que disfrutas mucho ver a la gente bailar, pero...-

-Manigoldo... Yo no soy bueno en esto-

-No te preocupes, yo voy a guiar. Tú solo déjate llevar-

-Pero...-

No logra protestar más el peli celeste, cuando su amado lo lleva hacia donde la danza y personas bailando se acoplan en una sonata suave, que cambia segundo el ritmo de la música que se da.

Albafica nunca fue bueno con el baile, de hecho no logro aprender esa actividad antes, ya que no lo creyó necesario y por eso, al intentar bailar ahora, parece que tiene dos pies izquierdos, y sin quererlo le pisa los pies a Manigoldo cada tres segundos.

Se siente realmente tonto y agobiado, pero... La manera siempre tan dulce y graciosa de ser de Manigoldo con él... Lo hace calmarse un poco.

Esa sonrisa nunca reflejo burla, o incomodidad para Albafica, solo puede significar que lo desea impulsar e invitar a hacer cosas nuevas juntos

Sigue siendo el mismo atolondrado y dulce cangrejo que ama, que a veces no piensa las cosas con sensatez, pero... Nunca con mala intención.

Lo comprendió en el momento en que le declaró su amor en el pasado, y lo vuelve hacer ahora, al notar la paciencia que le tiene al enseñarle desde cero.

Claro que nunca está de más unas buenas clases de baile después, pero... No están quedando en ridículo ninguno. Al bailar en pareja y guiar el cangrejo a su pececito.

Para terminar la más perfecta y bella cita de todas...

Solo algo más se necesita para coronar el final de la mejor cita de todas.

Una cena romántica, de noche, en el bosque que está en la colina más alta y cercana al santuario. Sí, es algo cliché y ya muy usado, pero no por eso deja de funcionar.

Platillos de diferentes presentaciones, pero con el mismo origen... Lasaña, Raviou, Risotto milanesa, y un tiramisú de postre, ambos estando sobre una manta larga y cómoda, de tonos azulados y blancos, teniendo dos bebidas para escoger, una soda italiana y un coctel sin alcohol, pues eso había sido el problema de sus primeros males.

-Lamento lo que hice ayer-

-No- Niega rápidamente con la cabeza, mirando su soda y recargándose en el pecho del contrarió, mientras ambos están sentados –Yo exagere... No debí enojarme tanto, y negarme a escucharte-

-Albafica, sé que odias que beba alcohol, y al verdad... No lo iba a hacer. Pensaba que era un lugar en donde podríamos ir después a divertirnos, sin beber nada... Solo comer y pasarla bien- Sonríe, para suspirar –Sé que, nunca te ha gustado que haga eso... Y si bien, hice tonterías antes al hacerlo, era más joven y tonto-

-Tenías diecinueve años, no eras tan joven, ni tan inmaduro para esa época- Alza una ceja cuestionándolo.

-Bueno, pero ya a mis veintitantos años o doscientos y no sé cuánto... Ya madure y crecí- Se escusa con rapidez.

Nunca se va a aburrir de él nunca y eso le gusta –Esta bien... Discúlpame por no escucharte, y yo te perdonare por haber ido a ese lugar, y arrastrar a nuestro yerno para que no hicieras nada malo-

-No, de eso no te disculpes- Rápidamente le cambia la cara demostrando el desagrado que le da el cangrejo actual –Ese tipo... Ni siquiera sé que le vio nuestro hijo, para hacerlo padre de nuestro nieto- Se nota la poca alegría que le da el que el actual cuarto tenga una relación con Afrodita.

-Ja, ja, ja, no es tan mala persona, Te ayudaron a hacer todo esto ¿No?- Sabe que teniendo el tiempo necesario Manigoldo hace maravillas, pero... Con el poco que tenía disponible, y estando sumamente preocupado, una ayudadita nunca está de más.

-Solo diré que Afrodita y Egil son los mejores aliados que pudiera tener- No niega la ayuda de quienes si les importa, abraza con mayor fuerza a su amado.

Entiende que es la persona más linda y perfecta para él, pues si está dispuesto a hacer todo esto para ganarse su disculpa y arreglar los malos entendidos, es sin duda alguien que jamás se rendirá ante cualquier dificultad.

-Que raro... ¿Por qué las constelaciones de Aires y Virgo están brillando tanto?- En eso se fija el cangrejo con cierta confusión en sus mirada.

-Manigoldo- Un llamado suave es pronunciado por el anterior Piscis.

-¿Si, Florecita?- Apenas sí voltea para verlo, y se topa con el contacto de unos cálidos y suaves labios, que lo sorprenden de forma grata, pero poco eso le importa, pues se apodera de aquel control rápido, para continuar el ritmo de ese beso apasionado que Albafica inicio. Ama cuando lo hace el contrario, pues... Solo tiene un significado de por medio.

Y claro que eso se va a dar, al instante en que el Italiano de acerca de manera juguetona y tosca, recontando el delicado cuerpo de Albafica, que lo sigue besando sin importar la posición que tengan.

Y sí, el hecho de que la cita ha sido perfecta, ha provocado que sus corazones estén tan alegres como conectados, dando paso a un encuentro mucho más íntimo entre ambos, solo teniendo de testigos a la noche y la soledad del lugar. Saben que nada malo podría pasar, pues... Ese punto es casi un secreto para los demás, ya que antes han estado allí y nunca nadie los ha interrumpido.

Tiene un gran significado para los dos, pues justo en ese lugar... Concibieron a su pequeño niño que hoy en día es el heredero de su papá, ya siendo un precioso adulto.

Claro que ahora concebir es imposible, pero el buen momento no se les va a escapar.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones?

Mis terrones... No puedo creerlo, ya vamos en el día 9, si que hemos avanzado mucho.

Ya poco nos queda para el día 14 y uffff, terminamos.

Y diré de una vez que tal vez no me vean pro un buen rato por aquí.

Ya que estaré ocupada con la escuela, ya tengo muchas cosas hechas, por faltan otras y practica, así que... Debo darme mas tiempo para eso.

Nos leeremos mucho después de Marzo tal vez, pero por mientras disfrutenme aquí presentes.

Gracias a todos los terrones de azúcar por leerme, comentar y votar, se los agradezco mucho.

Por favor cuídense mucho, hagan caso a las medida de higiene, no se expongan demás y manténganse a salvo.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top