Capítulo 7 (Embarazo) [SorrentoXJulian]

Jajajajaja, digamos... Son exactamente 12 horas que publique.

Al fin tengo un chance de estar mas tranquila, pero no me relajo tanto, aun existen miles de cosas por hacer.

Les diré terrones... El domingo ufffff... Tuve tres trabajos de belleza y eso me hizo estar a las carreras y ni crean, hoy también estoy atareada pero con mis terapias. Por ende publico rápido, solo para que disfruten del contenido del día de hoy.

A ver, les voy a decir... Seré mega sincera, esta pareja me aprecio bastante wow... O sea, si, me gusta el Poseidon/JulianXSorrento, pero al revés... O sea un Sorrento activo y un Julian Solo pasivo... Me quede impactada, pero me termino gustando también.

Existe potencial sin duda para esta versatilidad, sin olvidar por completo sus actitudes, la manera en que reaccionarían en ciertos instantes.

Su dinámica cambio, peo no tanto en si... Jajajaja me encanto jugar con esta idea tan curiosa.

El terrón que propuso esta temática y shipp, le debo agradecer porque creo que es el primer trabajo de esta pareja, y me gusto mucho el reto Brenda Castro.

Espero disfrutes mucho el contenido del día de hoy, como todos los demás terrones también les encante.

Dejen mucho amor.

Y a leer se a dicho.

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-¿Uhg?- La sorpresa presenté en aquella voz, pero la normalidad vuelve cuando se da cuenta de quién se trata –No tienes que hacer esto-

-Lo sé, pero quiero hacerlo- La voz tímida, sus manos recorriendo aquellos fuertes hombros, para irles dando un pequeño y relajante masaje –Lo he notado algo tenso últimamente- Baja su mirada, es incapaz de hacerle frente a quien gobierna el mar.

Un suspiró sale de sus labios, cerrando sus ojos, disfrutando algo de ese tacto delicado en sus hombros que lo van relajando poco a poco –Estas imaginando cosas. Es el estrés normal al que estoy acostumbrado- Revela sin mayor queja aquel hecho, aunque no puede negar que esas manos lo hacen sentir muy bien.

-Aun así...- No quiere protestar o estar en desacuerdo con aquel joven hombre, pero no puede evitar sentir preocupación por él y su estado –No es sano para usted-

Niega levemente con la cabeza, dedicando una pequeña risita –Solo estoy embarazado, no enfermo. No debes exagerar- Le contesta sin mayor importancia al asunto, a pesar de que su vientre en efecto ya está algo pronunciado, y se marca muy bien en aquella túnica blanca.

No contesta nada, solo sigue dedicándole un poco de su atención, y regalándole un poco de calma a ese hombre que ama en secreto, a pesar de que han pasado muchas cosas juntos.

---Tiempo Después---

-Señor Julián, debe tomarse un descanso y comer apropiadamente- Aquel marina de cabellera lila y ojos rosas, lleva entre sus manos una bandeja con algo de sopa, vegetales y un poco de agua. Sus pasos se dirigen firmemente hacia el escritorio de quien se nota debería estar tomando más enserio su condición.

-Ya comí hace poco, Sorrento- Sin siquiera desviar la mirada de unos documentos, denotando que ha estado más preocupado por su trabajo, que por su propia vida y situación.

-Pero, mi señor- Su rostro se torna de preocupación al ver cómo, en efecto, sí ha comido algo el emperador del mar o mejor dicho el recipiente de esté, pero solo ha sido medio sándwich y un poco de jugo zarzamoras, que no son muy conveniente a su dieta, por el alto contenido de azúcar.

-Ya, deja de preocuparte tanto- Resta importancia a su estado, volviendo a tomar una hoja de papel, para leer su contenido, mientras intenta buscar una mejor posición para la espalda, pues le duele un poco, gracias al peso extra que carga en su vientre.

Portando sus ropas civiles... Cosa que es obvia al estar en la tierra, en la empresa familia del peli azul, deben ocultar por completó el hecho de usar sus escamas. Baja la mirada levemente, pensado en que debía hacer caso, pero a la vez ejercer su cierto derecho a pedirle al otro que debe procurar que su estado de salud sea lo mejor posible, sin importar que pueda ser regañado –No puedo hacerlo- Contesta, para caminar directamente hasta el escritorio de manera firme y decidida.

-¿Acaso me estas desafiando, Sorrento?- Pregunta de forma preocupada, siguiendo ignorando al otro, pero sorprendiéndose a la vez que nota como aquel hombre de apariencia delicada, mueve algunos de sus importantes documentos, para darle espacio a la comida, y bajando los papeles que lleva en su mano, para que lo vea por completo -¿Cómo te atreves?- Le responde con un tono algo molesto, aunque pasa rápido ese malestar al notar la deliciosa comida casera que este le preparo.

-Aunque no debería hacerlo. Quiero cuidar de ambos. Y usted... Sabe por qué lo... Deseo hacer- Solo contesta esto, mientras deja todos los platos sobre el escritorio del otro, y a la vez poner unos almohadones en el respaldo de la silla para mayor comodidad del contrario.

Se supone que debería ser obedecido, no estar obedeciendo palabras de un subordinado, pero claramente Sorrento no es uno común como se podría pensar.

Un suspiro deja escapar, aceptando su derrota sin mayor protesta, sintiendo agradable el hecho de que su espalda no está siendo torturada, a la vez que nota que el hambre se ha multiplicado. Es necesario tomar un descanso, después de toda la gestación ha ido bien, pero ha sido sin duda gracias a quien es su mano derecha lo ha cuidado con bastante devoción, a pesar de las protestas de otro, lo intenta consentir a su manera.

---Unos Días Después---

-¿Ya tomo las vitaminas?-

-Sí, ya lo hice-

-¿Cómo se ha sentido?-

-Bien, últimamente más cansado de lo normal. Y los pies los siento algo incomodos-

-En un momento le daré un masaje. Por favor, dígame cualquier malestar que sienta-

-¿No crees que te estas tomando demasiadas molestias? Es solo un embarazo, no es nada de que preocuparse en si-

-Mmh... No es solo un embarazo para mí-

-Sorrento, entiendo bien que te sientes unido a esta criatura, pero no es para que estés actuando de manera sobre exagerada conmigo- Y con estas palabras, sigue sin darle importancia a su condición, y el lazo que une a ambos jóvenes hombres.

Sus ojos color rosa son cerrados en son de desesperación, no querría escuchar justamente algo como eso... Menos de quien hacía años ama. Pero, lamentablemente es verdad... Su acuerdo es de esa manera, más... No puede aceptarlo por completo. Sus orbes son abiertos de nuevo, para seguir aquella conversación –No puedo evitarlo, mi señor. No quiero que nada malo les pase a ninguno de ustedes...- Su voz es suave y calmada, es imposible para él levantarle la voz al recipiente de Poseidón, y menos a quien lleva a su hijo –Sé perfectamente que debería mantenerme con normalidad y al margen de su estado, pero... También quiero...- Lanza un suspiró triste -Aunque sea un poco, ser parte de su embarazo... Quiero ayudarlo, asegurarme que estén bien, que nada les falte, yo...- Sin poder entenderlo, ni prestar atención... Su instinto se dispara, se acerca al contrario para tomarle de la mano, fruncir el ceño en son de angustia –Aunque no debería estar tomando un papel que usted mismo me ordeno no atribuirme, aunque... Sea verdad... Y firme un contrato que me lo designa y obliga... No puedo evitarlo...- Niega con la cabeza -Lo siento...- Se disculpa, bajando su vista, a la vez que suelta aquella mano, dándose cuenta que por más que ruegue nada cambiara.

El ahora dueño de las empresas y millones de los Solo, queda algo perplejo por esta actitud de su marina. No puede entender a que viene todo este actuar, se supone que deben mantener esto solo como un mero contrato, algo que ayudará a que el futuro heredero sea asegurado, y de esta forma no tener de por medio un segundo eslabón que pueda ocasionarle problemas a futuro.

Sorrento es la mejor opción, lo escogió especialmente él, porque sabía que sería alguien que lo podría ayudar con esto de forma efectivo, pero ahora... Cada actuar y manera de cuidarlo de forma excesiva, lo deja en un limbo entre el enfado por ser desafiado, pero a la vez un sentimiento que había preferido mantener lejano de su cabeza se manifiesta por cada detalle del moreno pelilila.

Algo que lo hace dudar un poco, de que sí esta actitud que prefiere mantener y contrato que tenían de por medio es aun conveniente, pues... Aunque no desea tener como tal a alguien atándolo, tal vez no le molestaría que ese "Alguien" sea su más leal servidor.

---Ocho Meses De Gestación---

La suave melodía de una flauta se ha hace presente, siendo de noche en los territorios del Dios Poseidón.

Dos personas se encuentran en aquella habitación submarina, uno con ropas ligeras para dormir, pues sus días eran cada vez más pesados, y debía retirarse a descansar más temprano de lo normal, a la vez que su cuerpo se lo exige constantemente, al igual que quien le dedica las notas más tranquilizadoras para calmar a ambos.

Recostado en la cama, escucha atento aquella música, sus ojos entrecerrados para disfrutar el momento y a la vez para notar a detalle los rasgos de quien ejecuta lo único que logra hacer que él y su bebé puedan conciliar el sueño.

Por su parte, Sorrento pone total empeño en su manera de tocar la flauta, todo para que Julián Solo, logre tomar un perfecto descanso. Aunque el bebé que aun yace dentro de aquel vientre sea muy activo en las noches, y más en aquellas de luna llena, es su manera tan curiosa de hacerse notar en varias ocasiones, sin duda se nota la conexión con el océano.

Le agrado tanto descubrir ese hecho, que con solo hacer que las suaves notas se presenten para que el hijo de ambos, producto de una noche en donde estaban de acuerdo en hacer lo necesario para asegurar el futuro de la familia Solo.

Es casi como sí pudiera reconocer que es él, su padre quien le dedica preciosas melodías para que su calma sea enorme, y aunque se mueva de manera brusca dentro de ese vientre, poco a poco se tranquiliza, para así lograr que su papá concilie el sueño. A Sorrento le alegra tanto saberlo, que su hijo lo reconoce, que sin que se conocerse aún se dé cuenta cuando le dedica sonatas no mortales.

Claro que no son en sí una pareja; el recipiente del gobernante del mar así lo ha querido, solo por mera conveniencia, pero... Poco a poco mucho de ese pensar parecía ir cambiando, aunque no lo desee admitir en su totalidad.

Cuando al fin la suave melodía se detuvo, y viendo que el sueño se apodera al fin de su amado. Solo le dedica una reverencia en silencio, indicando así que se retira para no molestarlo y pueda descansar adecuadamente, sin embargo no espero escuchar de aquellos labios lo que siempre deseo.

-Quédate a dormir con nosotros, esta noche- No es una orden, pareciera más una pequeña petición.

Desde luego eso tomo desprevenido a Sorrento, su rostro no pudo evitar expresar una gran sorpresa, su boca apenas se abrió, pero no sabía que decir... Y claro que oponerse nunca sería la opción que tomaría en esta situación.

-Como ordene- Responde de inmediato, sin olvidar una pequeña reverencia. Primero se retira su escama para quedar en ropas civiles, aunque si se sacó el saco de encima y los zapatos, para poder acomodarse en esa cálida cama, que recordaba muy bien, pues fue el lugar donde concibieron aquel pequeño ser que aún no nace.

No sabe si debe decir o hacer algo o solo dormir. Si puede mirar a quien ama o debe darle la espalda para no incomodarlo. Simplemente está confundido y tenso, aunque el deseo de volver a sentir por solo un segundo ese bonito vientre que lleva al hijo de ambos, es enorme, tanto que se trata de controlar.

Pero sus pensamientos son olvidados de golpe, cuando siente como la cabeza del emperador del mar se acomoda a su lado, tan cerca de su hombro, y este solo deje escapar un suspiro, acomodándose perfectamente a su izquierda, ya con los ojos cerrados, pues su deseo de dormir ya es enorme, y por alguna razón tener a Sorrento cerca, lo hace sentir sumamente cómodo a pesar de que a veces es abrumad por sus extremos cuidados.

Por su parte la marina se queda estático un segundo, sus manos no saben si deberían atreverse a rodear el frágil cuerpo del peli azul o quedarse quieto sin siquiera respirar para no molestarlo.

Pero decidió hacer caso a su instinto, y abrazarlo un poco a él, hasta sentir por completó la calidez de su cuerpo, mientras le entrega el suyo como descanso, y siente por primera vez que de esta forma podrían ser una verdadera familia, una que desea tanto tener solo con él.

Julián, es sin duda de sueño rápido y pesado, quedándose por completo dormido casi de inmediato, sin pronunciar ni una sola palabra después de acomodarse a su mero gusto. Está demostrando una posibilidad de unión para ambos.

Aquella mariana piensa que si tan solo por un segundo el contrato es olvidado, y sí le permitirá estar a su lado no solo como su mano derecha, sino como su amante, el padre de su hijo, sería sumamente feliz, no necesitaría nada más, incluso el tener que casarse para permanecer a lado de Julián Solo no era necesario, siempre le seria fiel a su señor y más grande amor.

Con cuidado se atreve a acariciar ese abultado vientre bastante pronunciado, pues en pocas semanas llegara esa pequeña vida con ellos, y eso lo hace sentir mucho más emocionado, como entusiasmado por lo que se aproxima.

Cierra sus ojos, por un instante para poder sentir como una enorme felicidad se apodera de él, a la vez que una mezcla de sentimientos lo hacen derramar lágrimas de una emoción imposible de describir –Mi señor... Por favor, deje que este a su lado, quiero estarlo. No importa que condición ponga, solo... Permítame permanecer con ambos, se lo ruego...- Susurra estas palabra de la manera más sincera posible, deseando que todo llegue a los oídos del dormido peli azul y a la vez que su pequeño hijo, quiere que sepa que su padre lo ama tanto, y siempre será así sin importar las circunstancias.

Sí viera que en los labios de Julián, una peque sonrisa, como un leve sonrojo se haces presentes, entendería que está ganando más que solo una noche de sueño a lado quienes ama.

---Días Después---

-Aaaaah... Pero... ¿Por qué nuestro señor, escogió a Sorrento para estar con él?-

-Porque él tiene algo que tú no-

-¡¡¡¿Y QUÉ ES ESO EN ESPECÍFICO?!!!-

-Algo que solo los hombres tenemos entre las piernas y las mujeres no. Ja, ja, ja, ja-

-Ay... ¡¡¡CÁLLATE KASA!!!- La joven rubia, esta toda roja de la ira por aquel desagradable comentario.

-Ja, ja, ja, ¿Para qué preguntabas? Si sabes muy bien, que el recipiente de Poseidón, o sea nuestro señor Julián Solo es un doncel, que necesita a alguien para quedar embarazado- Un hombre de cabellera negra y corta, con piel grisácea y ojo caídos de color amarillo, se burla de la única mujer presenté.

-Me pude haber sacrificado, para darle todos los hijos que quisiera mi señor- Posa su mano sobre su pecho con orgullo y algo dolida por su mala suerte.

-Sabes que así no funciona Tetis. Al ser un Doncel el recipiente de nuestro Dios Poseidón, y según las reglas de la familia Solo. Un hombre Doncel debe quedar en cinta, ya que de esa manera se mantiene la pureza de su linaje, si fuera una mujer sería igual, y si no tuviera dicha condición, tal vez si te hubiera tomado como la madre de sus hijos- Habla una marina de cabellera blanca y piel morena oscura, que esta tan tranquilo mientras toma algunos papeles decorativos entre sus manos.

-Ja, ja, ja. En ese caso, creo que nuestro señor hubiera preferido a una mujer más bonita y de una buena familia, no a un pececito- No puede evitar seguir burlándose de la joven rubia.

-¡¡¡YA VERÁS!!!- Sin importarle que están preparando algunas cosas en específico, decide dejar de inflar los globos, y perseguir al tipo que sigue recortando unas decoraciones azules, sin que se preocupe por ser perseguido por ella. Pues hace eso para seguir con su burla.

Las demás marinas no hacen caso a este escándalo, prefieren seguir preparando el evento que se llevará acabo en poco tiempo.

-¿Alguien ha visto a Kanon?-

-Creo que fue al santuario de Atena-

-¿Para qué?-

-Va a invitar a los caballeros de Atena, por pedido de Sorrento para el el Baby Shower sorpresa de nuestro señor-

-Mmh... ¿Para qué invitar a esos aburridos?-

-Porque de esa forma recibirán más regalos. Es un ganar a ganar-

-Oh, no encuentro fallas en su lógica-

---Santuario de Atena---

-Esta es su invitación, recuerden ser discretos y llevar un buen regalo-

-Es muy amable de tu parte invitarnos-

-¿Qué va? Si ustedes me regalaron cosas muy utilices para cuando Aldebarán y yo tuvimos a nuestros gemelos-

-Solo nos invitas porque llevaremos regalos ¿No?-

-No se te escapa nada, cabra- Una palmada en la espalda recibe el Español por parte del Dragón Marino –Bueno, debo ir a entregarle su invitación a mi hermano y a su caídas locas, y de paso ver a mis bonitos sobrinitos, adiós- Con una sonrisa y una actitud divertida se aleja de aquellos recién padres primerizos.

-Aun así, creo que es amable de su parte, y además esto puede ser bastante positivo para los tratados de paz-

-Sería una descortesía rechaza una invitación, y más tratándose de esta índole-

-Entonces, vamos comprar un lindo regalo hoy en la tarde- Ya ilusionado por la salida, además de otra idea que se le viene a la mente -El aire fresco le sentara de maravilla a nuestra pequeña cabrita-

Imposible negarse a cualquier pedido que le haga el León dorado, a quien ama con todo su ser –Esta bien, pero recuerda que no caminarás más de lo necesario. Aun estas convaleciente del parto- Las advertencias nunca están de más entre estos dos.

-Sí, si- Un abrazo, para salirse con la suya siempre surte efecto –Me encanta que nos cuides mucho. Por eso te amo tanto, Shura- Le dedica un beso a su amado capricornio, y con eso cierra el pacto Aioria demostrando que tiene una manera curiosa de manipular al Español, y aunque se dé cuenta no le molesta, al contrario, le parece bien... Aunque ya tiene pensado que cargar a su León e hija al buscar el regalo, será lo mejor.

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azucar?

Yo ando un poco en calma, relajado y sin tanto estrés. jajajajaa No quiere decir que no estrés ya no exista, pero mínimo hoy si creo alcanzar a hacer algunas cosas...

Pero no prometo hacer algo hoy por el cumpleaños de Camus, pero si que le cantaremos. Por que hoy anda de cumple el cubito, jajajajaja

Así que...

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Camus, tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Camus, tu cumpleaños si que si.

Hacia mucho que no lo ponía en e mero cumpleaños de algún terrón o caballero, pero con las miles de cosas que hago últimamente, no tiempo.

En fin, espero que disfruten el contenido y dejen mucho amor para este One Shot.

Me retiro no son antes decirles gracias por su preferencia.

Los mega quiero a todos.

Cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan de mas.

Ammu se va.

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