Capítulo 2 (Noche En El Desierto) [DohIon]

Segundo día del mes de Febrero, así que...

Traemos el capitulo numero dos, con la segunda shipp y una muy curiosa temática.

La verdad, me ha gustado mucho hacer este tipo de cosas... O sea, es algo muy nuevo, ya que... Usualmente me dejo guiar por mi instinto, pro esta vez, lo hago también, pero tengo un parte aguas.

En fin... La linda pareja del día de hoy fue escogida por nuestro terrón de azúcar, que usare su nombre de la pagina, ya que creo que no quiere ser descubierta en otras cuentas jajajaja se respeta, se respeta. Así que, Zoila Vaca Rajada

Ella propuso la shipp y temática, y la verdad pues al ser una de mis supremas, me hizo bastante ilusión mientras la creaba.

Advertencia: Todo es dulzura, bien bonito sus sentimientos.

Así que espero la disfruten mucho y sin mas, a leer se a dicho.

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-No... Puedo creer... Que esto... Nos este pasando a nosotros-

-Shion, ¿Te sientes bien?-

-No- Niega lentamente con la cabeza -No lo estoy- Frunce su ceño, jadeando un poco por el ambiente en que se encuentran -Estoy sudando demasiado- Denota en su rostro unas mejillas bastante rojas y sudor en su frente, al igual que el hecho de tener sus ropas civiles todas mojadas por el ardiente calor.

Su cara de preocupación es evidente, mientras se acerca al de cabellos verdes y muy largos, para sujetar aquella melena lo más alto que pueda por su altura, y a la vez abanicándolo un poco con su mano libre.

-No estas muy acostumbrado al calor...- Dice esto sin siquiera pensarse que en Grecia la temperatura es bastante alta, pero en donde se encuentran es aún peor -Se supone que si debería- Baja su mirada, bufando por el ardiente calor, a la vez que sigue limpiándose el sudor de su frente -Pero, Lemnos es un lugar con temperaturas terribles- Cierra sus ojos, acompañando esta acción con un jadeo y denotando malestar -Si mal no recuerdo, al ser el único desierto en Grecia, era... Un sitio de exilio y perpetuo castigo- Niega con la cabeza, sintiendo el calor que aún se presenta en el ambiente –Sera mejor descansar un poco Dohko. Al menos hasta que el sol caiga por completo-

Asiente de inmediato el castaño, el cual intenta ayudar al contrario lo más que pueda. Buscando con la mirada algún tipo de sombra, un montículo de rocas o la vegetación.

Su preocupación es sumamente evidente, el ver como este clima está afectando al Lemuriano. Se supone que por su cosmos están preparados para enfrentar cualquier situación de este tipo. Pero... Allí está el detalle en este desastre.

Logran encontrar refugio detrás de unas rocas que tapan bien los últimos potentes rayos de la estrella amarilla.

El actual Aries se sienta sobre una de esas rocas, apoyando su espalda contra las calientes piedras, lanzando un suspiro cansado.

-Esto es ridículo... Y demasiado vergonzoso...- Su pena se ve, al igual que el sonrojo en sus mejillas por el calor -Soy un caballero dorado de Atena, y estoy sufriendo un golpe de calor- Un jadeo deja salir mientras baja su mirada y se abanica con sus propias manos.

Para Libra ver a su compañero de armas y amor secreto en este estado, lo hace desde luego sentir su corazón y mente destrozarse, ya que tiene algo de peso en este problema.

-Shion...- Lo llama en un susurro, apenas audible.

-¿Mmh?- Su contestación en esto es breve, pues intenta mantener la calma lo más que pueda por su estado físico.

Había decidido sentarse sobre la arena, bastante cerca del otro. Alza su mirada esmeralda que denota una tristeza intensa, pues expresa el terrible pesar que tiene en su ser.

-Lo siento mucho- Su ceño fruncido, mientras se muerde los labios por el malestar del contrario -Todo esto es mi culpa-

La sorpresa en el Lemuriano se implanta en sus cuarzos, mirando atentamente al chino en donde encuentra ese sentimiento de dolor que tanto odia ver en él.

Niega con la cabeza, sintiéndose un poco mejor al no estar de pie y sin que el sol le pegue de lleno -Nada de esto es tu culpa, Dohko. Esto es algo que nos afecto a ambos por no ser precavidos- Habla lo más serio que puede al limpiar el sudor de su frente, y cuidando de que la Pandora Box de Aries esté a su diestra, junto a la de Libra.

-Pero...- Titubea un momento, la culpa lo sigue invadiendo -Nada de eso hubiera pasado, sí es que yo esperaba para a atacar al enemigo como me lo dijiste- Baja su mirada, apretando sus puños, mostrándose colérico, sin manifestar cosmos alguno -Y así... Se habría evitado el que te sentirás mal...- Evidencia su angustia primordial que tiene en nombre de su compañero y mejor amigo.

Pueden ser solo palabras que el viento se llevan, pero... Son únicas, ya que la persona que quiere tanto se las decida, demostrando que es sumamente importante para Libra, aunque sea como amigos.

El sonrojo puede ser tanto por el calor del desierto, como por la sensación de calidez en su corazón por la dulzura que Dohko le dedica.

-Eso... No es tu responsabilidad- Un poco nervioso, componiéndose de a poco de su golpe de calor, para intentar calmar la preocupación del Chino -Yo también fui imprudente- Se señala a si mismo con la mano izquierda extendida hacia su pecho -No me di cuenta que caímos en una trampa, y que... Aunque logramos derrotar al enemigo- Aprieta su mandíbula por la sensación de impotencia que esto le produce –No pudimos evitar que sellaran nuestros cosmos. Y por instinto nos teletrasporte aquí...- Lanza un suspiro, para negar con su cabeza –Todo eso es mi culpa- No puede evitar mostrar la pena por sus acciones.

-Pero, sino no nos hubieras traído aquí con el poco cosmos que tenías a tu disposición, habríamos terminado peor...- Frunce su ceño conflictuado, mientras abraza sus piernas y mira hacia el suelo -De lo que ya estamos- Lanza un suspiro, sintiendo igual que poco a poco va refrescando el lugar -Nos salvaste, Shion- Una pequeña sonrisa deja en sus labios, para elevar su rostro y toparse con la mirada brillante del Lemuriano, el cual posee una cara de sorpresa, como un teñido rojizo en sus mejillas.

-No... No fue nada...- Siente pena al ver esas esmeraldas tan luminosas y preocupadas, sin embargo, tampoco quiere dejar de contemplarlas, por que el solo tenerlas delante hacen que su corazón palpite sin poder controlarlo -No iba a dejar que...- Desvía levemente su mirada, pues siente que ya no puede soportar tener a Dohko de frente, sin que el deseo de decirle palabras que juro sellar en su corazón lo envuelva -Te lastimaran...- No puede decir aquello directamente a su compañero, pero... De esta manera, al menos logra sacar un poco de sus sentimientos sin verse evidente, y más por cómo muerde sus labios, bajando sus cuarzos en dirección de la arena.

Libra queda sorprendido y bastante maravillado.

¿Acaso había oído bien?

Shion, ¿Le está mostrando el mismo nivel de preocupación que tiene por él, y también el mismo semblante...?

Ambos son evidentes en su sentir, pero ninguno es capaz de decirlo de frente, pero sí de hacer cosas que dejen algo en claro sus sentimientos. Más ninguno es capaz de darse cuenta a tan corta edad.

Es normal, solo tienen quince años, y aunque sus deseos siguen y crecen desde el primer instante en que se vieron, ninguno ha sido capaz de avanzar más allá de una preocupación evidente, y acciones que demuestran más que mil palabras.

Por haber visto la preciosa carita del ariano, donde brillan los secretos sentimientos... Dohko, cree que podría tener su momento ideal para confesarse, expresar sus más profundos y valiosos sentimientos

Decidido, se levanta de la arena que poco a poco se torna fresca, pues el sol ha caído y la luna como las estrellas se van manifestando.

Si pudiera pedir ser valiente por tan solo un segundo, debería hacerlo justo ahora.

En este momento, ambos pueden pasar muy bien por dos personas comunes y corrientes, ya que sus cosmos están restringidos y deberán regresará lo antes posible al santuario de Atena para que puedan ser aliviados de este mal.

Dohko, cree que puede tener su única oportunidad en este momento...

Estando de pie, esta un poco más alto que el Lemuriano que se encuentra aún sentado.

Lanza un suspiro, el corazón le late a mil por hora, mientras pasa un poco saliva de los nervios.

Dándose cuenta que el chico de sus sueños está con la cabeza para el flanco izquierdo un poco elevada.

No existe duda, eso significa que esta distraído, y podría simplemente atreverse a tomar su mano y no dejarla ir nunca, para gritar con todas sus fuerza un "Te Amo"

Sus manos tiemblan, su deseo de querer proteger y mantener a salvo al otro es extremadamente enorme, aún tiene una terrible culpa en su ser, pero quiere arreglar este error suyo de cualquier forma.

Está nervioso, respira hondo para preparar sus palabras y que sean capaces de llegar al otro.

Pero al estar con sus esmeraldas bien puestas sobre el actual Aries, contemplando su larga cabellera y contorno de su precioso rostro, se cree capaz de todo.

-Shion... Te a...-

-¡¡¡DOHKO!!! ¡¡¡MIRA!!!- Su voz resuena en un potente grito, cargado de emoción, como el hecho de que se levanta de aquel asiento de piedra rápidamente, alejándose sin querer del castaño.

El brazo derecho del Carnero dorado señala al cielo en son de ensoñamiento, guiando así a su compañero de armas a lo que desea mostrarle.

Libra desde luego siente que de nuevo ha perdido la oportunidad, pero la curiosidad igual le gana.

-¿Qué sucede?- Pregunta con tono de confusión, pero cuando alza la vista, logra observar lo que impresiona al Ariano -Wow-

Ambos jóvenes caballeros dorados, quedan por completo prendados por el precioso espectáculo nocturno que contemplan.

Aquel firmamento azul oscuro en medio del desierto, con la luna de testigo, presencian una hermosa y amplia lluvia de estrellas que se lleva acabo en un lugar tan remoto, como extremo de climas.

Los dos se quedan maravillados por como aquellos astros surcar el cielo nocturno. Asombrados por el fulgor y la belleza de ese momento que están viviendo.

Sin duda, este puede ser uno de esos momentos que te enseñan que todo lo malo tiene su lado bueno.

A pesar de lo que tuvieron que pasar en su misión, saliendo algo mal el resultado, sin cosmos que los ayude a llegar rápido a su hogar o resistir muchas dificultades, están ahora apreciando un evento que al parecer ninguno tenía conocimiento de que sucedería.

Shion, está asombrado cual niño pequeño por ver las estrellas caer. Se sabe que él posee una habilidad similar referente a esos hermosos puntos de luz, pero verlo de la viva naturaleza es algo que lo emociona y hace pensar que la vida es simplemente hermosa como sencilla.

Dohko a su vez, se acerca hasta donde está el Ariano, perdido en la belleza brillante del cielo despejado de aquel desierto, maravillado por ver algo tan asombroso.

Bueno, por ver lo segundo más asombroso en su vida, ya que lo primero está a su lado, admirando las estrellas con esos cuarzos que ha amado desde el primer segundo los vio.

Podrá mirar atento aquella lluvia de estrellas, pero sus esmeraldas desean más ver la verdadera belleza de este mundo.

Su corazón no puede dejar de latir ni un solo segundo por Shion, sus manos siguen queriendo buscar las del contrario, para tomarlas aunque fuera un segundo, sentirse tan unido como sea posible a él.

Un suspiro de nuevo para calmarse, y esta vez, sí atreverse a algo más.

Aries está muy atento, contemplando aquel fenómeno natural, cuando siente como su mano derecha es sujetada con fuerza por otra. Esto lo saca de sus pensamientos y embobamiento, obligándolo a mirar a quien hace esto.

Desde luego se imagina que se trata su mejor amigo, pero verlo de perfil, que disimuladamente se ha puesto a ver el cielo, como si fuera una mera casualidad el que sus manos estén unidas.

Las mejillas del Lemuriano de colorean, su corazón desbocado se evidencia, sus tikas se juntan en un ceño fruncido por el asombro, al igual que el hecho de no saber que decir o hacer. La mano izquierda la aprieta levemente, llevándola hacia su boca como signo de confusión total.

Sus palabras quieren expresar algo de suma importancia, desean expresar su verdadero sentir también, gracias a esta muestra de valor.

Sin embargo, no tiene tiempo de hacerlo.

-Hacia mucho que no veía una lluvia de estrellas- Su voz suena lo más calmada posible, intentando ocultar los enormes nervios de su corazón, dedica una sonrisa hacia el cielo.

Quiere que sea un momento natural, único, y tranquilo, solo para disfrutarlo y que nada sea incómodo.

Aquellos cuarzos lo miran atento, parpadeando varias veces, pero entendiendo un poco el significado oculto.

-La última vez que hubo una lluvia de estrellas en Jamir, fue cuando yo tenía como tres años- Un suspiro sale de sus labios -No recuerdo nada de eso- Confiesa, para seguir la conversación.

Esto sorprende mucho a Libra, tanto que debía girarse para ver al contrario, por las palabras que le compartió.

-Entonces, ¿Es tu primera lluvia de estrellas?- Pregunta como si no conociera la reciente respuesta.

Una risa escapa de aquellos duraznos labios y asiente por la manera ocurrente de ser del otro -Si, es mi primera vez viendo una— Confirma aquello para que de buenas a primeras sus mejillas se ruborizan aun mas, y ahora ser quien deba mirar al cielo para no ser evidente -Y me alegra tanto que sea contigo-

Una revelación del corazón sintiendo felicidad de que este instante único y especial sea solo compartido con quien robo su amor desde un inicio.

Ahora sí, Dohko no podría ser más feliz por este momento.

No sólo Shion ha dejado que sus manos sigan unidas, sino que le ha dicho algo bastante hermoso, que hace que su felicidad como amor solo crezcan.

-Entonces... Estemos por siempre juntos, para disfrutar de muchas cosas por primera vez- Alza su vista al firmamento, sin dejar de sostener esa delicada mano a su parecer y sonreír, teniendo las mejillas sonrojadas y los nervios de punto por una felicidad que no tiene precedentes.

Una promesa que se hacen bajo una lluvia de estrellas tomados de las manos, sintiendo que sus vidas están unidas por el sentimiento que crece en ambos.

Claramente aun no son lo suficientemente fuertes como para declarar lo que sienten abiertamente, sin embargo, sí que lo están dejando bastante implícito.

Asiente con firmeza, dedicando una sonrisa al cielo, sus palabras salen detrás de un suspiro –Si- Asiente, con las mejillas rojas -Sera una promesa, Dohko- Y con eso, se sella el pacto que acaban de proponerse. En donde prometen que sus experiencias únicas y primeras veces de ahora en adelanté sólo será a lado de la persona que tienen tomada de la mano, en donde no existen deseos de dejar ir a quien aman.

Al parecer en esta noche desértica, el amor está en el aire, como una preciosa lluvia de estrellas. Pero sobre todo... Aquellas que forman dos constelaciones brillan con un gran fulgor a pesar de no ser de quienes profesan unos hermosos sentimientos en secreto.

Es como si Sagitario y Géminis fueran los mudos testigos de la felicidad de Aries y Libra. 

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo aquí super feliz, con un buen de frió, por que cayo una helada a mi estado, no me toco tan feo como en otras ciudades mas al norte, pero si estoy sufriendo, ademas que soy una persona demasiado friolenta, me afecta doble...

Traigo guantes en este momento jajajja

En fin...

Terrones hoy es el día de la candelaria ¿Quien va a dar tamales?

Yo no, por que no me salio el monito en la rosca.

Bueno, espero que disfrutaran el capitulo, DohIon es una de las shipp que mas amo y me encanto escribir de ellos.

Cuídense mucho, abríguense, hagan caso a las medidas de higiene y manténganse a salvo.

Los quiero.

Ammu se va.

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