Capítulo 1 (Batalla De Baile) [MiloXCamus]

Mis terrones de azúcar. Hola, ¿Como están?

Sí que me he desparecido un buen.

Miles de cosas que hacer en la vida adulta.

Ya tengo poco tiempo, pero aun así me dio tiempo para hacer alguna locuritas.

Y ademas hoy vamos a empezar a celebrar Febrero con una bonita dinámica que en la familia terrón de azúcar creamos (Tanto en Facebook como en Wattpad se dio la información) Ademas que ustedes, terrones de azúcar los escogieron, por lo tanto me esforcé mucho para que disfruten cada lectura.

La idea me surgió para que de esta forma interactuemos un poco mas y así saber mas de sus gustos, obvio sin romper el ShaMu ni el DohIon (Son sagrados aquí en la familia).

Obvio no diré mucho, salvo que como mencione antes serán cortos en su mayoría, también me sirve de mucha practica.

Espero que lo disfruten bastante el evento de San Valentín con el toque de la mezcla de mucho amor entre nuestros personajes de Saint Seiya predilectos.

La primera pareja elegida es el CaMilo, quien escogió la pareja y temática fue el terrón de azúcar MIFlorex00

Claro que no solo tendrán de esta shipp, pero obvio no diré cual sigue, ya que todo sera una enorme sorpresa tras otra, ademas de que solo serán 14 días de esta preciosura de locuritas, así que disfruten el hermoso San Valetín que mamá terrón de azúcar y muchos terrones vamos a darles.

Advertencia: Yaoi, exceso de ternura a lo Camus jajaja, un poco de locuritas y tonterías por parte de los dorados y mucho amor.

No diré mucho, salvo que los quiero y gracias por el apoyo.

A leer se ha dicho.

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Entre la oscuridad del escenario, detrás del telón del espectáculo, se pueden escuchar palabras de muchas personas.

Destacando entre ellos los nervios, la soberbia, miles de alegrías, como ansiedad y extremo temor a fallar.

En el aire se puede notar que todos van a cumplir un sueño en específico, ya sea por mera diversión o deseos incontenibles de triunfar en algo que adoran.

La voz del presentado anuncia que la competencia ha iniciado, y con eso una verdadera batalla se de paso.

Esto aumenta los nervios en todas aquellas parejas que están esperando su momento de brillar.

Se escuchan los nombres de los primeros competidores, ambos se notan orgullosos, con una enorme confianza en su ser, mientras dedican una mirada déspota a los demás.

El telón se abre, para que las lámparas los bañen en una luz amarilla y blanca, y entre aplausos, todos callan sus halagos para que el son de aquella pieza se escuche; y con esto, claramente ellos inician su danza a un ritmo sumamente sincronizado como bello.

Y así comienza aquella competencia.

Todos atrás, se encuentran entre confiados y nerviosos, creyendo tener una oportunidad para ganar y otros pensando en tirar la toalla de una vez.

Sobre todo... Alguien en particular se muestra ciertamente desinteresado en el ambiente del lugar, pero su compañero posee un estado de ánimo contrario al suyo.

Mordiéndose las uñas de las manos y con algo de sudor en las mismas, se acerca al de cabellera aguamarina, frunciendo el ceño en señal de angustia.

-Cubito... ¿Me recuerdas por que hacemos esto?- Pregunta con un tono desconfiado e incómodo, por el traje de dos piezas que debe usar para su baile.

Un suspiro deja escapar el contrario, cerrando sus ojos y girándose hacia el pelicerúleo.

-Por qué alguien rompió el jarrón chino de porcelana que el viejo maestro le regalo al patriarca, y era su tesoro más preciado- Lo fulmina con la mirada, mostrándose también incomodó por la ropa que porta, fingiendo ser una joven mujer con ese vestido entallado para que sus movimientos se marquen bien al bailar, pero a la vez tenga libertad.

-Ay...- Aquello desde luego le cae como un balde de agua fría encima -Pero fue un accidente- Baja su mirada avergonzado, ya que de solo recordar cómo se metió e involucrado al Acuariano en este embrollo le da mucha pena.

Gira sus ojos, con los brazos cruzados denotando molestia, pero resignación a la vez -¿Cómo se te pudo ocurrir ir hasta el salón Patriarcal para ponerte a jugar con ese palo de hockey?- Sus palabras van cargadas de cierto resentimiento, como ira, y una mirada fulminante.

Sin duda el caballero de Escorpio se siente tan pequeño ante la furia de su compañero, y más al sentir el frío rodeándolo, que obviamente está siendo controlado para no congelar todo el lugar y a las demás personas.

-Es que... Fue una pequeña apuesta...- Habla con los nervios de punta, intentando no mirar hacia los ojos violetas que lo desean matar -Death y Kanon... Me... Me... Dijeron... Que... Sí lo hacía... Me darían... Cuarenta y cinco euros...- Baja su mirada juntando sus dedos índices y haciendo un pequeño puchero... -Y con ese dinero... Quería invitarte a cenar a Rodorio... Esta noche- Su tristeza es evidente al sentirse culpable por haber metido a su adorado cubito en este desastre y más al no haber podido obtener el dinero para la cena que planeaba.

Aquellas palabras claro que conmovían el frio corazón del mago de hielo y agua, pero por intentar mantener su postura siempre estoica, sonrió levemente, ruborizándose y a la vez tratando de evitar ser mirado por el contrario, pues ese hombre y sus tonterías dulces son su mayor debilidad.

-Aun así... Romper el objeto más preciado del patriarca, meterá a todo el santuario en problemas- Refuta aquella ternura, con un disgusto más y su ceño fruncido.

-No quería romperlo...- Baja su mirada, sintiéndose mal por el tema –Pero... Sí vemos el lado positivo...- Cambiar su semblante abruptamente a una pequeña sonrisa –Vamos a poder arreglarlo- La calma parece querer instalarse en el ambiente -Es una suerte que Aldebarán encontrará otro por Internet con envió inmediato hasta Grecia- Pensativo para analizar sus siguientes palabras -Aunque es una imitación nos funcionará. No creo que lo note nadie, ¿Cierto, cubito?- Intenta que el otro siga la conversación para olvidar el asunto.

Pero claramente Camus esta en otro plan -Y aún así cuesta ochenta Euros, y en total son cien con envío de veinticuatro horas- Frunce el ceño y avergonzado por seguir acomodándose los tirantes del vestido. Para su mala suerte tenían que ser tan delgados, que le quedan algo flojos -Mmmh... Se están bajando mucho...- Se nota su incomodidad por este inconveniente.

Claro que eso no va a pasar desapercibido para el Escorpión dorado, y como si todo fuera anticipado, saca del bolsillo de su pantalón un pequeño estuche de costura -Que bueno que Afrodita me dio esto- Muestra el objeto y lo abre, evidenciando los elementos de costura que posee -Por sí llegara existir alguna emergencia- Sonriente, toma el hilo color turquesa y la aguja aun no enhebrada.

Sus ojos se posan en estos objetos, deja escapar un suspiro para asentir y colocarse de espaldas a Milo, alzándose el cabello -¿Sabes lo que haces?- Esta algo preocupado por esto, pero no tiene de otra.

-Solo meto el hilo en la aguja, hago nudo y lo enredo en el vestido con la aguja, y tendré todo el cuidado del mundo para no lastimarte, mi cubito hermoso- Asiente confiando -Lo tengo- Su sonrisa muestra determinación, pero sus acciones demuestran algo de confusión.

Se resigna sin duda, pidiendo hacia sus adentros no ser picado en la piel por el Escorpio -No entiendo como Afrodita pudo hacer un vestido en tan solo una hora- Se cruza de brazos, mirando hacia el suelo, mientras su pareja de baile y algo más le arregla como puede los tirantes.

-Sabemos que le gusta mucho la moda, además es muy bueno en la costura- Cuidando de no perforar la piel de su amado, va haciendo un desastre con la aguja e hilo en donde si ajusta los tirante, pero se ve bastante mal hecha aquella compostura –Es genial que cada amigo nuestro, tenga una vialidad especial aparte de combate y cosmos, ¿No crees?- Sonríe delicadamente aunque se encuentre algo tenso al decir aquello, pues en su mente una escena se le muestra y muerde su lengua de inmediato ante esos temas en particular.

-Cierto, todos tienen habilidades especiales... Como por ejemplo Mu. Él pudo haber reparado el jarrón con su cosmos y tal vez un poco de polvo estelar- Frunce el ceño aunque no sea visto por el pelicerúleo, y su vos desde luego cambia a un pequeño reclamo -Pero alguien tuvo que tirarlo por error desde las escaleras de la sala patriarcal, hasta Piscis y lo dejó medio inconsciente- Camus de nuevo da otro punto y razón por lo cual están en ese lugar.

-Fue sin querer- Rápidamente se trata de excusar -Entre en pánico y sin quise empujar- Pone su carita más angustiada y a la vez sintiendo un escalofrío recorrerle la espalda -Además Shaka casi me mata por hacer eso, sino fuera por que Aioria y Shura lo detuvieron, creo que no hubiéramos podido competir- Una risita nerviosa se le escapa a la vez que corta el hilo con sus dientes, indicando que acabo con un tirante y seguirá con el otro -Pero, además... Fue una suerte que Marin nos dijera sobre esta batalla de baile. Así podremos ganar para comprar el jarrón- Un halo de alivio se le presenta en su ser, a la vez que vuelve a sonrojarse y animarse -Y bueno... Hasta nos sobra para ahora si invitarte a cenar como es debido- Sigue con su idea y una sonrisa tranquila, como sí ahora no se diera cuenta de la magnitud del problema en que están metidos todos los dorados.

-Primero acabemos con esto y...- Se pasar a un semblante serio y enojado, pasa a uno de sorpresa y muy leve dolor, a la vez que un sobresalto -Ay...- Sintió un pinchazo en su espalda, dándose cuenta que su bichito lo pico sin querer.

-¡¡¡LO SIENTO MUCHO, CUBITO!!!- Se disculpa de inmediato a voz alta, sintiéndose lo peor del mundo y lo deja ver en su cosmos.

-Este bien- Es lo único que responde tranquilo, mientras trata de superar su incomodad por la situación tan absurda en que están enredados -Como sea... No vamos a dejar que te castiguen- Dice esto en un tono sutil y serio, denotando que su enojo está pasando, y más por ver al otro con un rostro triste y culpable.

No respondió el octavo dorado, sólo se limitó a asentir y terminar su trabajo.

Justo en ese momento anuncian la entrada de la pareja que va antes que ellos.

Cosa que llama la atención del decimoprimer dorado.

-Milo, pronto va a ser nuestro turno- Alerta esto rápidamente, a la vez que vuelve arreglar su cabello, una coleta alta con dos trenzas de cada lateral de la cabeza para darle una linda apariencia, y a la vez espera cubrir el pésimo arreglo que hizo su pareja.

Se gira para ver al pelicerúleo a la cara, pero ve de inmediato el semblante lastimero que tiene.

Cosa que desde luego preocupa al acuariano, y aun así no es capaz de expresarlo por completo -¿Qué ocurre?-

Guardando lentamente el estuche de emergencia, baja su mirada y suspira melancólicamente -Perdón, mi Camus- Sus ojitos se notan casi aguados, y su rostro se tensa a la vez por la culpa -Siempre te meto en problemas, siempre hago tonterías y ocasionó un desastre, y termino arrastrándote a las consecuencias de mis actos- Esta realmente contrariado y arrepentido de sus actos, pues la situación en que se encuentran, el tener que competir en una batalla de baile por un premio económico no es precisamente la definición de diversión para Acuario.

Pero sus palabras no han terminado aún, ya que mientras sujeta su brazo derecho con la mano izquierda, mira para otro lado -Además... Estoy algo nervioso. Yo no sé bailar nada de música clásica. Y aunque me enseñaste mi cubito... Siento que... Haré un desastre, y te pondré en vergüenza y querrás terminar conmigo y me vas a odiar porque todos se van a reír de nosotros y...- Sin duda los nervios, y el pánico por el baile le están jugando una muy mala pasada.

Algo bastante rara, por que usualmente es un bicho extrovertido, pero el hecho de hacer pasar el ridículo a su Cubito, es algo que no puede siquiera concebir y más si puede provocar que lo odie.

El hecho de que Milo piense que ese sea un motivo para que terminen su relación, sin duda provoca un nivel de confusión y sorpresa en Camus. Puede que sea un hombre serio, a veces desinteresado por los demás y sus vidas, pero siempre que se trate de Milo o de Hyoga hace su mayor esfuerzo para entenderlos y calmarlos, mostrándoles que nada de lo que hagan, hará que cambie el hecho de que son sumamente importantes para él, claro que de diferentes maneras.

Y así pues en un acto de espontaneidad, da unos pasos hacia el frente, tomando el rostro del Escorpión dorado para verlo directamente a los ojos azulados, tiñendo sus mejillas en un bonito sonrojo, y de manera fugaz como discreta, darle un beso en los labios.

Esto desde luego logra poner como tomate a Milo, en donde deja en claro su felicidad por disfrutar de estos raros pero preciosos momentos en que su Cubito es un poco atrevido, y lo besa guiándose por el fuerte amor que le profesa. Quedándose hasta mudo por este hermoso hecho.

-Espero que te sirva para que tengas la confianza suficiente- Resta importancia a la preocupación inicial, mientras toma la mano del escorpión dorado, para guiarlo hacia el punto en donde las parejas esperan que el telón se abra de par en par para ellas -Tenemos que dar nuestro mayor esfuerzo, sino queremos que el patriarca nos castigue a todos- Dice esto con una mirada fría cual tempano, y una voz neutra, mas sus mejillas están coloradas por haber besado a su novio de esa manera.

No pasaba nada por esas demostraciones, en este concurso se especificó que sólo podían participar parejas conformados por un hombre y una mujer. Son reglas anticuadas, pero en cierta forma muchos aun las disfrutan de esta manera. Y pues no iban a perder la oportunidad del primer premio de ciento cincuenta euros y preservar la vida.

Con la suerte de un beso de su amado cubito, mientras fingen ser una pareja heterosexual, solo por esta competencia, donde Camus sin duda posee una belleza que no le pide nada a la femenina, ocultando bastante bien con el vestido, el cabello y sus preciosos rasgos, su verdadero genero anatómico. Ambos están listos para lo que sigue.

Milo está orgulloso del hombre que toma su mano, lo ama con todas sus fuerzas, y el saber que le corresponde, que lo ama a pesar de ser un atolondrado que a veces mete a todos en problemas, es la mejor manera de hacerlo entender que está a su lado, y que pase lo que pase estarán juntos en todo momento.

-Mi amado cubito, ahora estoy seguro de que podremos ganar- Aprieta aquella mano con cierta fuerza, para demostrarle que le ha logrado ayudar a calmar sus inseguridades y nervios, aspirando profundamente y desvaneciendo sus temores, ya que ahora deben tener la confianza necesaria para superar esta curiosa prueba de amor.

-Continuación la pareja conformada por Milo Bichencio y su pareja la señorita Camus Hielariti-

Todo debía seguir conforme el plan, y no eran mentiras algunas cosas. Sí son sus verederos nombres, solo que con apellidos inventados.

-Recuérdame matar a Death Mask por inventarios esos nombres tan ridículos para la inscripción- El noveno dorado está furiosos por esa tontería que hizo el cuarto dorado, pero no tiene de otra.

-Sí, mi cubito- Sonriente y asiente, dando unos pasos hacia el frente, junto a su pareja para salir detrás del telón. Pero antes unas palabras para la buena suerte -Te amo, Camus-

Una débil sonrisa se dibujada en el rostro del peliaguamarino al escuchar aquellas dulces palabras.

Ambos son recibidos con aplausos en el escenario, notan que algunos de sus compañeros están allí presentes para animarlos. Escorpio y Acuario se acomodan para iniciar, mientras de forma discreta y rápida unas palabras salen del corazón del noveno -Te amo mucho... Milo-

Y dándose de esa forma el deseo de la buena suerte, es como inician su danza clásica para la competencia en que están involucrados, para llevarse el primer premio al santuario, y así reparar el desastre ocasionado.

Una hora después...

Lamentablemente no lograron ganar el primer premio, fueron superados por una de las parejas favoritas de la noche, y no eran para nada los presumidos e insolentes que abrieron la competencia.

Sin embargo no todo estaba perdido aun, Camus y Milo lograron el segundo lugar con la suma de setenta y cinco Euros.

No era suficiente para pagar el jarrón, pero mínimo ya era menos lo que le faltaba.

Todos los dorados con expresión de Aioros Y Saga que se encuentran en misión, dieron algo para completar los cien euros, y así poder encargar el jarrón, siendo ayudados por una persona de Rodorio que tiene tarjeta de crédito.

Sin duda eso los salvara de no recibir la terrible furia del patriarca, ya que nadie quiere ser castigado por él.

Además, mínimo Camus y Milo pasaron una noche bastante divertida y algo curiosa. Jamás pensaron que algún día Escorpio estuviera con los nervios de punta, y dudando de sí mismo, ni tampoco ver a Camus reaccionar tranquilo por ser el centro de atención.

Sin duda, para estos dos dorados estar haciendo lo que sea, junto a la persona que más aman, los llenó de una enorme calma y paz para concentrarse en el objetivo, para que el bichito no fuera castigado. Aun así aprendió su lección y no volver a jugar hockey en la sala patriarca. Además de que todos acordaron no volver a hablar del tema, pues si llegara a enterarse el patriarca después, no sería bonito para ninguno.

Además, ahora Milo le tomó el gusto al baile clásico y Camus disfruta también enseñarle en la privacidad de su templo, hasta que ambos terminan cansados y deciden seguir disfrutando su noche de otra manera, pero eso es un tema para otra ocasión.

---Días Después---

-Oye borreguito-

-¿Qué pasa Dohko?-

-¿No notas como que el jarrón que te regale esta raro?- Lo mira meticulosamente, pues si puede ver los patrones de colores diferentes y por extrañó que pareciera, aunque no lo hubiera visto hace tiempo, lo pude recordar bastante bien, pues fue el primer regalo que le hizo a su amado ya siendo pareja.

-¿Algo raro?- Saca su cara de los pergaminos para alzar la mirar al contrario -¿Cómo que?- Pregunta mientras se levanta del asiento.

-Pues, los colores... - Se gira un tanto brusco para ver al patriarca, pero el aire que se produce ante un movimiento cercano a un objeto y más llevando ropas sueltas de origen oriental, sin querer golpea el pilar donde está el jarrón y con la misma cae al suelo partiéndose en miles de pedacitos.

Cosa que desde luego deja con la boca y ojos bien abierto a ambos.

-Ay no...- Rápidamente el lamentó llega -Lo siento, mi borreguito... Voy a...- Ni tiempo tuvo de decir nada, cuando Shion lo fulmino con la mirada, al ver los pedazos de su amado jarrón.

-¡¡¡DOHKO DE LIBRA!!! ¡¡¡¿POR QUÉ NO TE FIJASTE?!!!- Ya estando enojado, pues conservaba ese regalo con orgullo, demostrando que era su mayor tesoro por ser dado por la persona que ama.

-No fue mi intención- Niega rápidamente, tanto con sus palabras, como con su cabeza y manos, dando unos pasos hacia atrás, sintiendo la fura del peliverde tanto en rostro como en cosmos -Puedo conseguir otro. Perdóname... No fue mi intención- Intenta calmar las aguas lo más que puede.

-¡¡¡NO QUIERO OTRO!!! ¡¡¡YO QUIERO EL MISMO!!!- Hace un puchero, para mirar feo a su castaño, al mismo tiempo que se da media vuelta para irse hacia su escritorio, enojado e ignorando al pobre de Libra.

Cosa que Dohko desde luego intenta reparar, pero claramente no podrá hacerlo ahora mismo. Sin duda los caballeros de Atena no terminan de salir de un embrolló para meterse a otro. 

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj?

¿Como están mis terrones de azúcar?

¿Que les ha parecido la primera mezcla de las 14?

Debo decir que esta como muchas me han dado mucha gracia escribir, por que la verdad es interesante hacer un One Shot según me digan la pareja y temática.

Diré de una vez, que encontraran parejas muy interesantes, solo que no diré mucho. Desde luego que todas son de Saint Seiya y muy interesantes, fuera de eso no diré mas, pues se perdería el factor sorpresa.

Sin mas, gracias por leer.

Nos leeremos mañana sin falta.

Dejen sus comentarios.

Por favor cuídense mucho, abriguense que acá en mi ciudad estamos con un horrible frió.

¿Vieron el cometa de anoche?

No se expongan de mas.

Los mega quiero a todos.

Ammu se va.

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