Tout n'est pas du sexe.
Especial para Francia por haber ganado el mundial UwU
Mirenlo *-*
Que guapo se ve *-*
Pd: La imagen a su respectivo autor uwu
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15 de Julio 2018.
Hoy el pueblo francés estaba de fiesta y no era para menos, después de 20 años volvían a alzar la copa del mundial de fútbol.
Ganando con 4 goles, contra la bella Croacia no podía sentirse mucho mejor.
Para festejar el gran triunfo que tuvieron en casa de Ivan decidió hacer una gran fiesta donde todos los países estuvieran invitados.
Hasta Inglaterra y su "mal gusto" podían estar en la fiesta.
Así como anuncio el francés, todos las naciones que pudieron ir fueron. Y valla que la casa del francés estaba a reventar.
La musica la puso Bélgica y Estados unidos, un conjunto de la mejor musica electrónica que podía haber.
La comida vino de parte de los mejores países gourmet que podía haber. Claro, la fiesta también tenia la elegancia de Francia, a pesar de que esta fuera muy "ruidosa" por la música.
Francis que por obvia razón era el anfitrión de la fiesta.
Saludaba y agradecía los cumplidos que se le daban.
—Te felicito Francia. —Felicito Antonio, seguido de Prusia.
—Gracias chicos, hermano mayor agradece que estén aquí. —Menciono agradecido el rubio mientras les guiñaba el ojo.
Paseaba por todos lados, recibiendo detalles y felicitaciones de los demás países, pero a pesar de todo eso. No veía a la persona que tanto buscaba para que le felicitase.
—¿Donde estará? —Se pregunto a si mismo, mientras trataba de ver en el grupo de latinos mezclados con algunos europeos. —Dijiste que si vendrías Mon Amour...
—¡Hey Cara de rana! —Fruncio la cara en forma de molestia al oír ese acento. Volteo encontrándose con el ingles.
—¡Angleterre! —Exclamo "sorprendido" el francés. Acercándose al ya mencionado de cejas pobladas. —Valla que si has podido venir.
—Si, la reina me dio permiso de falta a esas juntas aburridas. —Justifico el de ojos esmeralda, luego vio a los ojos del que siempre había sido su aminemigo de la mayoria de su vida. —Felicidades cara de rana, lo has hecho bien.
Francia analizo las palabras del anglosajón, viendo que no había burla en ellas. Sonrió, soltando una pequeña risa, que hizo poner nervioso al inglés.
—Gracias Lapin, supongo que es lo mejor que me has dicho. —Un sonrojo estaba en el rostro del rubio mas bajo... Ese apodo, pero bueno. Otro día le haría pelea por ello.
—P-por cierto, alguien te esta buscando. —Anuncio algo molesto aun por el apodo antes dicho.
—¿Alguien? —Pregunto con notable curiosidad el galo.
—Si, me pidió que te lo dijera... Esta en tu habitación. —Dicho esto el inglés se retiro.
Francia seguía en su lugar ¿podía tratarse de "él"? Sin anunciar a donde iba, se dirigió a su habitación a paso apresurado.
Valla que la curiosidad lo estaba comiendo vivo.
Al estar frente a la puerta se detuvo, no quería verse desesperado por entrar. Suspiro, se a como el cabello.
Con mas calma decidió entrar, giro el pomo de la puerta y la abrió lentamente.
Su habitación estaba igual de limpia como la dejo, unas cuantas velas alumbraban el lugar. Entro en ella, viendo esos detalles. Mientras la puerta se cerraba, vio un pastel en una mesa cercana a su Cama.
"Felicidades Mon Amour"
Por alguna razón le incomodo que el pastel estuviera ahí. Busco por la habitación, hasta que cerca de la ventana estaba al que desde 1838, llamaba "Mon Amour".
Se acerco lentamente, el chico sentado frente a él y que veía por la ventana lo miraba atrás ves del vidrio.
—Que bonita sorpresa... —Comento bajo, pero alegre. El pelinegro volteo a verle con una sonrisa.
—¿Pensaste que no vendría? —Comento algo divertido, levantándose de su lugar, para caminar a donde estaba el europeo. —Felicidades por haber ganado.
Rodeo el cuello del mas alto, abrazándolo con cariño. El francés hizo lo mismo, pero rodeándolo de la cintura, para darle un beso cálido sobre los labios.
—Es la única felicitación que necesito, para ser feliz. —Menciono con una sincera alegría. El mexicano sonrió y beso la mejilla del mas alto.
—¿Qué quieres hacer algo ahora? —Preguntó calmado, el francés sonrió con picardía.
—Ya deberías saberlo~ —Comento el galo. A lo que el menor sonrió coqueto.
[....]
—¡¿Enserio hiciste eso?! — Pregunto divertido el francés, mientras comía un pedazo de pastel.
—Te lo juro, Alfred me regaño por horas. —Respondió divertido el latino.
Ambos estaban sentados en la cama, riendo contado grandes anécdotas del pasado.
Francia beso al chico, el cual le correspondió.
—¿Y tu? —Pregunto el mexicano al galo.
—Mmm... —Pensó, llevándose la mano al mentón. —¿Que quieres saber?
—¿Qué quieres saber? —Menciono besando al joven latino, posicionándose encima de él.
—¿Me amas? —Pregunto al finalizar el beso, mirando los ojos del francés.
El rubio lo miro, apreciando sus facciones. Ojos grandes y oscuros, piel morena clara. Labios algo gruesos, pero apetecibles para quien los probara. Su pelo negro, sedoso y corto.
—¿Qué clase de pregunta es esa Mon Amour? —"Pregunto" mientras acariciaba su rostro. —Es clara la respuesta, ¿por que no debería hacerlo? Eres lo que nunca había buscado en una persona y por eso te amo. Por ser único... Por ser simplemente tú.
Beso suavemente, siendo correspondido. El mexicano lo rodeo por el cuello.
—¿Y tú pequeño? —Preguntaba mientras besaba su cuello. —¿Me amas?
—Si estaría contigo una década no es amor, no se que lo sea. —Respondió divertido el mexicano. Francia río un poco por el comentario. —Claro que te amo, aunque luego estés de coqueto con otras.
Menciono molesto, jalando las mejillas del rubio. El cual se quejo entre risas. Valla que el mexicano era bastante celoso.
—Ya, tranquilo. Ya no lo e vuelto a hacer. —Dijo quitando las manos del moreno de sus mejillas. —Sabes que al único que amo es a ti.
Beso, ambos se sentaron en la cama. Mirándose, el mexicano parecía serio y eso lo sabia el galo.
—Vamos Mexique, no te molestes. —Menciono con drama el francés, se acerco a él y susurro a su oído. —¿A caso quieres otro 5 de mayo?
El mexicano río, a penas menciono esa fecha. Francia lo abrazo, valla que era tarde.
Esa noche, tal ves no hubo "acción".
Pero el francés se sentía feliz de que el mexicano estuviera a su lado. Y que el latino le hiciera un pastel, era un gran detalle para él.
Esa noche simplemente durmieron abrazados el uno del otro... Mientras que la casa del francés se vaciaba poco a poco. Pues la fiesta para las demás naciones ya había acabado.
Pero la del galo, apenas comenzaba.
—Ohayo y Flug. —
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