Stay by me.
Inglaterra x México.
Canción que me inspiro a escribir esto ;v; ↑↑↑↑
Arriba en la multimedia.
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«Se dice que las brujas se llevan a los recién nacidos, para devorarlos. Mas en cambio, estas brujas son distintas a las del folclore mexicano.
Ellas acechan por los bosques, en busca de niños buenos, pues ellos tienen un alma que los hace mas apetecible para ellas.
Mas en cambio, se dice que entre todas estas mujeres. Hay un brujo, él mas temido y respetados por ellas. Él va en busca del niño que se le haga mas puro y se lo lleva.
Nadie sabe a donde, pero cuando elije uno. Se lo lleva sin remordimiento alguno.
Tal ves en las oscuras y frías sombras del bosque.»
Los sollozos de un niño llenaban el ambiente de la casa, que estaba llena de cajas.
—Shhhhh.... No lloréis chaval. —Decia un joven castaño de ojos verdes. —No chaval que sino tu...
—¡Antonio! —Una voz desde la cocina entro rápidamente. El español se tenso. —¿Que le hiciste al niño?
—¡N-Nada! —Su esposo tomo al niño, para tratar de calmarlo.
—¿Por que no vas a desempacar? En ves de estar asustando al niño. —Le regalo su "esposa" al español.
—Ostras tío, yo solo quería contarle algo al crió. —Se justificó Antonio. —No pensé que fuera a llorar.
—Ya Juan, ya. ¿Por que no vas a jugar afuera? —Menciono el capitalino a su hijo de unos 6 años como máximo.
El niño asintió y salio de la casa al jardín que se hallaba cerca de un gran bosque; esta pequeña familia de 3 integrantes se habían mudado a Gran Bretaña por no saber decidirse, ya que discutían mucho si ir a vivir a Madrid o ir a la Ciudad de México.
Finalmente un amigo de la pareja los convenció de mudarse a los bosques de Gran Bretaña. A lo que la joven pareja acepto. Aun que no se llevaran bien, lo hacían por el niño que tenían.
El pequeño infante salio a jugar en el gran patio que la nueva casa les otorgaba. Como cualquier niño, empezó a curiosear sin alejarse mucho de donde estaba.
Hasta que vio un conejo verde con alas, el mexicano lo miro curioso y lo vio adentrarse al bosque, se acerco volteando a ver su casa. Como sus padres parecían estar discutiendo, empezó a seguir a aquel animal extraño.
[...]
¿Donde estaba? ¿Por qué tuvo que seguirlo?
Sus pensamientos infantiles lo asustaban a si mismo, estaba perdido y no sabia donde estaba. Le dolían las piernas por tanto caminar, tenia hambre y sobretodo estaba asustado.
No paso mucho para que comenzara a llorar desconsoladamente, lo mas fuerte que podía para ver si guíen lo escuchaba.
—¿Por qué lloras? —Una voz masculina se hizo presente en el ambiente.
Una nube de humo gris se hizo presente, pero el niño apenas y lo notaba.
Un hombre joven, de pelo rubio, ojos esmeraldas, tes blanca y unas cejas pobladas. Apareció, vio al niño y lo cargo, haciendo que el llanto del menor fuera disminuyendo.
—¿Estas bien? —Volvió a preguntar, con su túnica negra limpio las mejillas del niño.
—N-no encuentro mi casa. —Sollozo el pequeño, mientras abrazaba al mayor. El joven se tenso al sentir el afecto del niño.
—O-Oye... No te preocupes, yo te ayudare a encontrarla. No debemos estar muy lejos de ella. —Bajo al niño y comenzaron a caminar. —¿Oye tienes hambre?
—Si señor. —Le respondió el pequeño, el de ojos verdes sonrió y de una canasta saco un Scotn. Se lo ofreció al niño, el cual lo tomo para después darle una mordida. —....
—Veo que no te a gustado, no es de sorprenderse. —Menciono después de que dejo escapar un largo y pesado suspiro. El niño seguía inmóvil. Cuando se lo iba a quitar el pequeño comenzó a comerlo deprisa. —¡¿Te lo comiste todo?!
—Mi... Mi mami dice. Que me tengo que comer todo lo que me dan aunque no me guste. Por que es de mala educación rechazar la comida. —Un tono carmesí decoro las mejillas del rubio. Nunca nadie se había comido su comida.... ¡Ni por obligación!
—Y-ya veo... Eres un buen niño por lo que puedo ver. —Menciono, mientras volvía tomar de la mano al niño y comenzar a caminar. —Por cierto, soy Arthur. ¿Cómo te llamas tú?
—Juan Jose Fernández de la Cruz. —La inocencia de un pequeño que le pude decir hasta su nombre completo a un desconocido.
Durante el trayecto, ambos hablaron. El pequeño le contó todo a aquel extraño. Olvidando la advertencia de su madre de no hablar con extraños.
¿Pero que podía hacer él? Estaba perdido y necesitaba hablar con alguien si quería volver a casa.
El joven miro al niño varias veces, como si lo analizara.
El tiempo entre ellos se hizo rápido, hasta que llegaron a casa del menor.
—¿Esa es tu casa? —Señalo el británico. El menor asintió. Se oyeron unos gritos de esta. —Tus padres están peleando.
—Siempre pelean, se gritan mucho y a mi no me gusta. —La tristeza del moreno se hizo presente. El de ojos verdes se agacho y lo abrazo.
—Si un día, ya no los quieres ver pelear. Di mi nombre y te llevare a un lugar mejor. —Dicho esto, el rubio desapareció.
A pesar de estar horas en el bosque, el pequeño vio que el sol seguía alto, como si nunca se hubiera ido de ahi.
Al entrar a su casa, como se lo había comentado al rubio. Sus padres estaban peleando. Nada raro a decir verdad, quiso llamar a su nuevo amigo, pero su madre lo llamo.
Se habían percatado de su presencia y dejaron de gritar. Su madre le dio de comer mientras su padre acomodaba varias cosas de las cajas.
[.....]
—Entonces mocoso, ¿Ya encontraste el alma que te robaras? —Un pelirrojo de ojos verdes, estaba en la puerta del joven rubio. —Recuerda que antes de que de la luna llena tienes que encontrarla.
—Eso ya lo se Scott, y si. La e encontrado. Es un niño. —El mayor abrió los ojos. El alma de un niño era la mas pura, aunque no era difícil conseguirlas. No todas podían ser comidas, porque entre mas puro. Mas fuerzas le daba al brujo que la comía. Así que era de elegir con cuidado. Porque las niñas traían energía y habilidades para la magia. Los niños aparte de lo ya mencionado, se le podían criar para que siempre se le este al servicio del brujo que lo atrapo. —De eso estoy seguro.
—Pues yo que tú, lo atrapaba pronto. Recuerda que la luna llena, no tarda en aparecer.
Dicho esto. El pelirrojo salio de la habitación, cuando supo que se fue, Arthur dejo salir un suspiro pesado... ¿Cómo se iba a robar al niño que conoció hoy? Nunca nadie había sido amable con él, no podría arrebatarle la vida al infante... A pesar de que no era el primer niño que obtendría... Este era, especial.
[.....]
Los días habían pasado, y quedaba muy poco para la luna llena. Arthur sabia que era mejor así, no tendría que quitarle la vida al niño.
En cambio en casa del infante, todo era igual, o posiblemente peor. Ya que las peleas entre sus padres estaban aumentado.
Aunque no le dijeran algo al niño, estaban al borde del divorcio, su madre lloraba y su padre era indiferente en las ultimas fechas.
Juan trato de animar a su madre, contándole de Arthur. El cual pensó que se trataba de un amigo imaginario de su hijo. Y aunque trataba de actuar bien para su hijo.
Los problemas aumentaron cuando se entero que su esposo ya estaba saliendo con alguien, un italiano que conoció por su trabajo.
Todo iba de mal en peor, el niño lloraba en su cuarto. No, no se atrevía a llamar a su amigo, por que aun tenia esperanzas de que las cosas se arreglaran.
Pero no fue así, una noche donde su padres discutían una ves mas, el menor en su cuarto.
—¡Y que si me voy! Pronto ya no estarás conmigo para impedirlo. —Grito su padre desde la cocina.
—¡Pies puedes irte de una ves! ¡Ni tu hijo ni yo, no necesitamos de un irresponsable como tu! —Replico su padre, el pequeño lloraba desconsoladamente.
—Arthur... Arthur, llevame a un lugar mejor. —Susurro el moreno, mientras limpiaba sus lágrimas.
Se abrazo a si mismo, cuando oyó una voz que cantaba, era una voz femenina. Cuando volteo por la ventana vio a su amigo.
Juan se levanto y sin importale que sus padres discutían en la cocina los paso para salir por la puerta trasera.
Estos se percataron de ellos cuando oyeron la puerta cerrarse. Volteando por la ventana, viendo una bola de fuego en el bosque y a si hijo ir hacia ella.
Ninguno de los dos era idiota, sabían que las bolas de fuego representaban las brujas. Esto espanto a ambos. Trataron de abrir la puerta mas esto fue imposible.
—¡Juan! —Gritaton al unisono, mientras golpeaban el vidrio.
Antonio trato de abrir la otra puerta, mas esta estaba igualmente sellada.
El menor no oía los gritos de sus padres llamándolo. Cuando estuvo cerca del rubio, vio un circulo rojo.
—Ven, te llevare a un lugar mejor. —Menciono el de cejas enormes mientras extendía su mano.
El infante vio la mano del mayor, luego volteo a ver su casa. Solo vio a sus Padres discutir, es lo único que veía. Ya no quería eso.
Solo quería ser feliz como cualquier niño de su edad. Volvió a ver a Arthur. La voz femenina que cantaba, se oía melodiosa aunque no entendiera la letra de aquella canción.
—No dudes, yo no te haré daño. —Volvio a decir Arthur, el pequeño entro en el circulo rojo extendiendo su mano.
Los esposos gritaban desesperados, viendo como su hijo se acercaba mas a aquella "bruja". Antonio tomo una silla, lo cual rompió el vidrio de esta. Dejando poder salir a ambos. Corrían lo mas rápido que podían. Le gritaron, mas el circulo rojo era una barrera que no dejaba no ver ni oír al infante. Como sus padres lo llamaban.
Finalmente le dio la mano al Rubio el cual lo jalo hacia él, provocando que este emitirá una gran bola de luz que despareció en segundos.
—¡No! ¡Juan! —Grito la madre.
[.....]
Los días, los años pasaron. Buscaron por todo el bosque, sin resultado alguno. Ambos esposos buscaron sin cesar a su pequeño hijo. Mas nunca encontraron rastro de él
El divorcio fue rápido, no se peleo o discutió algo. Por que no había razón para hacerlo.
Antonio, trato de seguir su vida normal a lado del italiano que había conocido.
Yahir simplemente se hundió en la tristeza, pero trato de continuar con su vida.
Tal ves si ellos no hubieran peleado tanto, hubieran evitado que a su hijo se lo llevara "una bruja".
En ccambio, en el bosque. Se dice que se escucha las risas de un niño. Mucha gente jura haber visto un niño de como unos 6 años, de pelo negro y piel morena. Siempre va acompañado de un hombre joven. De pelo rubio y tez clara.
Se les ve caminando o jugando por el bosque, hasta en las noches de gran oscuridad.
Se dice que ese niño siempre estas feliz, como nunca lo fue con sus padres.
Aquel brujo tuvo que matar al niño. Mas nunca se como su alma.
Se tienen el uno al otro, y eso es lo único que les importa a ambos.
—Ohayo y Flug—
Es el One-Shoth mas largo que e escrito!!
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