XIII. Disculpáme, subconsciencia
Perdón,
por no darte
la mano
cuando más lo necesitabas.
Perdón,
por escuchar música
y mirar a otro lado
cuando exigías mi ayuda.
Perdón,
por darme atracones
en vez de entenderte
y sentarme
a escuchar tus alaridos.
Perdón,
por dejar de comer
y torturarte
solo porque así
creía que me veía bien.
Perdón,
por denigrarte,
pegarte,
subestimarte,
odiarte,
esputarte,
quejarme,
humillarte,
callarte,
pincharte,
cortarte...
Perdón
por tardar tanto...
en amarte,
hacerte daño
y descuidarte.
Perdón
por no soportarte,
por gritar
cuando solo quieres
llorar.
Perdón
por ignorarte,
priorizar a otros
siendo tú
más importante.
Perdón
por agobiarte,
por asustarte,
por amenazarte,
por temerte,
por no confiar en ti...
y olvidarme de cómo vivir.
Perdón por no saber amarte,
comprender y justificar
a otros,
pero hacer oídos sordos
cuando la congoja
te supera.
Perdón por frustrarme,
no tenerte paciencia,
solo buscas mi atención
y yo, si se trata de ti,
silencio mi corazón.
Me faltan tantísimos perdones
y muchísimas compensaciones
que me faltan los cajones
quizás los cojones
para elogiarte
como te mereces.
Lloro todas las noches
por esa niña
que solo quería ser aceptada
y yo le di la espalda,
estaba demasiado ocupada
ahogándome en la nada.
Pero prometo recompensarte
darte el trato
que ansías
porque tengo tacto
y te amo,
por ser fuerte
y seguir luchando,
a pesar de haberte
dejado de lado.
— Janny.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top