X. ¡Ups!

He dejado
una sarta de cadáveres
a mi costado...

Pensé en remediarlo,
amontonarlos,
velarlos
y solo conseguí empeorarlo...

No querían
mis nobles palabras,
querían encontrar
aquello que los llamaba.

Me aferré
y aunque los oculté,
seguí conversando
como si la masacre
fuese producto
de un mal presagio,
algo imaginario,
un mal augurio
que te deja en vigilia
y ni Dios te ayuda
a olvidarlo,
pero tú simplemente
lo evitas
como un escupitajo.

Yo no blandí el arma
pero presencié la batalla
y aunque me explotó en la cara,
solo quería deshacerme
de mi incomprensión tan humana.

Janny.

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