VIII. Llamen a un paramédico

Me rindo
ante tus ojos llenos
de un amor duradero,
ante aquellos
que disparan
y estallan
en mi pecho
una alegoría
que no me ahogan
de falsos te quiero
sino de canturrones:
te amo, eres lo mejor que tengo.

Me rindo
ante el deseo
de querer saborear bien
tus desestabilizantes
besos,
de querer arroparme
y esconderme
bajo el manto
de lunática hechizada,
porque me dejaste sin aliento
y tu magia
se pegó a mis huesos.

Nuestras lenguas
cada que se encuentran,
se entrelazan
para bailar un vals perfecto
inmovilizante
pero excitante.

Me empujas
a sumirme en una exquisita
locura,
en donde puedo elegir
ser libre
pero por impulso
corro hacia ti
para que me encriptes
con tus fuertes brazos.

Solo quiero tus susurros
en donde me sigas confesando
que me amas
sin importar qué o cuándo,
porque siento
que me estoy...
enamorando.

Janny.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top