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8.- "el corazón de un dios"
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La mañana llegó pronto, el sol matinal es gentil con las criaturas que despiertan empezando el día.
Giyuu suelta uno que otro gruñidito de protesta mientras se esconde más en su almohada, quiere dormir un poco más. Normalmente no descanza muy bien por su ritmo de trabajo como profesor de Gimnasia. Es muy cómoda, suave y peluda.
Espera... ¿Peluda?
Adormilado se despierta, con su mirada confundida sobre lo que lo rodea. Para empezar, Kyojuro está cómodamente echado junto a el.
- ¿Sigue dormido? -
- buenos días - escucha de repente. El tigre levanta la cabeza mientras suelta un bostezo. - tienes el sueño pesado Giyuu. Cuando volví estabas tan cómodo que no evite acostarme aquí conmigo -
- Kyojuro... - antes de decir otra cosa, noto que había 3 sombras altas y extrañas rodeándolo. Al levantar la vista, casi suelta un grito del susto al ver la inmensa cantidad de presas en el sitio. Tres pilas enormes de cadáveres cerca suyo.
-¡¿Pero que?!! ¡Kyojuro! -
- me emocioné ayer cazando. No fueron ningun reto para mi - dijo estirándose con pereza. - fue divertido -
- son demasiados... - usando su habilidad fue escaneando cada monstruo con expresión atónita.
Dodo gigante
Ciervo gigante
Pájaro petreo X3
Serpiente negra y una roja.
Otro grizzly asesino.
General orco x5
Rey orco.
Ogros x4
Ogro azul
Un lagarto de metal
¡¿Una quimera?!!
¡¿Que se supone que haga con todo eso?!!
Un momento, ¿Todo es comestible? Ahora que recuerda, había otro asunto que atender con el dios del oeste que involucra su integridad. Volteo nuevamente al tigre que seguía acostado en el futón con total tranquilidad.
- Kyojuro, ¿Que significa eso que soy tu cónyuge? - pregunta irritado.
- tal cual. Que eres mi Conyuge. Es bastante claro - la ligereza de la explicación es casi despreciativa.
- no te hagas el tonto conmigo. Sabes exactamente a lo que me refiero - apretó los puños molesto.
- fui claro al inicio cuando nos conocimos. Que haría un enlace contigo. No sería tu familiar como si fuera un gato doméstico - mueve la cola suavemente, indiferente a la exhaltacion de Giyuu.
Oh, en eso tiene razón. Aún así, ¡¿Cómo rayos iba a saber eso?!! Hay conceptos en este mundo que son diferentes a los suyos.
Volviendo al tema.
- ¿Entonces nada más te enlazaste conmigo porque soy un Omega? Sin preguntar, ni considerar mis pensamientos - recordando que no hay de su subgénero en ese mundo.
- también por tu comida -
Fue todo. Giyuu se puso de pie y camino a otro sitio con tal de calmarse, se alejo varios metros luchando contra el impulso de llorar. Se alejo tanto que ya no supo exactamente dónde está pero da lo mismo.
Le había dolido mucho.
Tomo varias bocanadas de aire, buscando calmar su herido corazon. Le había tomado cariño a Kyojuro por ser su compañero, que es paciente y tiene muchas facetas que lo hacen insual.
Y es un gato.
Se apoyo en un árbol grueso, un abedul. Dejando que sus lágrimas bajen mientras se aferra con fuerza al tronco. Incluso en ese mundo, los omegas como el, se las ven muy negras. Al menos en su mundo, podía hacer todo lo posible para escapar de un alfa indeseable.
¿Pero como escapar de un dios?
Levanto la mirada cuando escucho un ruido poco amigable. Provenía de los arbustos, en un sonido suave y serperteante. De entre los árboles salió una enorme serpiente negra, el pelinegro se dió cuenta de dos grandes errores en pocos segundos. Alejarse sin un arma (cosa que no tiene porqué tontamente olvidó comprarla) y no ponerse su collar. Ahora era un foco de atención a cualquier criatura que estuviera cerca.
La serpiente se acercó más, siseando y moviendo su lengua vipeda, con sus fríos ojos fijos en el.
Giyuu se dió cuenta que no tendría caso en escapar. si se muere o no, no haría diferencia para Kyojuro. Puede conseguirse otro y ya.
La serpiente se le echo encima con sus fauces abiertas y el pelinegro cerro los ojos pero no sintió nada. ¿Acaso su muerte fue tan rápida? Despacio, abre los ojos, descubriendo que la barrera está cubriéndolo a un rango de 2 metros de radio.
- un ataque así de débil jamás te tocaría - la voz de Kyojuro se hizo presente detrás suyo. Es grave y claramente enojada. No sabe exactamente porque, si por su osadía de irse o por la serpiente por intentar desvivirlo.
Un estallido de trueno cayó separandolo del Omega, haciéndola retroceder.
- ni siquiera mereces ser mi alimento por tu atrevimiento de atacar a MI pareja - otro trueno de dorado color aún más intenso que el anterior cayó en el animal, haciendo que se retuerza de agonía.
- ¡dedícate a perderte en la nada! - exclamó furioso y el trueno aumento más su intensidad hasta volverse una bestial descarga de electricidad que se llevó consigo arboles y rocas cercanas. Giyuu se aferro con todas sus fuerzas al abedul para que la onda de choque.
Pero no sirvió de mucho, termino siendo arrastrado por el aire y haciendo volar por unos momentos. Algo lo detuvo antes de hacerse daño mientras el ambiente (aunque destrozado) volvía lentamente a la normalidad. Dejando atrás cenizas y polvo lo que antes era algo vivo.
- ¿Estás bien? -
- si... kyo... ¿Eh? - abrió los ojos sorprendido apartándose de inmediato del extraño.
Es un joven muy atractivo, que va, el más atractivo alfa que han visto sus ojos. de cabello rubio con mechas rojas. Un poco más alto que el, en su pecho hay un gran broche de la cabeza de un tigre dorado y su ropa a base de colores rojo, blanco, dorado y vino tinto que le da un majestuoso aire de realeza.
(Es el estilo de la ropa. Aunque también ese wey me encanta 💖)
-¿Quien eres? - se alejo de golpe, mirando con recelo al extraño. - te advierto que mi compañero es Byakko. Podrá ser un gato tragón y yo su esclavo humano con pulgares disponibles pero sigue siendo un dios -
El rubio bicolor pestañeo un poco antes de soltar una risa divertida. Ríe tanto que pequeñas lágrimas salen de sus ojos.
- ¿Que es tan gracioso? -
- que te consideres un esclavo. Cuando claramente eres mi pareja... esa palabra jamás estará relacionada contigo-
- ¿Kyojuro? - aunque se tarda. Reconoce esos ojos bicolores como el atardecer. También se da cuenta de sus orejitas de tigre casi escondidas por el cabello y la cola larga entremetida en la ropa.
- si. Soy yo. Tengo mi apariencia humana y animal para pasar de ser percibido. La mayoría de los humanos me reconocen más por mi apariencia de gato tragón -
- no me arrepiento -
Un largo e incomodo silencio se apoderó del sitio. Giyuu mira con desconfianza al ahora rubio mientras esté baja su sonrisa por un gesto más humano, apenado si es más exacto.
- ¿Podemos hablar Giyuu? -
- fuiste muy claro -
- por favor. - el Omega de ojos azules como el mar mira la aflicion que le provoca su rechazo. Puede sentirlo en el lazo que los une. Es la primera vez que presta atención a su nexo, ahora entendía su mayor estado de ánimo.
- está bien. -
...
Tanto Giyuu cómo Kyojuro estaban sentados en una roca mientras el sonido natural del bosque los acompaña.
Ya habían guardado las presas junto con el pequeño campamento de Giyuu. Ahora sí podían hablar con más calma.
- yo, siento mucho lo que dije. No es justificación pero estaba nervioso - inicia Kyojuro, aún cuando su voz es firme y amable, se nota su nerviosismo.
- no parecias. No tengo porque creerte -
- lo sé.- jugo con sus manos como niño regañado.
- ¿Porque lo hiciste? -
- para protegerte -
- ¿Protegerme? -
- sabes que en este mundo no hay omegas. Si descubren que eres uno, no tienes idea de lo que podrían hacerte. Desde obligarte a ser la concubina del rey o venderte al mejor postor. No te dejarian en paz incluso el país más pacífico puede corromperse por la ambición- Giyuu admite que eso es cierto.
- ¿así que enlazarme contigo es lo mejor? - soltó con cierto gramo de sarcasmo.
-nadie se atrevería a tocarte, si no quieren arriesgar sus vidas y la de su pueblo. - ignora el tono ácido que usa - además, yo no te he obligado a nada cuando puedo hacerlo-
Giyuu mueve la cabeza despacio. Entendiendo en silencio que es cierto. Claro no iba a exponerse aún estando bajo el cuidado de un dios, ya es suficiente atención indeseada con la presencia del enorme felino. Pese que hizo una unión sin "permiso", no lo a obligado a nada especialmente comprometedor.
- ¿Porque no dijiste nada la primera vez que nos vimos? - pregunta más relajado.
- no iba a exponerte frente al grupo de aventureros. Podran ser buenas personas pero siempre estará la espinita de la tentación -
-entiendo. - Giyuu se toca el cuello recordando que no tiene su collar pero antes de que lo busque, Kyojuro lo muestra en sus manos.
- deja te lo pongo - se levanta y se acomoda detrás de Giyuu. El Omega recoge su cabello, exponiendo su cuello y glándula de olor. El alfa Rubio bicolor acomoda la gargantilla delicadamente, abrochandola. Aún cuando es un acto inocente, podía sentirse una gran tension.
- podemos hacer que funcione... - propuso tímidamente Kyojuro, Con sus mejillas rosadas, aunque eso no lo vio el Omega. En cuanto a Giyuu se sonrojo mucho ante esa declaración. Era una forma sutil de decir que está interesado en el (ignorando la magia del enlace)
- ¿Y si yo no quiero? - tentó. Aunque entendia las razones, aún así lo marco sin su consentimiento.
- ya te lo dije, no voy a obligarte a nada - responde de inmediato pero escucho claramente (y sintió) la decepción del alfa.
Una dolorosa decepción.
- kyo... -
- se supone que vamos a tener que volver al pueblo, ya que no compraste tu arma - le recuerda mientras se transforma en tigre una vez más en un fogozaso de llamas vividas.
- cierto, el arma - el Omega recuerda, no hace comentario del cambio del tema. Siente que debe decir algo respecto a su ofrecimiento pero tambien le asusta lo que implica.
Lo único que no pensó en su vida, fue conseguir un alfa para pasar el resto de su vida. No sé sentía muy interesante o atractivo para ello y siempre se concentro en su profesión.
- Kyojuro... - el tigre volteo a verlo con expresión serena, cuando estaba por hablar el ruido de ambos estómagos les recuerda que no han desayunado. Ambos se relajan un poco ante esa situación cómica y sueltan una pequeña risa avergonzada.
- será mejor que haga el desayuno-
- ¡Por favor! ¡Que sean Batatas!! - ánimo Kyojuro con una sonrisa felina, moviendo su la punta de la cola.
- emm las batatas toman tiempo de hacerse. - el tuberculo en si no hace gran aumento de estadísticas (+3% en fuerza por 45 minutos) pero si toma su tiempo en cocinarse y preparar.
- oh -
- pero haré otra cosa - ya no tenía demasiado tiempo para cambiarse la pijama. Mejor empezaba a cocinar, quizás unos unos filetes empanizados con huevo y algo de arroz.
...
Un par de horas más tarde.
Mientras Giyuu observa las armas en la tienda con atención. Buscando alguna familiar y que sea cómoda de usar, Kyojuro lo mira atento desde una esquina, vigilando los pasos del vendedor que tiene una sonrisa bastante fea.
Dudaba que supiera que Giyuu fuera un Omega, hace ya muchas décadas que no han presenciado uno y mucho menos su apariencia. Además del olor, la apariencia de un Omega es más delicada y suave a simple vista (en su mayoría), pero en la actualidad posiblemente lo vean como un hombre débil y bonito.
Lo ve con atención, eligiendo su arma. Balanceando con su brazo y midiendo su longitud con su cuerpo. A primera vista, nadie creería que es un experto en armas o que siquiera supiera para que son pero Kyojuro sabe que no es así.
Sabe que Giyuu es campeón regional en su mundo en Kendo y en sus prácticas privadas demás del Shinai, usa un bokken.
Kyojuro tiene un pequeño secreto que no le ha contado a Giyuu, al menos aún no. La verdad es que...
Desde hace tiempo que le gusta el moreno.
Más de 5 años si es preciso.
Todo empezó en el paraíso divino, como parte de su rutina diaria (al igual que otros dioses) era mirar a otros mundos/universos, tanto para aprender como entretenerse, aunque no entendiera mucho algunas acciones y objetos. No podían interactuar directamente con los humanos, salvo una que otra aparición o similar.
En ocasiones, Le parecían entretenidos y bastante majos los humanos. Otros sin dudar despreciables. Pero era parte del entretenimiento diario y Kyojuro solo los ayudaba en cosas pequeñas como encontrar alguna moneda o evitar algún accidente menor por caminar distraído.
Una mañana especialmente aburrida en el paraíso, eligiendo un sitio a la azar a dónde mirar, Fue que en medio de su observación que dio con Giyuu. Saliendo de su apartamento para ir a trabajar a la escuela.
Kyojuro sintió su corazón latir por primera vez en siglos. Sus ojos penetrantes de un azul profundo, su piel pálida y cabello negro como la obsidiana, su secreta sonrisa fue la flecha que se enterró en su corazón.
Desde ese momento, se la paso observando casi todo el día su rutina. Exceptuando cuando se baña o cambia de ropa. Avergonzado de mirar demasiado al objeto de su pasión. En sus días felices, Verlo enojado, verlo frustrado incluso triste todo eso solo aumento sus sentimientos por el.
De vez en cuando, le cumplía un pequeño capricho. Cómo poder comprar su comida favorita cuando claramente la tienda estaba cerrada o encontrar el par de zapatos que le gustan a su medida.
Conoció sus gustos y disgustos, sus pasiones y afiches. Que puede gustarle tanto hacer ejercicio como quedarse en casa viendo una película. Vio sus ilusiones y desilusiones; más de una vez se cabreo cuando algún alfa o mujer le coqueteaba o le rompía el corazón.
Desquitaba su furia cuando entrenaba su magia o arte de espada. llamas violentas se alzaban, más de uno de sus sirvientes se escondian aterrados.
Despotricaba enojado. Ellos tienen la bendición de estar cerca de alguien tan maravilloso. Podían tocar su mano y rostro con libre albedrío mientras el, solo mira.
Solo mira
Jamás había sentido tanta envidia de un humano.
Bien podía estar con alguien más, superarlo y continuar. Podría ser una diosa (Shinobu) o un dios Omega (Tanjiro) pero su corazón ya había decidido aún si no habría posibilidad de un futuro juntos.
Pasarían muchos años hasta siglos antes de que se fije en alguien más.
Podía traerlo a su mundo, podría pero no lo haría. No era capaz de arruinar su vida por su amor además de que estaba prohibido por el alto riesgo de colapsar el universo de dónde viene o los dos. Ya que fractura más de una ley física-cuantica.
Los humanos son los únicos que se meten con fuerzas que no entienden.
Una tarde de lluvia, una tormenta si es más exacto. Giyuu iba en el transporte público, había tráfico y al personas tenían una especie de idea de conducir con mayor velocidad en esas condiciones.
Fue en un pestañeo.
Un vehículo verde lima iba a exceso de velocidad. Era inevitable como iba a terminar pero dónde sería, sería en el transporte donde iba a su precioso humano.
Inevitablemente morirá.
O iba a ser así.
Kyojuro mando al diablo las leyes y uso su magia para protegerlo, la menos lo suficiente para no dejarle heridas fatales pero si requeriría estar unos días bajo cuidado médico.
25 personas viajaban: 15 fueron fatales, 9 gravemente heridos y uno con golpes y una fractura menor.
Recibió una reprimienda del dios de la creación y un castigo, un año sin ver al mundo humano. Aunque fue duro, valió la pena, si así podía seguir viendo a su humano favorito.
Cuando terminó el castigo, se asomo de inmediato. Buscándolo por todo la ciudad, región, pais y continente pero nada.
No había señal alguna.
¿Acaso había muerto por otra razón? Eso destrozo su corazón y lo deprimo por días, incluso con los ánimos de sus amigos Tanjiro (dios del sur, fénix) Akaza (Dios del este, Dragón) y Gyomei (dios del norte, Tortuga).
(Notita aclaratoria; Kyojuro considero a Tanjiro como un prospecto porque le cae bien y tienen buena quimica pero de ahí no pasa)
Hasta aquel bendito día que volvió a asomarse al mundo humano, está vez el propio para dar sus bendiciones. ¡lo vio! Caminar junto con un grupo de aventureros ¡Primera vez que agradecía la inconsiencia humana! (Aunque también se molestó porque Giyuu pudo haber sufrido en el viaje) Al principio creyó que estaba viendo mal, una ilusión vaga de su corazón destrozado pero si era el.
Reconocería esos ojos dónde sea.
No bastaría darle su bendición completa y hablarle por medio de un oráculo. Decidió bajar a la tierra. No perdería la oportunidad de estar cerca de el sin importar su casta. Le dijo a su hermano pequeño, Toujuro que heredaría pronto su lugar. Ya que al abandonar el paraíso, está renunciando a su estatus divino y su poder se ajusta. Cuando reviso sus estadísticas, vio que su poder se reducio hasta un 3% junto con su edad y nivel.
Esperaba seguir siendo lo suficientemente fuerte para cuidar de el.
Metio la pata al comienzo, estaba nervioso y celoso de ese alfa que estaba demasiado Interesado en Giyuu (aún si no supiera exactamente porque)
Aún tiene la oportunidad, solo debía ser más cuidadoso.
- ya tengo el arma - lo escucha llamarlo con una katana en sus manos. Usando su "valoración" vio que es una "Katana Nichiri" que cambia de color según el usuario, puede servir de catalizador de magia para combinar con ataques físicos. Kyojuro ladeo la cabeza intrigado. Normalmente son armas caras por esa propiedad pero el pelinegro le explicó que estaba de remate porque había Sido devuelta muchas veces.
Un arma con espíritu caprichoso.
- bien, de vuelta al camino - levanta su cuerpo para salir de la tienda con el Omega encubierto caminando junto a el.
Era momento de emprender camino.
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Nuestro buen Kyojuro demostrando que tiene su corazoncito 💖
Bien enamorado desde hace tiempo pero también torpe al inicio porque no sabía cómo actuar frente a el.
Ahora puntos importantes:
☀️por parte del dios de la creación, aun no reconoce que Kyojuro haya dejado su puesto de dios del oeste. Por lo tanto, lo sigue siendo pero con la diferencia de poder.
☀️ Este Kyojuro será un poco diferente a lo que acostumbramos. Un poco más egoísta y expresivo emocionalmente. Pero sigue siendo el mismo solecito impulsivo que queremos.
☀️ Pueden considerar que es un acosador por observar a Giyuu por muchos años pero ¿Que más podía hacer? No podía "viajar" a su mundo, seria meterse con las leyes de los dioses ahí y causar problemas.
Si hasta los dioses tienen sus reglas.
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