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14.- "paternidad adelantada"

Advertencia: más Fluffydez 💖
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Después de una siesta corta en un tierno abrazo. Llegó el momento de ponerse serios, Giyuu estrenaba con ayuda de Kyojuro a manejar mejor su poder mágico con la Katana.

Aprovechando el espacio del lago para no lastimar algún ser vivo o quemar el bosque. Por cierto, los peces paralizados recuperaron la conciencia y se perdieron en las profundidades del agua.

– siente la magia en su centro y déjala fluir, tu katana absorbe la energía - instruye Kyojuro a una distancia prudente.
– ¡Mar de fuego! - hace lo dicho, sintiendo su cuerpo cálido y fluido como en esa batalla contra los goblins.
– ¡Bien! Ahora enfoca tu ataque a un enemigo. Ve conociendo la fuerza y alcance de tu técnica -
– está bien - Giyuu admite que Kyojuro es un buen maestro, haciendo sus correcciones pertinentes y felicitando sus logros.

Si bien su técnica de fuego no es perfecta, es efectiva. Pero eso solo se ganaría con la práctica.

– tiene un rango de 2 metros de alcance. Puede mejorar pero para tu primer intento está bien - felicita el alfa con sus brazos cruzados en su pecho. Bien podria entrenarlo en su forma felina pero necesitaba de sus manos para ayudarle a corregir posturas.

– ohh. Esa maniobra es nueva - Giyuu había cambiado la forma que movía su espada llameante, en vez de horizontal, ahora iba de forma vertical.

– ¡Sol ascendente!! - volvió a ejecutar la maniobra, está vez con el filo de la katana Tsukako hacia arriba con un movimiento fluido, formando un abanico de fuego hacia arriba. Pero después de ejecutarlo, sintió su mente dar vueltas y se tambaleó un poco. Kyojuro rápidamente lo sostuvo, apoyándolo en su cuerpo. Lo nota pálido y algo cansado.

– ¿Estas bien? - pregunta tocando su frente, influyendo un poco de su magia hacia el Omega. Poco a poco recobra la conciencia pero el cansancio físico no se va tan fácil.
– si... Solo cansando. ¿Que hiciste? - pregunto curioso.
– te traspase magia. Te sobresforzaste y agotaste la propia - explica Kyojuro más relajado de verlo más despierto.
– gracias -
– pero aún así, es hora de un descanso - sin pedir permiso, cargo a Giyuu y lo llevo de regreso al improvisado campamento.

– Kyojuro... - se acomoda mejor en esos brazos, es realmente cómodo.
– me agrada tu entusiasmo en querer hacerte fuerte, pero también es importante el descanso - comenta con una sonrisa gentil. Pega su frente contra la del Omega, un gesto dulce. El pelinegro solo le da una pequeña sonrisa.
– creo que aún tengo pan de azúcar. Para reponer fuerzas -
– Si que te gusta lo dulce ¿Verdad? - Giyuu hizo un mohin y miro a otro lado sonrojado.
– jajaja no te avergüenzes de tus gustos Giyuu. - le parece tierno que su Omega intenté hacerse el duro.

Lo deja con cuidado en el suelo y Giyuu accede a su caja de objetos. Efectivamente, tiene algunas piezas de pan de azúcar como pan de melón, bizcochos y conos de chocolate. Aún están en sus paquetes y los pone en sus piernas.
– será un aperitivo, Luego seguiré entrenando. - le da a Kyojuro
– ¡ese es el espíritu! - Giyuu le da el cono relleno y el se queda con el pan de  melón de vainilla. – parece que estás acostumbrado a entrenar. -
– puede que no me creas, pero en mi mundo soy campeón de Kendo. Un arte marcial con espada - comento mientras abria el empaque de su pan – llevo prácticandolo desde niño. -
– por lo que entiendido, ya tienes disciplina y bases para ser un buen espadachín. Eso es algo poco común -
– en este mundo, la fuerza es importante -
– puede ser... Pero también la prudencia y la inteligencia pueden ganar a la fuerza bruta - Giyuu volteo a Kyojuro quien tenía una expresión serena. – por eso te alejaste de ese país conflictivo -
–¿Cómo lo sabes? -
– te escuché hablando de ello -
– entiendo - Giyuu no saco más conclusiones. Si le había seguido la pista desde hace rato, era lógico que lo hubiera escuchado.

– ¡sabroso! - exclama mientras come su panecito. Giyuu lo imita, disfrutando su bocadillo con una sonrisa más tranquila.

Su vista observa la tranquila tarde. El clima es agradable, los Monstruos peligrosos no se acercan por la presencia de Kyojuro.
Sin evitarlo, compara su vida anterior con la actual. Su vida era acelerada, enérgica, entre exámenes, reportes hacia la escuela, perseguir estudiantes problematicos, tratar con padres igual de problematicos, lidear con deudas y pagar alquiler. Ahora con un cambio tan drástico, lo resiente. Quizás es más duro pero de cierto modo más lento.

No es incómodo, quizás algo abrumador por el cambio repentino pero...

– es agradable -
– ¿Que dices? -
– ... - niega con la cabeza, restándole importancia. Kyojuro no dice nada al respecto y se concentra en su bocadillo otra vez pero antes de morderlo, nota un rastro de azúcar en las mejillas de su Omega. Da una sonrisa enternecida, siempre tan descuidado.

– Giyuu, tus mejillas - señala con su dedo su propio rostro para demostrar su punto pero el pelinegro solo se quitó un poco de lo que falta.
– aún te falta - toma la barbilla contraria y con toda naturalidad, limpia su rostro con su mano libre. Está acción provocó que cerrara los ojos, abochornado por la cercanía y algo deslumbrado por el sol.
- ya... - el rubio bicolor se tarda en percatarse de su posición. Tiene a su Merced a su Omega. Tan lindo con sus mejillas rosadas, labios húmedos y algo salpicados de azúcar.

La tentación es grande.

– ya... Ya estas limpio - lo suelta despacio. Se siente como un idiota perdedor por no tomar la oportunidad pero no lo sentía correcto, Giyuu podrá tener sentimientos por el, pero el mismo omega aún tiene incertidumbre, no puede aprovecharse de el. Por otro lado, Giyuu estaba tan aliviado como decepcionado, es muy gentil de parte del alfa que no lo presione en lo romántico aún cuando la tensión está presente pero también... Tambien quería ser besado.


Un sentimiento corrosivo llena su pecho haciéndolo fruncir el entrecejo irritado. Hasta que un momento de iluminación llegó a su cabeza.

¿Por qué tiene que esperar a que el alfa tome la batuta?

– Kyojuro... - el aludido se queda quieto cuando recibe inesperadamente un dulce beso en su mejilla derecha. Volteo la mirada hacia el, Giyuu tenía un gesto de satisfacción y triunfo que fue una imagen mental que perdurará en su mente. En cuanto al omega, se sentía bien consigo mismo, satisfecho de haber tomado la iniciativa en su extraña relación.

– Giyuu... - suspiro el alfa con una sonrisa enorme y sus mejillas sonrojadas. Lo tomo con la guardia baja pero eso no significa que no respondería a sus afectos.

Con el permiso concedido, toma nuevamente el menton de Giyuu, está vez, besándolo directamente en los labios. Sabe dulce y cremoso, Un tacto suave que aumento la fuerza de sus latidos y el nexo que los une se intensificó, dando oleadas calidas de sentimientos en ambos.


Al separarse ambos comparten la misma expresión avergonzada pero firme, una sonrisa complice de forma antes de volver a besarse, está vez con más intención de expresar sentimientos.

Besos pequeños y dulces se reparten en sus bocas, que calientan sus corazones y fortalece el vínculo que los une, de un débil hilo a un listón grueso. En algún momento, Kyojuro subió a Giyuu a su regazo para besarse con más comodidad, sosteniendo su cintura. En momentos para tomar aire, frotaba su nariz contra su rostro en un dulce mimo que soltaba pequeñas risas.

El ambiente definitivamente era muy dulce como el pan de azúcar que estaban comiendo.

– ¿Me aceptas? - pregunta el alfa con voz grave, cerca del oído del Omega que se estremeció al íntimo contacto.
– ya sabes la respuesta - responde en un susurro.
– quiero oírlo - insiste con una sonrisa contra su oído. Giyuu maldice en su mente a ese condenado alfa prime. Que lo hipnotiza con el suave arrullo de su voz.
– si. - sus mejillas están muy rojas por la proximidad.
– dilo completo - insiste.
– si, eres mío - le cambia la jugada. No le daría el gusto completo. Eso hizo sonreir a Kyojuro, le gusta que mantenga su autonomía.
– suena mejor de lo que espere - beso su mejilla y oído con una sonrisa –si, soy todo tuyo -

...

Duraron así quietos por unos minutos, contemplando el paisaje natural, metidos en sus ideas. Giyuu estaba aún en el regazo del alfa quien lo sostiene de la cintura suavemente, mientras suelta uno que otro gruñidito complacido cada vez que el le da un mimo en su mano o un beso en su cuerpo.

–¿Ahora que? - pregunta el pelinegro, prácticamente habían brincado cada protocolo normal desde el inicio. No sabe que sigue, lo único que tiene de referencia es su nula experiencia romántica y los mangas shojo que su hermana leía cuando eran pequeños. Pero todo terminaba que fueron felices por siempre y ya. Al menos la mayoría.

– ¿Que sigue? -
– puedo decir: "lo que quieras." Pero es una respuesta ambigua - se corrige el alfa rubio ajustando su agarre.
– bastante -
– te propongo Explorar este mundo antes de establecernos. Hay mucho que ver y descubrir. Mucho que puedes hacer, encontrar tu propio talento o limitarnos a ser unos vagos siempre - expone Kyojuro con una sonrisa llena de expectativa.
– así suena abrumador -
– bueno, habíamos quedado con ir a la costa. Continuemos con ese plan y vayamos sobre la marcha ¿Te parece? ¿O tienes un plan a largo plazo? - Acaricia la mejilla contraria con dulzura.

– bueno... Me gustaría una casa - habla tímidamente. No está acostumbrado a decir sus deseos. Pero si es sincero, Siempre quizo una casa. Una con gran jardín. Vivió gran parte de su vida en un departamento o cuarto de renta. De hecho, estaba cotizando para comprar una casa pequeña en los subsidios.

– lo que pidas - aseguro Kyojuro.
– no es importante ahora, no conozco el país y tener una casa requiere mantenimiento -
– está bien. - beso sus labios como sellando una promesa. – encontraremos la casa más bonita y grande en un lugar Maravilloso. -
– si... - confirma con sus mejillas rosadas y ojitos brillantes.
– ¡una espaciosa con muchos cuartos para nuestros hijos! - ríe emocionado mientras Giyuu se pone rojo como tomate.

–¡Demasiado pronto Kyojuro!! - el alfa solo ríe contento.

...

Después de confesarse que se gustan y establecer que dejarán que las cosas fluyeran en su tiempo. Volvieron al entrenamiento con mas entusiasmo, el alfa le propuso intentar con otros elementos naturales. La magia del fuego y; aunque no la ha despertado; la magia santa (por su naturaleza de Omega Sagrado) yace en su interior pero podía haber otro tipo.

Dicho esto, Giyuu se la paso prácticando con otros elementos como agua, que no le hizo caso, el viento pero solo la brisa del bosque le alboroto el cabello y finalmente tierra, un pequeño guijarro aparecio en su mano, no espero que la tierra fuera su punto fuerte. No sé quejo, sería de utilidad si la aprende a manejar.

–¡"bala de piedra"! - una roca a la increíble velocidad de un caracol salió volando de su mano hasta caer en el agua hundiéndose.
– uh... - se volvió a poner en posición y repite la oración un par de veces, hubo variaciones en cuando a velocidad y tamaño de la roca. No sé permitiría estancarse pero cuando sintió su cuerpo cansarse, se detuvo por cuenta propia.
– aún te falta canalizar correctamente la magia y no gastarla de forma inadecuada - Kyojuro se acercó a su pareja, preocupado de que vaya a perder el conocimiento.
– está bien. Tu mismo lo diste, es práctica -
– ¡Así es! - cuando el omega iba a decir algo más, su estómago rugió en protesta. Había llegado la hora de la cena.
– jaja justo apenas iba a decirte de la comida - el alfa lo toma de la mano– volvamos al campamento -

Giyuu se había dado cuenta que el rubio bicolor gustaba mucho de tocarlo, es muy físicamente afectuoso. Quizás por su educación japonesa le parece incomodo pero la sensación pasa rápidamente por algo tibio en su pecho.
El alfa nota de inmediato la contrariedad de su mirada y eso pone en alerta al pelinegro.

– Kyojuro... yo... Me... Bueno... No estoy acostumbrado - admite Giyuu igual de apenado. Kyojuro tenía su forma de demostrar afecto, como todas las parejas en el mundo.

– nunca te faltará el amor de mi parte Giyuu - le da una sonrisa suave y llena de sentimientos que hizo estremecer al Omega encubierto. En el acto, le da un beso a sus nudillos, rematando con un gesto romántico.

No sabe cómo responder, no es tan expresivo y ese acto lo dejo completamente desarmado. ¡¿Que debía hacer?!!

– yo... -
– está bien Giyuu - la sonrisa comprensiva del alfa, lo calma. – cada quien tiene su propia forma de demostrar amor -
No dijo nada, solo apretó mas el agarre. Le gusta que Kyojuro sea tan amable con el, con sus parejas anteriores siempre se frustraban por su falta de expresión, le exigían más y no siempre era correspondido. Cuando se desilusionaba por la falta de correspondencia y dejaba de hacerlo, volvían a ser mimosos.

Un cansado juego de tira y afloja.

– Kyojuro. Haré algo rico para cenar - su querida hermana Tsukako dijo una vez: una comida bien hecha también demuestra amor.
– ¡Ya lo espero con ansias! -
– ¿te parece un combinado de mar y tierra? - propone - aún tengo pescado -
– ¡Sorprendeme! -

Si, definitivamente su "clase" de amor no lo había experimentado.

...

A la mañana siguiente...

Es una madrugada fresca y un poco húmeda por la cercanía del lago. Acomodados en el mismo futón, Giyuu se remueve con expresión adormilada, le costaba moverse un poco porque Kyojuro lo tenía bien abrazado contra su pecho. Pero quería salir de ese cálido sitio porque la naturaleza de su cuerpo llama.

– Kyojuro... -
– grr... -
– quiero ir al baño - dice en voz bajita y suave.
– grr... -
– no seas así. - reprende al sentir que ajusta el abrazo y lo acomoda mejor contra su cuerpo.
– grr... -
– no me tardo - dicho eso, El alfa lo suelta despacio sin antes rumiar algo entre sueños, acomodándose boca arriba con expresión más tranquila.

Posesivo.

Giyuu salió de la calidez de la cama para ir al sanitario. No irá demasiado lejos aún con la protección de la barrera del alfa, además, aún con su pijama, tiene algo de frío. Caminando con el rostro adormilado y cabello despeinado fue caminando por entre algunos árboles hasta que encontra un buen lugar donde no se sienta tan expuesto.

– ¿hum? - mira el suelo al sentir que pateó algo suave, fresco como una gelatina. Mira el suelo y ve una especie de bolita amarilla con pequeños reflejos rojos.

– ¿Un slime? - Giyuu pensaba que los slime son azules o blancos pero imagino que había sus excepciones como en esos juegos similares a tetris. Un poco más despierto, se agacha para ver mejor la redonda bolita gelatinosa.

Pero cuando quiso tocarla, empezó a temblar. ¡Se asusto!

–lo siento. - se disculpa Giyuu con una mirada apenada – no quise asustarte -
Vuelve a extender su mano está vez sin acercarse. Dejaría que la bolita gelatinosa lo haga, con un poco más de valor, extendió una especie de tentaculo delgado, tocando su mano. Con más confianza mutua, pasa su mano encima del Slime, es como tocar la gelatina recién sacada del refrigerador.

– eres muy blandito - dice con una sonrisa pequeña. – y tierno -

¡Oh! Saco un corazoncito. Debe estar muy contento. Solo por curiosidad, usa valorar en el slime, según recuerda, son los monstruos más débiles que hay pero es peculiar su color.

– al parecer eres un Slime Shine bebé. ¿Que significa? oh... Tienes 3 días de nacido - lo vio moverse un poco, parecía que entendía algunas cosas. Ahora que lo piensa, es un recién nacido. Pobrecito, sobrevive a duras penas.

– eres muy listo. - halaga sin dejar de darle mimos y no deja de soltar corazoncitos de contento. En un momento, este salta a sus manos haciendo ruiditos suaves.

¡Lindo!

– supongo que quieres venir conmigo - más corazones. No podía permitir dejarlo solo ¡Es un bebé!! ¡Un cachorro! Su instinto Omega le decía claramente no dejarlo. – bien. Pero como te he de llamar... -

Nuevamente ve al Slime, ese color le recuerda un poco a su alfa pero mucho más dulce e inofensivo. Cómo la miel.

–senjuro... Tu nombre será Senjuro - otra vez saca un corazoncito de contento. Giyuu vuelve a sonreír por la lindura de Senjuro. ¿Con eso fue suficiente para hacerlo su familiar? ¿No necesita un ritual místico para ello? Tiene que preguntarle a Kyojuro.
– ehhhh... Espera un momento aquí. - su vejiga llena le recuerda la razón por la cuál está fuera de la cama.

...

Unos minutos después.

– Kyojuro. - lo llama desde afuera de la cama. El alfa soltó un ruidito adormilado.
– Kyojuro - está vez es el slime quien toca el rostro del alfa con un tentaculo. - despierta por favor -
– ¿Que pasa? - abre los ojos aún confundido, se sienta en el futón y mira a su pareja con algo en sus brazos. Es algo amarillo con brillo rojizo.
– ¿Ya Tenemos un cachorro? Pero... Aún no hemos tenido... -
– ¡Kyojuro! No frente a Senjuro - lo reprende rápidamente con sus mejillas rosas.

– ¿Senjuro? – ya más despierto mira con atención a su pareja y a la bolita gelatinosa amarilla que está en sus manos. Tras una breve explicación de la presencia del Slime en sus manos y de paso le pregunto si es necesario un ritual o algo así para hacerlo su familiar.

Kyojuro dijo que no era necesario, ya era su familiar. Basto con aceptar sus sentimientos y darle un nombre.

– Hiciste como familiar a un Slime Shine bebé - más que preguntar, afirma con una sonrisa suave. Entendiendo la situación – y le pusiste un nombre similar al mío -
– se parece a ti. Tiene tu color - defiende Giyuu con sus mejillas rosadas abrazando al Slime con ambos brazos. Kyojuro se ríe con bastante estruendo, no es maliciosa, es una mezcla de ternura con diversión.

– oficialmente tenemos un cachorro. Está bien, es muy lindo - le da mimos a la bolita gelatinosa y este suelta otro corazoncito.
– ¡soy Kyojuro, un gusto conocerte Senjuro! - hecho la presentación oficial, Giyuu se acomoda mejor junto al alfa sin soltar a Senjuro.

– ¿Que comen los Slime? -
– lo que sea. Hasta mas piedras si tienen la oportunidad -
– oh. Son omnívoros - deduce Giyuu tranquilo – entonces podré darte... - mira a todos lados junto con Kyojuro, la bolita amarilla se había deslizado de sus manos hasta avazar hasta la mesa con la parrilla de cocina y estaba muy dispuesto a comerla.

–!no Senjuro! Eso no se come - detiene Giyuu parandose en el acto junto con Kyojuro.

¡La paternidad llegó mas rápido de lo que pensó!

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Kyojuro y Giyuu ya son papás y costó menos de 17 capitulos y sin frutifantastico
Que cosas de la vida owo

Y apareció Senjurito. Nadie, absolutamente nadie esperaba que fuera un Slime.
Fue irresistible no añadirlo a la historia pero créame, aprenderá mucho de su ahora padre Kyojuro y mamá Giyuu.

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