30.

"Amor secreto"

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—Kali, caminas chueco.— Opina Leo extrañado y yo detengo mis pasos por completo.—¿Estás bien?

— A-ah.— Me giró para verlo.—Yo me raspé las rodillas, voy por Nectar.

Leo baja la mirada a mis rodillas desnudas, pues llevo falda.

— No tienes ninguna herida.

— …

Lo miro a los ojos mientras intento buscar una excusa lógica.

Leo me mira de vuelta, subiendo una de sus cejas en un gesto de confusión.

No tengo nada.

Mi cabeza está en blanco.

Literalmente puedo ver los engranajes moverse dentro de la cabeza de leo a través de sus ojos marrones.

No bromeó, veo como una bombilla se enciende en su cabeza. Y sus ojos se abren por completo con sorpresa.

—¿Estás…?—Me mira con ojos llenos de incredulidad.—No, no, lo… ¿Estás cogiendo? Pero no escuchado nada de un novio, no— Se le corta la voz y mi rostro arde.—¿¡Tienes un amigo con derechos!? ¿Quién es? ¡No! ¡No me digas! ¡Voy a adivinarlo! Es hijo de Ares, te gustan los fuertes, no, hijo de Apolo, si esos carismáticos pajaritos cantores… No, no, es tu tío Magnus ¿No? Maldita perra, te respeto.

Las palabras se tropiezan unas con otras mientras intentan salir de mi garganta, nerviosa como el infierno.

— ¡Shhh…!— Tartamudeo con el rostro rojo como mi cabello.—¡¿Estás loco?! ¡Baja la maldita voz!

—¿Desde cuándo eres tan divertida?— Me cuestiona sonriente, niega con la cabeza y hace un gesto con la mano para restarle importancia.—Eso no importa, quiero detalles sucios.

— ¡No es así! ¡No me cojo a mi tío o algún campista!— Chillo susurrante.

Leo se queda callado un momento.

— Oh…—Parpadea.— ¿Es Nico?— Se me baja la presión y empiezo a sudar como loca.—¡Dioses! ¡Es Nico lo veo en tus ojos…!— Exclamó emocionado.

Mis ojos se abren por completo y literalmente me lanzo sobre él para tapar su boca indiscreta.

— ¡Shhh! ¡Cállate!— Siseo. Leo logra apartarse para seguir parloteando.

— Uhhhh… —Se ríe.—Percy le dará una tunda que jamás olvidará.— Dice con ensoñación.—¡No puedo esperar! ¡Iré a contarle…! — Exclamó.

— ¡No!

Leo cayó como un saco de patatas al suelo luego de recibir un puñetazo directo en su mejilla. Desmayado.

Kali jadeo, agitada.

— Yo no quería hacer esto.—Lo tomo de los tobillos y empiezo a arrastrarlo.— Pero tú me obligaste.

— Hola, Kali.

— Hola.— Sigo arrastrando a Leo con dificultad a mi cabaña.

—¿Qué haces? ¿Necesitas ayuda?

Alzó una ceja.

— Sí, por favor.— Suelto los tobillos de leo y el hijo de Ares se aproxima, recoge al chico del suelo y lo recarga sobre su hombro como si fuera un saco de papas.— Gracias.

—¿A dónde quieres que lo llevé?— Pregunta el chico tan dócilmente que ni siquiera parece hijo de Ares.

— A mi cabaña.

Esto es lo bueno de ser bonita.

Nadie te cuestiona cuando secuestras a alguien en la vía pública.

Nico y yo tuvimos una conversación larga y tendida con Leo, no involucró tortura, casi, solo amenazas. Al final logramos que Leo jurara por la laguna Estigia que no le diría nada a Percy.

Se evitó una tragedia.

(...)


Meses después.

Nueva Roma.

Viernes en la tarde.

Nico di Angelo Pov.

Ella está tratando de no reírse y yo estoy tratando de no comérmela con los ojos descaradamente, y ninguno de los dos lo está haciendo muy bien. Estoy malditamente contento de que Percy y Annabeth no estén aquí ahora con la excusa de que tenían un bebé de meses que cuidar y no podía ir a la reunión del senado para discutir los preparativos de la fiesta en honor a la diosa de la fortuna. Hay tanta tensión en ambiente que podrías cortarla con un par de tijeras. Los pretores se están divorciando, básicamente, y eso lo hace superincómodo. La hija de Neptuno estaba presenté y resultaba ser tan deseada como temida.

A Kali le dan flojera asistir a las reuniones del senado y su presencia anormal ponía nervioso e incómodos a muchos antiguos legionarios.

Su presencia podía interpretarse de muchas formas.

Quizás quería tomar el puesto como Pretora o destruir el campamento. Y todos los escenarios fatalistas en los que Kali enloquece por el poder.

Y luego estábamos Kali y yo.

Demasiado ocupados lanzándonos miradas calientes como para prestarle atención a las babosadas que decían los senadores. Compartiendo sonrisas cómplices por qué a alguien creyó que es buena idea asignarnos asientos uno frente al otro en diferentes extremos de la mesa redonda. Mala idea.

Hazel está sentada al lado de Frank, como pretores, no tenía otra opción en realidad. No importaba, aun así parecía que estaban a un 1 kilómetro de distancia del otro. Había roto hace poco menos de una semana y Hazel se había estado quedando con Kali.

Su relación siempre fue buena, no había nada relacionado con maltratos o falta de atención. Su amor se volvió demasiado fraternal con el tiempo y pasaron de ser novios a amigos sin darse cuenta. Con el tiempo, verse a sí mismo como pareja resultaba raro.

Solo siguieron juntos por costumbre. Y aunque dolía. A ambos les dolía

Los dos sabían que esto era algo inevitable, que ambos estuvieron retrasando por demasiado tiempo.

Su ruptura sacudió a la legión, pues la mayoría se había acostumbrado a verlos como «Mamá y Papá»

Así que de pronto todos son hijos de padres divorciados. Es duro.

— Entonces, ¿todos estamos de acuerdo?— Pregunto un centurión.

La mayoría concordó rápidamente.

— Yo no, es una idea horrible.— Vocalizo Kali de forma quisquillosa mirándome directamente a los ojos.

— Embaja— Kali lo interrumpió haciendo sonar su garganta. El joven suspiro y corrigió.— Princesa del mar.—La pelirroja cobriza sonrió.— Usted ha estado en desacuerdo con todas las proporciones hasta ahora.

— Y ustedes han estado odiosamente de acuerdo en todo.—Resoplo con fuerza y su flequillo se sacudió.—El olor a comunismo aquí hace que me den ganas de vomitar.— Siseo.

El senado entero Jadeo.

—¿Nos dijo comunistas?

— Kali.— Le advirtió Hazel.

—Hazel. Dile a tu colmena que empiecen a pensar por sí mismos.—Pone los ojos en blancos.—Esto parece una secta.— Opina, desinteresada.

—Ancora—Los ojos azules verdosos de Kali volvieron a los míos y sentí una descarga eléctrica recorrer mi columna vertebral. Por los dioses. Los legionarios se quedaron callados, al igual que el resto de senadores—Non devi essere in disaccordo con tutto ciò che dicono.— Solté en italiano.

Las comisuras de los labios afelpados de Kali subieron en una sonrisa.

—Il caos è divertente.—Apoyo su rostro en sus manos, batiendo sus largas pestañas.— Queste persone sono molto squadrate. — Se queja.—Mi hanno messo di cattivo umore.

No puedo evitar pensar que si Kali fuera un gato estaría agitando su cola de un lado al otro y ronroneando.

Es adorable, pero no es el momento para que saque a relucir su extraño método de coqueteo. Que consiste en hacerme rabiar hasta forzarme a callarla con besos y otros métodos.

Hice una mueca de disgusto. No es que no me guste su actitud conflictiva e impertinente, pero Hazel está tan incómoda que su piel se puso pálida y parece a punto de desfallecer. Ahora no es momento para que alargue una reunión de por sí larga y tediosa.

Apretando mis labios y dándole una mirada severa. Ella suspiró e hizo un gesto de cerrar sus labios y ponerles candado, como diciendo «Bien, ya no voy a intervenir» y se echó hacia atrás en su silla, cruzándose de brazos.

Entiendo perfectamente la relación de amor y odio de los romanos con Kali.

Les disgusta su actitud altanera y confiada, su padre divino y la forma en la que mira a todos como si fueran incestos, pero les aman que Kali es básicamente la guerrera perfecta, el soldado más fuerte. Es hermosa y es tan irresistible como cualquiera de los hijos de Venus, es natural que sientan atraídos por ella de forma sexual.

No solo los chicos, también las chicas. Si tuviera una moneda por todas las veces que escuche a chicas decir cosas como «Allí va la dueña de mi útero» o «Mi mujer» u «Ojalá me embarace» podría comprarse en yate.

La más preocupante desde su perspectiva era la siempre presente «Quiero que la hija de Neptuno me destruya emocionalmente».

Así que no solo tengo que cuidarme de los chicos, si Kali me engañara, seguro lo haría con una chica. Pero ella no me engañaría, a menos que yo lo haga primero y ella lo haga por venganza. Aun así eso no pasará.

Kali era «La inalcanzable» de la Nueva Roma y el campamento Júpiter.

Y sus visitas al senado solo harán que esa popularidad aumente.

Claro, si Kali insiste en ponerse esas falditas diminutas, y camisas ceñidas el cuerpo. No hay forma de que no la miren con otros ojos. Y eso es todo lo que pueden hacer, mirar.

No estoy seguro de poder golpear a todos los chicos que miraran en su dirección, aunque realmente eso no me impediría intentarlo. Pero estoy tranquilo, porque está conmigo. Kali es mi novia, y soy el único que puede besarla y tocarla a mí antojó.

La reunión terminó media hora después, saliendo del senado le compré un cono de helado a Kali.

Por qué básicamente es una malcriada. Eso es todo.

— Esto me hace sentir nostalgia.— Suspira y muerde su helado.

Lo muerde. ¿Quién hace eso?

Pensé que sería sexy, pero ahora solo tengo miedo. Es muy peligrosa.

— ¿Así?— Pregunto con falso fastidio en mi voz.

Prefería que la hija de Neptuno pensara que esto me disgustaba llevarla en mi espalda.

En realidad me gusta lo cerca que estábamos en público, sus piernas enrolladas alrededor de mi cintura, cargar con su peso y sus brazos abrazándome por los hombros.

Es familiar y hace volar mi imaginación. Mis recuerdos.

Me preocupa un poco que Kali sea consciente de lo fácil que es obtener todo lo que quiera de mí. Repito; Esa chica es un peligro para la sociedad.

—Hace como dos años que no montó un pegaso.— Murmura entre bocados.— Extraño hacerlo.— Exhala.

— ¿Entonces por qué no lo haces?

Desde que comenzaron las clases he empezado a venir al campamento Júpiter desde el viernes en la tarde, paso el fin de semana aquí, dónde puedo estar cerca de Kali y el lunes estoy devuelta en Brooklyn. Es un poco cansado, pero amo verla.

Si fuera por mí estaría aquí toda la semana. Pero no puedo quedarme, prefiero no vivir aquí. No me gusta.

— No lo sé.—Pega su pecho a mi espalda y mi abdomen se contrae junto a la descarga de dopamina en mi cerebro.—Solo los Pretores pueden montar pegasos aquí, y no quiero robar el pegaso de Frank, el chico ya está pasando por bastantes cosas …

— Puedes esperar al verano, ya sabes, ir con calma.— Miro sobre mi hombro para buscar sus ojos. Clavo mis dedos en sus suaves muslos, sosteniéndola con firmeza.—Formar un vínculo con uno de los pegasos y después ver qué tal van las cosas entre los dos.

Kali mastica el cono de galleta y trata de limpiar las comisuras de sus labios.

— No sé si estoy lista para eso.— Admite.—Me sienta mal, Syrrax era muy celosa y siempre mordía a los pegasos que se me acercaban.—La menor suspira.— La extraño.

Siento una punzada de preocupación y tristeza. Pura empatía hacia el dolor de Kali, pues sabía lo mucho que ella amaba a ese pegaso y como le afecto su perdida. Él personalmente nunca tuvo una buena relación con Syrrax.

El pegaso lo odiaba. Lo mordía y le abrió varios hoyos a su chaqueta.

— También me mordió en un par de ocasiones— Me quejó por lo bajo.

Pues aquel pegaso temperamental y terriblemente celoso arruinó mi chaqueta de aviador favorita.

Kali se inclinó y sentí sus labios rozando mi oreja. Sentir su aliento caliento chocado contra mi piel hace que una ola de calor me atraviese.

— Debió suponer que planeabas montarme en el futuro.— Susurra contra mi piel y muerde el nódulo de mi oreja de forma juguetona.

Una corriente eléctrica recorrer mi columna vertebral y manda señales de placer por todo mi cuerpo. Y se me eriza la piel de todo el cuerpo.

— Igh.— Siseo, con voz estrangulada. Agradecido de llevar puesto una toga que cubra la erección en mi pantalón.

Kali se aleja un poco y siento que el calor sofocante me abandona.

—¿Tuviste una erección?

Mis mejillas arden.

— Sí.

— Llévame a tu casa.—Ronronea, abrazándome por los hombros.—Hay que arreglar eso.— Susurra.

(...)

Sábado en la noche.

Hora: 3: 20 Am.

Percy entro a la cocina en plena madrugada con cara de haber chupado un limón por error.

El pelinegro se detuvo y frotó su ojo izquierdo, adormilado. Confundido de ver su hermanita menor allí, con una camisa larga como pijama, parada delante de la isla de la cocina.

— ¿Kali? — Pregunto Percy con una voz berrinchuda, cómo si estuviera a punto de llorar.— ¿Bebe, que haces aquí? Son como, las 3 de la mañana…

La pelirroja cobriza carraspeó su garganta y aparto su cabello.

—Yo vine por un vaso de agua, solo eso.— Aclaró la chica, tensa.

Percy miro con ojitos de foca triste a Kali, de la nada se acercó y la abrazo tomándola por sorpresa. La hija del dios Neptuno se tensó y apretó los dientes con fuerza hasta sentir que iban a estallar en su boca, pues en realidad no se sentía en condiciones para recibir un abrazo, no de Percy, no en el estado que estaba. A ella le resultaba; Irrespetuoso y asqueroso.

— ¡Yo también vine por un vaso de aguaaa…!— Lloriqueo tan fuerte que Kali temió que despertará a Zoe.

—Ah, Percy.— Dijo entre dientes.

Percy frunció el ceño con ojos llorosos y se aferró a su hermana.

— ¿Estás sudando…?— Preguntó de forma distraída, confundido.

Kali apartó discretamente a percy cuando noto que empezaba a mojar su camisa con sus lágrimas.

— ¿Pasa algo malo? ¿Estás bien?— Pregunto zafándose de sus brazos.

— Sí, yo, yo tuve un sueño.— Percy Balbuceó y limpio sus ojitos llenos de lágrimas.— Voy a tomar un vaso de agua.— El intento rodear a Kali, pero esta la detuvo de golpe.

— ¡Yo lo haré!— Dijo casi gritando, detuvo a su hermano y este la miro con toda la confusión que podía tener a las 3 de la mañana.— Tú siéntate, y cuéntame tu sueño.— le recomendó y Percy la obedece, pero antes de que pudiera sentarse ella chilla.— ¡En la otra! ¡Esa no…! — Chillo tan alarmada que percy podría asegurar que esa silla en concreto estaba maldita.

Percy no lo pensó demasiado, solo tomo la otra silla. Kali suspiro y se acercó a la nevera, la abrió y saco una jarra de agua que dejó sobre la isla. Busco un vaso de vidrio de los cajones superiores de las cocinas, de esos a los que apenas llegaba de puntillas.

— E-es que soñé que un hombre malo te llevaba lejos de mí.— Percy sorbió su nariz, estaba medio dormido y lo que decía apenas se entendía.

Kali frunció el ceño confundido, logro alcanzar él basó y se acercó a la isla para verter el agua en él.

— ¿Un hombre malo?— Pregunto.

El pelinegro bajo la mirada, tenía los ojos inyectados en sangre y parecía que iba a explotar en llanto.

Percy definitivamente estaba más sobre protector últimamente.

Estaba bastante emocional desde que nació Zoe, lloro mucho cuando nació, lloro cuando le pusieron las primeras vacunas y lloro cuando le hicieron la prueba de talón (que consiste en darle un pinchazo con una aguja en el talón del bebé de menos de 20 días). Y ahora mismo estaba llorando por qué había tenido mal sueño. Kali no era la mejor con las emociones, pero ella trataba de comprender su situación actual.

Kali le pasó el vaso del agua y Percy lo bebió de un solo tragó.

— Soñé que hacías tú maletas— A percy le saltaron las lágrimas— Y te ibas de la casa con tu novio, y solo me dijiste «Tranquilo percy, voy a estar bien»— El pelinegro se exaltó y chillo —¡Nada está bien! ¡Apenas tienes como catorce años…!— Grito.

Nico, que estaba desnudo y escondido del otro lado de la isla, pudo sentir la mirada acusadora y llena de veneno de Kali quemarle la nuca.

Kali suspiro y llevo su cabello hacia atrás en un gesto de cansancio.

—17 en unos meses.— Aclaró Kali.

— Siempre tendrás catorce para mí.— Respondió, sorbiendo su nariz.

Kali rodeó los ojos.

— Percy estoy aquí, no me voy a ir a ningún lado.— Le aseguró.

— Lo sé, lo sé, solo estoy histérico y emocional desde… Por dios, ni siquiera tienes novio. — Percy paso sus manos por su rostro, tratando de sacudir sus lágrimas.— No sé de dónde saque esa idea.— Soltó como si se regañara a sí mismo, sonando frustrado.

Kali desvío la mirada y sintió la culpa halar sus entrañas. Quería decirle la verdad, pero tenía miedo y lo peor es que un simple sueño confirmaba sus sospechas de que no lo tomaría bien.

Había leído un montón de artículos que afirmaban que la mayoría de los padres se alejan emocionalmente de sus hijas cuando estas empiezan una relación amorosa. Y le daba miedo y tristeza pensar que Percy nunca la volvería a ver cómo antes, que su relación se volviera tensa.

— Es tarde, deberías volver a la cama.— Le recomendó y Percy asintió con la cabeza dándole la razón.

El pelinegro se levantó y beso la frente de su hermana menor.

— Buenas noches, no te quedes despierta hasta tarde.— Murmuro antes de volver a su habitación.

Cuando escucho la puerta cerrarse, Kali suelta un suspiro de alivio y luego bufo con molestia, rodeo la isla de la cocina y le dio un manotazo a Nico en el hombro. Este se quejó y se levantó del suelo, cubriendo sus partes nobles con sus manos, casi sin pudor alguno.

— No te metas en los sueños de Percy.— Le acusó Kali en susurros.

— ¡Yo no hice nada! ¡Estoy despierto y desnudo en tu cocina!— Grito Nico de vuelta susurrando.— ¡No es mi culpa!

— Apuesto a qué le pediste un favor a Hipnos para meterle la idea Percy en la cabeza y que se prepare para ello.—Kali Presiono un dedo contra su pecho desnudo, aun susurrando.— Pero te informo, amigo.—Dijo con rudeza y el pelinegro hizo un puchero, molesto por ser llamado «Amigo»— Que no me iré a vivir contigo y definitivamente no me voy de esta casa a menos que sea vestida de blanco.— Exclamó.

— ¿Qué paso con todo eso del ser modernos, el progresismo y parejas jóvenes que deben vivir juntas antes de dar el gran paso?— Le cuestiono.

— El resto del mundo puede hacer lo que se le dé la gana.— Exclamo.—Yo tengo mis propios principios.

Nico suspiró.

Este definitivamente no era el momento de discutir.

— Por favor no discutamos ahora.— Suplico y Kali se cruzó de brazos.

—Si me dices la verdad.

— Puede… — Tanteo.—Que le haya pedido a Hipnos que sugiriera ciertos temas en el subconsciente de Percy a la hora de dormir, pero no fui específico.— Admitió finalmente.

— Percy no duerme desde que nació Zoe, se la pasaba haciendo rondines por toda la casa para vigilar que sea segura y tú decides torturarlo en el poco tiempo que descansa— Susurro exasperada.—Es una mierda

— Lo siento, le pediré a Hipnos que deje de hacerlo.— Susurro.

— Gracias.—Lo tomo de la mano y lo guío a la escalera.—¿Ves?, hablando es la única forma que podemos resolver nuestros desacuerdos.—Afirma.


(...)

— ¿Cómo están tu puré de papas Hazel?— Pregunto la rubia, quien mantenía a su bebé en brazos.

— ¿Este puré tiene la redención?— Pregunta escarbando su plato con el tenedor, cabizbaja. Estaba claro que Hazel estaba pasando por las etapas del duelo y llevaba un par de días atascada en la «depresión»

— No.— Respondo y señaló el plato de la rubia con mi tenedor. Zoe estaba muy despierta y aunque aún no podía comer sólidos, eso no impedía que la bebe viera el plato de su madre con mucha anticipación.—La redención la tiene el puré de papas de Annabeth ¿Verdad Zoe?— Zoe hace un ruidito.

Hazel empieza a sollozar, otra vez.

Que bien que Frank no acepto la invitación a cenar o tendríamos a tres personas llorando en la mesa.

La única diferencia es que Zoe llora por qué quiere comer.

— ¿Cómo le dices eso?— Susurra, Nico.

— Lo siento.— Balbuceó.—Me pongo rara con las situaciones tristes.

—Bien.—Exclama Annabeth pasando un pañuelo a Hazel.—Cambiemos de tema— Mira a la pelirroja.—¿Kali que piensas estudiar…? — Pregunta.—Pronto vas a graduarte.— Menciona.

— Oh.— La hija de Neptuno se queda pensativa un momento y luego dice—Algo estudiaré.— Exclama.—Tendrás un título universitario que presumir en tus clases de mamá, tranquila.

Annabeth hace mala cara y Percy deja de comer de golpe.

— Tienes muchas opiniones.— Le indica Percy.—Las universidades se pelean por ti—La mira con ojos llenos de orgullo.—Ganaste medallas de oro en las olimpiadas y tienes las mejores notas de tu clase, puedes hacer lo que quieras.— Le asegura sonriente.

— Ese es el problema, ¿sabes?.— Kali se echa hacia atrás en su silla.—Nunca pensé que viviría tanto, así que no tengo un plan o sueño…—Tantea.

—¿Cómo?— Le cuestiona Piper.— ¿No quieres nada? ¿Ningún sueño?

— Nada.

Jason parpadea.

— Okey, todos— Avisa Annabeth.—Hablen de sus carreras a Kali.

— Psicología es lo mejor, tengo apuntes de todos ustedes.—Jason le tiende una pequeña libreta.—Eres muy intuitiva, esto es para ti.

Kali abre la libre y sus ojos se abren de par en par, sorprendida.

— Por dioses, aquí está mi nombre.—Kali lee el contenido en voz alta.— Es emocionalmente dependiente a su gata obesa y al dulce de nuez.

La pelirroja suelta un jadeo de sorpresa y mira confundida a Jason.

—¿Cómo sabes lo del dulce de nuez?

El rubio se encogió de hombros y recupero su libreta.

— Filosofía solo es para la gente con riqueza generacional.— Le informa Piper, entre bocados.—No ganarás ni un centavo por esto.— Balbuceó.

Kali alza una ceja.

— ¡La mecánica aeroespacial—Empieza Leo, pero Kali lo interrumpe.

— No.

— No me has dejado explicarte.

— No.

Leo resopla y se mete una cucharada de guiso en la boca. Enfurruñado.

— Derecho está bien.— Explica Nico y kali sonríe en su dirección.—Me gusta discutir y tener siempre la razón.

La pelirroja asiente con la cabeza.

—La educación inicial es bonita, formas pequeñas mentes y— Empieza Hazel, pero Kali la interrumpe.

— Lo siento, solo soporto a los niños genéticamente involucrados conmigo.—Mira a la bebé en los brazos de la rubia que agita sus piernitas mientras la mira.—Si Zoe, estoy hablando de ti.

— Biología Marina está hecha para los hijos del dios del mar.— Explica Percy.—Si ahora mismo no ejerzo, por qué tengo una bebé y Annabeth gana más, pero fue muy interesante mi tiempo de estudiante.— Le recomienda.

— Suena bien.— Kali se lleva una cucharada de puré de papa a la boca, mastica y traga.—Pero no lo sé.

Hazel la mira curiosa.

— ¿En serio no hay nada que quieras?— Pregunta la morena.

— Mmm…— Una sonrisa maliciosa se extiende en su rostro antes de decir.—Ser stripper.— ronroneo dulcemente.

Percy escupe todo el contenido de sus mejillas sobre Jason, y leo estalló en carcajadas. Nico se atraganta. Piper alza las cejas sonriente y Annabeth la mira sinceramente horrorizada.

— ¡De ninguna forma Guardalupe! ¡Será mejor que sea una broma!— Exclamó Annabeth, exaltada.

— ¡Es dinero honrado! ¡Y me gusta bailar!— Chillo ofendida.

— No.— Insiste Percy una y otra vez. Horrorizado.—Otra cosa.— Pide.

Pongo los ojos en blanco.

— Puedo ser una planta decorativa en la casa de Hazel.—Opina y mira a la morena.— Apenas me notarás, solo necesito tres comidas al día.

—Tienes un par de meses para pensarlo.—Resopla Annabeth. La pelirroja abre la boca, pero la rubia la interrumpe.—Y no serás la planta decorativa de la casa de Hazel.

Unas horas después, todos volvieron a casa, a excepción de la hija de Plutón que se estaba quedando desde hace un par de semanas en la habitación de invitados hasta superar su ruptura.

— Hazel.—Kali la detiene en el pasillo y pone sus manos sobre sus hombros.—Hoy no puedes ir a llorar y quejarte a mi habitación.— Le indica.

La morena de ojos dorados arruga el rostro, confundida.

—¿Por qué?

Kali la mira intensamente.

— ¿Te vas a ver con mi hermano?— Le cuestiona Hazel.

Kali parpadea lentamente.

— No quieres saber.— Le asegura.

Hazel hace una mueca de desagrado.

— Qué asco.— Sisea.

(...)

— Kali.— Percy llama a la puerta y esta se abre.—¿Estás dormida?

Se asoma al interior de la habitación y nota rápidamente la silueta de su hermana envuelta en sábanas.

Pasaban de la media noche, pero Kali se duerme bastante tarde. Lo dudo un momento, pero Percy decidió entrar.

— Sé que quizás estás preocupada por empezar una nueva etapa.—Empieza con inseguridad, dudando si seguir o regresar a su habitación. Sabía que debía hablar con Kali, pero le daba miedo hacerlo mal.—Y no te miento, es difícil, pero también maravilloso.—Percy se detiene sobre la alfombra.—Y no tienes que elegir ahora o mañana. Tómate tu tiempo.—Le pide. Respira hondo y sigue.—Psicología, biología, todas son buenas opciones…

Se acerca a su hermana en la cama.

— Pero quiero que sepas que te quiero y— En este punto hablaba más para el que para Kali.—… No importa lo que hagas de tu vida, te apoyaré al 100%.— Le promete con voz suave.

Percy espera unos segundos en total silencio, pero al no recibir respuesta suelta una risita al darse cuenta de que estaba hablando solo. Se inclina con cuidado para besar su frente de forma cariñosa, y entonces estalla. La cabeza de Kali estalló en mil pedazos.

El sonido lo hizo saltar y un grito de pánico emergió de su garganta.

— ¡Annie! ¡A Kali le estalló la cabeza
…!— ¡Chillo desde el suelo, de alguna forma el sonido de la explosión lo hizo saltar y caer en el suelo.

. . .

Kali estaba siendo sometida a un interrogatorio en la sala de estar. Recibió miles de mensajes a la 1 de la mañana diciendo que si no regresaba a la casa, irían a buscarla. Y claro que regreso a casa, viéndose descubierta.

Era la primera vez que la descubrían y no sabía cómo reaccionar.

— Kali Guardalupe Reyes de la rosa, ¿dónde demonios estabas?— Kali no es capaz de ver a Annabeth a los ojos, está muy molesta y preocupada, daba miedo cuando se ponía así—Mira a tu hermano— Señala a Percy.—Casi le da un ataque al corazón con tu bromita.

Percy tenía la mirada perdida mientras abrazaba a Zoe y Hazel. Claramente perturbado.

Kali había dejado un señuelo de si misma en la cama, por alguna razón pensó que un globo sería bueno para imitar su cabeza. No pensó que este fuera a estallarle en la cara a Percy.

— …

Kali estaba sudando, tensa. Sin saber cómo responder realmente.

— ¿Dónde-estabas?— Le cuestiona palabra por palabra, con sus ojos grises como una tormenta.

—En una fiesta.—Alcanza a decir. Cierra un ojo y luego el otro, luego los abre—Metiéndome drogas duras.

La hija de Neptuno estuvo castiga durante dos semanas por mentir y salir de casa sin avisarle a nadie.

Hola chicas y chicos.

Espero que les haya gustado el capítulo. Si ven que no subo tan seguido como antes es por qué empecé clases. No sé quejen, en diciembre hubo capitulo casi todas las semanas.

Voten y comenten que les pareció.

Memes del capítulo;

Bye bye.

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