18.
¿Quien-Eres-Tu?
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Kali Reyes Pov.
Llegamos a Long island repartidos en dos autos. Me fui en el auto de Jason a pesar de las quejas de Percy por qué quería comadrear a gusto con Piper y jugar con mi Nintendo Switch si no quería que mi adorada Rubia de ojos grises me regañara por estar pegada a la pantalla todo él día y noche, y en consecuencia tuve que tragarme mi orgullo y reconocer que Nico me gano (varias veces) en Mario Bros. No fue mi culpa, ese maldito nivel de playa tiene algo serio en mi contra.
Cuando llegamos a la entrada del campamento mestizo, Percy y Jason se pelearon por quién de los dos podía llevar las maletas. Annabeth y Piper se fueron juntas del brazo mientras conversan sobre ir a clases de cocina.
Frank llevó la maleta de Hazel y la suya. La morena miró a su novio con ojitos llenos de brillo y una sonrisa tonta en sus labios, enamorada.
Leo llevo su maleta entre quejas y gruñidos por qué había demasiadas parejas en el grupo y era horrible ser el único soltero. Pobrecito de él.
— Pero Nico y Kali no tienen pareja.— Le indicó Hazel.
Leo se acomodó la maleta por encima del hombro y resoplo frustrado.
— Esos dos cuentan como pareja.— Sisea Leo con frustración.
No puedo refutar el comentario por qué básicamente es una realidad. Nico y yo caminamos un poco más lento, y los chicos nos sobrepasan fácilmente.
Las hojas secas crujen debajo de mis pies mientras nos movemos entre los pinos del bosque en silencio.
No es incómodo, me gusta el silencio y los sonidos del bosque.
Llegamos al límite del campamento, que prohíbe la entrada de cualquier mortal, monstruo o Titán que no sea invitado a pasar. Las defensas inician desde el Árbol de Thalia en la colina mestiza, y se extiende por el resto del bosque. La entrada es un arco hecho de piedra con antorchas a cada lado que dice «Campamento media sangre» vigilado por dos campistas vestidos con armaduras y armas a la vista.
Cómo dije, normalmente son solo dos campistas quienes vigilan la entrada, por lo que me sorprende ver un grupo de campistas estaban también allí.
— ¡Hola! ¡Es bueno verlos chicos!— Chilla uno de los chicos envueltos en pesadas armaduras y reconozco su cabello rubio al instante. Es Will.
— Hola, Will.— Lo saluda Nico.— Tan colaborador como siempre.
— Que puedo decir.—Will da un pequeño golpecito a su escudo y luego sus ojos se fijan en mí.—Kali, cada año más hermosa.— Me halaga y sonrió.
Oh, eso alimenta mucho mi ego.
— Gracias, Will.—Me echo el cabello hacia atrás.—Es bueno verte.
Los demás campistas se acercan para saludarme y recibió algunos (muchos) cumplidos por mi buen aspecto. Eso me pone de buen humor y así que me apresuró para alcanzar a Percy. Nico se queda conversando y me dice que luego nos veremos y menciona que no vaya por allí causando problemas.
Detengo mi paso rápido y me giró para hacerle un gesto grosero con el dedo y él hace lo mismo. Nos reímos un poco y me giró para seguir mi hacia la cabaña de Poseidón.
Nico di Angelo Pov.
Apenas Kali sale del campo de visión de Nico, este se gira hacia el Will que mira con una sonrisa a la hija del dios del mar marcharse con sus cabellos cobrizos sacudiéndose tras su espalda. Nico frunce el ceño y golpea el pecho cubierto por una armadura de Will. Este suelta una risita nerviosa y se encorva para sobar la zona.
Nico estaba a punto de arrancarse los párpados. No estaba bromeando.
Definitivamente ver a Kali coquetear con a todos los campistas en un radio de distancia de 3 metros iba a hacer que perdiera la cabeza por completo.
— ¡No le coquetees…!— Gruñe Nico con la mirada oscurecida.
— Ella inició.— Se excusó el rubio de ojos azules—Lo hace con todo el mundo, por si no lo notaste.
Nico resopla, por qué sabe que es verdad. Y eso le enoja.
¿¡Por qué con todos y no con él!? ¡Mierda…! ¡Está justo allí!
El pelinegro resoplo—Desde que descubrió que coquetear es más fácil que socializar no deja de hacerlo—Cruza sus brazos sobre su pecho y arruga la nariz en un gesto de furia—Ahora es un pequeño monstruo, un peligro para la sociedad.—Siseo.
Para Nico no era fuera de lo común que Kali tuviera problemas para ser «sociable» o «normal» podía notarlo casi de inmediato que algo era raro en su forma de relacionarse o hacer el intento de relacionarse con los demás. Incluso ella lo notaba y como no podía cambiar ese rasgo de su personalidad, simplemente cambio la estrategia, se dio cuenta de que coquetear le salía natural y lo utiliza a menudo.
Kali tiene un gran ego y complejo de superioridad, así que no es un secreto para el que se acompleja mucho de sus pobres habilidades sociales.
Nico odiaba que Kali se hiciera «la linda» con todos ahora, pero si eso le ayudaba a sobrellevar la ansiedad que le provocaba, no iba a quejarse.
Por qué eso casi todos los campistas tienen un crush con ella.
Will lo mira y alza una de sus cejas.
— ¿Qué antes no lo era?— Pregunta.
— Sí, pero ahora me afecta.— Se queja, básicamente un berrinche.
El rubio hijo de Apolo se ríe.
— Pobrecito.— Dice con voz lamentablemente y tierna.
Nico lo mira mal.
— Jódete.— Exclama y mira a los campistas sin armadura.—¿Qué hace el grupo de inadaptados?
— Faltan algunos campistas, ya intentaron comunicarse con ellos por mensajes de iris, pero no hay señales de ellos—Le explica el rubio.— Los están esperando —Susurra esto.
Bueno. No era poco común que un par de campistas no regresarán.
Los monstruos acechan donde menos se lo esperan, se esconden, deforman la realidad y luego te atacan. Si tienes 12 años y logras llegar a los 17 años sin que un bicho horrible te devore, entonces eres muy afortunado.
— Mmmjmm…—Nico exhala con fuerza y mete ambas manos en los bolsillos de su chaqueta— Parece que debo preparar ceremonias fúnebres, entonces.— Dice con simpleza.
Will le da un codazo.
— No digas eso.— Lo regaña.—Ya aparecerán.— Asegura el rubio.
Pierdo de vista a Kali el resto de la mañana. Creo que planea algo con el sesos de alga. Escucho a Jason darme una larga charla de como debería y es mi deber cortarme el cabello, por qué el cabello largo es de vago, luego se retracta por qué no es muy apropiado decir eso siendo un futuro psicólogo, se excusa diciendo que es solo su entrenamiento militar hablando.
Me gusta pasar el tiempo con Jason y Leo, cuando leo está callado jugando con un montón de tornillos.
Creo que me agrada más Frank, es un tipo amable y a pesar de ser el novio de mi hermana no me desagrada. Él incluso aprendió a jugar Mitomagia solo para que pudiéramos tener algo en común y estar de mi lado bueno.
Todos están cansados por el viaje, así que nos limitamos a pasar el rato.
El tiempo pasa y noto que pronto va a oscurecer por qué el cielo se tiñe de colores rosa, naranja y amarillo.
— Voy a buscar a kali.— Les aviso.
Me pongo de pie, pues antes estaba sentado en el pequeño porche de madera de la cabaña de Zeus.
— Dale un respiro, estuviste pegada a ella durante todo el viaje.
— Nadie pidió tu opinión.— Haré lo que se me dé la gana.
— Búscala en la playa, se la paso todo el día actuando raro cerca del agua.— Le indica Jason— Ve.— meciéndose de un lado al otro en su silla de abuelito que le hizo Leo por su cumpleaños el año pasado. Una mecedora.
Nico hace una mueca de confusión.
— ¿Y tú cómo sabes eso?— Pregunté.
— Piper me dijo, obvio.—Le respondió el rubio con el teléfono pegado en la oreja que apenas había notado.— Ya me conoces.
— ¿Cuándo la llamaste?— Pregunto extrañado por la capacidad de Jason para compartir chismes con su novia.
Camino por el campamento mestizo en dirección a la playa. Encuentro a la pelirroja cobrizo escondida detrás de unos matorrales y arbustos cerca de la playa. No pareció notar mi presencia al inicio, pero estaba seguro de que si lo hizo por qué cuando me agaché a su lado no se sobresaltó ni asustó.
— ¿Qué estás haciendo?— Pregunté.
La pelirroja cobriza me tomo del cuello de la camisa y me jaló hacia abajo con fuerza para cubrir mis labios con su cálida mano y con la otra presiono su dedo índice contra sus labios en forma de corazón.
—Shhh…— Siseo Kali y señaló hacia un punto específico en el agua.
Annabeth y Percy estaban dentro de la playa. La rubia de rizos tenía uno de esos trajes completos que usan los surfistas, estaba sentada sobre una tabla de Surf mientras parecía tener una conversación con Percy, ambos sonriendo, el pelinegro estaba en la punta de la tabla, seguramente solo llevaba unas bermudas por qué no traía camisa puesta. El mar reflejaba la apuesta de sol, haciendo ver el agua tranquila y sin olas de color naranja, rosa y azul un poco más oscuro.
Siento una punzada de celos en mi pecho. No por Percy, sin dudas fue mi momento más humilde. Si no por lo feliz que se ve, lo enamorados y felices que se ven los dos juntos. Nico ya no recuerda la última vez que se sintió de esa forma, mira a Kali de reojo y su único consuelo es pensar que algún día, quizás, Kali lo mire. Lo mire y se dé cuenta de que siempre estuvo allí y es todo lo que necesite y más.
El chillido de sorpresa de Annabeth me saca de mis pensamientos. Vuelvo a mis sentidos, y noto que la rubia da un pequeño salto en la tabla y alza la cabeza fija sus ojos grises en el cielo con total asombro y fascinación. Pues flotando a su alrededor, nadando en el cielo, había mantarrayas, tortugas, peces y tiburones hechos de agua.
Eran figuras absolutamente preciosas que parecían hechas de cristal que reflejaban las luces del atardecer.
La rubia extendió su mano y sus dedos rozan una mantarraya. La sonrisa en su rostro es tan brillante que noto a Percy estremecerse.
Kali suelta un quejido de frustración y se sostiene la cabeza. Me apresuró a sostenerla y ella se apoya en mí.
— No sabía que podías hacer eso…— Murmuro a su oído.
— ¿Los trucos de fiesta?— Respira hondo y noto como se esfuerza por hablar de forma coherente— Ya sabes lo genial que soy.— Sisea.
Escucharla así me preocupa.
— Si estás cansada—Kali me interrumpe de pronto.
— Es por una buena causa.— Ella sonríe con esfuerzo y señala con la cabeza hacia la playa.— Mira.
Miro de nuevo en dirección a Percy y Annabeth. La rubia se cubre la boca con las manos y mira al pelinegro con ojos llorosos mientras Percy le tiende una cajita con un anillo dentro, noto que hace la pregunta y Annabeth solo asiente con la cabeza una y otra vez.
Percy parece a punto de llorar de la emoción, saca el anillo de la cajita y sus manos tiemblan cuando intenta ponerlo en el dedo índice de su novia. Se les cae el anillo al agua, Annabeth chilla y Percy se lanza a buscarlo. Un minuto después, está de vuelta en la superficie y coloca rápidamente el anillo en el dedo de la rubia.
Percy se apoya de la tabla para buscar los labios de Annabeth y ella toma su rostro entre sus manos para fundirse en un beso torpe y lleno de amor. La rubia cae al agua por accidente, Percy la sostiene y se ríe y lloran de alegría.
Nosotros solo somos espectadores de lo que parece ser el verdadero amor.
—¿Crees que algún día pueda…?— Pregunta Kali apenas. No necesita decir más, sé a lo que se refiere.
—Claro que lo harás.— Aseguro y ella exhala pesadamente.
— Lo dudo.— Murmuro.— Esos dos son almas gemelas.
Bajo la mirada para verla.
— Las almas gemelas no tienen que ser necesariamente algo romántica.— Le recuerdo algo que ella ya me había dicho anteriormente.— ¿No?
Kali me mira con sorpresa en sus ojos verdes azulados y una sonrisa.
Supongo que le sorprende que lo recuerde, ya pasó mucho tiempo.
— Tienes razón, supongo.— Resopla con una sonrisa.— Tú eres mi alma gemela después de todo.— Admite.
«Su alma gemela» maldición, creo que me va a explotar el corazón.
Espero que no note el sonrojo en mis mejillas ni el pobre intento que hago para ocultar la sonrisa en mi rostro.
Durante la cena, todos los campistas se reúnen en la mesa de Poseidón para ver el anillo de Annabeth y felicitar a la pareja por su compromiso. Todos son risas y alegría. Y creo que vi a Quiron llorando en una esquina.
Kali parece melancólica, pero al mismo tiempo orgullosa.
Hablé con ella y me comentó que estuvo planeando esto con Percy durante dos meses y le alegra que Annabeth allá dicho que sí.
De pronto, el campamento mestizo estaba en un estado de ánimo alegre de forma colectiva por la noticia de las inminentes nupcias del héroe de las profecías y Annabeth Chase, la arquitecta del Olimpo.
Al día siguiente recibí una llamada de Hades para que fuera al inframundo. Así que fui a hablar con Kali, por qué ya teníamos planes y no quería irme sin decirle nada. Fui a la cabaña de la diosa del amor y toque la puerta. Me atendió uno de los hijos de la diosa.
— Ah, eres tú.— Me mira de arriba a abajo. — Ya voy a llamar a Kali.
Y luego me cerró la puerta en la cara. Poco después Kali salió de la cabaña y le pedí que camináramos un poco.
— Hades quiere que le haga una visita.— Mencione al aire.— Seguro me hará hacer alguna estupidez.— Bufé.
— ¿Qué?—Kali me miro con ceño fruncido y una mueca de disgusto en sus labios rosados—Pero, ¿Qué paso con acompañarme a tomar un café? Odio ir a la ciudad sola.— Aseguro.
— Te acompañaré cuando vuelva.— Le tranquilice y ella hizo un puchero.
— ¿Y eso cuando es?— Pregunto.
— Mínimo una semana.— Teorizo y Kali suelta un quejido de sorpresa.—No me mires así.—Pedí— Te compraré cualquier mierda que quieras.
Kali apretó los labios. Luego de unos minutos finalmente pregunto:
— ¿Y veremos la princesa Mononoke?
Pongo los ojos en blanco.
— Y Titanes del Pacífico.—Agregue.
Kali ama esas películas. Las ama tanto que a pesar de haberlas visto muchas veces, se toma el tiempo para volver a verlas al menos una vez por semana. Y me ha hecho verlas al menos 3 veces durante los últimos dos años.
A la pelirroja se le iluminaron los ojos.
—¡Bien! ¡Vete ahora mismo! ¡Vamos! ¡Vamos!— Exclamó la menor.— Ya no te puedes echar para atrás.— Dijo kali mientras saltaba y me empujaba para que emprendiera mi viaje.
—No lo haré.— Le aseguré.
Pase la semana más aburrida en el inframundo haciendo recados para Hades, pero siendo sinceros, siento que es solo son excusas tontas para tener compañía cuando Perséfone está en el Olimpo. Creo que intenta ser un mejor padre o lo que sea.
No es tan horrible. Bueno, la mayoría del tiempo es agradable.
Es una estupidez, pero… Es mi padre, supongo que es natural, que me sienta bien a su alrededor. Qué tontería.
— Por fin te apareces.— Soltó un campista hijo de Ares al verme cruzar la barrera.—Percy se volvió loco, te está buscando.— Le comentó.
Mis pies se detienen y me giró para mirarlo con una ceja alzada.
— ¿Qué tan loco?
— Loco nivel peligro biológico.—Dice entre risas maliciosas y burlonas.
Y eso le dio mala espina.
Muy mala espina.
— ¿Dónde está tu compañero? No deberías vigilar la entrada solo.— Le cuestionó con ojos entrecerrados.
— Se fue a decirle a Percy que llegaste en cuanto te vimos subir la colina.— Dijo con suficiencia y una sonrisa de triunfo en su feo rostro.— Debe estar de camino. Quiere hablar contigo.
El pelinegro le lanzo una mirada de muerte y frunció sus labios.
¿Era muy tarde para volver al inframundo y pasar más tiempo de calidad con su padre divino?
Nico soltó un largo gruñido, empezó a alejarse de la barrera para adentrarse en el campamento mestizo, pensó que quizás podría pasar desapercibido y llegar a su cabaña sin ser interceptado por un loco que habla con los peces.
Lamentablemente, el hijo de Ares tenía razón y el loco de Percy venía hacia mí como un maldito tren bala, seguido por el resto de sus amigos que parecían tratar de detenerlo.
— ¡NICO DI ANGELO!
Fruncí el entrecejo y puse los ojos en blanco. Me iba a dar migraña.
— Me lleva…— Susurro fastidiado para sí mismo antes de que Percy lo tomara de los hombros y lo sacudiera como un muñequito de trapo.
— ¡¿Lo sabías?! ¿¡Eres su mejor amigo no?! ¡¿Ella te dijo algo?!— ¡Por qué no me dijiste nada…!
—¿Qué? ¿De qué estás hablando?—Todo da vueltas.—¡Deja de sacudirme!
—¡Déjalo Percy! ¡Debes calmarte!— Annabeth lo jala de la camisa y logra quitarmelo de encima.
— ¿Qué está pasando?— Pregunto sobando mi frente, aún mareado.
— Pasa que…— Leo me dió una sonrisita burlona.—La señorita mal temperamento está enamorada. ¿No es maravilloso?— Preguntó.
Parpadeo tres veces.
Hazel, Jason y Piper se giraron hacia Nico de forma natural para verlo con ojos llenos de compresión y lastima.
— ¿Quién?— Jadeo.
— Nuestra gladiadora, sirenita, amargada.— Parloteo el moreno, mencionado los apodos de la hija de Neptuno.—Kali Guardalupe Reyes de la Rosa, enamorado y con novio, es una completa locura. Quiero conocer al tipo, es mi ídolo si logro derretir ese corazón hecho de hierro.— Exclama con una voz teñida de burla y un poco de satisfacción. Cómo si estuviera disfrutando verme boquiabierto.
Nico di Angelo pudo haber muerto en ese instante, sintió como su sangre se heló y un nudo se ató a su garganta.
¿Cómo que Kali tenía novio?
La semana anterior no lo tenía, ni siquiera sabía que le gustara alguien. ¿Eso era posible?
La última vez que un chico se le había confesado fue más o menos así;
— Tengo algo para ti.— Saco una rosa de detrás de su espalda y se la entrego en las manos.— Me gustas.
Kali miro la rosa con una mueca.
— Hubiera preferido dinero.
Jason miró a Nico de reojo con una expresión de lástima y tristeza en sus ojos, el pelinegro seguía paralizado en su lugar, indiferente a los ojos de los demás, pero el hijo de Zeus sabía lo que estaba pasando por su cabeza.
Nadie se fijaba en él, por qué estaban muy ocupados controlando el ataque de pánico que estaba teniendo Percy.
— ¿C-como que novio?— Hablo por fin, aunque las palabras apenas salían de mi garganta.— ¿Cuándo…?
— ¡No lo sé! ¡Lo conoció, no sé dónde en una cafetería! — Percy soplo en una bolsa de papel, tratando de controlar su respiración.— ¡Mi bebé solo tiene 15 años, no pude tener novio…! ¡Es solo una niña!—Se atragantó con su saliva y luego tuvo arcadas, entonces vómito sobre Leo. Y todos empezaron a gritar.
Permanecí rígido mientras todos gritaban y entraban en pánico a mi alrededor. Aturdido y consternado.
El hijo de Poseidón no sé lo estaba tomando bien. Ver su hermanita de doce años (siempre tendrá doce años a sus ojos) actuando como una niña enamorada le daba pánico, era esta sensación horrible de que la estaba perdiendo, de que un hombre malo se la iba a quitar y nunca más podrían estar juntos como una familia.
Nico miró Annabeth en búsqueda de respuestas, además de los balbuceos y lloriqueos de Percy. Y los chillidos de asco de Leo, paralizado por el vómito que mancha su camisa y pantalón.
Por qué era imposible que la señorita «odio a todo el mundo» de pronto se enamorará en menos de 6 días.
— Kali dice que tiene ojos lindos.— Dijo Annabeth, luciendo aturdida.
Okey, esa no era la respuesta que Nico estaba esperando.
Eso solo enterró aún más el puñal en su corazón, de pronto el dolor era más fuerte y real. Todo su cuerpo se volvió helado. Sintió que sus ojos picaban y el pecho se hundía, una soga apretó su garganta y lo atacó una sensación de que se asfixiaba; Lo odiaba.
Ya conocía este sentimiento, el de un amor no correspondido.
Pero Kali no era un simple amor no correspondido, ella era más que eso, algo que ni siquiera podía empezar a explicar con palabras. Algo más allá de un amor momentáneo y segado, de un simple crush. Ella lo era todo.
Lo primero que hizo fue buscar a Kali por todo el campamento, no sabía que le diría o si acaso le preguntaría si era verdad lo que decían los chicos, pero no podía. Mis pies estaban hundidos en la tierra, negándose a avanzar.
Mi respiración se volvió rápida y escalofríos recorrían mi columna.
Tenía miedo. Estaba aterrado de hablar con ella y me confirmará que estaba enamorada de alguien más.
No. No quería escuchar eso.
Y él, sabía, sabía que no tenía la moral para quejarse o molestarse. Solo son amigos y Kali tenía el derecho de estar con quien quisiera, pero mierda.
Siento el sudor frío bajar por mi espalda y correr por mi frente.
Annabeth se llevó a Percy a la cabaña de Poseidón para que se le pasará el mareo con una Coca cola fría.
— Nico, ¿estás bien?— Pregunto dudativo, casi sonando triste.
El hijo de Hades escucho la voz de Jason detrás de él.
—¿Quién es?— Pregunto Nico al aire sin mostrar emoción alguna.
Hazel y Frank se llevaron a Leo a los baños públicos para qué se quitará la ropa llena de vómito y se le lavará los pecados mientras Hazel le buscaba un poco de ropa en la cabaña de Hefesto.
—No es un semidiós por lo que sé.—Le explico Jason con simpleza.— Es un mortal común y corriente.— El rubio se aclaró la garganta y bajo la mirada.
Era obvio que no quería hablar y hacer sentir mal a su amigo.
— Sigue.— Exigió y Jason rasco su nuca de forma avergonzada.
— Ella va todas las tardes a esa cafetería en Manhattan solo para verlo.— Le informo Jason.
Nico sintió como alguien tomo su corazón y lo estrujó. Él no tenía el derecho de sentirse traicionado, ni molesto o triste, el mismo había salido con varias personas estando aún enamorado de ella. Era un hipócrita.
Pero lo sentía, sentía que se moría por dentro de solo pensar en Kali en los brazos de otro chico, le quemaba, le hacía hervir la sangre de rabia.
—…— Nico bajo la mirada, apretando su mandíbula con fuerza.
— Lo siento, Nico.— La voz de Jason sonó nostálgica y baja.
Jason Grace estaba más que enterado de los sentimientos de Nico por la hija de Neptuno, él le había sugerido que confesar lo que sentía sería liberador, pero Nico siempre se había negado por miedo al rechazo y represalias.
—Ire a verlo por mí mismo.— Hablo Nico con dureza y mirada oscurecida.
— No, Nico.— Jason lo detuvo, aferró su mano alrededor de la muñeca de su amigo.—No creo que sea bueno para ti ¿Okey?— Hablo rápidamente y le miro exaltado—Lo que sientes por Kali, bueno… Solo te va a lastimar.
Intento evitarle el dolor, si veía algo que no debía ver lo destrozaría.
— Solo veré si es lo suficientemente bueno para ella.— Afirmó.
— Para ti nadie será suficientemente bueno para kali.— Y Jason Grace tenía razón, pues el mismo no consideraba merecedor de su amor.—Si le haces algo malo, ella te odiará.—Nico desvío la mirada y apretó los labios.—Sabes lo vengativa que puede llegar a ser.
Y sí, Jason tenía razón de nuevo.
Kali era por mucho la persona más vengativa y orgullosa que Nico había conocido en su vida, si le hacías algo malo, cualquier cosa, decir algo que no le gustaba, molestarla o traicionar su confianza. Simplemente, te dejaría de hablar por completo, y trataría de joderte en cualquier oportunidad que tuviera. Y Nico no resistiría que Kali dejara de hablarle, la quería a su lado, incluso si no era como pareja.
Nico cerro los ojos con fuerza y se liberó del agarre del rubio.
— No haré nada.— Le aseguró
(. . .)
A pesar de los consejos de Jason, Nico fue hasta la cabaña de Poseidón para hablar con kali, aunque en realidad solo quería verla. No toco la puerta o llamo como una persona normal, solo se acercó a una de las ventanas y se asomó para ver si ella estaba dentro. Kali se encontraba sentada frente a su tocador mientras se cepillaba su larga cabellera rojiza, se veía tan relajada y feliz, tenía la piel dorada y los ojos verdes azulados. Y estúpido de Leo tenía razón, kali solo se vuelve más bonita con el pasar de los años.
Abrí la ventana, no tuve que llamarla, kali giro su cabeza en mi dirección de forma casi inmediata. Sonriendo.
— Escuché un estúpido rumor.— Me apoyé en el marco de la ventana con el ceño fruncido.—Si Valdez te está levantando falsos o es una especie de broma para joderle la cabeza a Percy puedes decírmelo.— Espero no haber sonado desesperado o esperanzado de que todo fuera una broma elaborada.
— Es verdad.— Aclara, kali, sonriente.— ¿No es genial, Nico?
Otra vez siento esa presión en el pecho y la cuerda ajustarse a mi garganta. Está mierda es horrible.
— ¿Es una broma?— Balbuceó.
— Nunca pensé que alguien me llegaría a gustar, pero mírame ahora.— Murmura la joven mientras cepilla su cabello, su voz es tan dulce y llena de amor que me dan ganas de vomitar como lo hizo Percy.
—¿Quién es? ¿Cuándo?— Pregunto, sonando cada vez más frustrado.
—Eso es un secreto.— Dice y me da una sonrisa cómplice.—¡Mi boca está sellada! No quiero que ustedes locos lo ahuyenten o traten de buscarlo para dejarme en ridículo.— Bufa.
Nico exhala furioso.
—¿Estás enamorada? ¿En serio?
Kali se gira hacia el espejo y se mira a sí mismo con una gran sonrisa.
— ¡Es que es tan dulce, honesto y apuesto…!— Dice dulcemente.— Nunca había conocido a alguien así.
Kali se volvió a girar hacia Nico. La sonrisa en su rostro desapareció.
—¿Nico? ¿Ya te fuiste?.... No sé despidió, que mal educado.
(. . .)
¿Cómo pensarían que reaccionaria Nico ante este hecho?
¿Enloquecer?
¿Tener un ataque de ira?
¿Perseguir a Kali para matar a su novio y enterrarlo detrás de su cabaña? (Lo consideró)
Había muchas opiniones. Nico en cambio solo se deprimió.
Evitó flagrantemente toparse con Kali y se pasó el resto del día escuchando música triste en su cabaña.
Se dijo a sí misma que este sentimiento se le iba a pasar.
Solo necesitaba un tiempo para asimilar la noticia y digerirla.
Por la noche se escapó de su cabaña y se sentó en el muelle para mirar la luna reflejarse en el agua salada.
Estaba utilizando sus cascos mientras tiraba piedras al agua.
Estaba bien. Esto no duraría. Las relaciones adolescentes no duran mucho. Bueno… Ah menos que seas Percy y Annabeth que se terminaron comprometiendo y viven juntos.
O como Piper y Jason.
O Frank y Hazel.
Nico estuvo a punto de echarse a llorar cuando cubrieron su cabeza con un funda de almohada. Multiples manos se aferraron a sus brazos, sus piernas y tobillos, vamos, está seguro que incluso alguien se le fue la mano y le manoseo el trasero.
Se sacudió, intento liberarse, pero eran demasiados y estaba aturdido por la perdida de la vista y oído.
Así que mientras lo arrastraban por el campamento mestizo como si fuera un saco de papas en sus audífonos sonaba la canción más despechada y triste de toda la historia mundial.
Bueno, por lo menos su secuestro lo ayudo a dejar de pensar en Kali.
Estaba aturdido cuando alguien le quitó el saco de la cabeza y una luz potente choco contra sus ojos. Tardo unos segundos en acostumbrarme y noto rápidamente que me ataron las manos y tobillos una silla de madera, siento muchas auras reunidas a mi alrededor. Estoy casi seguro de que me hablan, pero no logro entender con la música a todo volumen en mis cascos. Uno de ellos se da cuenta y se estira para quitarme los audífonos.
— El idiota tenía audífonos puestos— Se quejó una voz femenina.
— Chale, por eso no dejaba de gritar.— Sisea una voz más masculina con un fuerte acento.—Creo que fue mala idea.— Admite, avergonzado.
— ¡Shsss…! ¡No ven que está aturdido y con el corazón roto!— Chilla una voz femenina que Nico conoce bien.
Es Sarah, la amiga de Kali.
— ¿Pero qué mierda es esto?— Mis ojos se ajustan a la luz y logro ver los muchos campistas a mi alrededor.
— Necesitábamos hablar contigo, pero no queríamos que los demás lo supieran.—Una voz dulce y amigable se alza sobre las demás. Escucho como arrastran una silla frente a mí, luego Piper se sienta en ella—Tratamos de llamar tu atención todo el día, pero te la pasaste autocompadeciéndote.— Le indica la líder de la cabaña.
Nico exhala con fuerza y deja que su cabeza caía hacia su pecho.
— La cabaña de afrodita.—Murmura con voz temblorosa y furiosa.—Me secuestraron los niños de Afrodita…
— Esto es serio.— Le explica Piper —Estamos preocupados por Kali.
— ¿Y eso que tiene que ver conmigo? Hablen con ella.—Exclama Nico entre dientes, fastidio. Aparta la mirada y sus ojos se oscurecen—Y por lo que se Kali es muy feliz, así que…—Susurra.
— ¡Por qué no haces nada! ¡Ve allí! ¡Toma su rostro y bésala! ¡Y Asunto arreglado!— Le grita Sarah. Dos de sus hermanos tienen que detenerla para que no golpee a Nico con un bate de béisbol en la cabeza.— ¡Tonto!
Todos los niños de Afrodita empiezan a lanzar su opinión al mismo tiempo.
Demonios, suenan igual que una colmena de abejas zumbando.
— Basta.—Piper pide silencio.—Ya hablamos con ella y esa es la razón por la que estamos preocupados.— Ella dirige sus ojos calidoscópicos hacia los míos con preocupación.
—Pensé que estarían saltando de alegría con la noticia, ustedes aman esas cosas.—Murmuro, fastidiado.
— Claro que nos emocionamos.— Admite Drew.—Al principio, antes de pedirle más detalles.— Indica.
— ¿Entonces?
—No nos dio ningún detalle.— Dice Piper, sería.—Ese es el problema.
— Esto es una idiotez. Desátenme.— Siseo, frustrado.
Nico trató de romper las cuerdas que ataban sus muñecas, al instante se dio cuenta de que los hijos de la diosa de la belleza prestaban mucha atención en la clase de como hacer nudos.
— Por favor.— Pidió Piper.— Annabeth nos pidió que no nos involucráramos. Solo haznos este favor, por esta vez. Escúchanos.
Nico respiro hondo y alzó la cabeza.
— Bien. Los escucho.
Hola chicas y chicos.
Espero que les haya gustado el capítulo. Estoy en semana de exámenes así que esto es lo que tendrán por ahora.
Comenten que les pareció y voten.
Meme del capítulo:
¿Quien creen que sea el enamorado de Kali?
Bye bye.
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