09

Nico necesita un ansiolítico.

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Un grito de furia atravesó la zona de las cabañas y llegó hasta el campo de fresa, todos pudieron escuchar. Y eso sonaba como el Sr.D muy enojado.

Segundos después, la hija de Neptuno salió corriendo de la casa grande, esta llevaba un botín en sus manos. Tenía un cofre de madera de buen tamaño lleno de todo tipo de joyas que apenas cabía en sus manos. Dionisio salió al porche de la casa grande y le lanzo una lata de Coca-Cola vacía a Kali.

— ¡Héroes! ¡Todos son unos tramposos! ¡Niña escurridiza!

La lata rebotó en la cabeza de melena roja, cobriza de Kali, no la detuvo, aún enojado, el dios del vino hizo que una raíz saliera de la tierra para que esta se interpusiera en el camino de la hija de Neptuno, que se tropezó y rodó por el césped como un barril. Aun así, ella se levantó sonriente, y siguió su salida triunfal de un juego de póker.

— ¡Limpiarán lo que ensucien! ¡Y nada de pintar al jaguar!

El dios quiso gritarle más y lanzarle más latas vacías, pero la niñita roja corría muy rápido y eso es demasiado esfuerzo. Hizo un gesto de molestia y entro en la casa echando pestes.

.— ¡Chicos! ¡Tengo el permiso!— Chillo la chica, triunfante.

La única manera de que los dejarán hacer una fiesta era engañando al señor D para que les diera permiso. Kali se ofreció, ya que de todos modos siempre lo humilla jugando cartas.

Claro, hizo trampa. Siempre hacía trampa, pero el dios no lo sabía.

—¿Por qué las joyas? Solo queríamos el permiso para la fiesta.

— Ah, las joyas son mías.—Sorbió su nariz. — El permiso era secundario.

—Pero eso no es—

— Sí, no. A mí solo me interesaba el oro.— Jadeo, agitada.— Nos vemos.

Kali se fue dando saltos hacia su cabaña, contenta.

— Anota «Nunca jugar cartas con la hija de Neptuno» — Dijo Travis y su hermano lo anotó en una libreta.— Y pon al lado, no meterse en una pelea con ella. Es pequeña pero da miedo.

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Los preparativos para la fiesta en la casa grande iniciaron temprano, la cabaña de Afrodita, Apolo y Hermes se pusieron en marcha para organizar todo a la perfección. El centauro que entrenaba a los héroes y cuidaba de que los campistas no se matarán salió por unos días a visitar a los centauros de juerga, son buenos hombres, mitad caballo, excelentes guerreros. Así que los campistas más veteranos tomaron la oportunidad para hacer una fiesta y poner la casa grande patas arriba.

Solo los campistas mayores a partir de los 14 años podían asistir, los demás tenían que tomar una taza de chocomilk y a la camita temprano.

La decoración empezó a las 4 de la tarde y termino a las 6, después de la cena todos los campistas mayores se dirigieron a la casa grande. Dionisio se encerró en su cuarto malhumorado por perder un juego de cartas, pero pidió que hicieran una ofrenda a su nombre o su fiestecita iba a ser una porquería. Kali sugirió rebanarle la cabeza a un pollo vivo en honor al dios, su idea fue descartada por los demás y Annabeth fue la encargada de preparar un pequeño barquito de madera lleno de uvas y dracmas, lo prendieron fuego, pero antes que la madera ardiera desapareció en un humo violeta. Y la fiesta inició.

Entre la música a todo volumen, el sonido de los campistas hablando y bailando, la casa se escucha como un eterno zumbido. Como una colmena.

Los hijos de Apolo había puesto un karaoke como atracción principal, no todos los campistas son dados para la música o el canto en especial, por lo que hubo muchas carcajadas, lo que solo hizo el ambiente más relajado y festivo. Después de las 12 la cabaña de Afrodita se apoderó del karaoke.

Bueno, Kali lo hizo. La chica tenía prohibido cantar en la Nueva Roma por una buena razón, su canto te hace hacer cosas que no quieres, depende de lo que su voz te transmitas, vas a sentir con más intensidad o simple y llanamente harás su voluntad.

Ella dice «baila» y todos bailan.

Canta una canción triste y todos lloran o se sienten melancólicos.

En este caso, Kali estaba decidida cantar cada uno de los antiguos éxitos del pop americano.

Lo que no podía ser mejor, por qué todos amaban y conocían dichas canciones al derecho y al revés.

Nico estaba apoyando en la mesa bebiendo desde un baso rojo de fiesta, pasaban de media noche y ya había algunos campistas pasados de tragos. Él no era uno de ellos, en realidad había decidido no probar una gota de alcohol para poder tener un ojo sobre Kali durante toda la fiesta. Ella estaba sobre un pequeño escenario, bailando y cantando junto a Sarah una canción vieja de Justin Bieber que decía «baby» unas mil veces.

A los campistas les encanta, así que todo estaba bien.

Saltaban. Bailaban y cantaban a coro con las descendientes de Afrodita.

Kali estaba llena de energía y euforia, mismo sentimiento que transmitía a través de su voz a los demás. A Nico no le hacía efecto, bueno, si sentía el pinchazo de alegría y la sensación de querer bailar hasta que sus pies se llenarán de callos, pero él era capaz de resistirse al llamado de su voz.

La pelirroja cobrizo intenso se veía … Brillante, se sentía extrañamente feliz y ameno verla tan alegre.

Percy saco a Annabeth bailar, pero literalmente la estaba arrastrando por todo el salón mientras la sacudía de un lado al otro en un típico baile al estilo tejano mientras reían.

Piper estaba jugando con Jason contra unos campistas hijos de Nike para ver quién podía enganchar más dardos a la diana. Era una intensa batalla.

Calipso y leo habían discutido, apenas comenzó la fiesta, así que ninguno de los dos estaba allí. Todo normal.

Había un par de campistas sentados en los sofás, otros se habían pasado de cucharadas y estaban vomitando sus entrañas en el baño de la planta baja. Al principio de la fiesta el propio Nico había estado coqueteando, bueno un chico de la cabaña de Némesis había estado coqueteándole. Era lindo, hubo un par de besos involucrados, pero al chico se le pasaron los tragos y a Nico no le gusta meterse con borrachos por qué no están plenamente conscientes, así que lo dejo ir, y se quedó solo el resto de la noche cuidando ebrios.

Aunque algo le decía que no sería la última vez que vería a ese chico.

«Tú y yo, juntos eternamente
Bajo el rojo atardecer, estás a mi lado
Herido o asesinado, como si no fuera nada»

— Hola, Niño muerto.— Exclamó el líder de la cabaña de Ares, le pasó el brazo por los huesos al pelinegro y le dio un par de palmadas amigables.

Nico lo miro de reojo e hizo una pequeña mueca de desagrado.

— No te ofendas, pero no eres mi tipo.—Aclaro, indiferente.

— Tu tampoco el mío.—Dice en un tono amigable. Demasiado amigable para ser Sherman Yang.— Por cierto, ¿te puedo preguntar algo?

Claro que quería algo, ellos ni siquiera somos amigos.

— Ya lo hiciste.— Toma un sorbo de jugo de su baso rojo.

«No necesitamos nada, somos los protagonistas
¿Dices que la vida es una perra? La mía es una película»

— Que chistosito.— Sherman sonríe forzadamente, tenso.—¿Te gusta la hija de Poseidón?— Pregunta.

Nico menea su baso con los ojos fijos en el remolino que se formaba dentro.

— No. — Dice indiferente.

El hijo de Ares sonríe.

— Es un alivio, por qué planeaba invitarla a salir.— Afirma.—Tiene un rostro muy bonito, ¿no? Casi parece hija de Afrodita.— Menciona.

Nico lo miro apenas, sin demostrar ninguna emoción.

— ¿Que no tenías una novia en la cabaña de Deméter?—Le cuestionó.

Sherman se carcajea.

— Terminamos hace meses.— Le aclaró, como si fuera obvio.—Ahora me gusta la hermana de Percy, es linda y fuerte, pero no iba a hacer nada si tú estabas interesado.

Nico lo mira intensamente en silencio, y aprieta la mandíbula.

— Deja de jugar.— Ordena.—Empiezas a molestarme.

El pelinegro trata de irse, pero el hijo de Ares no lo suelta. Solo se ríe, y lo jala hacia el para que no se vaya.

«Como un diamante, vamos a brillar juntos
Cuando sea, donde sea, para siempre, siempre, siempre»

—¿Por qué?—Le cuestiona con falsa inocencia. Una media sonrisa burlona cruza su estúpido rostro y Nico siente la necesidad urgente de quitársela a puñetazos.—¿No crees que sea lo suficientemente bueno para ella?

Nico golpea el interior de su boca con su lengua en un gesto de molestia.

Para él esto no es divertido. No puede evitar tomar el tema con seriedad por qué se trata de Kali, no es un juego.

Siente la rabia estallar en sus venas y palpitar en todo su cuerpo.

— Si te veo intentando algo, te lo juro.—Le señala con su dedo enjoyado. Y por su tono de voz podías saber que no estaba bromeando.—Te mató.

Los ojos de Sherman se llenan de brillo y sonríe de forma burla, parecía incluso encantando por la amenaza.

Ignora aquello y sigue jugando.

— Pienso que tengo una oportunidad, escuché que le gustan las personas fuertes y que mejor que el líder de la cabaña del dios de la guerra.—Dijo en un tono pensativo, orgulloso.

Nico alza la barbilla y sus ojos se llenan de una luz violeta.

— ¿Así que supones que eres fuerte?—Pregunta, sarcástico.

— Mmm, bastante.— El líder de la cabaña de Ares ignora el aura mortal y el frío que invade el ambiente. Mira a Nico con una sonrisa burlona—¿Podrías hablarle bien de mí?

Entonces estalla. Sherman nunca creyó lograr hacerlo explotar, pero lo hizo. Nico lanzó un puñetazo hacia atrás que dio de lleno contra la cara del hijo de Ares, este se tropezó y callo sobre la mesa. La cual se rompió.

Nico se subió encima de Sherman y empezó a golpearlo. El hijo de Ares no tardó en reaccionar, pronto estaban ensartados en una pelea de bar. Sin reglas, ni honor. Solo intentar herir más al otro y dejarlo inconsciente.

Los campistas que se dan cuenta gritan y tratan de detenerlos.

El canto se detiene, y aun con la pista de fondo, Kali exclama;

—¡Hay dos pendejos peleándose por allá…!— Señala el lugar, pero pronto se da cuenta de que uno de los pendejos es su amigo.—Madres, es Nico. Ya voy—Le da el micrófono a Sarah y baja del escenario de un salto.

La pelea dura poco, los hijos de Ares se llevan a su líder de cabaña y Nico es retenido por sus amigos. La pelea pone fin a la fiesta, así que a las 3 de la mañana todos vuelven a sus cabañas.

Jason llegaba a Nico a su cabaña para curarle el labio roto.

—¿Por qué te peleaste con el novio de Miranda Gardiner?— Pregunta.

Nico sisea al sentir el alcohol en la herida abierta en su piel. Entonces frunce el ceño y mira confundido al rubio de ojos azules, hijo de Júpiter.

— Espera… ¿Qué esos dos no habían terminado?—Le cuestiona, extrañado.

—¿Estás loco? — Jason se ríe con incredulidad.—Pero si son almas gemelas, llevan tres años juntos.

Nico exhala furioso, por qué se había dado cuenta de que solo estaba siendo provocado y el callo redondito.

— Hijo de puta.— Murmura Nico.


.—¡No estamos saliendo! ¿Qué no entiendes?— Exclamó Nico, exaltado.

— No entiendo por qué no quieres darnos una oportunidad.— Dice el hijo de Némesis, inocente.

— ¡Solo nos besamos una vez!— Le recuerda.—¡Y tú intentaste deportar a Kali! ¡¿Qué diablos te pasa?!

El hijo de Némesis jadeo, ofendido. Y parpadeó varias veces.

— ¡Vamos! ¿¡Por qué todos ignoran que esa chica no tiene papeles!?— Chillo exaltado.—¡Además! ¡Eso es también es tu culpa!— Le acusa.

Nico lo mira atónito.

— ¿Y por qué eso sería mi culpa?— Le cuestiona, incrédulo.

— ¡Hablas demasiado con ella!

— ¡Somos amigos maldito loco! ¡E incluso si no lo fuéramos, no habría forma de que saliera contigo!

Más tarde ese día, Nico di Angelo estaba sobando su frente mientras respiraba profundamente. Con los labios apretados y rostro tenso.

Estos días todo parecía estar en su contra, y estaba harto.

— Pasándola mal, ¿Eh?— Jason le da unas palmaditas en la espalda.

Nico lo miro mal. Jason le revuelve el cabello de forma fraternal.

El pelinegro gruñe, pero se calma.

— Acompáñame a la casa grande.— Le pide Jason. De alguna forma, Nico no puede enfadarse con él— Estábamos, planeamos acampar en la playa, me tocó ir a pedirle permiso a Quiron.

—Bien.— Acepta. Aunque minutos después leo se les une y se arrepiente.

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Un grupo de semidioses caminaban hacia la casa grande para preguntarle al centauro director del campamento si podían acampar en la playa.

Al entrar en la casa sobre la colina se encontraron con una mujer hermosa esperándolos en las escaleras con una sonrisa en su rostro cambiante. Todos vieron algo diferente, los rasgos de las personas que amaban realmente en lo más profundo de sus corazones.

Solo con verla por un instante, sentir esa aura de divinidad, solo con eso podías saber de quién se trataba.

— ¿Diosa Afrodita?— Pregunto Nico.

La Diosa sonrió de forma encantadora y totalmente hipnotizante.

— Pero si son los héroes del Olimpo, qué alegría.— La diosa barrio con la mirada al grupo de semidioses y se detuvo en el rubio hijo de Júpiter.—Jason ¿Cómo está mi Piper?

— Hola, suegra. — Balbuceó Jason, nervioso.—Está bien. Estamos bien.

Estar en presencia de tu suegra ya era difícil y estresante, pero que tu suegra sea una diosa que te puede fulminar si no tratas correctamente a su hija lo hace mil veces más aterrador.

— Es bueno oír eso, qué sigua así.— Dijo Afrodita dulcemente.

— ¿A qué se debe su visita?— Pregunto Nico, por alguna razón desde que vio a la diosa empezó a sentir un piquete de ansiedad detrás de la nuca que lo molestaba.

La hermosa diosa miró a su alrededor en un gesto distraído.

— Vengo a ver a uno de mis legados, Kali, la hija de Neptuno.— Miro a los lados y luego señaló la ventana. Kali venía subiendo la colina acompañada por Quiron.—Allí viene por cierto.

Un nudo se ató en la garganta de Nico y su corazón se contrajo en su pecho.

— ¿Puedo preguntar por qué quiere ver a Kali?— Le cuestionó, sin querer sonar grosero o demasiado insistente.

La diosa del amor se quedó en completo silencio, con la mirada arcoíris fija en los ojos de Nico el tiempo suficiente como para que los tres semidioses empezarán a sentir incomddos y a sudar.

Afrodita extendió sus manos y acunó el rostro de Nico entre ellas.

— Sientes mucho amor.— Afirmó la diosa, con ojos calidoscópicos llenos de entendimiento y compresión.

A Nico se le abrieron los ojos por completo, escandalizando.

— Creo que sí— Balbuceó.— Es general y desinteresado por todo lo que me rodea.— Hablo rápidamente con la voz nerviosa y entre cortada.

—No.—Afirmo la diosa y lo miro intensamente—Es amor, sexual y romántico.— Declaró a toda voz.

— ¡No…! ¡No es cierto!— Balbuceo Nico con las mejillas rojas, agitado.

— ¡Por ella!— La diosa señaló la ventana, específicamente a la chica pelirroja que se acercaba a la casa.

— ¡No, eso no es…!— Chillo Nico, rojo como un tomate y con la respiración acelerada. Agitado como si acabará de correr un maldito maratón.

La habitación se quedó en un silencio durante unos segundos que pareció predecir el estallido de una bomba.

Entonces leo tomo aire y gritó

— ¿¡Kali!? ¡¿La pequeña Kali…?!— Grito tan fuerte que se le quebró la voz, estaba tan aturdido que apenas podía hilar palabras.—¡No puede ser! ¡Que te guste la pequeña y bebé Kali!—Una carcajada histérica se escapó de la garganta de Leo, se tambaleó hasta alcanzar a Jason y apoyarse de él para no caerse mientras reía.

— ¡Cállate Valdez y ni se te ocurra decírselo a nadie!— Le grito Nico, frunciendo el ceño con molestia, pero con el rostro rojo hasta las orejas.

— Leo, habla en voz baja.— Le pidió Jason. Tratando de tranquilizarlo al moreno, pero leo no dejaba de reír.— No sabemos si hay más campistas en la casa grande.— Leo alzó la mirada y se aferró a la camisa del rubio.

—¡No! ¿Jason? ¿Lo sabías?—Le cuestionó y al no recibir respuesta aparte de una mirada severa, rompió en carcajadas.—¡Claro que lo sabías! ¡Por los Dioses! ¡Te lo tenías muy bien guardado sombritas!— Leo se estaba riendo tanto que perdió la fuerza en las piernas y callo al suelo.

Nico ni siquiera podía respirar, quería que se lo tragara la tierra.

— Dioses, ustedes harían una pareja espectacular.— Opinó la diosa.— Y tan sexualmente atractiva.—Suspiro y se le llevó las manos al corazón, con sus ojos arcoíris llenos de brillo.—Le preguntaré a mi nieta Kali si quiere tener bebes hermosos contigo, seguro que sí.— Aseguro con emoción.

A Nico se le detuvo el corazón en el pecho y palidecio por completo.

— ¡No! ¡Por favor…!—Chillo Nico, alarmado.—Diosa Afrodita, por favor, no se lo diga.— Le suplico.

Nico era capaz de ponerse de rodillas y suplicar por qué no dijera nada.

Afrodita se lo pensó un momento.

—… Ya veo, tu amor es tan inocente y desinteresado. No quieres lastimarla o lastimarte.—Como si pudiera leer su alma, la diosa del amor explico para sí misma— Y la deseas, mucho, pero aun así te mantienes a raya. — La diosa Afrodita sonrió de forma radiante y le dio un par de suaves palmadas en la cabeza a Nico, como si fuera un lindo y asustado cachorro— Es el tipo de amor puro que prefiero para mi descendencia y ascendencia. No le diré nada, pequeño enamorado.

Nico suspiró con alivio, sintiendo que el nudo en su pecho se deshacía. Aún estaba muy avergonzada y echando humo, pero por lo menos su secreto se quedaría así para Kali un tiempo más.

— Waaa…— Leo se levantó y se acercó a Nico, le dio un apretón a su mejilla y le dio un jalón mientras el pelinegro se mantenía con una postura recta y avergonzada.—Eres tan~~ sensible, sombritas.— Se burló. Nico apretó los labios, sonrojado y mantuvo la vista en la pared—Ven, dame un abrazo.

— Te voy a matar si me tocas—Susurro temblando de la rabia y la vergüenza.—Y te voy a coser la boca si llegas a decir algo.— Le advirtió.

Leo dejo de sonreír, le palmeo el hombro y dio un paso atrás.

— Okay.

La puerta de la casa grande se abrió de golpe, Kali salto a los brazos de la diosa y detrás de ella Quiron tuvo que agachar la cabeza para pasar.

— ¡Abuela!— Chillo Kali.

— ¡Preciosa Kali! — La diosa se apartó lo suficiente para mirarla de arriba abajo. Luego hizo una mueca.—Mmm… Tranquila, ya crecerás. Serás una mujer muy hermosa— Opino.

—Gracias abuela.— El rostro de Kali se tensó y sonrió amargamente.—Amo cuando lanzas comentarios al azar sobre mi cuerpo y como crezco.

— Alguien tiene que señalarlo, Sirenita.—Afrodita empezó a guiarla por la casa grande hasta llegar a la sala, dónde le indico que se sentará en uno de los sillones. Ella se sentó en frente e hizo aparecer una bandeja de galletas y té en la mesa de café.—Estoy tan celosa de que no hayas heredado más de mí, pero debe admitir que eres mi legado favorito— Le tendió una taza de té jazmín humeante que Kali acepto—Aunque la linda voz y la belleza va bien con los genes romanos de Neptuno.—Parloteo la diosa, antes de darle un sorbo a su taza de té.

— Abuela Afrodita, ¿Que pasa?.— Kali tomó una de las galletas en la mesa y se la tendió a Leo, quien se la metió a la boca y luego hizo una celebración silenciosa.—¿Por qué me mandaste llamar?— Pregunto curiosa, tomando un sorbo de su taza de té.

— Bueno, verás.—Cruzo sus piernas una sobre otra, y resoplo frustrada.— Esta criatura se manifestó hace muy poco del Tártaro, volvió a la vida y se arrastra por la superficie, y dijo y escucha, que es más hermosa que yo—Relato la diosa, había molestia y reproche en su voz.—¿Te lo imaginas? ¿Cómo se atreve?— Le cuestionó.

— Tú eres la más hermosa.—Afirmo Kali—Eres literalmente la diosa de la belleza.— Su nombre lo decía todo.

— ¡Eso mismo pensé yo! ¡Ves! ¡Tú si me entiendes, por eso eres mi legado favorito!—Bufa la diosa e incluso ese gesto en ella se ve encantador y casi sexual. Es la diosa del amor, sobre todo el apasionado— Bueno, yendo al punto quiero que vayas. — Le indicó con gestos. —Le cortes la cabeza, y me la traigas en una bandeja de plata en mi honor.— Le explico sonriente.

— ¿¡Qué!?— Gritan exaltados todos los semidioses a la vez. Para haber dicho algo tan macabro, la voz de la diosa sonó amorosa y cristalina.

Kali sacudió su cabeza. Incrédula.

— P-pero abuela Afrodita, eso no es un poco…—Carraspeo su garganta.—¿Excesivo?— Pregunto.

La diosa resopló y negó con la cabeza.

— No cariño, esta cosa horrible, se atrevió a humillarme.— Tomo un sorbo de su té, luego sonrió.—Uno de mis hijos o descendientes necesita ir y recordarle quién es la diosa la más hermosa, la diosa de la belleza y la fuerza que tienen sus hijos.

Kali se quedó sin palabras un momento, apretando la taza de cerámica en sus manos. Luego de analizar la situación, hablo;

— Ah, pero… — Su rostro se recompuso. Y paso al modo de estrategia.—¿Dónde y Cuando? ¿Puedo elegir a mi equipo?

Al ver esto, Nico se alarmó.

— Debes elegir a alguno de los integrantes de mi cabaña, el otro queda a tu libre elección.— Explica la diosa, satisfecha al ver que su linda sirenita no se acobarda ni duda.—Tendrás que ir a Roma, de allí, la buscaras por tu cuenta.— Indica.

— ¿Roma?— A Nico se le escapa el aire de los pulmones, mira a Kali con una expresión de preocupación.—¡No puedes ir a otra misión! ¡Acabas de salir de una que casi te cuesta la vida! —Esta vez se dirige a la diosa.—Diosa Afrodita, ¿No podría encargarse de esto uno de sus hijos griegos? Debe haber alguna más, no lo sé, ¿Piper?

Jason abre los ojos como platos ante la mención de su novia yendo a una misión posiblemente mortal.

— ¡Nico!— Grita. Incrédulo.

Nico se vuelve hacia él.

— ¡Solo estoy dando opciones!

La diosa niega con la cabeza.

— Me temo que no. Kali es la mejor opción para esta misión, por qué no es cualquier monstruo, sino la madre de todos los monstruos.—Explica y mira con cariño a la pelirroja cobrizo que permanece sentada frente a ella en un aparente estado de calma.— Mi linda sirenita no solo es hermosa, sino que está hecha para ser una guerra feroz, esto de la lucha es lo suyo.— Asegura.

A Nico se le cierra la garganta y de pronto se siente mareado. Quiere gritarle a la diosa que se meta su misión, dónde le quepa, que Kali no irá a ningún lado y que no puede ponerla en peligro por un capricho.

Pero no puede hacerlo, ella es una diosa todopoderosa, y él solo un semidiós. No le queda más remedio que suplicar.

— ¡Pero…!

— Nico, va tutto bene.— Kali le da una mirada tranquilizadora.—Afrodite ha ragione, sono fatto per la guerra.

» Nico, está bien. Afrodita tiene razón, estoy hecha para guerra.«

No. Nico debería estar calmándola, dándole palabras de aliento.

No al reves.

— Non dire così! Non sei una fottuta macchina per uccidere, Kali!

«¡No digas eso! ¡No eres una maldita máquina de matar, Kali!»

Cuando Nico habla italiano gesticula mucho con las manos furiosamente. Es gracioso y a veces puede llegar a verse algo agresivo.

Kali suspira.

— Sai che è una bugia.— Su voz está llena de resignación.

«Sabes que es mentira.»

Nico sabe que no puede hacer nada. Que esto está más allá de lo que está dentro de su poder. Igualmente, no puede simplemente dejarla.

—Portami con te.

«Llévame contigo»

Kali lo ignora. Acepta la misión y la diosa explota en humo rosa. En un parpadeo, se ha ido. Al parecer.

Nico insiste, pero Kali se levanta y lo interrumpe.

— Questa è la mia battaglia, la tua è finita.—Ella da un paso adelante y su semblante tranquilo solo lo llena de u ansiedad —Non ho intenzione di farti questo, Nico. Non hai più bisogno di lottare per la tua vita.

«Esta es mi lucha, la tuya termino. — No te voy a hacer esto, Nico. Ya no necesitas pelear por tu vida.»

Nico suelta una risa amarga. Ella está intentando apartarlo, cuidarlo.

Pero él no quiere eso.

— Perché non ne parli con Percy e Annabeth? Kali, non ci stai nemmeno pensando! Non stai pensando!

«¿Por qué no lo hablas con percy y Annabeth? ¡Kali, ni siquiera lo estás considerando! ¡No estás pensando!»

Kali da un pisotón, igual que un conejo enojado y se va echando humo. Nico la sigue. Dejando al resto de los semidioses inmóviles en su lugar, viendo como se alejan de la casa grande sin dejar de discutir en un idioma que no pueden entender.

—Supongo que debemos convocar una reunión de los líderes de cabaña.— Murmura Quiron.

— Ay, el amor joven es están hermoso.— Suspira Afrodita, que apareció de la nada, provocando que Leo gritara del susto y saltará a los brazos de Jason.

Hola chicas y chicos.

Espero que les haya gustado el capítulo. Me gustaría dejaran sus opiniones sobre que creen que va a pasar de ahora en adelante.

Por cierto, "Cruel Summer" está a un capítulo de llegar a su fin, y sería lindo si recibiera el mismo apoyo que está historia. Se los recomiendo.

Memes del capítulo;

Bye bye.

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