08

¿Amor? ¿Con que se come eso?

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Kali Guardalupe Reyes Pov;

— Siento lo de esta mañana.

Nico metió sus manos en los bolsillos y se detuvo a unos pasos de Kali quien cepillaba religiosamente el pelaje color crema de su pegaso.

El pegaso ya no era una simple cría flacucha de piernas largas, solo 3 años y ya era toda una adulta, media por lo menos dos metros de altura y Kali la trataba como un bebé, incluso ahora tenía que usar un pequeño taburete para poner cepillarle la crin. Y aun así, la pelirroja le hablaba dulce y le daba un montón besos, abrazos y caricias en cuanto lo veía.

Lo peor de todo es que aquel pegaso era igual de malcriada que su dueña y hacía berrinche cuando la princesa del mar no le prestaba la suficiente atención. Era común que resoplara o relinchara con enojo cuando alguien se acercaba demasiado a su dueña, incluso si se trataba de Percy.

Ahora mismo estaba viendo a Nico mal, y empujaba su hocico contra el rostro de la pelirroja para darle besos y llevar su atención de vuelta a ella.

— Está bien.— Kali acaricio al pegaso desde la garganta hasta el cuello.—Ya había escuchado que tenías novia.

La única hija de Neptuno tenía una expresión de incomodidad plasmada en el rostro, pero no lucia molesta.

— Sí, pero teníamos un trato.— Le batió Nico, pero Kali solo resoplo.

— Es solo un tonto juego, no tienes que hacer nada.— Exclamó, ahogando un gruñido. Puso la mano en el hocico del pegaso tratando de apartarlo, pero esta seguía dándole lamidas. Y Kali no puedo evitar sonreír un poco.

— Suenas celosa.—Opino, Nico, sonriente. Él se veía demasiado satisfecho, lo que molesto a Kali.

Ella exhaló, furiosa.

— Ya quisieras.— Chasqueo la lengua mientras acariciaba la crin dorada del hermoso pegaso.—Solo... No entiendo esta cosa de las relaciones.—Agrega.

— Nunca has tenido pareja.— Afirma Nico y Kali pone los ojos en blanco.

No era algo que le sorprendía al hijo de Hades, Kali es difícil y si le costaba tanto hacer un amigo no tenía que imaginarse lo difícil que sería para alguien conquistar su corazón.

—¿Para qué querría una? Es una perdida de tiempo— Parloteo con seriedad, molesta.—Todo son flores y felicidad al principio, pero luego todo es gritos, llanto y mucho drama.

Nico soltó una pequeña risa.

— Suenas amargada.— Se burla.—Lo entenderás cuando tengas una.

La pelirroja cobriza apretó los labios y negó con la cabeza.

— No creo que eso pase.— Volvió su vista su pegaso, y le acaricio

— Créeme, pasará.

Kali soltó una pequeña risa amarga mientras negaba con la cabeza.

—Por supuesto, señor Oráculo.—Se bajó del taburete que le permitía estar a una altura cercana a su pegaso.—Yo te daré una predicción también— Kali lo señala con el dedo.-No duraras más de una semana con esa chica.

—¿Segura que no estás celosa?

La hija de Neptuno puso los ojos en blanco y se adentró en el establo. Nico intentó seguirla, pero Syrax resoplo y agito sus alas emplumadas, molesta.

Nico entendió la indirecta y se quedó dónde estaba. Segundos después, Kali apareció en su campo de visión con un balde llegó de manzanas.

— La cabaña de Afrodita ya hizo sus apuestas, todos dicen que no durarán más de una semana.— Dice mientras les da una manzana en la boca a cada uno de los pegasos, hasta finalmente llegar al suyo.—Pero sabes? Yo aposté a qué no pasarían de los tres días.— Menciono, con un tono burlón.

— Cuánta fe me tienes.— Nico carraspeó una risa. Kali tenía una relación más íntima con el mar y los pegasos que Percy, ella podía pasar todo el día hablando con ellos y solo flotando en el agua. Y ahora estaba sacando a la luz, esta faceta enfocada en su ascendencia, siendo nieta de la diosa de la belleza—Mírate, toda una descendiente de Afrodita y no te gusta el amor.— Me burló y ella sonríe.

— Irónico ¿cierto?

Su conversación se vio interrumpida por una voz que a Nico le parecía totalmente insoportable.

—¡Sirenita...!

La joven de rasgos asiáticos y cabello castaño se lanzó a los brazos de Kali.

— Estábamos teniendo una conversación. Maleducada.

Sarah se despegó un poco de Kali y giró la cabeza para compartir una mirada asesina de mutuo desprecio con el pelinegro hijo de Hades.

Kali no comprendía por qué no se llevaban bien, pero Nico ni siquiera le dio una oportunidad. Pero Kali estaba bien con eso, esos dos no tenían que llevarse bien solo por qué ambos eran sus amigos. Nico podía decidir quién le caía bien y quién le desagradaba.

— ¿Qué pasa Sarah?— Pregunto la pelirroja cobriza, trayendo a su, ejem tía, de vuelta a la realidad.

Sarah se volvió hacia ella con una sonrisa llena de emoción.

— La cabaña de Afrodita hará una excursión a la playa ¿Quieres venir?

A Kali le brillaron los ojos.

— Claro.— Exclamó.

Sarah le puso un sombrero para el sol sobre la cabeza y le entrego un bote de protector solar, luego la tomo de la mano y la jaló fuera del establo.

—¡Nos vemos Nico...!— El pelinegro apenas la escuchó, metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta y dio un fuerte resoplido de desagrado.

Syrax se le quedó viendo un buen rato mientras mascaba pasto.

—No estoy celoso.— Aseguro Nico y el pegaso lanzo un relincho que sonó muy similar a una carcajada.

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— Kali.— Una de las hijas de Afrodita se asomó a la pequeña sala cuando los miembros más antiguos de la cabaña tomaban el té con Percy, Jason y Nico. Y por supuesto Annabeth y Kali—Un chico afuera te está buscando.

Piper les había invitado a tomar unas malteadas en la cabaña de Afrodita y ponerse de acuerdo en que Outfits se podrían para la fiesta que habría en la casa grande en pocos días. También invito a Leo, pero él estaba "ocupado" con proyecto para la universidad.

Piper sospechaba que solo era una burda excusa para no salir del búnker 9 era por qué Calipso le tiene la correa corta, así que estaba indignada.

Aunque Kali había traído a su gato y cumplía la misma función de Leo de joderle la paciencia a Nico todo el día.

La hija de Afrodita sonrió burlona al ver el rostro confundido de Kali.

—¿A mí?— Preguntó insegura, la chica asintió con la cabeza y Kali se levantó de la mesa con un lenguaje corporal incómodo.-Ya vuelvo.

Kali salió de la cabaña.

Todos compartieron una mirada antes de salir corriendo a la parte delantera de la cabaña para asomarse por las ventanas de la cabaña de Afrodita.

Vieron a la pelirroja cobriza salir del pórtico y caminar hacia el chico que la esperaba con las manos metidas en los bolsillos de sus bermudas. Se paró frente a él, con su típico semblante de orgullo y mentón en alto. El chico era unos 10 centímetros más alto que ella, pero se notaba en su rostro de bebe que ambos tenían la misma edad.

Cabello castaño despeinado, un rostro de piel blanca lleno de pecas y orbes oscuros con la típica chispa de burla y audacia que poseían todos hijos del dios de los ladrones. Hijo de Hermes.

— ¿Y ese niño quién es?— Cuestionó Percy, confundió.

Él conocía a todos los amigos de Kali, Nico, Hazel y los niños de Afrodita.

Nunca había visto a este chico.

— Es uno de los pretendientes de kali.—Comenta en un susurro una de las hijas de la diosa del amor, como si no quisiera interrumpir a los tortolitos. En un parpadeo, toda la cabaña estaba reunían mirando por la ventana.—¡Ay, solo mírenla...! ¡Esta es la primera vez que se le declaran!

Toda la cabaña de Afrodita soltó un suspiro de orgullo y anhelo.

— ¿Sus qué?— Balbucea, Percy y Annabeth nota como su novio pierde la cordura segundo a segundo.

— Supéralo Percy, tu hermana tiene una carita hermosa y todos los chicos en el campamento hacen fila solo para hablar con ella.— Explica Drew—Es descendiente de mi madre, es natural que llame tanto la atención.

Percy parpadea tres veces. Y explota.

— ¿¡Que!?—Chilla.— ¡Sobre mi cadáver! ¡Iré a gritarle a ese niño!

— ¡No...!— Grita toda la cabaña de Afrodita en coro, sosteniendo al héroe del Olimpo que se sacudía y chillaba como gusano.— ¡Agárrenlo!

Los hijos de Afrodita detuvieron al pelinegro de ojos verdes y se fijaron en los semidioses adolescentes que tenían una conversación afuera.

— ¿Estabas buscándome? — Pregunta Kali, confundida.

No sabía quién era el chico frente a ella, así que no había forma de que tuvieran asuntos pendientes.

El semidiós tardo en reaccionar un poco, se quedó viéndola fijamente hasta que se dio cuenta y sacudió su cabeza, como si se sacudiera lo que sea que estaba en su mente.

— Mmm, sí, sí. Yo quería hablar contigo.—Dice rápidamente, con un toque de nerviosismo.—¿Ponemos dar un paseo?— Le pregunto.

No. No había forma de que Kali diera un paseo por el bosque con un chico que no conocía de nada. No importa que sea un semidiós o un dios.

— Bueno, en realidad estoy en algo ahora mismo.— Comenta—Preferiría que me dijeras lo que tengas que decir ahora mismo.— Explica, tratando de hacerle saber de forma no explicita, que no estaba para nada interesada.

El hijo de Hermes se nota agitado.

— Claro, eres una chica directa.—Balbucea con nerviosismo.—Yo te he estado observando... — Kali hace una mueca y este se sonroja.—¡No! ¡No de forma rara o espeluznante!

Kali mira hacia los lados.

— Okay...—Murmura.

— Yo solo creo que eres genial y muy bonita.— El chico traga saliva, rojo como el cabello de la chica y la mira directamente hacia los ojos.— Y me gustas, me gustas mucho. — Acepta.

Él se queda callado, esperando una especie de respuesta de parte de la hija de Neptuno. Solo frunce el ceño.

Kali tardo en articular palabras, por qué estaba muy confundida.

¿Cómo podría gustar de ella si no la conocía? Nunca habían hablado.

— Pero.— Se queda sin aliento.—No me conoces.— Dice lo obvio con un tono aturdido.—Ni siquiera sabes mi apellido... Yo no sé tu nombre.— Le indica y él solo sonríe alegre.

—Me llamo Dean.—Exclama.— ¿Te gustaría ser mi novia?

La pelirroja cobriza parpadea.

—¿Qué?— Jadea Kali.

— No tienes que responder ahora-Le asegura con más confianza.— Solo quería que supieras mis intenciones.

Él se inclina, lo que me toma a Kali por sorpresa. Se paralizó cuando el hijo de Hermes dejo un beso sobre su mejilla y luego se apartó, él le sonríe, pero Kali tenía una expresión de pura incomodidad y confusión en la cara.

Estaba escandalizada, pero él la miraba con ojos llenos de amor.

Ella tuvo que detener físicamente su puño para que no se estrellara contra el rostro de Dean en ese momento y tragarse todo lo que tengo ganas de gritar. Está roja, no de la vergüenza ni nerviosismo, estaba roja de la ira.

— Me ganaré tu corazón.

Él se va dando saltos de alegría antes de que ella siquiera pueda mostrar oposición a su declaración de amor.

Y kali, bueno, tiene que tomar todo el autocontrol en su cuerpo para no ir tras él y darle caza solo para poder estrangularlo con sus propias manos. Ni siquiera puede respirar bien, algo arde en la parte trasera de sus ojos y le cuesta mucho recordar cómo llenar mis pulmones con aire, solo sabe que está tan furiosa que tiembla.

La próxima vez que se me acerque lo hare besar la tierra.

¿Por qué como se atreve a besarme? ¿Quién le dio permiso? ¡Por qué cree que puede tocarme así como así!

Estoy a punto de llevarme el puño a la boca y morderlo solo para drenar la energía destructiva que se acumula en cada vena y arteria de mi cuerpo.

Kali se giró y se encontró con los ojos de toda la cabaña de Afrodita y sus amigos sobre ella, en cuanto se vieron atrapados espiando, todos los hijos de la diosa del amor y belleza hicieron la mímica de besos o en su lugar daban besos al cristal de las ventanas, burlándose de la situación.

Mi pulso se aceleró y mis mejillas ardieron. Genial, ahora todos iban a burlarse de mí todo el día. Mierda.

Kali hizo una mueca de repulsión, se llevó el dedo índice a la boca y fingió vomitar, haciendo el gesto mientras se inclinaba hacia adelante. Irónico por que tenía el estómago tan revuelto y estaba tan molesta que ella podría terminar vomitando de verdad.

Dentro de la cabaña de Afrodita mientras todos veían la escena con lentes rosas puestos, excepto Percy que estaba haciendo berrinche.

Nico miró la escena con la mandíbula apretada y las manos hechas puños a sus costados, ejerciendo tanta fuerza que sus nudillos se tornaron pálidos.

Cuando Kali volvió a la cabaña se sometió a una tormenta de preguntas. Todos los niños de Afrodita estaban un poco tristes de que no aceptará la propuesta, Percy y Annabeth estaban aliviados y Nico se mostró indiferente.

Los chicos se fueron después de una hora, pero Kali decidido quedarse a dormir en la cabaña de Afrodita. Se acomodó en la cama de Sarah, que era la parte superior de una litera, pues nunca había muchas camas libres en la cabaña de la diosa del amor.

— Yo, no comprendo...— Mi voz está llena de confusión, estaba aturdida.—¿Por qué de repente soy el último pedazo de pizza en la mesa?

Sarah me mira con compresión y algo de pena en sus ojos oscuros. Me dio un empujón con su hombro.

Nos estábamos haciendo mascarillas por lo que teníamos la cara rosada.

— Es que hora sonríes y hablas.— Su respuesta fue tan simple que me hizo mirarla con desconcierto—Ya sabes. Todos los campistas tenían miedo de acercarse a ti por te veías muy apática y no querían meterse en problemas ni contigo, ni con Percy. O mucho peor con Annabeth chase.— Me explicó.

Me rasqué el cuello, pensativa.

No recordaba haberme comportado mal con alguien, solo tenía miedo y me costaba hilar palabras coherentes cuando se me acercaban con esas enormes sonrisas amistosas.

Así que usualmente respondía "Sí y No" a cualquier cuestionamiento.

Bueno, puede que mis ataques a los doce años debieron contribuir a mi mala reputación. Yo hice un par de cosas bastante locas para escapar.

Gracias a los dioses que Percy no dejo que me fuera del campamento.

— ¿Era tan malo? Siempre fui cordial.

Sarah soltó una pequeña risa.

— No, no, no.— Ella negó con la cabeza.— Cada vez que alguien se acercaba a ti, tú hacías, esta cara.

Sarah imitó mi expresión, alzando una de las comisuras de sus labios a la vez que fruncía el ceño en una mueca de asco y fastidio. Al verla, pensé que yo no podría hacer esa cara... pero me encontré haciendo la misma mueca sin darme cuenta. Maldición.

— Mierda.— Murmure.— No lo hacía apropósito.— Me excusó, no me había percatado de que hacía esa expresión tan a menudo.—Supongo que mi cara tienen esa expresión naturalmente.

— O quizá solo eres odiosa de forma natural.— Teorizo Sarah.

Hice una mueca.

— ¡Soy muy amable y agradable! ¿Okay? ¡Soy encantadora!— Chillo, ciertamente ofendida.

Una alarma sonó y Piper exclamó que ya habían pasado los 10 minutos con la mascarilla puesta y que debíamos quitárnoslas para poder seguir con la mascarilla siguiente. El cuidado de la piel es una cuestión sería aquí.


Al día siguiente la pelirroja cobrizo se despertó tarde, bueno, tarde según su percepción, por qué nadie más en la cabaña se había despertado. Luego de asearse con total tranquilidad sin que ningún campista me apresurará, dejo una pequeña nota diciendo que se iría a la cabaña de Poseidón. Kali abrió la puerta con cuidado de no hacer ruido y salió sin usar zapatos, debían ser las diez de la mañana y parecía que eran la única cabaña que decidió dormir hasta muy tarde. Antes de llegar a la puerta, Annabeth salió de la cabaña y al verme me saludo con un abrazo.

— Buenos días, Annie.—Ella me dio un beso en la frente, cariñosa.

— Buenos días, sirenita.— Me dio unas palmadas en la espalda antes de soltarme.—Intenta despertar a Percy si puedes, el sesos de alga se quedó despierto hasta muy tarde pensado en cómo alejar a los campistas de ti.

— Lo haré.— Le asegure.— Nos vemos más tarde, Annie.

— ¡Repasa los apuntes que te di...!— Exclamó Annabeth antes de irse.

Entre en la cabaña de Poseidón y me encontré a Percy durmiendo entre un montón de sábanas, babeando. Tome un lápiz y empecé a picarlo en la cara para qué se despertará. No funcionó.

Percy hizo una mueca, aún dormido, pero no despertó.

Lo miré en silencio, luchando con la idea de dibujar cosas obscenas en su rostro. No sé daría cuenta, quizás no lo notará hasta el almuerzo. Aquello la hizo sonreír y se convenció así misma de hacerlo, fue a buscar un marcador entre sus cosas para pintarle cosas en el rostro de su hermano mayor.

Pero antes de que pudiera hacer el primer dibujo en el rostro de Percy alguien tocó la puerta de la cabaña.

Kali cerro el marcador, enojada por ser interrumpida. Resoplo y camino a la puerta de entrada para abrirla.

Un campista tocó la puerta de la cabaña de Poseidón, llevaba en sus manos un enorme ramo de flores y tenía una sonrisa confiada en su rostro con aire juvenil y valiente.

La hija de Neptuno abrió la puerta con una mueca de fastidio y enojo en su pequeño rostro, ambos semidioses intercambiaron un par de frases antes de que esté le tendiera el ramo y la obligará a cargarlo.

Confundida la chica estuvo a punto de preguntarle al campista su nombre cuando alguien la jaló desde adentro de la cabaña y cerro la puerta en la cara del chico, segundos después la puerta se volvió a abrir, pero esta vez quien estaba parado frente al hijo de Ares no era Kali, sino el mismísimo héroe del Olimpo. Percy parecía aún más amenazante y aterrador cuando una sombra él cubría el rostro, lo que resaltaba sus ojos verdes brillantes que reflejaban una tormenta.

El hijo de Poseidón tenía el cabello despeinado y el rostro tenso.

—¿Qué quieres?—Escupió.

El hijo de Ares se enderezó.

— Hablar con tu hermana.

Percy barrio al campista con mirada.

— ¿Crees que puedes ganarme una pelea?—Le cuestionó Percy.

La pelirroja escuchó a su hermano perder la cabeza con el hijo de Ares desde el interior de la cabaña. Ella solo suspira y puso las flores en un jarrón para que no se secaran.

— ¡No puedes decidir por ella!

— ¡Pues mírame hacerlo! ¡No te acerques a mi hermana o te mando al fondo del océano!— Le cerró la puerta en la cara, golpeándole la nariz.— ¡Y no dejes tu sangre en mi puerta!—Grito Percy desde adentro.

El pelinegro se tomó un tiempo para recuperar el aliento y la cordura. Miro a su hermana, que estaba leyendo los apuntes que le hizo Annabeth para ayudarla con la preparatoria.

Percy estaba asustado. Kali estaba creciendo muy rápido, tenía miedo que se rebelará contra ellos un día y empezará actuar como un adolescente rebelde si empezaba a salir o a tener novios o novias. Él estaba casi seguro de que Kali prefería las chicas, estaba muy obsesionada con los pechos y si una chica traía un escote cerca de ella, puedes estar seguros de que sus ojos azul verdoso se irán justo allí.

Últimamente, Kali socializaba mucho, había un montón de niños intentando conquistarla y ahora que no pasaba tanto tiempo con Nico, caían sobre ella como abejas a la miel.

La simple presencia del hijo de Hades normalmente ahuyentaba todos a los campistas que se acercaban a su linda hermana, pero ahora que Nico salía con esa chica de la cabaña de Deméter y esta le lanza miradas feas a Kali ya no pasan tanto tiempo juntos como antes. Así que la mayoría considera está su oportunidad para acercarse.

Así empieza.

Primero son las citas.

Luego se consigue una pareja.

Se escapa de casa en las noches.

Y en un parpadeo recibirá una llamada de la policía a mitad de la noche por qué su hermana está nadando en el río con vagabundos.

No quería que Kali le gritara que lo odiaba o algo así... Percy había visto muchas series en Netflix, donde en cuanto los niños pequeños llegan a la adolescencia, se vuelven salvajes, se drogan, beben y van a la cárcel. Y él estaba aterrado, por qué no sabía si la estaba haciendo un buen trabajó, criándola y cuidando de ella.

— Kali...

Tenía que preguntar. Tenía que darle una extensa charla para explicarle que algunas personas son malas, solo por qué sí, que tuviera cuidado con los chicos y chicas. Que la relaciones amorosas son difíciles y pueden salir mal muy rápido. Ya era hora.

— No estoy interesada en tener una relación amorosa.— Responde.

—¿A no?

— No. Es una distracción que no necesito.— Explico con la vista puesta en los apuntes que le hizo Annie.

—¿Pero y si de pronto quieres flores?— Le cuestionó Percy, temeroso.

— Iré a la cabaña de Deméter y les pediré a las chicas que me den unas.

Percy suspiro.

— No quiero que pienses que es malo tener pareja, solo... Tienes que tener cuidado y hablarme de ello.— Pidió.

— Bien. Te avisaré cuando pase.

Claro. Kali era una buena niña y nu

nca se dejaría influenciar.

El hijo de Poseidón, suspiro, aliviado

— Gracias.— Percy se dejó caer en la cama, abrazado la almohada.

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— No entiendo cómo algunas chicas pueden maquillarse tanto. — Amelia removió su ensalada.— Es demasiado trabajo, creo que un rostro natural es mejor. Además, siempre he pensado que el maquillaje se ve de mal gustó.—Miro a Kali.— Creo que las chicas deberían preocuparse por cosas más importantes como sus notas que en su apariencia ¿No creen?— Pregunto al aire con los ojos fijos en los azules en la periferia y verdes en el centro.

Toda la mesa de Poseidón se quedó en completo silencio, la mayoría dejó de comer al instante. El ambiente en la mesa se tornó sumamente incómodo y tensó, ya era lo suficientemente raro que el ligue de turno del hijo de Hades de pronto se sentará con ellos sin ser invitada, y ciertamente ninguno en la mesa la conocía fuera de que estaba saliendo con su amigo Nico.

Tampoco tenían muchas ganas de conocerla, pues por lo que sabían no eran oficiales ni nada por el estilo.

La mesa de por sí estaba tensa por la presencia de Calipso, ya de por sí a Annabeth y Percy les costó aceptarla después de las "cosas" que pasaron, pero su relación tóxica de terminar y volver con Leo para joderle aún más la autoestima lo empeoro, y este filoso comentario de Amelia solo logro que el ambiente se volviera tan denso que podías cortarlo con una tijera.

Los ojos de los semidioses en la mesa se fueron hacia la Romana, hija de Neptuno, pues fue más que obvio que el comentario iba dirigido a ella.

La pelirroja cobriza había pasado la tarde en la cabaña de Afrodita, como legado de la diosa, disfrutaba mucho el tiempo en la cabaña número díez; El chisme, charlas entretenida, los gritos y maquillaje nunca faltaban. Cosas que a Kali le encantaba hacer, siempre fue una chica femenina que te podía partir a la mitad como a una ramita. Así que a la hora de la cena, la pelirroja cobrizo tenía un maquillaje bien producido y artístico en el rostro, ya sabes, rubor, labial, mucho brillo, el paquete completo; Kali literalmente tenía una mariposa en el centro de su rostro hecho con delineador blanco.

Kali tenía ambas cejas alzadas y los labios entreabiertos en una expresión de incredulidad genuina. No esperaba dicho comentario pasivo, agresivo, y no entendía de donde había salido.

La rubia hija de Deméter era bastante bonita y en primera instancia parecía alguien agradable, por lo que aquella indirecta la tomo por sorpresa.

— ¿Qué es lo que intentas decir?— Le cuestionó Annabeth, frunciendo el ceño en una mueca de enojo.— Si vas a decir algo, dilo, ahora tienes mi completa atención.

Piper se rio y negó con la cabeza. Parecía avergonzada, como si hubiera recordado algo de su pasado.

La hija de Atenea no se tomó para bien el comentario de Amelia.

Kali miro de reojo a Annabeth y sintió que se le subió el muerto cuando notó la forma en la que la rubia apretaba sus los labios en una sonrisa fingida, la vena en su frente palpitaba, y una expresión sería, pero intimidante y aterradora cruzaba su lindo rostro de facciones delicadas. Nunca era bueno que Annabeth se enojaba, como esa vez en la que Percy y Kali inundaron la casa y Annabeth los reto, ella dijo textualmente "No tengo palabras para lo que hicieron" y luego procedió a reñirlos por dos horas completas.

Y ahora estaba molesta

Annabeth era lo suficientemente lista para entender a la perfección lo que estaba intentando hacer la hija de Deméter al sugerir que las chicas que se maquillan son ¿Superficiales? ¿Tontas? Quería dejar mal o hacer menos a Kali por ser tradicionalmente femenina y no ser lo que se espera de una chica fuerte e independiente.

Como si de alguna forma ponerte falda y brillo en los labios te hacían inferior a las chicas que no lo hacían.

Ya había notado que esta chica lanzaba comentarios pasivos agresivos hacia Kali durante las fogatas o durante los juegos de guerra.

No iba a dejar que una desconocida insultaran a su retoño, así como así.

Y Kali quien tenía una lengua por lo general venenosa, no dijo nada, ella tenía una regla "No, te metas en las relaciones de tus amigos" esta no era la primera vez que se cruzaba con uno de los ligues de Nico y por alguna razón la veían como competencia.

Ella prefería mantenerse alejada lo máximo posible de la vida amorosa de su mejor amigo; Claro, que le importa y le preocupa Nico, pero todo eso del drama adolescente es una mierda que no estaba soportando.

Las emociones son muy intensas y ella no se puede dar el lujo de perder el control como la última vez.

Así que cuando vio venir el conflicto sintió que se le removió el estómago.

— No, quería ofenderte. — Se excusó tranquilamente.—Vamos, solo digo que yo no podría hacerlo.

Piper se rio más fuerte y dejo caer la cabeza en la mesa. Ella no podía parar de reír ahora, y Jason su novio, solo le acariciaba la espalda en silencio.

— A Nadie le importa si no usas maquillaje, nadie va a darte un maldito premio por eso.— Exclamó Annabeth, y Percy tuvo que detener físicamente a su novia para que no se lanzará sobre la mesa. Nadie, nadie iba a insultar a su retoño.

Antes de que las cosas pudieran seguir escalando, Nico se levantó de la mesa y jalo a Amelia de la muñeca, sacándola del comedor con él. La mesa se quedó en silencio, pero Kali siguió comiendo sin problemas o incomodidad para la sorpresa de todos allí que la oyeron masticar y tragar sus nachos.

Unos 10 minutos después, el hijo de Hades volvió solo y se sentó justo donde estaba antes de levantarse. Y tenía una mejilla hinchada y una marca roja de una mano en ella.

Nadie pregunto nada.

Sabían lo fácil que era para Nico terminar una relación.

— Debí hacer una apuesta...— Murmuro Kali.

Jason se acercó a Nico y le puso una bolsita de hielo en la mejilla.

— Qué feo, Nico. Cada vez son peores.— Se burló leo.

— Tú.— Nico lo miro con ojos como dagas.— No tienes la cara para criticar mis decisiones amorosas.

— No hablemos de cuestiones amorosas en la mesa.— Interrumpió Piper, trayendo la calma al lugar.

Leo asintió con la cabeza.

—Sí, mejor hablemos de la señorita popularidad.— Kali alzó la mirada para verlo.— Tienes mucho ganado de dónde escoger ¿Piensas tener uno de los famosos romances de verano?

Piper resoplo. Percy casi se atraganta.

— No me veo a mí misma en una relación ahora.— Comento Kali con simpleza.—Además no conozco bien a la mayoría.— Explico entre bocados.

— Pero yo te gusté.— Le indicó el moreno y Nico le lanzo los guisantes en su plato, él solo se carcajeó.

— ¿Por qué siempre sacas eso a colación?— Le cuestionó Nico.

— ¡Es uno de mis mayores logros...!— Argumento Leo, y Calipso hizo una pequeña mueca de disgusto.

Definitivamente, iban a discutir por ese comentario más tarde.

— Gustar no significa que me hubiera gustado tener una relación contigo. —Aclaro, Kali.—Lo que me gustaba era lo que representabas, no tú de forma romántica. —Le señaló con el tenedor que utilizaba, y entonces habló— Y tienes claros problemas de autoestima y yo no podría soportar eso.

—¡Kali!— Le regaño Percy.

— ¡Él empezó!— Chillo Kali.

—Eso fue duro.— Admitió Leo, llevándose la mano al pecho de forma dramática.—Y bien, señorita exigente ¿Cuál es tu tipo ideal?

Cómo siempre, Leo emplea el humor como escudo. Cosa que a Kali no le sorprendía demasiado.

Decidió seguirle el juego.

—Mmm...

Kali frunció el ceño, pensativa.

—¿Por qué lo piensas tanto?— Le cuestionó Jason, confundido.

Luego de pensarlo unos segundos, Kali por fin respondió;

— Tiene que ser más fuerte que yo.

—¿Eso es todo?— Le cuestionó Piper.

— También debe ser atractivo y saber cocinar. — Agrego, Kali.—Y no ser un despropósito de ser humano, pero eso es lo mínimo en cualquier persona.

—Pensé que querrías algo más loco y serías más exigente.— Comento Leo.

— Esa tres cualidades son mucho más difíciles de conseguir de lo que parece— Argumento Kali, firme.— Así que considero que soy bastante exigente.

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— ¡Vamos Nico! ¡Patéale el trasero!

Kali deba saltos y aplaudía haciendo a su falda rebotar. Era la única allí que lo estaba apoyando y celebrando cada victoria de Nico, los demás campistas viendo el combate solo hacían sonidos de dolor cuando el hijo de Hades tiraba su oponente al suelo.

Estaban aterrados por qué Quiron los escogiera para enfrentarse a Nico.

El pelinegro no participaba mucho en las actividades del campamento, pero hoy se había levantado con ganas de hacer comer tierra a los campistas.

El pecho de Nico iba y venía en respiraciones profundas. Alzó la mirada con los ojos brillosos.

— El hijo de Hades gana. Fue una buena pelea, chicos.— Anuncio, el centauro, quien le había quitado la espada de hierro Estigio a Nico para dejarlo participar en los duelos.

Un grupo de campistas ayudo al oponente de Nico a ponerse de pie y lo llevaron a la enfermería.

— Como ganaste puedes elegir a tu siguiente oponente.— Le indicó.

Kali alzó la mano, aun saltando con alegría para hacerse notar.

— ¡Yo, yo, yo...!

Los demás campistas no estaban tan entusiasmados como Kali.

Nico repasó con la mirada al grupo de semidioses formados en círculo a su alrededor, alzó la espada de madera señalando a su siguiente oponente.

— Tú.— Exigió.

Todos se hicieron aún lado, para dejar solo al chico que había señalado.

Kali dejo salir un bufido de decepción por no ser elegida.

—Tú puedes, Dean. No te dejes intimidar por sus músculos, mejor manejo de la espada y genes.

Los miembros de su cabaña le dieron palmadas en la espalda, palabras de aliento y pusieron un Yelmo sobre su cabeza, cubriendo su cabello marrón. Y como buenos hermanos, pusieron sus manos en su espalda y empujaron su cuerpo hacia el centro círculo

Espada de madera o no, era obvio quién iba a ganar el enfrentamiento.

Dean trato de replegarse, cubrirse con su escudo, pero fue inútil. Su mundo se puso de cabeza, cuando abrió los ojos estaba de espaldas al suelo.

Pero Nico se alejó, lo dejo levantarse y recuperarse. Dean se puso de pie.

Parecía que solo estuviera jugando con el hecho de que ellos dos eran de niveles completamente diferentes.

Primero le quitó la espada, luego el escudo y por último el Yelmo. Hasta dejarlo sin armadura. Nico clavó su propia espada en el barro, y se quedó quieto, esperando pacientemente a ser atacado. Dean dudo en tomar tal oportunidad que a grandes luces era una trampa, sus ojos estaban llenos de miedo y pánico.

Casi parecía que el hijo de Hades lo estaba buscando intimidarlo.

Dean cargo contra Nico, pero antes de que siquiera pudiera golpearlo, este lo tomo de los brazos y los abrió.

El agarre del pelinegro era tan fuerte que aunque Dean intentaba agitarse y removerse, no lograba liberarse. Nico se acercó al oído del hijo de Hermes.

— Si vuelves a acercarte a Kali te daré un tour por los campos de castigos.— Le susurro al oído. Metió una de sus piernas entre las suyos y la utilizo como gancho para derribarlo.

Aun en el suelo, Nico se agachó para aplastar el rostro de Dean contra el lodo del campo de entrenamiento.

— Y espero que nos hayamos entendido.— Exclamó en un tono jovial, casi agradable y se levantó.

Quiron declaró al hijo de Hades ganador de nuevo.

Nico se toma su espada de madera y camino hacia Kali, quien daba saltos como un conejito, ella había estado echándole porras durante todo este tiempo y cuando se acercó ella, Kali lo forzó a chocar los cinco varias veces en forma de celebración.

Hola chicas y chicos.

Espero que les haya gustado el capítulo, estare leyendo sus comentarios.

Si ven que tardo más en actualizar es por qué se me acabaron los capítulos que hice durante las vacaciones y ahora tengo que escribir desde cero.

Memes del capítulo;

Comenten. Siempre me hace feliz leer sus opiniones 🥺

Por cierto, la canción en la multimedia explica muy bien como Kali se maneja en el amor.

Bye bye.

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