13.
Afortunadamente no había tenido más comunicación con Alonso, así es, ya me había aprendido bien su nombre y es que solía decirle Alfonso.
Los exámenes habían ido de maravilla. La semana entrante debía presentarme de nuevo para recoger resultados y hacer el trámite de mi certificado.
En cuanto a la universidad, bueno, en dos semanas presentaba el examen de admisión y para ser honesta estaba un poco nerviosa porque seguramente no conocería a nadie. Marie se iría a una universidad de paga y yo aplicaría en una pública.
―Enana ―me giré para ver a Javier en el marco de la puerta―, ¿me acompañas a comprar unas cosas al centro?
La idea de ir al centro no era de mis favoritas pero cualquier lugar era mejor que estar en casa sin nada que hacer. En una de esas y consigo un poco de ropa.
Pantalones, ¡sí!
Asentí lentamente y me levanté de mi cama. Me puse unos Keds blancos y agarré una pequeña bolsa para guardar el celular y el iPod.
Bajé las escaleras aún con dificultad a causa de la herida en mi pie, lo bueno es que ya estaba cicatrizando pero me dolía apoyarlo por completo.
Subí al auto y Javier comenzó a manejar. Esta vez decidí dejar la radio apagada, así me evitaría comentarios agresivos de mi hermano.
En mi bolsa rebusqué mis audífonos y luego los conecté al iPod, le puse play a la canción que había estado sonando esta mañana mientras me bañaba.
Y no quiero olvidarte, tal vez tu regreses, y aquí yo estaré esperándote amor, no lo puedes llegar a negar tu y yo somos uno mismo, uohhh.
―Estás un poco loca ¿te lo han dicho? ―dijo después de quitarme el audífono izquierdo.
―¡Bah! ―alcé las manos en forma de protesta―. A ti no se te complace con nada ―puse los ojos en blanco.
Como les dije, no nos llevábamos de maravilla.
+ + +
Esto de comprar ropa no era tan divertido. Resulta que estábamos en Pull & Bear, mi hermano es fan de esa marca, y aquí estaba yo viendo los pantalones sin saber que talla comprar porque ¡caray!, las tallas de pantalones son tan raras.
Decidí tomar la primera prenda que vi y me dirigí a los probadores, la chica me entregó una ficha con el número uno y me metí al del fondo. Dejé el crop top de lado y me paré de espaldas al espejo, con dificultad saqué la etiqueta de mi pantalón y logré ver la talla.
Cinco.
Salí de los probadores y dejé la prenda y la ficha con la chica, volví a donde estaban los pantalones y comencé a tomar varios modelos que traían la talla cinco en la etiqueta.
―¿Encontraste algo? ―Javier se paró frente a mí con una gran cantidad de playeras.
―Pantalones ―me encogí de hombros.
―¿Ya te los probaste?
Asentí.
¡Bah! Ya sé, es una mentira, pero odio probarme la ropa. Normalmente si veo que es de mi talla la llevo y punto.
Caminé junto a él a la caja y pagó por los pantalones y sus playeras. Salimos de la tienda con tres bolsas grandes y llenas de ropa y luego fuimos a Bershka.
¡Ughh! ¿Por qué rayos le gusta comprar aquí? La ropa es carísima.
Apenas entré a la tienda me senté por ahí a esperarlo, la verdad es que había muchas chicas lindas eligiendo ropa y bueno, yo no tenía un buen gusto para la ropa.
Saqué el celular de mi bolsa y busqué una red para hackear el internet.
¡Voilà!
De inmediato las notificaciones de twitter y whatsapp se hicieron presentes.
¡Ya quiero que sea mañana! 12:40 P.M
Yo no. 1:46 P.M
Alonso Villalpando
Tu amiga dice que mañana vienes con ella, ¿es eso cierto? 1:20 pm
Desafortunadamente, sí. 1:47 pm
―¿Qué dices de esta camisa Sofi?
Miré hacia arriba para encontrarme con Javier vistiendo una camisa blanca con dibujos de anclas azules, en realidad no era fea.
Levanté mi pulgar en alto y sonreí ampliamente.
Me quedé parada cerca de la entrada mientras esperaba a mi hermano, el clima era agradable; hacía calor pero no tanto, en realidad no era fan de los días soleados.
―¿Lista? ―preguntó mi hermano parándose a mi lado.
―Ajam ―sonreí y comenzamos a caminar al estacionamiento.
+ + +
Apenas llegamos a casa, mi hermano me pasó mi bolsa de pantalones y subí a mi habitación. Saqué los pantalones y comencé a quitarles las etiquetas, agradecía que estos no olieran mal, ya saben, hay algunos que huelen feo a causa de la pintura.
Los colgué en unos ganchos y luego me tiré en la cama. Alcancé mi computadora que se encontraba en el buró y la encendí para buscar alguna buena película.
Opté por poner Siempre el mismo día y antes de poner play bajé a hacer unas palomitas y luego volví a mi habitación.
Estaba a punto de ver la película cuando mi teléfono comenzó a sonar.
Era Marie.
―¿Qué pasa? ―pregunté al mismo tiempo que me metía una palomita a la boca.
―¿Has estado hablando con Alonso?
¿En serio? ¿Me estaba hablando solo para saber eso? Un mensaje de texto o un Whatsapp hubiera sido mejor.
―Si ―contesté con flojera y desinterés.
―¡Maldita! ―gritó y alejé el celular un poco―. ¿Por qué no me lo habías dicho?
―Porque no es importante ―me encogí de hombros aun sabiendo que ella no podía verme―. Y si me disculpas, estoy a punto de ver una película, adiós.
Pulsé sobre el ícono rojo y la llamada terminó. Puse el teléfono en silencio y luego puse play a la película.
Del otro lado el iPod emitió una luz cuando una notificación llegó.
Lo alcancé y lo desbloqueé.
Alonso Villalpando
¡Hola! ¿Te interrumpo? 4:05 pm
En realidad sí. 4:06 pm
+ + +
¡Hola, hola!
Hoy, hoy es domingoooo, no hay compromisos con el relooooj...
Así es, es una canción, últimamente la pasan seguido en la radio y bueno, ya se me pegó.
¡MUCHAS GRACIAS!
Coof, coof, quiero agradecerles porque la fic ya casi llega a los 200 votos y es que *suspira* hace cuatro días apenas estábamos a nada de los 100 y ahora estamos a nada de los 200.
En fiiin, espero que les haya gustado el capítulo :) resulta que últimamente he estado tan inspirada que sin querer ya me escribí como tres capítulos.
Anteriormente les pregunté si tenían Instagram y shalala, voy a buscarlas *corre por su celular*
Un beso enorme, comenten, voten, recomienden♥
Las amo x.
Si llegaron hasta acá usen mi hashtag #Yacasies13deAgosto y cuéntenme ¿cuál es su dulce favorito?
Paaaaaaz x.
Cit.
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