Día 07: Sentimientos
❊Día 07: Sentimientos.
Inuyasha nunca había necesitado expresar lo que sentía, con saber Matar, cazar y defenderse había sido más que suficiente, pero cuando conoció a Kagome, descubrió que esa también era una forma de vivir... y que no siempre abrir tu corazón, te hace débil.
❊Día 07❊
Sentimientos
...
Inuyasha nunca había sido muy bueno con las palabras. En realidad, ni siquiera las había necesitado, por lo general, con poder atacar y defenderse había sido más que suficiente.
Ni siquiera cuando había empezado a interactuar con Kikyou sabía que decir o como comportarse, de hecho, ella era la que más hablaba y él solo afirmaba o negaba, quizás dejaba escapar uno que otra palabra, pero siempre fue bastante reacio a expresar sus sentimientos.
Quizás, ese había sido uno de los motivos por lo que su relación con esa sacerdotisa fracasó, nunca llegó a formarse ese lazo afectivo que se crea al compartir, a interiorizarse por como se siente el otro.
No fue hasta que Kagome llegó a su vida, que esa necesidad fue floreciendo en su interior. Ella no se inmutaba por nada, ni por como la trataba, ni por su mal carácter ni su poco tacto para hablar y lo peor, es que ella lo trataba igual o peor, gracias a ese conjuro que lo azotaba contra el piso cada vez que ella quería.
Fue por esas disputas que él había empezado a hablar más, a decir más lo que pensaba, a poner en palabras lo que sentía, o lo que provocaban en él.
Él sabía que Kagome era importante en su vida, la necesitaba a su lado más de lo que quería aceptar, era su fortaleza, su puente a mantenerse en su centro y no dejarse dominar por la sangre yokai que invadía sus venas junto con la humana, heredada de su madre. El poder de la voz de Kagome lo rescataba... pero nunca pudo poner eso en una palabra corta.
¿Sería su miedo a verse abandonado o traicionado?
Sabía que con Kikyou había podido hablar de sus sentimientos, de cuanto lamentaba que todo hubiera terminado así, pero, ¿no sería porque ya estaba claro que nada podría haber entre ellos? ¿Habría sido sincero porque las posibilidades de que esa relación avanzaran eran nulas?
Si no, ¿por qué nunca se lo había dicho antes? ¿Por qué si sentía todo eso por Kikyou no aprovechó en vida para hacerlo?
Esos momentos de incertidumbre era cuando más odiaba su corazón humano, sobre todo cuando había luna nueva, porque se ponía más sentimental y sincero que nunca.
Y lo peor, es que sabía perfectamente que todo su ciclo con Kikyou había terminado bien gracias a Kagome. Por sus lágrimas, su dolor y fortaleza, él había podido dejar ir esa culpa que cargaba en su interior...
«Yo te protegeré con mi vida»
Había sido lo máximo que había podido decirle a esa niña berrinchuda, cuando realmente quería decirle que su corazón ya estaba claro y que ella era la dueña de él, que siempre lo había sido y lamentaba tantas vacilaciones de su parte.
Pero hacerlo, solo significaba atarla de una forma egoísta a él... Ella tenía su vida, tenía sus amigos y familia en la época actual, ¿por qué arrastrarla a una vida de batallas interminables para estar con él?
Durante esos tres años que estuvieron separados, comprendió que tan grande era el amor que sentía por Kagome y todo lo que acarreaba ese sentimiento. ¿Qué otra cosa significaba sacrificar su propia felicidad por la de la otra persona si eso no era amor verdadero?
Eso también se lo había enseñado ella, en su forma de estar con él aun con todo lo de Kikyou, con sus dobles discursos e inseguridades.
Si ella había podido soportar todo eso por el amor que le tenía, ¿por qué él no iba a poder vivir su larga vida, cargando ese peso en su interior?
Ese iba a ser su solitario plan de vida, sin embargo, se le olvidó el gran detalle de que Kagome no era alguien ordinario, que no se iba a quedar quieta e iba a derrumbar todos los planes que había trazado cuidadosamente para protegerla de una vida junto a él.
Pues ahí estaba, ahora, dormida con la cabeza apoyada sobre el regazo masculino, mientras él deslizaba su mano libre de garras por su cabello en forma de caricia para que descansara con tranquilidad.
Aunque habían pasado tres años, parecía que nada había cambiado para ellos, sin embargo, todo era distinto. Ella ya no era su detector de fragmentos, ya no era la reencarnación de Kikyou o la sacerdotisa capaz de purificar la perla de Shikon, ella era simplemente Kagome, la mujer que amaba, su compañera de vida, su esposa.
Sus sentimientos habían madurado ese tiempo separados y aunque, aun mantenían su dinámica por el choque de personalidades que ambos poseían, estaban más que seguros de que así es como querían estar.
Elevó su mirada al cielo nocturno y sonrió.
—Te quiero, Kagome —susurró.
—Y yo a ti —la voz de Kagome, hizo que quitara la mano de los cabellos de su mujer, y bajara la mirada hacia ella, que se había movido y ahora lo observaba con su bella mirada.
—Pensé que estabas dormida... —se excusó, corriendo la mirada, se sentía sumamente abochornado de que lo hubiera tomado con la guardia baja.
—¿Y perderme esta confesión? —exclamó, llevándose ambas manos al pecho—. Eso hubiera sido un sacrilegio.
—Kagome —protestó, pero la felicidad que sentía en ese momento, solo hizo que se lanzara sobre él haciéndolo caer sobre el pasto— ¡Oye! —al verla sonreír de esa forma tan perversa, lo hacía sentir indefenso y no le gustaba esa sensación.
—¿Qué? —lo alentó a contraatacarla, pero sabía perfectamente que era la de ganar en esa ronda, adelantó un poco su cuerpo para alcanzar los labios de Inuyasha y besarlo.
Y en cuanto lo hizo, el hanyou ahora convertido en humano, giró sobre el pasto dejándola debajo de él.
—Eres de temer, mujer —gruñó, pero Kagome solo mantuvo su sonrisa en los labios sin inmutarse en lo absoluto.
—¿No me amas así? —preguntó desafiante, por lo que no le quedó más que responderle con la misma sonrisa, esa con la que se retaban e incitaban en parte iguales.
—Con mi vida —y ante esa respuesta, Kagome uso ambas manos para apegarlo a ella y que sus rostros volvieran a juntarse para unir sus labios en un beso.
Después de todo, ambos fueron descubriendo juntos las distintas formas que toman los sentimientos a lo largo de su relación y sabían perfectamente, que aún le quedaba mucho por aprender.
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Y hemos terminado este desafío.
Muchas gracias por sus favoritos, votos, por sus lecturas y comentarios.
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¡Nos leemos en otras historias!
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Aquaticwhisper
2 de Febrero 2021 – 14 de Febrero 2021
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