Las flores del invierno.

"Las flores del invierno."

Dylan no vio salir a Mar en dos días, a pesar de que intentaba no mirar la casa de huéspedes no podía evitarlo, constantemente lo hizo e incluso por las noches no podía dormir pensando en lo sucedido, por lo que esa mañana le pidió a su hermana ayudarle con la librería, tomo la decisión seria de ir a visitar a Morgan, y hablar con ella.

"¿Te gusta Mar?" -Dylan detuvo sus pasos a la salida y miro a su hermana quien acomodaba una pila de libros sobre la barra.

"¿A que se debe tu pregunta?"

"A tus acciones, a tu manera de observar hacia esa casa como si fuera a desaparecer, a tu acto de valor de subir a la montaña, a todo realmente, no me quiero entrometer, pero será difícil que ella te acepte." -Dylan lo sabia no era necesario que su hermana se lo recordara.

"¿Qué te asegura eso?"

"Hable con Calissy, me dijo que su hermana había estado actuando extraño, que inclusive suele platicar con los huéspedes y ayudar, no es mentira que a su hermana le guste hornear y cocinar pero últimamente ya no lo hace, solo se la vive en su recamara encerrada, supuse que algo había pasado entre ustedes, para que Ren la buscara nos dijo mucho."

"No paso nada Gina, solo una discusión pequeña." -Comento y salió de la librería sin dar más explicaciones.

Manejar después de unos días le dio calma, Morgan tenía un negocio en la ciudad, una floristería con viveros era muy conocida y le iba bien, manejo por una hora debido a las calles húmedas por la nieve, al llegar aparco su carro y bajo, las empleadas lo recibieron feliz y con una sonrisa.

"Buenos días, ¿Buscaba algo en particular?"

"Busco a la señorita Morgan. Me dijeron que estaría aquí el día de hoy." -La chica asintió contenta y corrió detrás del mostrador para salir por una puerta que daba al invernadero de atrás.

Dylan se giro a mirar unas gerberas y rosas, sonrió al recordar que una vez miro a Mar cuidar tanto las flores de su casa.

"Creí que no vendrías nunca, pero veo que realmente la amas."

"¿Podemos hablar en otro lado?" -Dylan miro a su alrededor a las empleadas y Morgan asintió con una sonrisa.

Le indico que lo siguiera, pasaron detrás del mostrador y entraron a la parte trasera, donde pudo ver el invernadero que Morgan tenía detrás de su local, era grande, bonito y lleno de vida. Morgan lo guio hasta una mesa, cerca de una fuente y tomaron asiento, una chica se acerco con dos cafés y galletas, los coloco sobre la mesa y los dejo solos.

"Es hermoso este lugar." -Morgan sonrió ante el comentario y se giró a mirar a su alrededor.

"Me costó mucho sacarlo adelante, Mar siempre estuvo en todo el proceso." -Dylan asintió y bebió de su café,

"Quisiera poder hablar acerca de Mar, Ren me dijo que te visitara, que tú me dirías lo que paso con ella estos años."

"Dylan, es complicado para Mar hablar de esto, por que le costo salir de ese lugar, cuando Mar se enamoró de ti realmente te quería, ella tiene algo en particular que es cuando quiere a alguien no puede mirar a nadie más. Eventualmente con él tiempo a pesar de conocerte en como eras no podía dejar de quererte, muchas veces Ren y yo le intentamos abrir los ojos. Pero como siempre no hacía caso, y entonces sucedió esos comentarios que diste sin pensar y así quiero creerlo siempre, ella tomo sus cosas y se fue una noche, no estaba bien y yo lo sabía, hablar del tema de su familia le costaba demasiado, le dolía saber lo que su padre había hecho y le dolía ver como su abuela sufría por ellas, compro un vuelo y tomo la decisión de irse lejos. Lloraba por mis llamadas, jamás la había visto tan mal, termino de estudiar y se graduó, ama ser doctora."

"Siempre supe que seria la mejor."

"Pero también un día te vuelves paciente, dejar de ser un doctor para volverte paciente de ti mismo o de alguien más. Estuvo recibiendo ayuda psicológica debido a que dejo de comer, comía a lo mucho una vez al día por que sentía que su cuerpo no era bonito, que no era perfecto, se echaba cosas en la piel para poder aclararla, dejaba de cocinar comidas que quería hacer, dejo de hornear por que los pasteles engordaban, tuve que ir a verla para poder aceptar que Mar no estaba bien, le costaba hablarme de lo que le pasaba, tenia miedo de ella misma."

"Fue mi culpa."

"No Dylan, fue suya, dejo que su mente jugara en su contra rompiéndole el corazón y permitiendo que todo eso consumiera su vida, costo mucho que volviera a ser una parte de ella misma, pero otra parte se perdió Dylan, y aunque aseguraba que estaba bien, sabia que el día que ella tomara la decisión de regresar, y el que tu estuvieras aquí iba a detonar eso que aun le costaba soltar." -Dylan asintió mientras miraba la taza de café.

"¿Te platico lo que paso?"

"No, es difícil que me platique algo, se encierra en ella misma y conserva todo ello en si misma, siente que molesta a los demás, pero Ren me platico un poco, quiero que esto se acabe Dylan, que ella regrese con esa sonrisa en su rostro que me permita esta tranquila, la conozco de muchos años, más que mi amiga es como una hermana, y aunque niegue que este bien, ambos necesitan sentarse a platicar con el corazón."

"No creo que quiera verme ahorita, no ha salido de su casa."

"Necesitas ir en son de paz, y se como vas a convencerla de salir un momento." -Morgan dijo con una sonrisa mientras se paraba y caminaba aun estante de madera, había varios ecosistemas en unos frascos de vidrios.

Morgan regreso y le dio uno mediano.

"Ella ama los ecosistemas, tiene dos en casa de su abuela que ella misma hizo conmigo, las veras en la entrada." -Dylan asintió mientras lo tomaba.

Se retiro de la floristería y subió a su carro, manejo hundido en sus pensamientos y nervioso por llegar a casa, estaciono su carro en la entrada a su librería y bajo con el obsequito, Gina lo miro desde la ventana y le sonrió, le estaba dando apoyo suponía, camino decidido por la calle a la casa de huéspedes y entro al estar frente a la puerta, Dylan miro el lugar, hermoso con la decoración, rustico y con un delicioso aroma de café con pan, Calissy estaba en la recepción detrás de un escritorio de madera, se coloco de pie al verlo y lo miro confundida.

"Bienvenido ¿Qué deseas Dylan?" -Calissy miro el ecosistema en sus manos y sonrió.

"¿Esta Mar?"

"Si, esta en la sala que da a la parte trasera, puedes encontrarla pasando el pasillo derecho, ultima puerta a mano derecha al fondo veras una puerta de cristal corrediza ahí debe de estar sentada, debe de estar tejiendo o bordando." -Dylan asintió y agradeció.

Dylan siguió las indicaciones de Calissy y como dijo, Mar estaba sentada en un sillón en una esquina bordando su costura, traía lentes y se notaba profundamente concentrada, toco la puerta y Mar desvió su mirada hacia él, asintió después de unos segundo y Dylan entro dejando sus zapatos afuera debido a que la sala era alfombrada y noto las pantuflas de Mar afuera. Cerro la puerta y se acercó con cuidado a Mar.

"Hola ¿Cómo has estado?" -Mar miro el ecosistema que puso sobre la mesita de centro y dejo su bordado aun lado para tomar el frasco.

"Es tan bonito."

"Es para ti, supe que te gustaban."

"¿Quieres hablar?"

Dylan asintió pequeño y miro como Mar se colocaba de pie de su sillón, acomodaba el ecosistema donde él lo había colocado y lo miro por un momento.

"¿Quieres café, té o leche?

"Lo que vayas a tomar tú."

Y así se acercó a una barra pequeña donde tenían ollas y cafetera con bebidas calientes para el frio. Dylan la miro, Mar era hermosa, su cuerpo era perfecto, no necesitaba un cambio, su físico era así y no debió de decir aquello jamás, su piel era clara, era hermoso su color de piel, e incluso del color que fuera ella era hermosa con todo. La observo regresar con dos tazas, Dylan miro su taza al tenerla enfrente, Té de canela y leche, sonrió y bebió un poco de este, estaba delicioso.

"¿Cómo te has sentido?"

"Más tranquila, no debí de reaccionar ese día de tal manera, en verdad lamento causar todo este problema entre nosotros."

"Quien debe de disculpase soy yo Mar, cometí errores, te critique sin conocer lo que pasabas, te discrimine y juzgue sin conocer tus luchas interiores, por mi culpa cause inseguridades que jamás debiste de tener."

"Fue mi culpa también, por que me importaron mucho esas palabras y no debió de ser así, mi mente jugo contra mi misma."

"Fue mi culpa y solo quiero que me perdones Mar por todo el daño que te cause, espere años para poder explicarte todo, de disculparme por lo mal que me porte contigo, por haberte ilusionado de esa manera y luego pisotear tus sentimientos."

"Te perdono Dylan, te perdono por todo, ya te perdoné hace mucho, pero necesitabas escucharlo para tu también estar tranquilo y sin culpa." -Dylan la miro con una ligera sonrisa, su corazón acelerado al ver la hermosa sonrisa que ella le regalaba.

"Ren tenía razón cuando dijo que nadie te merecía."

"Ren dice demasiadas cosas, amo a ese tipo." -Ambos soltaron una risa y se miraron con un brillo en sus ojos que solo ellos notaron.

"¿Hablaste con él?"

"Si, me visito, discutimos un momento, pero después me abrazo, jamás podría enojarme con ese hombre, es un amor de persona, su esposa se llevo un gran partido." -Dylan sonrió al recordar en que sí, Ren y su esposa eran tan amorosos, tan firmes en su matrimonio, eso le recordó que no se había casado en todos esos años, y el tiempo avanzaba.

"En verdad lamento que la primera persona que rompió tu corazón, haya sido alguien quien pensabas que lo cuidaría, mereces sentir amor tan pronto como llegas a esta tierra, lamento que no fueras cuida y amada como lo merecías por las personas se suponían debían de hacerlo; lamento que todos aquellos a los que has amado te hayan lastimado, todas mis historias son sobre tener miedo a ser abandonado, cuando las tuyas son sobre dejar todo atrás, así que debimos de haberlo sabido, lamento que te resulte difícil amar, siendo que siempre termina en desamor, pero deseo que seas amada algún día por la manera en que realmente lo mereces Mar. Deseando que puedas amarte también de la misma forma, no puedes hacer que todos piensen y sientan tan profundamente como tú, recuerda que sanar cuesta y cada cicatriz cuenta una historia de resiliencia, eres tan digna de todo el amor y felicidad del mundo." -Mar sonrió feliz ante sus palabras y Dylan se coloco de pie y extendió sus brazos.

Dylan jamás abrazaba a las personas, siempre intentaba no tener tanto contacto físico, pero de él había nacido abrazarla, y Mar le acepto el abrazo, se paro y lo abrazo.

"Espero que sepas que tu corazón es suficiente, eres lo suficientemente inteligente, lo suficientemente graciosa e interesante, tu sonrisa es suficiente, tu luz es suficiente y las partes tuyas con las que luchas e intentas ocultar son suficientes también, tu cuerpo es suficiente y tu piel también. Espero que aceptes que tu corazón es suficiente, eres suficiente y no tienes nada que probar." 

Mar soltó unas lágrimas, por que aquellas palabras eran una cura a su persona, a su corazón y estaba bien.

Perdieron la noción del tiempo, no supieron cuánto tiempo estuvieron abrazados, sintiendo sus corazones latir mutuamente por tenerse en ese momento, por perdonar y soltar todo el daño causado, pero más aun por que en ese abrazo juntaron todos esos pedazos de corazón rotos, sanaron y sonrieron a lo que vendría, un nuevo comienzo donde todo podría ser mejor, cada día mejor.

Ambos merecían estar en entornos donde se desarrolle su ternura y no un instinto de supervivencia. Ambos eran almas solitarias, amándose en secreto, pero el amor de los solitarios son los más auténticos y apenas lo entenderían al tenerse aun más cerca.

Dylan atesoraría ese momento toda su vida, en el que el perdón cedió, en el que su alma pudo descansar después de seis años, en el que pudo creer en que Mar era sus flores de invierno, aquellas que anhelaba que crecieran para poder admirar su belleza en invierno, eran únicas, fuertes por soportar tanto hasta que la primavera llegara para arrasar con ellas.

Y Mar se había convertido en aquello único y esencial para Dylan, no una flor. Las flores de invierno de un sentimiento único. 

J.

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