Vete ya
date la vuelta
no mires atrás
no vuelvas más...

El pequeño Eren se encontraba muy contento, ese día había sido muy bueno.

Su padre lo había llevado a la escuela, le dieron una estrella dorada por ser el primero en terminar la suma de cubos y se aventuró a trepar el gigantesco (para Eren lo era) pasamanos, logró llegar a la mitad, pero no se rendiría, al día siguiente lograría pasarlo todo.

Como siempre, a la salida lo esperaba su niñera, ese día iba a compañada de Kimi, pero notó que el cabello azul de Kimi, tenía las pintas rosadas y el cabello rosado de Sayuri, las puntas azules, parecían una perfecta combinación del cabello de ambas.

- Sayuri, Kimi, hoy fue un gran día, mi papi me trajo al trabajo, fui el primero en la suma de cubos y casi pasó todo el pasamanos gigante-

Contaba Eren a las femeninas

- eso merece un premio ¿te parece ir al parque y comer un cono enorme de helado?-

- ¡SIII!- gritó emocionado Eren para correr hacia ellas

Tomo la mano de ambas y se fueron caminando al parque cercano, mientras Sayuri cargaba con las bolsas, Kimi paseaba a Eren en en los columpios.

Después fueron por un cono de nieve cada uno y al final, regresaron a casa caminando, nada fuera de lo común, pero la mala suerte del día, era que Grisha estaba en casa.

Desde lejos, Grisha reconoció a su bello ángel, también a Sayuri, pero no reconoció a la persona de cabello azul que los acompañaba, tal vez era una amiga de Sayuri.

No había regresado al trabajo después de la plática con la maestra, pidió a Hannes que lo supliera y cualquier cosa lo llamara para una consulta. Todo el día pensó en quien era la persona que metía esas ideas a su hijo, tal vez era uno de los niños de la escuela, o un programa de televisión.

Se quebró la cabeza pensando tanto, pero cuando vio a Sayuri darle un beso a la otra chica y Eren sonreír, lo comprendió, la culpable de todo estaba en su casa, bajo el mismo techo, el mismo había sido el culpable.

Eren se acercó corriendo a abrazar a su padre

- papi, mira me dieron una estrella dorada y casi pasé el pasamanos y Sayuri y Kimi me llevaron por un helado-

- Eren, entra a la casa-

- si papi, vamos Sayu...-

- no hijo, primero debo tratar unos asuntos con Sayuri en mi despacho, ve a tu cuarto, después iré-

- está bien papi- dijo Eren entrando a la casa

- bueno, entonces yo también me voy, nos vemos corazón- dijo Kimi dándole un beso a su novia

Grisha contenía las ganas de gritar, pero era un hombre civilizado, esperaría el momento para actuar de manera adecuada.

Sayuri siguió a su jefe, pensando que quería hablar de alguna actividad de la escuela, pero se sorprendió que al entrar Grisha pronunció unas secas palabras

- quiero que te vayas, tienes quince minutos para tomar tus cosas e irte, te mandaré un cheque con tu sueldo y te compensaré con tres meses de sueldo por el tiempo trabajado-

La forma tan fría con la que Grisha le habló, fue más impáctate que ser despedida

- pero señor ¿que hice mal?-

- quieres saberlo, pues bien, te lo diré, le metiste ideas a mi hijo de que la homosexualidad es algo normal, confundiste a mi pequeño, él piensa que yo también puedo andar con hombres, expusiste a mi hijo a tu relación lesbiana y ahora su maestra puede pensar que es un niño raro, eso has causado-

- señor, no tengo la culpa del pensamiento retrograda de las personas, usted debe-

Al escuchar eso, Grisha se acercó de manera amenazante.

- debo, debo, sabes que debo hacer, sacarte de inmediato de esta casa antes de que mi hijo sea corrompido por ti, tienes quince minutos y ni un segundo más-

Grisha salió, dejando a Sayuri llorando, desecha por saber que no volvería a ver a Eren.

- papi ¿donde está Sayuri?- preguntó Eren acercándose a su progenitor

- ella está ocupada por el momento, Eren, mi ángel, debo preguntarte algo-

- dime papi-

- ¿porque me dibujaste con un hombre y una mujer en el dibujo del colegio?-

- por que papi puede amar a mami, pero Sayuri dice que el amor no distingue y tal vez a ti te pueda gustar un hombre-

Grisha prefirió callar, su hijo era inocente de la maldad y perversión del mundo.

Quince minutos después, Sayuri salía del cuarto que había ocupado, intentó ser sigilosa al salir, pero Eren alcanzó a verla

- Sayuri ¿a donde vas, porque llevas tus maletas?-

Eren comenzó a sollozar al ver a Sayuri irse sin hablarle

- Sayuri no te vayas-

Eren intentó correr detrás de ella, pero su padre lo retuvo, ese día entre lágrimas y gritos, Sayuri salió de la mansión Jaeger, las lágrimas de Eren, la hacían sufrir demasiado, sin imaginar que esas serían las primeras, de muchas lágrimas, que derramaría Eren en su vida...

Espero les guste

Los kiere y ama inukagban

Rakel 😘😘😘😘😘