Su vínculo era tan suave, sin embargo, rechinaba y bien podría haber sido tan fuerte como el fuego del infierno.

Frost los odiaba por eso. Con mucho gusto había dejado a LK1V1 morir por su existencia junto con solidificar aún más su posición entre el Lin Kuei.

El hecho de que LK1V1 se volviera prácticamente mudo había sido una ventaja.

Por supuesto, Noob Saibot tuvo que tener el descaro de sobrevivir.

El vínculo se vuelve aún más insoportablemente tierno cuando el espectro regresa, mientras se materializa de entre la arena tras ser traído del tiempo exacto de segundos antes de su muerte, encaja en su lugar como si nunca hubiera desaparecido. El único indicio visible que LK1V1 retrata a su regreso es que se relaja un poco, es tan sutil que, para decirlo, tendrías que estar justo al lado de él y prestar demasiada atención para poder notar que su posición es ligeramente más relajada.

Para Noob Saibot, su mirada encuentra a LK1V1 primero, antes de centrarse en la Gran Maestra o en la Titan.

Todo sucede en un nanosegundo, pero para Frost, dura eones. No solo tiene que presenciar su... Exhibición, sino sentirla.

Es tan repugnantemente dulce y gentil cuando se restablece la conexión. Hay un estallido de júbilo, alivio y finalmente una calidez. Se necesita toda la fuerza de Xiuying para no estar enferma. Todo es tan blando, se siente como se ven los humanos.

A pesar de los mejores esfuerzos de Frost, se estremece ante lo completamente patéticos que son los dos guerreros. Por lo completamente transparente que es su adoración el uno por el otro.