Fue un día que amaneció extraño para Bridgette, teniendo el simple anhelo de ver a su contraparte.

Solo verlo, sin remordimientos, rencores, miedos, inseguridades ni expectativas.

Solo verlo a él por lo que era para ella, tanto su gato tonto cómo su serio amigo.

Solo él, solo Felix, solo Chat Noir, solo su compañero con el que tantas aventuras había vivido de diferentes formas ya fuese con o sin una máscara.

Se sentía liberada, como cuando el dolor se calma después de llorar, cuando al contar las penas uno se siente más ligero, como terminar agotada pero satisfecha por los resultados del sacrificio hecho.

Recordaba el olor de la lluvia, el rojo de las rosas, el viento en la cara y la satisfacción de un trabajo bien hecho.

No quería más que tenerlo una vez más a su lado como siempre, cuidándose mutuamente la espalda y siendo soporte del otro cuando flaqueaba.

Porque una vez dicha la verdad, derramadas las lágrimas y superado los miedos, todo lo que quedaba era simplemente seguir adelante juntos como siempre lo hacían.

Su unión no era algo que pudiese simplemente separarse.

Fue una mañana que empezó diferente para Felix, teniendo solo el deseo de pensar en su contraparte.

Solo pensar en ella, sin miedo, errores, culpa, vergüenza ni dolor.

Solo imaginarla a ella por lo que significaba para él, su adorada lady y su querida amiga.

Solo ella, solo Bridgette y solo Ladybug, la increíble chica que haya estado a su lado en las buenas y en las malas, con quien sabía que podía contar para lo que fuera.

Se sentía tranquilo y ligero, como después de gritar se enfría la ira, cuando al confesar un error uno se siente más ligero, como la paz que llega al saberse perdonado por algo que ya pasó.

Miraba hacia atrás con unos nuevos ojos, viendo sus errores y riendo de ellos, como una vieja anécdota vergonzosa que uno comparte para reír de si mismo con amigos una vez que ya todo terminó.

No buscaba otra cosa más que empezar de nuevo pero aprendiendo del pasado, como un artista busca una nueva hoja en blanco pero recuerda donde se equivocó en el anterior boceto.

Porque una vez que la culpa es admitida, los errores reconocidos y el perdón aceptado, todo lo que queda es simplemente tomar la nueva oportunidad y seguir adelante.

Su unión no era algo que pudiese simplemente separarse.

Su historia no era perfecta, y aunque no la cambiarían por nada les sería imposible negar la imperfección de esta.

Pero ya todo había terminado, o al menos las aventuras de la Mini Amenza y su Gato Gruñón se habían acabado.

Cuando todo pasó no tuvieron tiempo para detenerse a hablar o discutir lo ocurrido, no había tiempo para un gato enamorado y su sincero arrepentimiento cuando Paris enfrentaba la mayor amenaza hasta el momento, no había oportunidad para un chica enamorada y su confusión cuando la vida de una mujer inocente y amada estaba a punto de ser tomada por un broche de ave.

Pero ya no había amenazas para Paris y la vida de esa mujer estaba a salvo.

Entonces si había tiempo para ellos. Había tiempo pero ninguno estaba en condiciones de hablar y recibir más de eso.

Los dos enfrentaban grandes cambios en sus vidas como para agregar más drama a sus asuntos.

No solo ambos se habían separado de sus Kwamis, sino que debían regresar a sus vidas de civiles como si nada hubiese ocurrido.

Bridgette ya no tenía a nadie en casa con quien poder compartir sus experiencias e inquietudes, ya ni siquiera era la misma niña de antes y no tenía modo de transmitirlo a sus preocupados padres.

Felix si bien tenía a alguien que conocía lo ocurrido con su vida de héroe no podía decir que estuviese cómodo con eso, ahora debía sentarse a la mesa sabiendo que quien estaba a su lado había sido su enemigo jurado que había tratado de matarlo en varias ocasiones, su relación con su familia ya nunca volvería a ser la de antes tampoco.

Era tan difícil volver a empezar, actuar como si sus experiencias nunca hubiesen ocurrido, pretender que todo era normal y nada estaba mal con ellos.

Pero poco a poco lo iban superando, a paso lento pero seguro. Buscándose el uno al otro, persiguiéndose mutuamente como el sol y la luna, tan lejos y tan cerca, moviéndose como en una esquiva danza.

Bridgette finalmente supo de la maldición que había impulsado en un inicio a Chat Noir a obtener un beso de Ladybug.

Felix escuchó la historia completa tras los sentimientos de Bridgette hacia él tanto como civil como Chat Noir.

Bridgette conoció mejor a la familia de Felix e incluso llegó a tomarle cariño y admiración a quien en algún momento fue su peor enemigo.

Felix se acercó más a la familia de Bridgette y también formó un mejor lazo con el portador de la tortuga y su aliada.

Pero en un inicio Bridgette se sintió traicionada al saber la verdad que escondía Chat Noir, Felix se sorprendió algo incómodo al oír cómo fue el desarrollo de las emociones de ella, Bridgette tuvo sus roces y tensiones con la familia de Felix y le fue muy difícil acostumbrarse a su antiguo enemigo, Felix tuvo problemas para sentirse cómodo con la familia de Bridgette y tuvo muchos desacuerdos con el portador de la tortuga.

Y aunque pudiesen tener sus choques y dificultades siempre pudieron seguir adelante.

Buscándose y alejándose, empujando y tirando, cediendo y persistiendo, callando y expresando, guardando y soltando, como en una danza que solo ellos bailaban.

Su unión no era algo que simplemente pudiese separarse.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Y llegamos al final gente bonita!! Muchas gracias por leer hasta aquí y acompañarme en esta serie de relatos!!

Espero de todo corazón que lo hayan disfrutado!!

Estén atentos a mis nuevas publicaciones hoy!!

Nos vemos pronto!