26: Sin Kwamis
Había varias diferencias entre los Miraculous y los Prodigios.
Los primeros eran joyas mágicas que cualquier persona podría utilizar con tan solo colocárselas y a su vez podría dejar de estar en contacto sin mayor consecuencia que la propia influencia de los momentos vividos gracias a la experiencia de la transformación.
En cambio para los Prodigios había una serie de requisitos para poder utilizarlos sin ser dañado por el poder de estos, y aún así tenían toda clase de efectos secundarios para sus portadores, quienes una vez que entraban en contacto con la reliquia y aceptaban un pacto con esta para convertirse en su portador, estaban conectados a su joya de alguna u otra manera por el resto de sus vidas.
Incluso existían numerosos casos en los que personas básicamente nacían conectadas a uno o más Prodigios.
Y uno no podía volverse portador de un Prodigio en cualquier momento de su vida, se debía tener cierto grado de madurez para poder entrar en contacto con una de esas joyas sin sufrir efectos secundarios que pudieran ser dañinos.
Aunque también había ciertas excepciones en las que el Kwami de un Prodigio podía reaccionar y controlar su poder para "educar" a su portador e impulsarlo a llegar a esa madurez requerida.
Por ejemplo, el caso más común era el de los gatos negros, donde Plagg maldecía a sus portadores con diversas maldiciones de mala suerte hasta que madurasen lo suficiente como para ser buenos gatos negros. Ya sea dandole mala suerte al portador en si o hacer que le de mala suerte a quienes le rodean, hasta que desarrolle cierto nivel de madurez o cumpla cierta misión que le hará madurar en el proceso.
No se debía confundir madurez para ser un portador de Prodigio con una madurez propia del desarrollo humano, aunque estas podían estar relacionadas hasta cierto punto.
Continuando con el ejemplo de los gatos negros, lo que Plagg necesitaba era que sus portadores tuviesen el instinto cazador de un felino y suficiente control sobre sí mismos para no terminar sucumbiendo ante el caos de su propio poder. Pero por otro lado no le interesaba en lo más mínimo que sus portadores madurasen en otros aspectos humanos siempre y cuando fuesen buenos portadores de su anillo.
Pero había una gran desventaja para los Kwamis al momento de poder guiar a los portadores de sus Prodigios: los Kwamis no podían permanecer mucho tiempo separados de sus reliquias, básicamente apenas salían de estas para interactuar con los humanos.
¿Cómo iban los pequeños dioses a entablar un lazo con sus humanos y cumplir su papel como guías de estos si apenas interactuaban entre con estos en muy pocas ocasiones?
Ese había sido uno de los principales argumentos al momento de crear los Miraculous como nuevos y mejorados Prodigios, sin contar el hecho de que muy pocas personas podían ser portadores sin sufrir grandes consecuencias.
Mientras que una rama de la humanidad se centró en cómo crear los Miraculous para remplazar a los Prodigios, otra parte se dedicó a buscar como solucionar este problema de falta de guía para los portadores de los Prodigios.
Fue entonces que surgió la orden de los guardianes de los Prodigios, quienes se ocuparían no solo de asegurarse de que las reliquias no cayeran en manos equivocadas sino que también harían de guía y ayuda para los portadores de estas.
La orden de los guardianes de los Prodigios, también conocida como la orden de las Primeras Reliquias, fue mucho más reducida en miembros en comparación con lo que fue después la orden de los guardianes de los Miraculous, pero lo por esto fue inferior en ningún aspecto.
Gracias al esfuerzo y dedicación de los miembros de la orden, los portadores de los Prodigios no solo recibieron la guía, entrenamiento y apoyo que tanto necesitaban, sino que también pudieron agregar una habilidad nueva que surgía al transformarse con un Prodigio por primera vez: el instinto de las memorias pasadas.
Esta habilidad consistía, a grandes rasgos, en que un portador novato cuando entrase en contacto con su Prodigio y se transformase, instintivamente tendría hasta cierto grado de conocimiento sobre la naturaleza de su reliquia y el funcionamiento de esta.
El conocimiento otorgado por el instinto de las memorias pasadas podía variar en varios aspectos según el portador y su situación, pero normalmente incluía como base mínima una idea de sus poderes y habilidades junto con algún dato adicional que podría relacionarse con su misión encomendada en caso de tener una en específico (como la forma de derrotar a cierto tipo de enemigo, por ejemplo).
De cualquier forma, no por esto los Kwamis dejaron de interactuar con sus portadores, ya que si bien eran limitadas las ocasiones en las que se reunían con ellos en comparación con los Miraculous, buscaban aprovechar al máximo el tiempo que estuviesen con ellos.
Por no mencionar que los Kwamis, desde el interior de sus respectivos Prodigios, podían percibir lo que ocurría con sus portadores aunque no pudiesen materializarse fuera de su reliquia por mucho tiempo.
Tal vez los portadores de los Prodigios no podían interactuar tanto con los pequeños dioses, pero nadie podía decir que por eso estaban abandonados o separados de ellos.
Ellos eran portadores y sus protegidos a pesar de todo, son o sin su presencia física, seguían unidos a sus Kwamis.
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Lo sé, lo sé, otro aburrido capítulo de teoría sobre cómo funcionarían los Prodigios en diferencia de los Miraculous, espero no haberlo aburrido demasiado...
En mi defensa, por aburrida que pueda parecer esta información, será de vital importancia para que puedan entender mejor el funcionamiento de los Prodigios como parte de mi proyecto no tan secreto.
Espero de todo corazón que hayan disfrutado al menos de conocer un poco más sobre mis ideas locas para la lógica de los Prodigios, prometo esforzarme para no hacer esta clase de capítulos demasiado tediosos.
En fin, este escrito va dedicado a mi dulce IceCream/MiravelMair. Ojalá te guste mi pequeño regalo Lu!! Gracias por todo tu apoyo y cariño!!
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