Los Quantic Kids eran sin duda el mejor (y único) equipo de héroes en Paris.

A pesar de que la mayoría de ellos solo aparecía en limitadas ocasiones para ayudar al dúo principal de los portadores de la buena y mala suerte, a medida que pasaban tiempo juntos su relación iba creciendo de una manera que ninguno de ellos podía terminar de explicar.

Eran más que compañeros de equipo, los Quantic Kids eran amigos.

Y ahí se encontraba el grupo de amigos parisinos más cuántico de todos (característica atribuida gracias a los juegos de palabras de Chat Noir), con sus cinco miembros recostados en la cima del Arco de Triunfo después de una larga y exhaustiva patrulla nocturna.

— Oigan, estaba pensando... — empezó diciendo Melodie pensativa, obteniendo la atención de los demás. — ¿Cómo es que nos escogieron para ser sus compañeros heroicos? — preguntó mirando al cielo, apreciando las pocas estrellas que se podían ver gracias a las luces de la ciudad.

Mercury y Kid Mime miraron a Ladybug y Chat Noir a la espera de una respuesta, esa había sido una buena pregunta.

Los portadores de la suerte sonrieron ligeramente antes de que Ladybug respondiera.

— Nosotros no los escogimos sino el guardián de los Prodigios, nos ha dicho que elección, tanto de ustedes como nosotros, fue diferente y especial. — dijo sonriendo mirando a sus amigos. — Pero lo que tomó en cuenta principalmente para todos fue un buen corazón, valentía, deseo de ayudar a los demás... —

— Y claro, que fuesen personas dignas de confianza. — terminó la frase Chat Noir, sonriente al recordar cuando él y Ladybug habían conocido a sus compañeros y trabajado con ellos por primera vez.

— ¿Puedo comentarles algo que se me ocurrió? — preguntó educada Melodie al terminar de oír la respuesta.

— Por supuesto Mel, te escuchamos. — contestó Kid Mime sin abandonar su posición recostado.

— Se me ocurrió que tal vez... — empezó diciendo la heroína musical. — Solo pensaba, creo que conozco a alguien que sería genial para estar en nuestro equipo. — comentó pensativa.

— ¿En serio? ¿Quién? — preguntó curioso Mercury.

— Una chica maravillosa, su nombre es Bridgette Cheng. — dijo finalmente, obteniendo reacciones diferentes de cada uno de sus amigos.

Si Ladybug hubiese estado comiendo o bebiendo algo en ese momento se habría atragantado.

Chat Noir pareció estremecerse y erizarse como todo un gato ante una idea desagradable, aunque al momento pareció pensárselo.

Mercury solo mostró una expresión de sorpresa más que cualquier otra cosa.

Y Kid Mime, pues él solo saltó emocionado como si acabase de oír que lloverían caramelos al día siguiente.

— ¡Eres una genia Melodie! — la felicitó abrazándola emocionado — ¿Cómo no se nos ocurrió antes? ¡Bridgette es perfecta para ser una heroína de nuestro equipo! — gritó contento.

— En realidad tienen razón, Bridgette sería una estupenda miembro de los Quantic Kids. — comentó Mercury sonriendo. — ¿Verdad Ladybug? — preguntó mirando a la nerviosa heroína moteada.

— ¿Qué-é? — balbuceo nerviosa. — ¿Qué les hace pensar eso? Bridgette no sería tan buena heroína. — dijo rápidamente, obteniendo la atención de sus compañeros.

— ¿De qué estás hablando Ladybug? ¡Bridgette es asombrosa! ¡Tiene un corazón de oro! — exclamó con emoción Kid Mime.

Ladybug solo podía sonreír con una mueca y reír nerviosamente.

— ¿Tú que dices Chat Noir? — preguntó Mercury al héroe felino que se había mantenido en silencio.

El rubio pareció sobresaltarse un poco al ser sacado de sus pensamientos, pero rápidamente se recompuso con una sonrisa felina colocándose junto a Ladybug.

— Creo saber lo que ocurre aquí, mi Lady. — dijo sonriente y poniendo aún más nerviosa a la heroína.

— ¿A-Ah sí? — pregunto Ladybug al borde de un ataque de nervios ¡Su identidad estaba en grave peligro!

— Aja. — contestó divertido el héroe vestido de negro. — Y créeme que entiendo cómo te sientes, yo habría reaccionado igual hace un tiempo. — dijo sin perder su sonrisa gatuna que a la vez tenía un toque de comprensión.

— ¿De qué estás hablando Chat? — preguntó Melodie sin entender la conversación de los portadores.

— Elemental mi querida Melodie, el problema de Ladybug es algo completamente comprensible. — empezó diciendo el héroe felino, captando la atención de todos. — Tengan en cuenta que salvar París no es un concurso de popularidad, no podemos escoger a un héroe solo porque sea simpático y agradable, debe ser capaz de proteger la ciudad y sus habitantes. Nuestro trabajo como héroes no puede estar centrado en sentimentalismos, debemos pensar con la cabeza fría y buscar lo mejor para la ciudad ¿Me siguen hasta aquí? — preguntó para asegurarse de que todos le estuviesen entendiendo correctamente.

Ladybug casi podía suspirar de alivio, su gato tonto sin saberlo le estaba dando la excusa perfecta para salvar su identidad de ese aprieto.

Los otros tres héroes no parecían del todo contentos, pero entendían a lo que los héroes principales se referían y debían aceptar que tenían un buen punto a su favor con el que no podían discutir.

Bueno, tal vez sí.

— Pero podríamos necesitar más ayuda en alguna ocasión. Tal vez un akuma muy fuerte o cuando vuelva a atacar Le Paon. — argumentó tercamente Melodie.

— A eso es a lo que voy Mel-Mel. — respondió Chat Noir, girándose para hablar con Ladybug. — Mi Lady, entiendo tu preocupación respecto a Bridgette, a mí tampoco me dio una buena impresión en un principio. — dijo compresivo colocando su mano sobre el hombro de su amada.

— ¿Qué? — fue lo único que salió de los labios de la portadora de la buena suerte, cuyo ceño comenzaba a fruncirse con molestia ¿Qué estaba insinuando ahora ese gato tonto?

— No te sientas mal Bogaboo, es algo totalmente comprensible. — dijo Chat Noir antes de continuar hablando bajo la mirada antenta de sus compañeros. — Bridgette es ruidosa, impulsiva, irritante, la mayoría de sus pensamientos parecen girar en torno a ese chico Agreste cuyo nombre siempre olvido, por no mencionar que es ridículamente torpe. — enumeró los defectos de la candidata, sin notar que a medida que hablaba la expresión de Ladybug se mostraba cada vez más enojada y a punto de colgarlo de la Torre Eiffel.

— ¡Oye! ¡No hables así de Brid! — saltó ofendido Kid Mime seguido de una molesta Melodie.

— ¡No interrumpas, payaso de circo! ¡Estoy hablando con mi Lady y se supone que los Mimos son mudos! ¡Déjame terminar de hablar! — reclamó gritando cómicamente el rubio. — Como te decía mi Lady, Bridgette tiene muchos, bastantes, defectos que entiendo que te preocupen al momento de escogerla para ayudarnos a salvar Paris. Pero si le das una oportunidad podrás ver no es tan mala como parece al principio. — dijo sonriente sorprendiendo a la heroína moteada.

— Chat Noir tiene razón, Bridgette puede no ser perfecta pero ella siempre está tratando de ayudar a los demás. — afirmó contento Mercury.

— ¡Es cierto! ¡También es muy valiente y amable! — dijo sonriente Kid Mime.

— Incluso la apodaron en su clase como la "Ladybug de la vida cotidiana" — contó feliz Melodie.

Ladybug solo pudo mirar sorprendida a su equipo, que sin saberlo no paraban de halagarla, cada quien a su manera, en un intento de incluirla como parte del grupo de héroes.

Tenía unos amigos maravillosos, fuese cuál fuese la identidad que usase ellos siempre la apoyarían.

Una sonrisa se formó en sus labios antes de limpiar una lagrima traicionera e ir a calmar a Chat y Mime, que en cualquier momento empezarían otra pelea entre un gato negro y un mimo pese a los nulos intentos de Mercury y Melodie por pararlos a pesar de unirse ellos también a la discusión.

Sin duda tenía un extraño y maravilloso equipo de amigos.

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Historia inspirada en un cómic que vi hace ya un buen tiempo pero que no logro encontrar otra vez para poder ponerlo aquí....

En fin, este relato va dedicado a toda la gente bonita de Spots On Claws Out! ¡Muchas gracias por todo!

Próxima actualización en unos minutos, se hacerla una pequeña "saga" de historias relacionadas entre sí.