17: Cambio
— ¡Mío! — chilló molesta una bebé de cabellos rubios agitando enojada sus bracitos para llamar la atención de sus padres. — ¡Papá mío! — volvió a gritar con fuerza hacia donde su madre y padre interrumpían el abrazo que se daban para voltear a mirarla. — ¡Papá mío! — gritó más fuerte con su pequeño ceño fruncido.
Bridgette y Felix rieron ante la actitud de su hija, tan pequeña y ya era toda una princesa del drama.
— ¿Qué pasa mi pequeña Lady? ¿Quieres que papá te dé más atención? — Preguntó divertido Felix tomándola en brazos.
Angélique solo abrazó posesiva a su padre apenas estuvo en sus brazos, cerrando contenta sus ojitos al sentir el suave ronroneo de Felix al abrazarla contra su pecho.
Bridgette sonrió ante la escena, su familia era todo un caso.
— ¿Brid? ¿Felix? — preguntó Adrien entrando a la habitación en busca de la pareja, sonriendo al ver a su primo arrullando a su sobrina. — La comida ya está lista. Padre pidió que nos demos prisa, debe volver pronto a trabajar. — explicó brevemente.
— Ahora vamos Adrien ¿Quieres ayudarme con la comida de Angélique? — ofreció la mujer, sabiendo cuanto adoraba el Agreste menor pasar tiempo con su pequeña.
— Por supuesto Brid. — respondió animado el joven de ojos verdes comenzando a caminar sonriente con su cuñada.
— ¡Mía! — un fuerte grito infantil interrumpió la escena, Adrien y Bridgette voltearon a ver a la bebé, quien en brazos de un sorprendido Felix los miraba molesta. — ¡Mamá mía! ¡Mía! — volvió a reclamar enojada ante las miradas de su familia.
Una vez terminada la comida, Adrien daba pequeñas cucharadas de flan a la niña, mientras que Bridgette se dedicaba a indicarle la forma correcta de hacerlo y a su vez intentaba consolar a un dramático Felix aun dolido por lo rápido que su hija lo había abandonado y cambiado por alguien más (aunque ese "alguien mas" fuese Bridgette). Gabriel por su parte, degustaba una copa de vino mirando extrañado el comportamiento de su sobrino.
Una comida normal en esa anormal familia.
— Padre. — llamó Adrien intentando iniciar conversación con su progenitor sin dejar de cuidar a su sobrina. — ¿Cómo va tu nueva colección de ropa? — preguntó amable.
— Bastante bien, ya casi está terminada la colección para la próxima pasarela. — contestó Gabriel intentando no sonar demasiado cortante. — También estoy trabajando en una colección especial para Angélique, ya que al parecer le gustaron mucho los otros vestidos que le hice. — siguió diciendo un poco más relajado. — Felix, Bridgette, necesitaré que Angélique venga conmigo más tarde para probarle los nuevos diseños que tengo para ella. — dijo mirando a la pareja.
— Eres muy amable Gabriel, pero no quisiéramos quitarte tanto tiempo de tu trabajo. — dijo Bridgette algo nerviosa, no solo por el hecho de que el diseñador hiciese una colección exclusiva para su hija, sino porque ya estarían malcriándola demasiado.
Es decir ¿Cuántas niñas visten prendas de diseñador hechas personalmente y a medida antes de siquiera aprender a hablar bien? Y no se trataba solo de uno o dos vestidos, ya tenía al menos media docena sin siquiera contar en los que Gabriel estaría aun trabajando.
Amaba a la familia de su marido y de verdad apreciaba los gestos de esta para con su hija, pero lo que menos quería era criar a una futura mini Bourgeois.
— Insisto en que no es ninguna molestia. — contestó el diseñador. — ¿Tú qué opinas Felix? — preguntó a su sobrino, pero este seguía sumergido en sus pensamientos y murmurando algo sobre rechazos de "Ladies" y que su suerte no cambiaba a pesar de los años.
— Felix apenas has tocado la comida ¿Te sientes bien? — preguntó algo preocupado Adrien. — Tal vez deberíamos llamar a un doctor, padre. — comentó intranquilo a su progenitor, quien dirigió una mirada con cierta preocupación a su sobrino.
— No se preocupen, suele ser algo exagerado con los asuntos de ser padre. — quiso tranquilizarlos Bridgette, conociendo bien las reacciones dramáticas del gato tonto con el que se había casado. Casi podía verle orejas gachas y una cola desanimada mientras "maullaba" cosas sin sentido, tal como cuando solía rechazarlo en su juventud, había cosas que nunca cambiaban.
— Felix déjate de dramas, no puedes hacer berrinches por tonterías. Las cosas han cambiado desde que eras un niño, debes darle el ejemplo a tu hija ahora que eres padre. — regañó el diseñador.
— No seas tan duro con él, padre. — pidió Adrien queriendo defender a su primo.
— Adrien no me cuestiones, soy tu padre. — corrigió cortante el Agreste mayor.
— Tío por favor, no es necesario que seas tan estricto. Podrías intentar ser menos frío como padre. — Felix salió de su ensoñación y saltó en defensa del menor.
— ¿Ahora tú vas a darme lecciones a mí de cómo ser padre? — contestó el mayor comenzando a irritarse.
La tensión era cada vez mayor en la mesa, ambos hombres se miraban desafiantes a punto de comenzar otra discusión.
— ¡Pade! — hasta que un infantil grito lleno de emoción cortó la escena, atrayendo todas las miradas sobre su emisora. — ¡Pade! — volvió a exclamar con alegría Angélique, orgullosa de aprender otra palabra.
Al parecer, como todos habían repetido tanto esa palabra, la niña que los oía también había querido decirla.
— ¿Acaba de decir "padre"? — preguntó sorprendido Adrien a nadie en específico.
Bridgette le sonrió asintiendo como respuesta, feliz de que su hija aprendiese una nueva palabra. Aunque para no quedar en desventaja, más tarde le enseñaría a decir "madre" también.
Felix miraba conmovido a su pequeña princesita ¡Su adorada y pequeña Lady había dicho "padre"! ¡No podría estar más feliz!
— ¡Oh mi pequeño y dulce ángel! ¡Ven a los brazos de tu padre! — exclamó emocionado queriendo cargar a su hija.
Angélique sonrió mientras Felix la abrazaba contento, le encantaba celebrar cuando aprendía una nueva palabra.
— ¡Pade! — volvió a decir con orgullo, para aumento de la sonrisa de su progenitor.
— Si mi princesa, aquí está tu padre. — respondió Felix emocionado.
— ¡Papá! — llamó contenta la pequeña mientras aun recibía mimos. — ¡Pade! — señaló orgullosa a quien se refería con su nueva palabra.
Toda la emoción y felicidad que Felix había experimentado con la nueva palabra de su hija se esfumó en un instante al ver a quien su pequeña Lady llamaba "padre".
Bridgette y Adrien miraban atónitos a quien señalaba la bebé, no sabiendo cómo reaccionar ante lo que ocurría.
Gabriel parpadeó confundido cuando Angélique, a quien ya consideraba como una nieta, lo señaló emocionada.
— ¡Pade! — volvió a gritar emocionada la bebé, tendiéndole sus bracitos al diseñador para que la cargase.
Aun algo confundido, Gabriel tomó en brazos a la niña bajo la atónita mirada de Felix, quien aún seguía paralizado y en shock sin poder reaccionar, demasiado abatido por el repentino cambio de emociones que le había producido su hija al decir tal palabra.
Bridgette solo pudo sonreír algo abochornada, la suerte de su gato tonto nunca cambiaría.
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¡Taran! ¡Historia dedicada con infinito cariño a la fabulosa y querida Juu! Espero de todo corazón que te guste.
Originalmente esta historia iba unida a la anterior y se centraba en los celos de Angélique continuando con la idea de que era algo propio de su familia, pero al final decidí cambiarla (gracias Lord! Eres el mejor y en verdad agradezco tus consejos)
¡Nos vemos gente bonita en la siguiente actualización!
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