Desde que tenía memoria, su vida siempre había sido un constante cambio.

Ya fuese por las constantes mudanzas y viajes a causa de los empleos de sus padres, las personas que llegaban a su vida y se marchaban sin pena ni gloria, sus cambiantes gustos y actividades al no encontrar algo que realmente le apasionase, o simplemente el variado menú al que se sometía gracias a la curiosidad de su madre para explorar nuevas recetas.

Aunque si lo pensaba mejor si había algo en su vida que nunca cambiaba ni cambiaría: sus recuerdos.

Cada momento atesorado en lo más profundo de su ser, nada podría cambiar ni arrebatarle esos tesoros del pasado.

Desde sus viejos álbumes de fotos, llenos de garabatos infantiles y demasiados brillos que llegaban a cubrir incluso varías de las imágenes, hasta esos momentos que solo estaban guardados en su mente, cuyo único guardián y testigo era su memoria.

Y ahora, después de tantos años, por fin regresaría a Paris, esta vez con la promesa de sus padres de permanecer más tiempo allí.

La ciudad del amor y de la luz, la ciudad de sus más bellos recuerdos.

Fue allí que aprendió a leer y escribir, donde perdió sus primeros dientes, en esa ciudad había quitado las rueditas de su bicicleta, era aquel lugar el que había recorrido emocionada con su primer cámara desechable en mano tomando fotos borrosas de todo lo que se cruzase en su camino.

Y lo más importante, en Paris había conocido a su mejor y más valioso amigo, aquel con el que siempre había permanecido en contacto a pesar del tiempo y la distancia, el único que no le había olvidado a pesar de todo.

La emoción le llenaba al pensar que por fin regresaría a esa ciudad de recuerdos, a revivir los viejos y crear nuevos.

Había tanto para recordar y tanto nuevo por descubrir. Y no tenía la menor duda de que las nuevas memorias que construyese allí serían de lo más maravillosas.

Es decir, la última vez que había estado en Paris no había superhéroes. Y no eran superhéroes cualquiera, afirmaba con todo su ser que Ladybug y Chat Noir eran la mejor y más emocionante pareja de héroes que el mundo hubiese visto.

¡Y tenía pensado ser la primera persona en demostrarlo!

Tal vez también podría dedicarse a descubrir sus identidades secretas si le sobrase tiempo, pero su prioridad sería probar el amor de esos dos héroes.

Incluso podría dedicarse a buscarle una novia a su querido y algo arisco amigo de la infancia, aun si a Felix no le gustaba del todo la idea de ser emparejado.

Como decía su lema de vida (el cual le gustaría tener escrito en una camiseta) : "Shipeo, luego existo".

El aviso de la azafata le sacó de sus pensamientos, el avión en el que viajaba estaba a punto de aterrizar en Paris.

Con emoción miró una vez más por la ventana, había llegado el momento de crear sus mejores recuerdos.

Bajó emocionada al aeropuerto una vez aterrizaron, con sus característicos lentes de sol sobre su cabeza y su blusa rosa favorita puesta, sonrió contenta de estar allí.

Prepárate Paris, la fabulosa Claudia Césaire ha regresado.

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Historia dedicada a @MysteriousHeartQueen

Muchas gracias Mysti por escuchar y compartir conmigo ideas locas sobre estos personajes, espero que te guste mi pequeño regalo.

Y un agradecimiento especial a @JuuMLB y ArkeielRake , quienes ayudaron sin saberlo a inspirar mi propio diseño de este personaje.