El joven rubio tenía dos personalidades, una para su forma civil y otra para la heroica.

Como Felix tenía una conducta impecable y digna del heredero de los Agreste, era serio, frío, maduro y elegante. Todo un joven recatado y respetable que presumía con orgullo el porte característico de su familia.

Aunque admitía que en ocasiones su comportamiento social dejaba mucho que desear debido a su falta de tacto con las personas, no por eso pasaba a ser catalogado como un niño rico, malcriado y caprichoso que menospreciase a la gente solo por su dinero, como solían ser la mayoría de los demás jóvenes nacidos en clase alta.

Y si había aspectos suyos que siempre enorgullecían a su padre eran sin duda la gran astucia, serenidad, inteligencia y cautela que poseía incluso desde temprana edad.

Felix era, en resumen, un serio joven merecedor de portar con orgullo el título de perfecto heredero Agreste.

Pero hablar de Chat Noir era una historia totalmente distinta.

La conducta del héroe felino de París era sumamente diferente a la de su alter ego, como Chat Noir era mucho más amigable, juguetón, coqueto y relajado. Todo lo contrario a su otra identidad, podría decirse que era su opuesto.

Como héroe, él era alguien con una conducta mucho más despreocupada, defensor de la justicia que no dudaba en saltar de frente hacia el peligro de ser necesario.

Seguía sintiéndose diferente a los demás en ambas identidades, pero con su máscara puesta era como si todo el mundo estuviese en su contra y él aun así tuviese el poder para enfrentar y vencer todo lo que se cruzase en su camino.

A veces se preguntaba si esa habría su personalidad si no hubiese sido criado como un Agreste.

Pero aunque sonase irónico y algo ridículo, se llevaba bastante mal consigo mismo.

Porque a Felix no le gustaba ser Chat Noir, era como insultar todos los principios en los que había sido educado al actuar de una manera tan... impropia de un Agreste.

Porque a Chat Noir no le gustaba ser Felix, tener por único propósito complacer a su padre y ser un insoportable niñato que ni sabía entablar una conversación con alguien de su edad.

Porque ambos odiaban verse reflejados en el otro y que este les reprochara lo que eran y nunca serían.

Porque había rastros de Felix Agreste en Chat Noir, el supuesto héroe era tan ridículamente encantador con Ladybug solo para obtener un beso que acabase con su maldición de mala suerte. Era manipulador y egoísta como a Felix le habían enseñado a ser.

Porque Chat Noir también estaba presente en Felix, su aparentemente corazón de hielo ardía en deseos de ayudar a otros y ser mejor persona, pero no sabía cómo cumplir ese anhelo. Era en secreto alguien que se preocupaba por los demás y que quería ayudarlos, justo como debía ser un héroe de París.

De verdad se detestaba, ni siquiera estaba seguro de ser una buena o mala persona.

Porque lo que más le molestaba de sí mismo, era que no sabía cuál era su verdadera personalidad.

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Historia dedicada a mi querida amiga RikaNonaka !! Hemos hablado antes de cuanto nos gustaba el tema del contraste entre Felix y Chat Noir, por lo que no pude evitar pensar en ti al hacer esta historia. Espero que te guste Rika!!!