Notas: Undertale no me pertenece, es obra de Toby Fox. El AU de Haventale tampoco en mío, sino de su respectivo autor.

Advertencia: mención de abuso infantil, yaoi (Chico x Chico). Sansrisk yaoi.

Nueva vida

Su cuerpo se removía inquieto entre las mantas. Estaba sudando a mares y leves sollozos escapaban de su garganta; claras señales de una nueva pesadilla que aquejaba su alma dormida.

_N-no...por favor...no...! -balbuceaba con profunda desesperación.

Recordar el pasado, es un acto masoquista. Soñar con ello, es una tortura genuina.

Estaba caminando por las nevadas calles de mano de sus "padres".

Todo había sido tan bonito aquel día, que desde un inicio debió sospechar que algo malo pasaría. Lo habían llevado a comprar una ropa bonita, le habían peinado el cabello, incluso le dieron chocolate caliente y habían jugado con él como siempre había soñado.

Porque el día tuvo que terminar? Porque ese sueño tuvo que volverse pesadilla?

_Hoy es un...día especial...-uno de ellos llegó a comentar en un tono dificil de interpretar.

_Uh?...por qué?

Mientras regresaban, le habían mencionado que un 'amigo' vendría a verlos y que, como el buen niño que era, debía tratar de ser cortés.

No lo había entendido del todo en ese momento. Al decir "amigo", le hicieron creer que quizás se trataba de un niño. Eso lo había emocionado, al fin tendría con quien jugar!

Cuando llegó el momento de enfrentar la verdad, fue consciente de muchas cosas a los pocos minutos.

_Q-quien es él...? T-tengo miedo...

_Frisk...se a-amable...

_Frisk...d-debes irte con él...

_Q-qué?! N-no! No quiero!

En primera, aquel amigo no era ningún niño. Era un hombre vestido de forma extraña, aroma a cigarro y mirada aterradora.

Segundo; no era ningún 'amigo'. Una vez que terminó de conocerlo bien, podía considerarlo mejor un monstruo horrible antes que ello.

Y por último, él si deseaba 'jugar' con Frisk; pero no de la inocente e infantil manera que el castaño podría imaginar; y lo peor...solo fue el primero de muchos.

_No! Dejame! N-no me toques! Mamá! Papá! Me duele! Alguien! Ayudaaaaaaa!!!!!

_AHHH!- despertó, sentandose de golpe aun tembloroso.

Con cierta paranoia, sacudió su cuerpo y miró a su alrededor.

Este lugar...evidentemente ya no estaba en la superficie, como finalmente empezaba a recordar.

Aquel infierno fue real, así como su escape, su caída a Underground, sus nuevos amigos, su nueva familia. Todo esto era real ahora.

Un profundo suspiro de alivio invadió su pecho, empezando a calmar a su aterrado corazón.

No tenía porque temer más. Estaba a salvo; todos se lo habían demostrado ya.

Sus padres, hermanos, amigos, Sans...

Sans...

Un leve rubor coloreó sus mejillas y sacudió sus pensamientos. Esta era su realidad y lo de antes, solo fueron pesadillas. Tenía muchos motivos para sonreír ahora y no los desperdiciaría más.

Con algo de apetito, consideró que tal vez ya era hora de ir a desayunar. No perdió más tiempo y bajo de la cama. Ahora que lo notaba, ni Asriel ni Chara seguían allí.

Tan tarde era?

No estaba seguro, aunque su estomago le indicaba que ya debía ir a comer algo.

Sin pensarlo más, saltó de la cama para dirigirse rumbo a la cocina.

Apenas iba a mitad de camino, un delicioso aroma ya le indicaba que su mami estaba despierta.

_Oh! Mi niño! Buenos días! -saludó la reina con una sonrisa. A su lado, su amado la ayudaba a preparar el té igual de feliz.

_Dormiste bien, Frisk?

El joven se apenó un poco ante tantas atenciones. Todos esos años y aún le costaba acostumbrarse a ello.

_B-buenos días mamá. B-buenos días papá.-saludó timidamente- si...dormí bien-por ahora, preferiría no mencionar la pesadilla.

Lucían tan felices que no deseaba arruinarlo.

Los adultos le regalaron una sonrisa cálida, antes de continuar lo suyo.

_Espera solo un poco más, mi niño. Ya casi terminamos de preparar el desayuno!-anuncio Toriel, con la gentileza de siempre.

_Puedes esperar junto a tus hermanos, aunque...-el rey pareció recordar algo-...despertaste justo a tiempo Frisk! Un 'amigo' vino a verte-avisó, dandole una mirada complice a su esposa.

Esta situación, dió un fuerte escalofrío al humano, cuya mente casi lo traiciona desempolvando alguna mala experiencia mental que, afortunadamente, supo espantar.

No debía dejarse engañar por el miedo. Eran Toriel y Asgore, podía confiar en ellos.

Rápidamente se dirigió a la sala, curioso por saber quien había venido a visitarlo.

Su cara enrojeció cual cereza al saludarlo.

_Hola kiddo! Tiempo sin vernos, no?-saludó el esqueleto con una sonrisa.

_H-hola! -devolvió el gesto timido.-n-no te esperaba...

Mal momento para percatarse de que no había señal de Chara o Asriel. Bien.

_Si...bueno. Vine a darle a mi novio su merecido regalo de Navidad-respondió a la par que sacaba de su bolsillo una pequeña cajita envuelta en papel celeste y con una cinta blanca- para ti kiddo.

_E-enserio? -con profunda sorpresa e infantil emoción, no dudó en tomar el obsequio en sus manos. Se veía tan lindo que sentía casi lastima por tener que abrirlo-...p-puedo...?

_uh? Claro que si! Es tuyo -ríe un poco.

Sin dudarlo más, el humano desenvolvión con ansias su regalo, quedando atónito ante lo que tenía entre sus manos.

Era una hermosa cadena, de plata al parecer, con un pequeño colgante en forma de corazón, con una piedra azul en el.

_S-sans...e-es hermoso! Me encanta! Gracias! -ni siquiera podía contener su emoción expresadas en pequeñas lagrimas- n-no...no se que decir...

El mayor solo se mantuvo calmado, asegurandose de secar aquellas lagrimas con sus manos.

_No necesitas decir nada, veo que te gusta...y eso es lo que importa...-asegura entre susurros- y mira...

_Uh?

El humano perdió su vista en lo que Sans se dedicó a enseñarle. Era una cadena igual a la suya colgando en su "cuello", cuya una diferencia era que la piedra del corazón era roja y parecía estar algo agrietada.

_E-eso es...

_Tenía que ser igual al tuyo, pero al salir de la tienda, tropezé con alguién y se rompió.-explicó vagamente- pero aún así quiero usarla...lo ves? Aún algo maltratado y roto, sigue siendo hermoso y alguien lo puede apreciar...

Como a ti, Frisk.

El más joven simplemente no pudo contenerse más y se lanzó a sus brazos; a lo que obviamente Sans lo recibió cariñoso.

Ninguno pareció percatarse del par real que se había escabullido, con un par de muerdagos para ellos, por encima de sus cabezas.

Tampoco les molestó. Un pequeño beso en su mejilla por parte de Frisk nunca molestaría al esqueleto.

Frisk por otra parte, no cabía en sí de felicidad, así que no se dió tiempo para avergonzarse o negarse.

Esta era su realidad ahora, llena de sonrisas y amor.

Su nueva vida.

Notas finales: hola! Espero que les haya gustado. Felices fiestas!