✧CAPITULO 5: EL CORAZÓN DE UN ELEMENTAL✧
Merry había dado vueltas en su cama toda la noche, sentía que todo le dolía, la cabeza, el cuerpo y sobre todo el corazón. Asimilo su dolor con lo que sintió cuando le cayó el relámpago hace ya varios días; aunque claro, a menor escala.
Soltaba quejidos agudos mientras se levantaba de su cama, debía arreglarse pronto para ir a la escuela, si otros días no se sentía como ella misma ese día mucho menos. Las piernas le temblaban, apenas y podía ver, se tambaleaba tanto que tenía que sostenerse de las paredes para poder llegar al baño. Se duchó, Merry pensó que eso le ayudaría, siempre que se sentía deprimida o molesta tomaba una larga ducha donde pensaba de mejor manera sus decisiones y el camino que tomaría para que todo saliera según lo esperado; sin embargo, el cuerpo le seguía doliendo y se había convertido en un distractor, su mente se enfocaba en el dolor en lugar de sus decisiones.
Envuelta en una toalla caminó hacia fuera de la regadera, con su mano derecha limpió el vapor que había dejado huella en su espejo y la sorpresa se apoderó de su rostro.
Un pequeño mechón en su cabello había cambiado de color, este se había tornado rosa. Merry lo tomó con dos de sus dedos y lo observó por varios segundos tratando de recordar en que momento o el por que de su repentino cambio. No encontró nada que le pudiera ayudar.
Como pudo ocultó ese mechón entre todo su cabello, si su madre lograba mirarlo la insultaría de maneras inimaginables, sabia que uno de sus temores es tener una hija rebelde que la quisiera desafiar. Era una lastima ya que nunca estaban al cuidado o al tanto de su hija. Ni siquiera se daba cuenta de sus desapariciones por las noches o sus huidas al Presidio.
Durante toda la mañana su mente divagaba en profundos pensamientos sobre Liam y su rara explicación sobre el nuevo mundo que le estaba enseñando. Estaba tan perdida que no se dio cuenta de la historia que Alice le contaba en el almuerzo o el cumplido que Mike le había dicho cuando la vio llegar, lo único que la hizo recapacitar fue en el momento que Gloria hizo aparición en su camino.
La chica de hebras plateadas la había interceptado en uno de los pasillos que llevaban al patio, este estaba parcialmente vacío por unos cuantos que pasaban corriendo y por Merry y Alice que se encontraban en una situación un poco preocupante.
La cabeza de Merry comenzó a dolerle de un momento a otro, el dolor punzante era tan intenso que su misma mente le daba vueltas. Mareada se sostuvo de la pared de ese pasillo mientras Alice le hacia preguntas. Sus oídos le zumbaban y era por esto que no pudo entender nada de lo que salía de la boca de su amiga.
Desde que Gloria entró al pasillo se dio cuenta de la presencia de su enemiga natural y la situación en la que se encontraba. Una sonrisa se asomó en sus rosados labios al igual que una de sus clásicas risas y cuando estuvo a la par de la contraria golpeó su hombro con el de ella haciéndola retroceder un poco. Merry perdió el equilibrio y si no fuera por que Alice la detuvo seguramente se hubiera caído.
- Deberías comer un poco menos, estas muy gorda - dijo Gloria con una sonrisa zancarrona, había una chica que la acompañaba. Esta solo rió ante el comentario de la chica de tes blanca.
- ¡¿Qué te pasa estúpida?! - Alice salió a defender a su amiga, sus palabras amenazantes hicieron que Gloria se girara y la mirara con desprecio y repudio.
- ¿Por qué no dejas que se defienda sola?
Mientras Gloria miraba a ambas chicas desde sus zapatos de plataforma y con una sonrisa sínica, Alice solo tensaba la quijada clavando sus penetrantes ojos verdes en los iris azules de su también enemiga.
Merry se sostuvo como podía, el dolor en su cabeza se estaba volviendo algo realmente molesto.
- ¿Acaso me tienes miedo santurrona? - Dijo Alice con una sonrisa provocando que la que tenia Gloria en un principio desapareciera. Realmente eran pocas las cosas que a Alice le daban miedo y Gloria no era una de ellas.
Gloria no era una mala persona, por mucho tiempo fue considerada en la escuela como alguien benevolente, alguien con la que siempre se podía contar y era la chica que participaba cada que podía en los eventos de la secundaria. Los problemas surgieron cuando Merry empezó a tener más relevancia en la institución, aunque no a nivel de Gloria, pero si lo suficiente como para opacarla un poco.
- El problema no es contigo - dijo Gloria poniéndose firme - ¿y por qué debería tenerte miedo?
El ambiente estaba muy tenso, Merry sentía que en cualquier momento Alice se lanzaría en contra de Gloria y eso pasaba ella no podría detenerla en su situación actual.
- Gloria deberíamos irnos - murmuró Stefany, amiga de Gloria. Chica pequeña de cabellos negros y tez realmente blanca, bastante voluptuosa. Era bien parecida a una vampira.
Gloria ignoró por completo lo que Stefany le comentó. Miraba de frente y con odio a Alice, no recordaba un solo día en que no atacara a Merry y está la defendía. Tampoco Merry se salvaba, siempre que tenía oportunidad atacaba a Gloria o trataba de destacar más que ella, era una guerra entre ellas dos y faltaba poco para saber quién ganaría.
- Alice no vale la pena - le susurró Merry a su amiga, un tanto adolorida.
- Defiéndete tu sola Merry - Gloria soltó una carcajada - siempre te tienen que defender. ¿Así te jactas de ser la mejor?, la mejor a costa de todos.
Un pequeño hilo se rompió, era el hilo de la paciencia de Merry, era suficiente de ese encuentro tan desafortunado. Lo último que Gloria mencionó le hizo hervir la sangre, ¿en verdad ella se jactaba de ser la mejor?
Se tomó un segundo, apretó sus nudillos con fuerza, recompuso la postura y se puso firme. Gloria sintió algo, era algo diferente al miedo, como si pudiera sentir algo emanar de Merry.
Alice miró a su compañera con extrañeza y asombro, pero sin decir nada y solo esperó a que pasara algo.
- ¿Crees que me vas a asustar con eso? - Dijo Gloria segura de sus palabras - no eres mas que una cobarde, jamás me enfrentas cuando me pongo enfrente de ti.
Merry solo estaba callada tratando de contener la ira que tenía, el dolor en su cabeza desapareció y las palabras de Gloria resonaban en su mente como un eco, su mandíbula permanecía tensa y sus labios cerrados, trataba de pensar en que seria lo mejor para lidiar con esa situación.
- ¡Ya cállate! - gritó Alice cansada de la actitud de Gloria.
-¡¿Lo ves?! ¡siempre necesitas que te defiendan!
En un movimiento tajante y rápido Merry se giró, alzó su mano y le lanzó una ráfaga de luz a Gloria; que, aunque fuera fuerte no fue capaz de hacerle mucho daño. Gloria cayó pocos metros atrás de donde ya estaba. Stefany gritó y fue con su compañera para asegurarse que estuviera bien.
Alice se quedó impactada, miró por unos segundos a Gloria boquiabierta y después miró a su amiga. El rostro de Merry estaba pálido y el miedo se asomaba en sus ojos. Las palabras de Liam resonaban en su mente como fuertes campanas junto con la frase "maldita sea" en repetidas ocasiones.
- ¿Merry? - cuestionó Alice tratando de hacerla reaccionar. No lo logró.
Gloria se levantó atemorizada, las piernas y las manos le temblaban al igual que su amiga quien la ayudó a levantarse. Ella titubeó varias veces hasta que por fin las palabras le salieron de la boca.
- Tu... ¿Cómo...- los ojos de Gloria temblaban con rapidez.
- Maldición... - susurró Merry, estaba tan asustada como lo estaba su enemiga - Alice vámonos.
La azabache tomó sus cosas y la mano de su amiga para salir del pasillo lo más rápido que ambas pudieran. Gloria se quedó un momento más allí y luego se desplomó en el piso. Nada le dolía, solo estaba bastante asustada para saber que estaba pasando.
Varios pensamientos cruzaban por la mente de la chica de hebras plateadas, era increíble que a pesar de estar tanto tiempo en lucha y en buscar miles de formas para apagar la luz de Merry, aunque sea por un momento ella siempre se salía con la suya.
- ¿Estás bien? - preguntó Stefany estando asustada y viendo a su amiga mirando el final del pasillo sin ni siquiera pestañar - Vamos a la enfermería, deben revisarte.
Los labios de Gloria se estiraron en una sonrisa, sus ojos se humedecieron y después se levantó con dificultad. Al igual que las demás presentes no podía procesar lo que había pasado o por lo menos de una forma rápida para encontrar una solución.
- ¿Por qué ella siempre va un paso adelante? - sus lagrimas se resbalaron por sus mejillas sin dejar de sonreír, estaba frustrada de esa pelea. Ya había pensado muchas veces en entablar una amistad con Merry, pero sabía que la azabache no lo aceptaría, no dejaría ir todo lo que pasó con una simple disculpa.
Stefany seguía asustada, pensaba que las lágrimas de Gloria eran de dolor, pero realmente solo estaba impactada por lo que acababa de suceder. Se negó a ir con la enfermera y contarle la historia, tal vez la tacharían de loca hasta ella misma se llamaba así en su mente.
Las dudas se acumulaban en su cabeza y junto con ellas una enorme sed de buscar respuestas.
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Alice miraba preocupada a su amiga, esta caminaba de un lado al otro mordiéndose la uña de su pulgar derecho, su mente le daba vueltas haciendo resonar la amenaza de Liam.
- Se que no debo preguntar - dijo Alice dudando de lo que sea que fuera a salir de sus labios - ¡¿Pero que fue eso?!, ¡jamás en mi vida he visto algo así!
Las palabras de la pelirroja fueron ignoradas por completo, la mente de Merry aún divagaba en todo lo que había pasado y en una posible respuesta.
- ¿Merry? - la volvió a llamar esperanzada de obtener las respuestas que estaba buscando, Merry se detuvo, suspiró y se quedó otro momento en silencio - Merry sé que...
- ¡Con un demonio Alice!, ¡no te lo voy a explicar!
Alice calló instantáneamente y Merry bufaba de la ira, suspiró de forma pesada mientras ponía sus dedos sobre su sien. Mirando al cielo volvió a suspirar, esta vez de forma más calmada.
- Está bien, lo siento - Dijo Alice en un susurro, estaba asustada.
- Lo siento Alice - Merry se disculpó - Escucha, no puedo explicarte todo esto por que no vas a creerme, además tengo prohibido hacerlo - la azabache suspiró mientras sonreía ligeramente.
Camino hasta su amiga poniendo sus manos sobre los hombros de Alice, ella solo la miraba con asombro y algo de miedo.
- ¿Es por el relámpago? - Alice preguntó temerosa.
- Aún no lo sé - Un suspiro más se escapó de los labios de Merry, la duda que aquejaba a ambas era enorme, no sabía si era correcto que Alice supiera lo que estaba pasando - Alice, sé que es confuso y no puedo darte respuestas o por lo menos no las que buscas ahora. Pero te prometo que en cuanto sepa que esta pasando te lo diré. Por ahora es muy importante que no digas nada.
Alice la miró y parpadeo varias veces seguidas tratando de procesar la información. Supo que lo que Merry le estaba contando era algo muy importante. Realmente eran pocas las cosas que su amiga le escondía y el hecho de que no pudiera confesarle algo de aquella magnitud era bastante preocupante para ella.
Aun así, Alice solo sonrió, acarició los cabellos de Merry y dijo.
- Tranquila, me imagino lo que significa y lo importante que es. No diré nada.
El rostro de Merry se iluminó y cambió a una de alivio, otro suspiro salió de su boca e igual que su compañera le mostró una sonrisa transmitiéndole tranquilidad.
Ambas se abrazaron, Alice apoyaría a su amiga en cualquiera de las situaciones que ella estuviera atravesando por que estaba segura de que Merry siempre la apoyaría si es que ella se encontraba en una situación similar.
- ¿Y Gloria? - Alice cuestionó.
Merry se separó de ella lentamente para pensarlo por un momento mientras ponía sus dedos sobre su mentón, parecía que nunca le dejaría de dar problemas incluso si ella no quisiera hacerlo.
- No creo que haya alguien que le crea.
- ¿Y Stefany?
- Incluso si Stefany le ayuda ¿Cómo va a demostrarlo? - la sonrisa en el rostro de Merry cambio a una de cómplice al igual que la de su amiga.
- Entiendo a la perfección - ambas rieron juntas.
Merry no sabía por qué, pero estar con Alice bajo la luz del sol le había quitado todos sus malestares.
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- ¿Dolores de cabeza? - dijo Liam mientras inspeccionaba a su alumna y esta le explicaba los malestares que había presentado durante el día, pensó que se debía a su encuentro anterior o a su nuevo poder.
- Si, he tenido dolores de cabeza y cuerpo, ya no me siento tan mal, pero por la mañana ni siquiera podía ver bien.
Liam alzó una ceja y se alejó de ella, la miro de pies a cabeza y trató de examinar para dar su diagnóstico.
- Si afirmas que jamás te había pasado algo así creo saber que es.
Toda la atención de Merry se puso sobre el elemental quien se recargo sobre una roca mientras el sol resplandecía sobre ambos.
- ¿Enserio?, seria grandioso que me dieras una cura, el maldito dolor de cabeza me estaba matando.
- Es probable que sea la energía de tu elemento acostumbrándose a tu cuerpo, regularmente los elementales pasamos por esto cuando nuestro cuerpo no es lo suficientemente fuerte o esa energía es drenada de alguna manera.
- ¿La energía de la...luz? - Dijo no muy convencida de la explicación de Liam.
- Te pondré en contexto - Liam puso sus manos juntas para después separarlas creando una esfera de fuego del tamaño de su palma - Hay dos conceptos que tienes que entender para que puedas ser un elemental. La energía del elemento y el núcleo del elemento. La energía del elemento es el poder que te concede el poseer cierto elemento. Es con ese poder con el que puedes ejecutar varios ataques y hacer ciertas cosas que son imposibles de hacer para la gente común - con una mano Liam sostuvo la esfera y con la otra hizo aparecer una fuerte llamarada que podía llegar hasta las copas de los árboles, Merry de un salto se hizo hacia atrás - entre ellas están la manipulación del elemento a voluntad así como la ejecución de técnicas con este mismo - en un parpadeo Liam convirtió la llamarada en una pequeña flama azul que posteriormente adoptó la forma de una mariposa - la teletransportación, la manifestación de elemento en lugares imposibles, la transformación y en casos especiales la destrucción y creación de la materia, el resucitar muertos o destruir planetas.
Mientras Liam terminaba de explicar cerró su mano aplastando la flama azul que yacía en ella. Merry solo lo miraba con curiosidad. Liam continuó con su explicación mientras le mostraba la esfera de fuego brillante a Merry.
- El núcleo del elemento es de donde viene el elemento, es parecido a lo que tengo en la palma, aunque claro cada uno es de un elemento diferente. El núcleo del elemento se encuentra en el corazón de la persona, este se fusiona con la sangre del portador, es por eso que se vuelve más fácil transportar el elemento a todo el cuerpo.
Merry giró su cabeza con confusión, trataba de entender lo que Liam le estaba diciendo a pesar de no ser tan difícil de entender.
- Pero tu dijiste ayer que mi núcleo era casi inexistente, ¿Por qué tengo energía elemental entonces?
- La energía del elemento puede existir sin el núcleo; aunque claro, será mucho menor de poderoso que manejando un núcleo.
La esfera que sostenía Liam brillaba con intensidad mientras que la pequeña flama que estaba en la otra poco a poco se iba apagando. Esto indicaba lo que pasaría si Merry no llegaba a desarrollar el núcleo como Liam le había dicho. Su poder se iba a extinguir.
- Entonces, ¿Cómo forjo mi Núcleo? - Cuestionó Merry.
- La forma más efectiva de hacerlo es por medio del entrenamiento, así ejercitas el control de tu energía y la fuerza de tu núcleo. De hecho, empezaremos ahora mismo con eso.
El rostro de Merry se iluminó por un momento y una sonrisa se estiró en sus labios mientras ella saltaba en su mismo lugar de forma eufórica.
- ¿Qué haremos primero? - Preguntó con emoción provocando que Liam se pusiera a su par.
- Primero trabajaremos en el daño de tus ataques - Liam se posicionó detrás de Merry, la tomó de los hombros y la puso enfrente de una roca - tú puedes controlar que tanto daño puedes provocar con tus ataques.
Liam tomó la muñeca de Merry y la levantó en dirección a la roca, esta se mantenía tensa ante el tacto del otro. Se dio cuenta que tenía unas manos bastante ásperas, tal vez era por las batallas que habría librado.
- En esa posición, vas a lanzar pequeñas ráfagas hacia la roca sin hacerle ningún rasguño.
Liam se separo de ella, puso su mano recta ante su objetivo y lanzó una ráfaga pequeña y rápida hacia la roca. Esta no resultó dañada de ninguna forma.
- ¡Claro! - dijo Merry entusiasmada.
- De acuerdo, quiero mil de esas ráfagas.
La sonrisa de Merry se borró al instante y sus manos comenzaron a temblar.
- ¡¿Qué?! - gritó sin perder la postura.
-Si pierdes la cuenta empezarás de nuevo, así que concéntrate y dame mil ráfagas.
Merry bufó mientras Liam la miraba varios metros atrás recargado en un árbol. Su mirada se clavaba en la roca y en las ráfagas de Merry, sus ataques eran bastante lentos, imprecisos y torpes. Liam suspiró, sabia que tenia mucho que trabajar con ella y que sería complicado.
- Quinientos cuarenta y ocho...quinientos cuarenta y nueve... - Merry contaba mientras lanzaba ráfagas, estaba concentrada hasta que por un pequeño momento fugaz Mike pasó por su mente provocando una sonrisa y que perdiera la cuenta.
-Empieza de nuevo - dijo Liam desde el árbol donde estaba cuando se dio cuenta de la pausa de Merry en su secuencia.
- ¡¿Qué?! - Gritó Merry molesta.
- Concéntrate, empieza de nuevo.
Merry volvió a bufar, tomó de nuevo la postura y siguió con su tarea, estaba bastante molesta por la situación, no le gustaba que le dijeran que las cosas estaban mal y que debía hacerlas de nuevo. Esto le ocasionó que se volviera a equivocar.
- Empieza de nuevo - Liam volvió a replicar cuando ya no escuchó más ráfagas de parte de Merry.
Ella suspiró, se recompuso nuevamente y volvió a su labor, sabia que con el enojo no ganaría nada así que solo se concentró en las ráfagas que con el tiempo empezaban a cobrar fuerza y rapidez. Le costó bastante, pero lo logró.
Liam se acercó a la roca mirándola de cerca, luego levantó su muñeca y miró su reloj, Merry solo se sostenía de sus rodillas respirando profundo, estaba bastante cansada.
- Dos horas y media - dijo de forma seca - tardaste mucho más de lo que pensaba y recuerdo haberte dicho que no quería ver ni un solo rasguño en la roca y esta esta dañada. Hazlo de nuevo, quiero mil ráfagas en menos de hora y media y sin un solo rasguño.
Merry quedó perpleja pero debido a que le faltaba el aire apenas y podía hablar así que no pudo reclamarle nada a Liam por un momento.
- ¡¿Pero por qué?! - cuestionó cuando tuvo oportunidad.
- Mil quinientas y si sigues preguntando serán dos mil - la voz de Liam se había vuelto mas profunda por un momento ocasionando un escalofrió en Merry. De nuevo se giró hacia la roca y comenzó su nuevo trabajo.
El ritmo había incrementado al igual que los aciertos, los ataques seguían siendo torpes, pero al menos había reducido su daño. Merry estaba concentrada y mientras contaba las ráfagas tarareaba una canción, la canción que le había dado la fuerza la vez pasada para controlar ese poder a voluntad. Poco a poco perdía el miedo de demostrar lo que era capaz de hacer con su voz, a medida que practicaba, sus movimientos se iban haciendo más acertados y fáciles de controlar cosa que le causó una gran motivación.
Obviamente Liam se había dado cuenta de lo que Merry estaba haciendo y en cierta forma se sentía impresionado por la forma en que realizaba su labor, era la misma forma que le estaba dando el éxito que necesitaba, además de que él parecía conocer aquella canción.
Pasó el tiempo y Merry terminó lo encomendado, el aire le faltaba y los brazos le temblaban; siendo sinceros, Merry no ejercitaba, su cuerpo no tenía la condición para soportar lo que estaba haciendo.
Nuevamente Liam se acercó a la roca, suspiró profundo y después miró a su alumna.
- Bien, por lo menos esta vez la roca no sufrió ningún tipo de daño - Liam miró su reloj - una hora con veintisiete minutos. Nada mal.
Esperanzada, Merry le mostró una sonrisa mientras su pecho se movía debido a la respiración tan agresiva que tenía, estaba sudando y sus piernas le temblaban. Todo su cuerpo se sentía exhausto.
- Gracias - Merry agradeció ya que se sintió mejor, Liam negó con la cabeza ganándose la extrañeza de su alumna.
- Son simples ráfagas y parece que estas muriendo. Tu cuerpo no soporta el poder que tiene - Liam de nuevo suspiró - dame quinientas lagartijas, quinientas sentadillas y quinientas abdominales.
La boca de Merry formo una "O" perfecta de la sorpresa, jamás en su vida había tenido una rutina tan intensa y solamente eran tres ejercicios.
- Pe...pero Liam - replicó con dificultad.
- Y lo quiero en menos de una hora.
La voz de Liam había engruesado lo necesario para hacer que Merry tomara la posición y se pusiera a hacer los ejercicios. Sabía que podía intimidarla de aquella forma, pero en cuanto ella descubriera su potencial ya no le seria posible continuar con esa táctica.
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- Liam no siento mi nada de nada - decía Merry mientras estaba acostada de cara en el frio pasto.
La noche había caído y los ejercicios que Liam le había puesto la dejaron agotada, tanto que no podía levantarse, las piernas le temblaban más que antes y el elemento había agotado cada energía de la chica.
- No seas exagerada, empezamos de la forma más ligera - decía Liam mientras tomaba el brazo de la menor y la alzaba, esta no pudo quejarse - mañana será más intenso así que vete acostumbrando.
Un fuerte quejido salió de la boca de Merry luego de que Liam la dejara caer de nuevo en el piso. Se sacudió y se levantó con mucho esfuerzo, respiró profundo y miró a Liam a los ojos.
- ¿Cuánto tiempo tendré que hacer esto?
- Eso dependerá de ti, entre más te esfuerces más rápido cumpliremos nuestro objetivo.
Merry volvió a suspirar, estaba cansada de los acertijos raros de su maestro. Aunque le había comentado lo que hacia un elemental su mente seguía llena de dudas, dudas que con el pasar del tiempo solo se hacían más grandes.
A Merry no le quedaba nada más que dar todo de si misma para que esto resultara, aun así, sentía que algo le hacia falta y hasta ese punto nadie le había preguntado que era lo que ella quería. Nadie le había preguntado si realmente quería cargar con este poder.
Aun así, no perdió la esperanza y siguió pendiente de lo que Liam le contaba. Al final y con las pocas fuerzas que aun le quedaban en el cuerpo abandonó el Presidio, sentía como los huesos le crujían y solo podía soltar pequeños quejidos mientras caminaba con mucha lentitud y cuidado.
El que Merry estuviera tan herida y cansada era por que el elemento agotaba todas sus fuerzas, la energía del elemento se alimentaba de la misma energía de quien lo poseía. En este caso Merry.
Liam se quedó en el Presidio un poco más, la noche seguía cayendo junto con el frio y los animales que hacían sonoro aquel cielo pintado de colores azules fuertes. Tan fuertes como las esperanzas de Liam sobre Merry.
El chico sonrió levemente, levantó la mirada hacia el cielo y para sus mismos oídos dijo.
-Me sorprende la rapidez con la que Merry desarrolló su núcleo. Es bastante pequeño, pero por lo menos ya existe.
Liam había notado algo que Merry no, la existencia esencial de su núcleo, a lo que Liam le había comentado era algo bastante difícil de lograr si no estaba desarrollado. Orgulloso, sonrió por el primer triunfo de su alumna.
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