✧CAPITULO 42: UNA LUZ LLAMADA "MERRY"✧
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"EL SELLO SE HA ROTO Y LA PROFECIA SE HA CONCRETADO"
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Aquel edificio de terracota con olor característico se había vuelto el hogar de Merry por los últimos tres meses después de lo ocurrido.
Eran apenas las tres de la tarde cuando el sol resplandecía con furor sobre la arena del coliseo, los rayos del sol daban directamente a la cara de Merry provocándole calor, un resoplido se escuchó salir de los labios de la mujer que seguía dormida, junto con un respingo de la nariz y sus ojos arrugados por la molestia del sol, abrió los ojos lentamente despertando así de su colapso, miró a todos lados y se pudo percatar que Agatha estaba a su lado cambiándole las vendas, apenas se dio cuenta de que Merry había despertado se levantó de sus estadía con los ojos llenos de lágrimas y una sonrisa que solamente pudo ser provocada por algo que verdaderamente le alegrara.
Merry volteó a verla y le sonrió de igual forma, aún adolorida, miró su cuerpo y se dió cuenta de que casi en su totalidad estaba vendado, cocido o protegido, sus heridas dolían, y mucho; sin embargo, eso no era lo que le preocupaba, sino saber que había pasado.
Su vista se aclaró y enfocó lentamente hasta que pudo avistar todo con claridad, se quejó por el dolor y suspiró de la misma manera.
- ¿Qué ocurrió? - preguntó adolorida.
Agatha contenía las ganas enormes tenia de abrazarla hasta que sus costillas se le rompieran, era más que obvio que había estado muy preocupada por la situación.
- Despertaste - dijo Agatha emocionada con las lágrimas a punto de desbordarse de sus cuencas - por fin despertaste.
Merry trató de levantarse pero por más que lo quisiera Agatha se lo impedía junto con todas las heridas que aún tenía en su cuerpo. Suspiró y miró el cielo preguntándose miles de cosas mientras Agatha la seguía mirando.
- Te vez preocupada - dijo Merry mientras le dirigía la mirada a Agatha- ¿Qué pasó?, ¿Está todo bien?
- Estuviste dormida mucho tiempo - habló Agatha con severa tristeza - entraste en coma por todas las heridas y el shock de dolor, te comenzaste a convulsionar varias veces durante la primera semana que estuviste en ese estado. Pensamos... que ya no despertarías ya que tu condición estaba muy grave.
- Espera - interrumpió Merry - ¿Cómo que la primera semana?, ¿Cuánto tiempo estuve en coma?
Agatha suspiró y luego tragó grueso, tomó la toalla con la que estaba lavando las heridas de Merry y la enjuagó suavemente en un pocillo con agua caliente que mantenía a su derecha.
- Aproximadamente tres meses - respondió con dureza, Merry se sobresaltó.
- ¡¿Qué?!, ¡no es posible Agatha! ¡¿Qué fue lo que pasó?
Los demás elementales que se encontraban en la arena del coliseo junto con Luna escucharon los alegatos de la elemental de la luz que se encontraba con Agatha atendiendo sus heridas como siempre lo hacía.
- ¿Esa fue Merry? - preguntó Winder esperanzada y rápidamente se dirigieron a la segunda planta del coliseo, en donde mantenían el material de curación para los elementales.
Ahmed llegó junto con Liam en un tiempo menor al esperado, Winder voló hasta el siguiente piso y Luna apareció por si sola frente a la cama de Merry.
- ¡Es una broma! - Gritó Merry eufórica - ¡¿Cómo se supone que dormí tanto?!, ¡¿Qué fue lo que comí durante todo este tiempo?!
- Trate de alimentarte solo con líquidos, no íbamos a dejarte morir - dijo Agatha con nervios - está bien Merry, es normal, casi mueres en batalla, ni siquiera yo me percate de todo el daño que tu cuerpo recibió.
Merry salió de su euforia en cuanto sintió los brazos de Winder rodeándola por completo y como sus lágrimas caían desesperadas sobre el hombro izquierdo de la fémina.
- ¡Merry! - Winder sollozaba desconsolada - ¡Menos mal que despertaste!, ¡Pensamos que morirías si seguías dormida de esa forma!
- Eres una tonta - dijo Ahmed, de igual manera tratando de contener las lágrimas para no perder su postura y manteniendo su distancia pero sonando conmovido por lo que estaba pasando - te dijimos que no pelearas tu sola. Menos mal que no moriste.
Liam miró a su estudiante mientras esta miraba con sorpresa e intriga a todos los demás. El elemental el fuego se limpió las lágrimas que por primera vez corrieron de sus ojos con su antebrazo izquierdo, mantuvo una sonrisa que poco mostraba y le acaricio los cabellos a Merry.
- Estoy orgulloso - dijo entre lágrimas - hiciste un buen trabajo, Merry.
- ¡¿Qué creen que están haciendo?! - Gritó Agatha asustada debido a todo el contacto que estaban teniendo - ¡La están lastimando!, ¡Aun tiene que sanar!
Merry soltó una risa, un tanto adolorida, pero gozando del cariño que sus amigos le estaban proporcionado, hasta que vio a Luna, la cual estaba llorando de forma silenciosa.
- Lo hiciste bien - dijo orgullosa - defendiste la tierra con honor, no hay nadie más que merezca el título de elemental que tu Merry.
Merry sonrió y sus ojos se cristalizaron levemente, asintió de forma vergonzosa y se limpió las pocas lágrimas que logrando salir mientras Winder seguía aferrada al cuerpo de la chica en cama.
- Winder ya puedes dejar de llorar, estoy bien, estoy viva - dijo Merry.
- ¡Pero por poco ya no! - Winder seguía sollozando.
- Me imagino que tienes muchas preguntas - dijo Luna una vez que se tranquilizó - ¿Cómo te sientes?
- A decir verdad me duele todo - respondió Merry - si se supone que estuve en coma tres meses ¿Cómo es que aún no he sanado?
- Las heridas que fueron hechas con la autonita de Lord Dark estaban infectadas - interrumpió Agatha mientras terminaba el vendaje - tuviste contacto directo con su elemento y esto te envenenó, te puedo jurar que nunca había tratado unas heridas tan infectadas y un elemento tan difícil de eliminar como el Uranio, sin contar el daño que les hizo a tus riñones solamente porque tenías uranio en todo el cuerpo - soltó una leve risa.
- Nos asustaste mucho - dijo Liam - convulsionabas todo el tiempo al principio y hubo momentos en donde tu corazón dejaba de latir, gracias a la magia de Luna pudo mantenerte con vida y curarte gradualmente en lo que el veneno que tenías en el cuerpo moría poco a poco.
Merry pensó por un momento en todo lo que le habían dicho, si, era solamente un cabo suelto de miles que tenía que atar. Miró a sus compañeros de forma tranquila y empezó a recordar lo que había pasado.
- Si comprendo eso - dijo Merry - pero, ¿Y ustedes?, Liam estaba muy herido y también tuvo contacto con el uranio, Ahmed y Agatha también salieron heridos, espera... ¡a Winder le cortaron el pie!
- Ah, ¿Te refieres a este? - Winder subió de forma sínica su pie a la cama donde yacía Merry, mostrando su pie con una pequeña cicatriz apenas visible.
- Pero... ¿Cómo? - preguntó Merry.
- Luna me ayudó a que el pie se reconstruyera junto con Liam, recuerda que sus poderes de sanación están a otro nivel - dijo Winder entusiasmada - y ahora esta como nuevo.
Sorprendida volvió a mirar a sus compañeros para confirmar que todos estuvieran bien, se dio cuenta que la única que seguía herida era ella.
- Bueno, menos mal que están bien - dijo Merry tranquila - supongo que si termine muy herida.
- Claro que si - dijo Agatha - te rompieron las costillas, te perforaron el hombro, un muslo, la palma de la mano izquierda, tu núcleo te reventó cuando te desmayaste y eso ocasionó un paro cardiaco, perdiste demasiada sangre y podemos continuar si es lo que quieres.
- Bueno, ¿Cómo te sientes ahora? - preguntó Luna nuevamente mientras juntaba ambas de sus manos sobre su pecho.
- Me siento muy adolorida, pero no lo suficiente como para sentir la muerte cerca de mí - dijo Merry luego de eso soltó una leve risita.
Ahmed se mostraba nervioso por alguna razón en especial, jugaba con sus manos constantemente y miraba a sus compañeros con algo de temor esperando el momento adecuado. De esto se pudo dar cuenta Merry, ya que todos guardaran silencio y voltearan a ver al elemental de la Tierra, el cual no le quedó nada más que suspirar y proseguir.
- Merry - llamó la atención de la azabache, y sacó lo que tenía escondido detrás de él, siendo ni más ni menos el arma que Merry había usado en su última pelea, aquella espada platinada con la que le cortó el brazo a Lord Dark - ¿Cómo encontraste esta espada?, ¿O que sabes de esta espada?
Merry giró la cabeza sutilmente de forma característica mientras levantaba una ceja y su cuello crujió muy suavemente, un crujido que hizo doler los tímpanos a Agatha, la cual se encontraba más cerca de Merry y la cual respingó de dolor por el sonido.
- No entiendo, esa es mi espada - respondió - yo la cree junto con mi transformación.
- Por cierto - interrumpió Agatha - ¿Cómo hiciste eso?, se supone que no podemos tener demasiadas transformaciones o si las tenemos no deben cambiar demasiado, tu cambiaste casi todo de tu apariencia.
- Agatha tiene razón - habló Luna - requiere de una gran fuerza de tu cuerpo para resistir un cambio tan fuerte como el que tuviste.
Merry se alzó de hombros manteniendo la mirada fija en su mentora, no entendía mucho la situación, solo entendía la manera en lo que lo tenía que hacer y que hizo lo necesario para conseguir el mejor de los resultados.
- No puedo decirte con seguridad lo que hice, solo puedo decirte que lo conseguí entrenando por mi cuenta - Merry se defendió - supongo que lo hice porque no me quedaban demasiadas opciones.
- Ok, ya fue mucho de eso - interrumpió un Ahmed nervioso - responde mi pregunta, ¿Cómo encontraste esta espada?
- Ya te he respondido.
- Es una mentira, porque esta espada es la espada que usaba Irina.
Los ojos de Merry se abrieron más de lo normal y una mirada melancólica se formó tanto en el rostro de Ahmed como en el de Agatha. Winder sonrió y Liam solo espero respuesta. Merry comenzó a tartamudear y a decir palabras incompletas e inaudibles tratando de unir todos los cabos que le quedaban sueltos, de repente una teoría algo enloquecida se formó en su mente.
- No creo que eso sea posible - dijo Merry - a menos... que Irina sea una chica albina, de casi mí misma altura, tenga ojos verdes, use un vestido blanco traslucido y sea increíblemente molesta.
La boca de Agatha se abrió más de lo normal por la sorpresa, luego se giró hacia Ahmed, el cual tenía los ojos totalmente cubiertos por lágrimas, podía jurar por la manera de su mirada que su corazón se había detenido un pequeño momento de la impresión.
Liam miró todo con expectación al igual que Luna y Winder.
- ¡¿Qué?! - Gritó Ahmed demasiado exaltado - ¡¿Cómo conoces la apariencia de Irina?!
- ¿Sera que la viste en algún lado? - Agatha tartamudeo tratando de mantener su propia calma sin mucho éxito.
Merry casi cae de la camilla por la impresión del grito desesperado de Ahmed, solo logró hacerse hacia atrás y con expectación le debatió.
- No es como que la haya visto en algún lugar, ella ha aparecido en mi mente las últimas veces que me he quedado inconsciente, a excepción de esta vez, de hecho la última vez que logre verla fue en el Aokigahara mientras entrenaba y la primera vez fue cuando morí a causa del rayo que me cayó encima.
- Pero - Ahmed tartamudeó algo decepcionado - ¿pudiste verla realmente?
Merry sabía lo que pasaba pero también sabía que no debía mantener aquella esperanza en Ahmed de que Irina seguía viva.
- Me temó que no Ahmed, la última vez que la vi pude materializarla, pero estoy segura que simplemente fue mi mente, solo yo pude verla.
Ahmed retrocedió con una mirada decepcionada, sus brazos dejaron de ser fuertes y la espada cayó en el piso haciendo resonar su metal con el suelo de aquella sala terracota.
- Aún muerta, Irina sigue ayudándonos - dijo Luna.
Su comentario tan fuera de lugar fue agredido junto con ella por la mirada amenazadora de Agatha y Liam hacia esta, ya que había hecho sentir peor a Ahmed por lo que había dicho. Esta solo se encogió de brazos y comenzó a sudar por lo nerviosa que se encontraba...
En cuanto a Ahmed solamente suspiró, dio media vuelta y comenzó a salir de la sala con dirección a una de las orillas del coliseo. Los demás captaron aquella escena sin impedir sus sentires, se sentían mal por su compañero.
- Creo que no debí decir eso - dijo Merry.
- No, está bien - dijo Liam - por alguna razón Ahmed tiene la esperanza de encontrar a Irina con vida, lo cual es algo ilógico, ya que está más que claro que murió mucho atrás.
- De cualquier manera - dijo Agatha - no es buen momento para ir a hablar con él, debemos esperar a que se le pase lo que siente. Por lo pronto descansa, aun no estás en óptimas condiciones.
Merry solo asintió a lo que Agatha le dijo, suspiró con cansancio y se acostó levemente mirando el cielo azul, mismo cielo que admiraba cuando se había quedado inconsciente.
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La puerta de la casa de Merry se abrió lentamente y con cuidado, la chica asomó la cabeza sigilosamente, cabeza que estaba vendada de forma cuidadosa por Agatha tratando de ocultar las costuras que yacían debajo de la misma. Era bastante tarde, de madrugada si podría decirse.
En cuanto puso pie dentro de su casa y la puerta se cerró detrás de ella pudo notar que la luz de la sala se había encendido dejando ver a su padre sentado usando su típica bata y acomodándose los lentes para poder mirar mejor a su hija prodiga.
Merry tragó grueso y se removió en sí misma para tratar de tranquilizarse, sus labios comenzaron a temblar de nervios pero no demasiado para que fuera tan notorio.
- Hola papá - dijo nerviosa mientas movía sutilmente su mano de un lado a otro - ¿Cómo...como has estado?
Su padre se levantó lentamente sin dejarla de mirar, camino tres pasos manteniendo la espalda encorvada y en sus ojos se formaba una sábana de lágrimas que los cubría por completo.
A pesar del regaño que Merry esperaría de parte de su padre se sentía conmovida por los gestos que este mismo ejecutaba aunque no podía negar que quería correr a sus brazos como cuando lo hacía de niña. Se detuvo a los tres pasos para abalanzarse sobre su hija y sostenerla en sus brazos, sollozando libremente sobre el hombro de la menor, esta solo se quejó debido a que su padre cayó sobre el hombro que casi se deprendía.
- Estás bien - decía sutilmente mientras dejaba caer sus lágrimas sobre el hombro de Merry - mi pequeña está bien.
Merry suspiró con alivio, una pequeña sonrisa se le había formado en el rostro y con ello sus brazos que envolvían con cariño a su padre correspondiendo el abrazo que el mayor propicio en un principio.
Él la invito a sentarse en la mesa de aquella cocina que ella había extrañado tanto, le sirvió una taza de café, el mismo que tomaban en las noches lluviosas, aquellas donde la lluvia no era más que un efecto natural. Volvió a suspirar, miró la taza, entonces escucho a su padre llamándola haciendo que levantara la cabeza.
- A decir verdad quiero atacarte con preguntas - su padre soltó una leve risa mientras tomaba asiento sosteniendo firmemente su taza caliente de café - nunca había visto algo tan extraño como lo que sucedió y en verdad jamás pensaría que podría ocurrirte, ¿Qué fue todo eso?
Merry suspiró y se puso cómoda, era momento de revelarle a su padre la verdad detrás de aquellos acontecimientos.
- Digamos que; para no hacerlo más largo, morí hace dos años aproximadamente.
Su padre palideció por un momento debido a su impresión ante lo dicho. Pero no argumentó absolutamente nada.
- Me... cayó un rayo encima y morí - Merry continuó - pero, desperté más tarde, comencé a sentirme muy extraña y con el pasar del tiempo mi cuerpo comenzó a experimentar una serie de fenómenos extraños y comencé a tener algunos poderes, supongo que lo que paso después fue únicamente entrenar para fortalecerme.
El padre de Merry parpadeo varias veces consecutivas, luego agitó su cabeza rápidamente para tratar de asimilar lo poco que su hija le había dicho.
- Espera, espera, ¿Por qué dices que moriste?
- Son pocas las personas que sobreviven a algo como eso y mucho menos si no tienen atención médica - Merry respondió - a lo que me refiero, es que renací en algo que seguramente no entiendes y que no debo explicarte. Ya no soy la Merry con la que viviste toda tu vida, ahora soy la persona que viste luchando y protegiendo a San Francisco, ahora soy la guardiana del planeta y debo dar mi vida si es necesario para cumplir con esa responsabilidad.
Su padre suspiró mientras mantenía una leve sonrisa y hacia a un lado su taza, acomodó sus gafas y miró a su hija con todo el amor que albergaba su corazón.
- Tienes razón, dices cosas que no entiendo y que probablemente nunca voy a entender, pero, sé que esto eres ahora y aunque vimos que eso te puede llegar a lastimar, yo voy a apoyarte, no por que seas lo que eres, sino porque eres mi hija y quiero que hagas lo que te gusta. Noté tu convicción en la pelea, jamás había visto esa mirada tan determinada, supe que era eso para lo que te habías preparado, pero sin duda alguna no conocía el trasfondo completo de aquello, todo es tan confuso y me gustaría ayudarte, pero sé que ahora ya no puedo hacer eso, así que solamente me conformare con seguir siendo tu padre y seguir apoyándote si es lo que necesitas.
Merry sonrió por obligación, conocía a su padre y sabía que lo que decía era verdad, sin embargo, no era suficiente para sentir un apoyo, simplemente porque nadie podía ayudarla y por qué había quedado más que claro que ahora era problema de Merry.
- Lo tomaré en cuenta, gracias papá - dijo Merry agradecida - por cierto ¿Dónde está mi mamá?
- Tu madre ha estado algo deprimida porque no sabía nada de ti, pero supongo que por la hora ella ya debe estar dormida. Espera... ¿Dónde estuviste todo este tiempo?
Merry suspiró nuevamente, sabía que no era buena idea soltarle toda la información de forma precipitada.
- Digamos que hay más personas como yo, ellos se dedicaron a cuidarme durante ese tiempo y me he recuperado gracias a ellos, no en su totalidad pero si lo suficiente.
- ¿Y la mujer alta?, la de cabellos marrones.
Merry ladeó la cabeza, nuevamente escuchó el crujido resonar de su cuello.
- ¿Qué mujer? - preguntó sorprendida.
- Ya sabes la chica alta de vestido amarillo y brilloso - comentó su padre - ella llegó justo cuando te desmayaste en el suelo, las demás personas comenzaron a tomar fotos y a tratar de acercarse, pero ella lo impidió, te cargó en brazos y después desapareció contigo y otros cuatro tipos. Por alguna razón que no comprendo todas las fotos y videos que tomaron también desaparecieron. Desde entonces estuvimos buscándote por todos lados y...
- ¿Sabes algo?, ya entendí - Merry interrumpió levantándose con brusquedad de donde yacía sentada - me gustaría poder comentarte más al respecto pero tengo prohibido hacer eso, estoy cansada y solo quiero ir a mí a habitación.
Merry se encamino dejando la taza de café vacía y a su padre en la sala con ganas de seguir interrogándola, pero tan solo se dedicó a ver como ella subía las escaleras de espaldas con mucha dificultad por las heridas y como su figura se perdía en la oscuridad de aquel pasillo que conducía a su habitación.
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En los adentros de Merry solo podía permanecer una paz extraña, una tranquilidad que fomentaba los tormentos de la duda, si todo estaría bien de ahora en adelante o si debería ocuparse de seguir entrenando y tomar en cuenta el comentario de Dhalia. Aún con eso los pensamientos no la perturbaban, no en aquel balcón de la casa de Alice, balcón que sobresalía a su jardín trasero, lleno de basta vegetación y de una pequeña casita para perros donde se podía leer "Bobby". La pelirroja junto con su madre se mantenían dentro de su casa, tomando él te y conversando.
El cabello de Merry había crecido un poco más desde la última vez que tuvo que usar sus poderes, este era golpeado suavemente por aquella brisa que acariciaba el balcón donde yacía, perdiendo su mirada en el basto azul y dándose cuenta que una vez más logró salirse con la suya.
- ¿Té de lavanda? - preguntó Mike quien se había acercado a Merry ofreciéndole una taza de té asimismo sacándola de sus pensamientos mientras miraba el horizonte con una sonrisa.
- Gracias - pronuncio mientras tomaba con ambas manos la fina taza de porcelana que contenía el líquido. Lo acercó a su boca y sorbió levemente para evitar quemarse. Miró a Mike y luego devolvió la mirada al cielo.
- Un placer, luces mejor - comentó Mike recargándose en los barrotes del balcón - espero que tus heridas no hayan sido tan graves.
- Oh, lo eran.
- ¿Cómo fue que sanaste tan rápido?, apenas y pasaron unos meses.
- Ya sabes, algo de magia, estuve con los demás chicos y ellos cuidaron de mí en ese tiempo - Merry suspiró con nostalgia - sin ellos yo no lo hubiera logrado, es decir, no lo logré, claramente perdimos, pero esto es mejor que nada y todo gracias a ellos.
- ¡¿Qué estás diciendo?! - Exclamó Mike - fue impresionante, obviamente tu lo venciste, aunque la pelea haya sido muy difícil tu ganaste, te juro que me asuste demasiado cuando te veía de un lado al otro siendo golpeada y me entusiasmaba cada vez que lo golpeabas, ¡Dios mío!, ¡Cuando le cortaste el brazo!, ¡Fue mi parte favorita!
Merry soltó una ligera risa al ver los brazos de Mike agitarse con suma alegría, volvió a tomar de su té sin dirigirle la mirada y siguiendo con un tono melancólico.
- Aun así no gané, hice lo que pude y no fue suficiente, ¿Pero sabes algo?, no me arrepiento de nada de esto, conocí a gente muy maravillosa en este tiempo, morí y renací nuevamente, me conocí más a fondo y descubrí que hay vida en otros planetas no podría arrepentirme de algo tan mágico como esto; aunque bueno, si hay algo en lo que de verdad me arrepiento.
Mike siguió mirando a Merry con admiración, esperando su respuesta y al mismo tiempo manteniéndose ansioso.
- Me arrepiento de no haber matado a Lord Dark por mi cuenta - Merry masculló y Mike enmudeció - sí, el tipo ya debe estar muerto a estas alturas pero, mi objetivo era matarlo, para que así pagara por los cientos de personas que murieron por su culpa, yo quería asesinarlo.
El castaño pensó mejor las palabras que usaría con Merry, ya que sintió cierta hostilidad de parte de la misma.
- Pero, ¿Por qué? - preguntó temeroso.
- Porque yo sé lo que sufrió la gente por él, gente que lo amaban y veneraba fue pisoteada - dijo Merry - eso me frustra, pero desgraciadamente ya no puedo hacer nada al respecto, no puedo traer a la vida a personas que ya murieron, pero... - Merry sonrió con convicción - voy a cuidar a la gente que sigue viva, voy a seguir protegiendo a este planeta, voy a seguir protegiendo nuestro hogar si es necesario. ¡Voy a ganar la siguiente vez!
Mike sonrió con gozó, sus brazos se extendieron y proporcionaron un cálido abrazo a Merry, la extrañaba de forma descomunal, la había estado buscando durante los tres meses que estuvo ausente sin rastro alguno, que la tuviera ahora entre sus brazos lo hacía sentir dichoso, tanto que una lagrima cristalina se le resbaló por las mejillas en señal de lo alegre que estaba.
- Gracias por lo que has hecho - dijo Mike, Merry sonrió.
-bNo me agradezcas, es mi trabajo.
Mike se separó un poco para besarle la frente a la azabache, la cual se sonrojó de sobremanera justo como en las primeras citas que había mantenido con el castaño.
- Eres mi Merry favorita - susurró con cariño.
Merry soltó una risita mientras se embriagaba del olor a chocolate que desprendía su compañero sentimental.
- Soy la única Merry que conoces.
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