✧CAPITULO 41: LA REYERTA DE LOS GUERREROS✧
ACTO IV: UNA ESPERANZA CRISPANTE
Si aquel resplandor hubiera iluminado la mañana tal vez las cosas serían diferentes.
Tal vez seguirías con vida
Si me hubiera aferrado a ti antes de que cayeras en las garras de la noche
Tal vez seguirías con vida
Si fuera un poco más fuerte
Seguirías con vida
Si tan solo... no, no seguirías con vida, ni seguirás,
Yo te mataré.
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- ¿Acaso es un mal chiste? - preguntó Lord Dark molesto. Sus ojos se habían clavado en Merry, esperando la primera acción de esta chica.
Pero solo se quedó en silencio, admirando a su enemigo y solamente divagando mientras todos los demás miraban con expectación. Mike desde lejos, dándose cuenta en lo que su amiga se había convertido, Gloria sonriendo por dentro al confirmar que tenía razón y que ahora los demás podían confirmarlo también. Contrario a sus padres quienes miraban temerosos a su hija, desconocían lo que estaba haciendo y temían por un resultado desastroso.
- ¿Acaso intentas imitarme? - Lord Dark alzó la voz y levantó su espada en señal de amenaza, de esta brotaron varios relámpagos veloces que atravesaron el cuerpo de Lord Dark sin hacerle daño otorgándole un brillo fluorescente - ¡No te quieras pasar de lista conmigo mocosa!, ¡te harán falta Eras completas para que puedas igualar mi poder!
Merry soltó una carcajada al escucharlo.
- ¿Qué te hace pensar que quiero ser como tú? - Levantó su espada con el brazo derecho e hizo reposar su filo sobre su mano izquierda sin dejar de mirar a Lord Dark - más vale que hayas leído los reportes de tus guerreros o lo que sea que escriban allá.
- ¿Qué?, ¿De que estas hablando? - preguntó desconcertado.
- Sino mal recuerdo Kriotoro había encontrado la respuesta a lo que ahora vamos a enfrentar, ¿No te contó la forma en la que yo combato?
Una sonrisa confiada se asomó por el rostro de Merry había alcanzado lo necesario para tener una ventaja y aunque la batalla aún no estaba ganada tenían una oportunidad más para vencer.
- No sé de qué estás hablando, ¿Por qué me interesaría algo como eso?
Merry no comentó nada, bajó su espada y la gente comenzó a murmurar entre el silencio que los dos guerreros permitieron. Las corrientes de aire inundaron el lugar, junto con Liam quien había encontrado a Ahmed y lo había llevado al campo. Todos se mantenían expectantes sobre Merry y Lord Dark los cuales al parecer combatirían una vez más.
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Cerró sus ojos y entonó la melodía. El rostro de Lord Dark se desencajó por lo confundido que se encontraba, solo escuchó lo tranquilo que era aquella canción, hasta que observó a Merry ponerse a la defensiva sosteniendo su espada con fervor y devoción, un aura rosa la envolvió por completo y el viento la hacía lucir poderosa con las hebras de su cabello volando finamente y los restos de su vestido centellando con belleza.
Cantó con tranquilidad aquella parte de la canción mientras mantenía su vista cerrada, hasta que escuchó a un Lord Dark molestó dirigiéndose hacia ella, el sonido de sus pisadas era tan claras como si de tambores o una batería se tratasen. Cuando supo que podía atacar abrió los ojos lentamente, encaró a su enemigo y finalmente atacó.
Las espadas se debatieron como fieras a todo lo largo que quedaba de la avenida al son de la melodía como si estas mismas las compusieran, era increíble como Merry se movía verdaderamente rápido y como su contrincante lo hacía de igual manera, los habían perdido de vista por lo rápido que peleaban, cuando se les acabó la avenida continuaron en el aire.
Merry desplegó sus alas por fin, un par de alas traslucidas azules que reflejaban su fortaleza y que le ayudaban a mantenerse ligera durante aquel momento.
Lord Dark quedó impresionado con la forma de atacar de Merry, de cómo cantaba mientras le daba batalla, las luces que se manifestaban a consecuencia de los roces entre sus espadas hacía que fuera más fácil para sus compañeros localizarlos. Los lugareños estaban atónitos a lo que estaba ocurriendo. Mientras Lord Dark trataba de elevarla en el cielo sin dejar de blandir su espada para ganar ventaja esta misma se defendía cuando ambos caían, siempre con gracia.
La sonrisa de Merry no se desvanecía, aunque recibía una gran cantidad de cortes, pero su contrincante no salía ileso tampoco. Merry logró caer de pie y con una tajada de su espada hizo retroceder a Lord Dark varios metros causándole una herida en el pecho, apenas superficial.
Tomó aire y siguió cantando, se aproximó a Lord Dark usando sus alas y lo atacó sin tregua, su espada se movía rápidamente y lo único que hacia Lord Dark era defenderse, conforme avanzaba la canción avanzaban las tajadas y remates de parte de Merry. Los ojos de Merry empezaron a resplandecer con una tonalidad rosada, su espada resplandecía con furor y formaba cortes en el aire los cuales luego de unos momentos se encontraban con Lord Dark, a medida que pasaba el tiempo le era más difícil a este hombre poder esquivar aquellos poderes.
Merry se aproximó sin miedo a su enemigo entonando emocionada aquella canción, lo impactó para que el son de su espada fuera igual a lo que estaba cantando, por unos segundos los golpes fueron rápidos, Lord Dark logró repeler casi todos a excepción del último que logró cortarle de forma importante el brazo derecho, Merry no se detuvo, pero debido a que Lord Dark debía recuperarse tenía que encontrar la manera de repelerla.
- ¡Autonita! - gritó el nombre de su espada y de esta salió una ráfaga que logró separarlo de Merry, quien no se detuvo de cantar.
Derrapó varios metros hacia atrás sin caer y logrando repeler aquella ráfaga tomó un breve descanso, dejó de cantar por un momento y del ambiente comenzó a resonar un coro, un coro parecido seguramente al que anuncia el apocalipsis, voces celestiales se posicionaron detrás del canto de Merry, su cabello comenzaba a crisparse y tomar un color diferente, uno más intenso. Todos la miraban con devoción, como si de un santo se tratara, o de un salvador que vendría en su auxilio.
El coro no duro mucho, al igual que Merry en estado de reposo, apenas terminó y regresó al combate, Lord Dark tomó la ventaja esta vez atacando a Merry de frente y logrando cortarle la mejilla, los movimientos de Merry se habían alentado considerablemente en ese momento, al igual que la canción, la cual repetía un verso similar al que cantaba al principio. Tan solo se había limitado a esquivar los ataques y estocadas que Lord Dark propiciaba mientras que a su vez se elevada en el aire lentamente, su voz sonaba apacible y seguía siendo hermosa.
Cuando Merry notó que habían alcanzado algo de altura dio una vuelta en el aire de forma tranquila y hermosa, inhaló, empuño su arma y nuevamente se debatieron en una danza de espadas.
Lord Dark se miró en los ojos de su enemiga estando en el aire, no pudo defenderse y fue atacado por cada estocada que Merry propicio en ese verso. Aunque luego logró recuperarse y volvió a debatirse contra ella. Los demás miraban; cual si estrellas fugases fueran, a los dos debatirse en el cielo que apenas comenzaba a amanecer, la luz del alba había hecho aparición junto con aquellos puntos de luz que eran causados por los dos enemigos y que ambos coincidían con la canción de Merry.
Su voz melodiosa hacia que los demás sintieran tranquilidad ante la situación a pesar de que ella estaba herida y de que todos conocían eso. Lord Dark en medio de su batalla, esquivando todo tipo de ataques de Merry logró encontrar un punto, lo uso a su favor y perforó el hombro izquierdo de su enemiga.
Merry tan solo desafinó en una pequeña parte de la canción y para sorpresa de Lord Dark continuó peleando, el hombre se preguntaba cómo era posible, tal vez la condición de Merry y el poder que estaba experimentando ocasionaba que en ese momento no sintiera dolor alguno.
Nuevamente los movimientos de la fémina se hicieron más lentos dándole la posibilidad a Lord Dark de provocarle más cortes, incluyendo uno en su estómago, otro en el antebrazo y por último uno profundo en el muslo. Pero Merry era imparable. Aun cantaba con más furor.
No podría seguir mucho tiempo así y ella lo sabía. Cuanto tuvo la oportunidad dio un salto hacia atrás retomando nuevamente la distancia entre ella y Lord Dark, se mantuvo firme mientras el otro lo miraba con rabia y tensaba la quijada hasta que las venas se le marcaban en el rostro.
Y entonces, la voz de Merry inició el clímax de la canción, empuñando su espada y poniéndose recta hizo aparecer un viento salvaje que le elevo el cabello y la sangre que brotaba de cada una de sus heridas, su aura era más grande y sus ojos resplandecían en ese característico color rosa que hizo helar la sangre a más de uno. Los elementos miraban expectantes a su compañera y nuevamente el coro se hizo presente detrás de ella dejando ver a la guerrera en su máximo esplendor.
- Culpable...culpable...culpable...culpable - se escuchaba de parte del coro.
Merry se preparó nuevamente para iniciar la última parte de su melodía, dejó que Lord Dark se acercara y atacara con su espada, esta era repelida por Merry, ya que su enemigo se había aprendido el patrón de su ataque, era el momento perfecto para dejarlo salir, dejar salir aquello que había estado entrenando de forma tan ardua estos últimos meses.
Ella ya no se esforzaba por atacar, porque sabía lo que pasaría si lo hacía, así que dejó agotar a su enemigo, quien al igual que ella le brillaban los ojos en un verde siniestro y el nombre de su espada se había hecho resonar por todo el campo de batalla.
Separó a Lord Dark de una ráfaga y se mantuvo alejada para que aquella brisa la envolviera en un tornado, Lord Dark no pudo contratacar nuevamente, miró con detenimiento y sorpresa aquello al igual que los presentes, Merry había llegado al mejor de los momentos.
Y en medio de un gritó, dejó de cantar, el viento se dispersó y los ojos no solo de Lord Dark sino también de la audiencia presente se abrieron de sobre manera, los elementos apreciaban a la dama que había quedado en lugar de un montón de viento, resplandeciente y hermosa.
- ¿Qué demonios es eso? - preguntó Ahmed en un murmuro apenas audible para Liam.
- Eso es... - Liam murmuró también.
Lord Dark dio dos pasos hacia atrás, una gota resbaló desde su frente hasta su barbilla y las manos comenzaban a temblarle ligeramente. Pero su mirada no podía dirigirse a ninguna otra cosa que no fuera Merry.
Entonces; Lord Dark, se dio cuenta del milagro que se había creado en aquel lugar.
Merry emergió y se puso recta frente a su enemigo, lo miró con sus ojos incandescentes, estos bañados por un color rosa pálido junto con un amarillo ligero, sus pupilas brillaban bajo aquellos parpados violetas. Su vestido se ondeaba con el aire causando un efecto hermoso en aquella tela traslucida color azul; el cual, cubría parte del short corto que traía puesto, este se unía a la parte superior, una blusa que entallaba perfectamente con la figura de la fémina, color blanco con leves detalles en rosa, sus hombros eran cubiertos por una pequeña tela azul que ondeaba al igual que su falda, sus pies fueron adornados por un par de zapatos de plata, sus muñecas eran cubiertas por dos muñequeras plateadas que hacían de protección.
Lo más llamativo era su cabello, el negro azabache que le daba aquella originalidad se había combinado con un rosa intenso en las puntas, el cual se elevaba ligeramente haciéndola lucir por demás majestuosa. Y sus alas, estas traslucidas y brillantes que combinadas con el brillo del sol generaban un resplandor único, hermoso y brillante. Merry sonrió con soberbia ante Lord Dark, sus compañeros la miraban atónitos mientras que la población que seguía al pendiente de lo que estaba pasando continuaba admirando a la fémina.
- ¿Y bien? - Dijo con soberbia, dirigiéndose a Lord Dark - ¿Qué decías hace un rato?, ¿Aún me siguen faltando Eras completas para igualarte?
- Esto es... - Lord Dark tartamudeó con nervios, pero manteniéndose firme - ¡Tiene que ser una maldita broma!, ¡¿Qué se supone que es eso?!, ¡¿Por qué demonios cambiaste a esa forma?!, ¡Es un maldito truco!
Merry soltó una carcajada sonora, lo suficiente para lograr aturdir a su contrincante.
- Me das lastima, enserio - dijo entre risas, luego volvió en sí, mostró su espada dorada al frente, la cual estaba llena de grietas de las cuales detonaban pequeños destellos plateados - Me alegra que te sorprenda, he estado trabajando en esto desde que escuché tu aviso, así que supongo que lo domino bien. Sin embargo...
Los ojos abiertos de Lord Dark se postraron en la espada de Merry, la cual comenzó a desprender su color dorado de forma rápida, casi de un solo golpe dejando en su lugar una espada más larga, parecida a los diamantes, brillante y hermosa, un arma digna de la mujer que la estaba desenvainando. Merry comenzó a mover su arma frente a Lord Dark de manera ágil, demostrando el buen uso que tenía y la costumbre que había generado desde que comenzó a usarla.
- No he usado esta transformación en ninguna pelea, te agradecería si fueras mi conejillo de indias - concluyó.
- Insolente - dijo Lord Dark totalmente eufórico - te haré tragar esas palabras.
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Sin que los dos se dieran cuenta una nueva melodía comenzó. Tan agresiva como los golpes que Merry y Lord Dark soltaban una vez que este último se le lanzara a Merry para atacarla. No contaba con que esta sería lo suficientemente rápida como para poder parar sin demasiado esfuerzo todos los ataques del Lord. Estuvieron combatiendo espada con espada durante una pequeña parte de la agresiva melodía.
Merry se separó, con una sonrisa ante el descubrimiento de su velocidad y al ver a Lord Dark respirando agitadamente y viendo la sangre que le brotaba de la boca debido a las heridas y hemorragias que tenía por dentro, ocasionadas por su enemiga.
Esta no dejó de cantar, sino que esperó un momento, tampoco debía abusar de su nuevo poder. Aunque ya había tratado de familiarizarse con aquello no debía subestimar, su cuerpo estaba cargando con demasiado. Aunque no podía negar que se sentía bien, aquel poder recorriéndole las venas la hacía sentir viva, le daba una esperanza de poder vencer a su contrincante.
Se le lanzó de nuevo a Lord Dark, atacando esta vez de forma un poco más lenta y certera, el hombre de barbas negras hacia lo posible para no dejarse ganar por su enemiga, la autonita con la que estaba hecha su espada resplandecía y soltaba pequeñas chispas cada que chocaba con la espada cristalina de Merry, pero debido a la intensidad de los golpes los cuerpos de ambos individuos retrocedían levemente, ambos seguían danzando por el espacio que les quedaba. Casas destruidas a lo largo de la avenida a causa de la pugna que ambos elementales estaban debatiendo, la gente en su mayoría se había dispersado y la canción de Merry seguía sonando.
Lord Dark daba vueltas sobre sí mismo para lograr tomar un poco más de fuerza y contratacar a Merry, algunos eran recibidos por el filo de la espada contraria, otros eran simplemente esquivados. La paciencia se le acababa y en su lugar dejaba una frustración enorme por no poder avanzar en contra de su enemiga y al no lograr su cometido la furia también se dejaría ver en la batalla.
Merry sonrió y arremetió de nueva cuenta a gran velocidad sin dejar de entonar, Lord Dark se cubría como podía de todos los golpes, pero no salió ileso, un corte logró perforarle el muslo derecho mientras que algún otro; el cual no logro ver, le cortó la frente, ambas heridas derramaron la sangre escarlata del jefe sobre el piso donde aún peleaban, parecía que aquella arena estaba llena de fuegos artificiales, cuales eran producto de los golpes que Merry propiciaba.
Ninguno de los dos se movía demasiado debido a la intensidad de los golpes, hasta que Merry se alzó en el aire y Lord Dark trató de alcanzarla, justo allí arremetió contra ella y logró herirla cortándole cerca del ojo sin dañar el mismo. Lastimosamente Merry comenzaba a cansarse y sus ataques comenzaban a ser más lentos nuevamente, pero no fue suficiente para que se detuviera. Merry arremetió dando una vuelta en el aire, luego su espada golpeó a Lord Dark en el pecho; si no fuera porque tenía puesta la armadura muy probablemente lo hubiera matado, lo hizo caer y allí siguió golpeando con gran intensidad.
Lord Dark conocía su situación y sabía que de seguir de aquella forma perdería, así que no le quedó más que escapar hasta el final de la avenida, pero Merry no lo permitiría, así que lo siguió, atacando y recorriendo aquella calle como si flotara, al igual que su enemigo que se movía rápidamente, tratando de contratacar los golpes de ella. En medio de la conmoción un montón de tierra se levantaba a su alrededor, envolviendo la acción y haciendo que fuera muy difícil ver detrás de todo aquello.
Merry logró interceptarlo antes de que fuera más lejos y de una patada logró hacerlo retroceder, Lord Dark rodó varios metros al lado contrario de donde se encontraba corriendo, un aura rosa intensa envolvió nuevamente a la azabache. Merry movió dos veces su espada, una a la derecha y otra a la izquierda de forma rápida, de aquel movimiento se desataron varias navajas plateadas que se aproximaban a Lord Dark en forma de flechas y que el único motivo que tenían era clavarse en su contrincante.
Lord Dark intentaba esquivar aquellas navajas, dos lograron darle, una en el hombro derecho y otra en el talón izquierdo, como pudo se las quitó y esperó el siguiente ataque de Merry, esta última se acercó con ferocidad al mayor, la espada de Lord Dark resplandeció en un color verde intenso y de este varios relámpagos verdes se hacían presentes, encaró a Merry cuando esta estuvo cerca, de nueva cuenta se debatieron rápidamente, esta vez a Merry le costaba mantener el ritmo que Lord Dark mantenía. En un pequeño espacio que encontró le soltó un rayo de energía que salió de su mano derecha, acertó de forma total y la hizo retroceder ocasionándole una quemadura severa, Merry no dejó de cantar.
Los ojos de Lord Dark resplandecieron en verde nuevamente, se acercó a Merry, usando su espada y al impactar contra la contraria una explosión se dio lugar, los demás se cubrieron de la tierra que se había levantado para luego mirar atónitos lo que había sucedido. Se dispersó rápidamente, Lord Dark se mantuvo firme y Merry se engulló en su sitio, estaba dañada, herida y magullada, pero a pesar de todo eso su convicción era fuerte y sus ganas de pelear eran aún más. Aquella aura se hacía más poderosa al igual que el brillo de sus ojos.
Sus compañeros seguían viendo la escena, asombrados, pero temerosos al respecto.
- ¡¿Qué está haciendo?! - Preguntaba Winder asustada - ¡Va a morir si sigue así!
- Su núcleo esta al tope, si sigue usando su poder así va a explotar y no podrá continuar luchando - comentó Ahmed.
- Ella sabe lo que hace - interrumpió Liam acaparando la atención de los demás - al parecer estuvo entrenando, sabe cómo usar esa cosa y si no... al menos sabe que va a pasar.
- Merry... - susurró Mike con preocupación a lo lejos.
Merry sostuvo su espada con fuerza, el dolor comenzaba a hacerse presente al igual que su respiración agitada así que se tomó un pequeño momento para descansar dentro de la acalorada pelea, sus cabellos seguían ondeándose, aun debía pelear, Lord Dark no daba todo de él aún.
Tomó fuerza y siguió cantando, se reencontró con Lord Dark de nueva cuenta y aunque esta vez de forma más lenta siguió combatiendo, no mostró piedad y tampoco debilidad, en su rostro seguía manteniéndose aquella sonrisa siniestra que desde un principio había tomado lugar.
Lord Dark atacó con su espada del lado izquierdo logrando encajarse en el hombro izquierdo de Merry, pero esta tenía su arma por debajo, subió rápidamente aquella arma con fuerza, en el momento adecuado y sin que Lord Dark pudiera defenderse le rebanó el brazo por completo desde el codo. Los ojos de Merry captaron la vista de Lord Dark, sus pupilas se habían contraído por dolor que le invadió en el instante. Su brazo desprendido voló por el aire cayendo varios metros atrás, la sangre de Lord Dark voló de igual forma y una mueca de dolor se formó en su rostro, en ese momento el núcleo de Merry explotó, formando un pulso rosa, de igual manera causándole dolor y la hizo caer hacia atrás.
Trató de recomponerse, pero todo se veía borroso, la canción había terminado y sus oídos apenas pudieron escuchar los alaridos de dolor de Lord Dark por su extremidad derecha perdida, la sangre del hombre estaba esparcida por todo el piso de la batalla al igual que lo estaba en la espada de Merry. Esta se levantó como pudo, manteniendo muy apenas su poder y transformación, hasta que pudo escuchar a Lord Dark con claridad.
- ¡Eres una maldita perra! - Lord Dark se quejaba y lanzaba gritos desesperados al aire - ¡Voy a matarte elemental de la Luz!, ¡Maldita!
Aquella escena grotesca había causado impacto en los elementales, quienes pusieron su mirada en Lord Dark para luego mirar a Merry, quien estaba seriamente herida y débil. Era una verdadera lástima que no lograra hacerle mucho daño al elemental del Uranio después de todo.
Lord Dark había perdido mucha sangre y el dolor que sentía era sumamente intenso. Arrancó deprisa un pedazo de tela de sus vestiduras y ató la herida lo antes posible para dejar de perder sangre, como pudo y usando su boca para sostener su espada miró con total rabia a Merry, quien estaba cansada y respirando agitadamente. Clavó sus intensas pupilas en ella y un ambiente pesado se apoderó de la atmosfera.
- ¡Tu! - volvió a gritarle dejando que cayera su espada, el sonido del metal chocando contra el pavimento destruido hizo estremecer a los que estaban cerca, mientras que a su alrededor ese había formado pequeños incendios en los escombros - ¡Es increíble hasta donde haz llegado, maldita rata!, No solo voy a apoderarme de este planeta, ¡Voy a matarte a ti y a toda tu maldita especie!, ¡Un ser tan asqueroso como tú no merece existir!, ¡No después de lo que acabas de hacerme!
Lord Dark se aproximó a Merry, usando su espada con el brazo que aún le quedaba, Merry intentaba defenderse, aunque era difícil. No le quedaban más armas, su transformación poco a poco desaparecería y Lord Dark la mataría si no hacía algo con urgencia, una gota se resbaló de su frente a su cuello y sus brazos temblaban cada que repelía uno de sus golpes, los cuales la hacían retroceder.
- ¡Voy a apoderarme de tu planeta! - Gritaba Lord Dark sin dejar de atacar severamente a Merry - ¡Voy a hacer que me rindan tributo!, ¡Los voy a hacer sufrir y luego voy a matarlos a todos!
Los golpes de Lord Dark cobraran fuerza y una Merry asustada soltaba varios jadeos de dolor cada que era impactada por la espada enemiga. Sus ojos se cristalizaron por el dolor y poco a poco su transformación comenzaba a perderse entre estelas traslucidas dejando en su lugar la transformación habitual; y ahora débil, que siempre utilizaba.
En un ataque desesperado Merry soltó varias ráfagas platinadas que salían de su mano derecha con tal de alejarlo lo suficiente para ganar tiempo, logrando su cometido hizo que Lord Dark tan solo se alejara unos cuantos metros para esquivar sus ataques, se recompuso y la miró nuevamente con furia.
- ¡Voy a hacerte pagar por todo lo que has hecho! - Gritaba fúrico mientras se acercaba despacio a Merry - ¡Al igual que voy a hacer pagar a la estúpida monarca que rige Markland!, Nadie creía en que podría hacer algo como esto... ¡Pero ahora no solo se los voy a demostrar!, ¡Los voy a asesinar!, ¡Autonita!
Por última vez el ataque de Lord Dark fue proclamado y una lluvia de relámpagos verdes azotó el lugar en donde se encontraba Merry, golpeándola de la misma forma en la que el primer relámpago le golpeo cuando obtuvo sus poderes. Su transformación desapareció al instante, justo cuando el relámpago dejó de hacer acto de presencia. La chica se detuvo un momento para toser sangre por la herida, su mano izquierda fue a parar en la herida que se le había hecho en el abdomen en medio de la batalla y la cual no se había dado cuenta hasta que esta comenzó a doler.
- ¡¿Por qué carajo eres así?! - Gritó Merry molesta atrayendo la atención de Lord Dark sin que este se detuviera y sin que Merry huyera - ¡Mataste a tus soldados por tu maldita ambición!, ¡¿Te detuviste a pensar un poco en el estúpido plan que estabas armando?!, ¡Te aseguro que ni siquiera habías pensado en todo esto!
Una lluvia de ráfagas verdes propiciada por Lord Dark le dio de lleno a Merry lastimándole el pie derecho haciendo que cayera hacia atrás y que se quejara por el dolor. No pudo ponerse de pie asi que se empezó a arrastrar hacia atrás levemente para tratar de escapar.
- Investigué y calculé cada probabilidad cuando iba a invadirlos - respondió Lord Dark - y tienes razón, esta vez me sorprendiste, esperaba todo excepto esto - logró acercarse tanto a Merry para usar su espada y con la punta de esta atravesó la mano de la joven manteniéndola unida al piso y a su vez al arma. Merry comenzó a gritar de dolor - pero tampoco fue una complicación.
- Maldición tenemos que hacer algo - digo Ahmed mientras que adolorido se trataba de levantar.
- ¡No! - Gritó Agatha asustada - el aire está plagado de Uranio, si alguno de nosotros nos acercamos haremos que se propague y en su defecto el mismo lo hará si ve que intentamos hacer algo, además, ninguno de nosotros puede hacer nada al respecto, estamos muy mal heridos, solo empeoraríamos la situación.
- ¡¿Y qué propones?!, ¡¿dejarla morir?! - Gritó Ahmed molesto - ¡Tú no estás herida debes hacer algo!
Agatha giró la vista hacia Merry tratando de contener sus propias lágrimas, también estaba lastimada, el hecho de que ella no podría hacer nada era porque estaba herida, su elemento en contacto con el Uranio y su herida ocasionó la contaminación del elemento radioactivo en su cuerpo, pero este no se lograba ver debido a que sus heridas estaban por debajo de su carne y las cuales únicamente le ocasionaban un dolor que debía disimular.
Liam no podía ponerse de pie y Winder había perdido el conocimiento desde hace tiempo, Agatha tenía razón, por más que quisieran ayudarla empeorarían la situación si alguno hacia algo.
- ¿Ya los escuchaste? - dijo Lord Dark de forma amenazadora mientras miraba a Merry, herida y casi derrotada, sin poder escapar y con los ojos llenos de lágrimas, pero también llenos de convicción - tus amigos no vienen a ayudarte, ¿y así piensas que aún no he ganado?... tan solo mírate, estás derrotada.
- Ellos no vienen por que no pueden hacerlo - dijo Merry adolorida, tratándose de mantenerse fuerte - no van arriesgar la vida de los demás por la mía y por qué si algo me pasa... ¡Ellos van a pelear contra ti!, ¡Si yo muero aquí ellos van a matarte!
Las lágrimas de Agatha salieron de sus ojos al escuchar a su compañera justo antes de desplomarse en el piso por las pocas fuerzas que le quedaban, Ahmed trató de levantarla, pero él también estaba débil para poder luchar.
- Pero que estupidez que confíes en unos lacayos como ellos - dijo Lord Dark y de nueva cuenta sus ojos resplandecieron, sacó su espada de la mano de Merry y la levanto justo arriba del cuello de la fémina, la azabache estaba tan débil que ni siquiera se podía mover o tan siquiera trataba de escapar - bien, debo continuar con lo que deje, me gustaría decir que fue un gusto conocerte, pero la verdad espero que te pudras en el infierno, hasta nunca, elemental de la...
Merry no supo que fue lo que ocurrió hasta que pudo escuchar de nueva cuenta los alaridos de dolor por parte de Lord Dark. Trató de enfocar su vista en el hombre que estaba a punto de arrebatarle la vida y el cuál ya no se encontraba cerca de ella. Cuando pudo notar que era lo que pasaba se dio cuenta que su rodilla fue atravesada por una lanza plateada brillante, una ajena a los presentes, Merry tomó fuerzas y trató de levantarse, lo cual logró en mucho tiempo y poco a poco.
Lord Dark sacó la lanza, no sin antes quejarse demasiado por la herida que emanaba sangre como una fuente, tal vez eran los pocos miligramos de sangre que aún le quedaban en el cuerpo.
- ¡¿Quién demonios hizo esto?! - Gritó fúrico mientras empuñaba la lanza - ¡Muéstrate!
- No hace falta que grites Lord Dark. - Una voz femenina resonó de entre los escombros y el fuego que yacía encima de ellos - no, tú ya no eres un Lord.
Lord Dark miró a la dueña de la voz y pudo reconocerla al instante, aquellas hebras negras y su ropaje azabache, así como su piel blanca no podía dejarle más en claro que se trataba de Dhalia.
- ¿Dhalia? - Preguntó con sorpresa - ¿Qué demonios estás haciendo aquí?, ¿Qué mierda significa todo esto?
Dhalia se acercó lo suficiente a Lord Dark de forma apacible y seria manteniéndose concentrada, Merry miraba todo con asombro, no sabía por qué aquella chica se le hacía conocida, no sabía por qué estaba allí y mucho menos porque conocía a Lord Dark.
- Estoy aquí para cumplir un mandato de la Señora, se te dió una orden Lord Dark, la Señora está molesta por tu actitud y por lo que provocaste, te has convertido en un traidor y sabes que es lo que les sucede a los traidores.
Lord Dark arqueó una ceja en señal de confusión, luego entrecerró los ojos tratando de deducir lo que estaba pasando. Sudaba del dolor y la desesperación así también por la confusión que hasta el momento lo tenía aturdido.
- ¿Un traidor?, ¿yo? - Preguntó con incredulidad - ¡Son patrañas!, ¡solamente estoy haciendo lo que la señora me ordenó que hiciera!, ¡la traidora es ella!, ¡cada elemento debe servir con total fervor a la señora!, ¡No estar en este mundano planeta haciendo lo que le plazca!
A pesar de los arrebatos de Lord Dark, Merry no dejaba de ver a Dhalia con esperanza a que algo pasara, las llamas poco a poco comenzaban a apaciguarse y el sol resplandecía en medio de todo el caos que se había generado esa mañana.
- Creo que es un poco tarde para tu declaración - dijo Dhalia con serenidad mientras le arrebataba la lanza de las manos a Lord Dark - lo sabemos todo, eres un traidor, elemental del Uranio.
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