✧CAPITULO 41: LA REYERTA DE LOS GUERREROS✧

ACTO II: EL ARRIBO DE LORD DARK

Te pediría perdón por todo el daño que te he causado, pero no sería suficiente para repararlo...

Te pediría perdón por llevarte al extremo, por llevarte al filo de la muerte, pero no seria suficiente para traerte de vuelta...

Te pediría perdón por todas esas veces que me pediste ayuda, por todas esas veces que te silencie en lo profundo...

Te pediría perdón por tener que sacrificarte, pero sinceramente no quiero hacerlo...

Te pediría perdón, pero eres yo misma

Te pediría perdón, pero ya no hay vuelta atrás

Te pediría perdón, pero no valdría

Te pediría perdón, pero si yo caigo tu caerás conmigo.

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- ¡¿Cómo fue que paso todo esto?! - dijo Merry alterada y nerviosa, mientras corría al lado de Liam por las calles desoladas y oscuras de San Francisco. Ambos se habían transformado apenas salieron de la casa de Merry y se aventuraron a donde Liam sabia que se había dado el brote.

- No lo sé - respondió agitado - hace más o menos una hora nos percatamos de la presencia de varias sombras no muy lejos del Presidio, cuando fuimos a ver que pasaba estaba infestado, te lo juro, jamás había visto a tantas sombras en un mismo lugar.

- Maldición - susurró Merry sin dejar de correr - ¿Qué tan malo crees que sea?

- No debería ser muy malo si solo son sombras pero verdaderamente dudo que lo sean.

Merry palideció por un segundo pero no se detuvo y siguió el paso de Liam. Ambos estaban tan concentrados en llegar al lugar que no les dio tiempo siquiera para poder volar, contaban más con sus piernas que con su poder en ese momento.

No esperaron mucho hasta llegar a las costas del Black Point, a unos cuantos metros del Presidio donde Merry había adquirido sus poderes.

No muy a lo lejos podía avistarse la figura de Ahmed y Winder luchando contra las sombras en masa. Eran tantas que a la distancia donde se encontraba Merry y Liam solo podía avistarse una gigantesca masa negra que trataba de envolver por completo a sus compañeros de armas.

Ahmed estaba sudando demasiado de todo el esfuerzo físico que implicaba luchar con los demás, se mantenía firme y a raya, así como Winder lo hacía también, quien volaba por los aires rebanando aquellas figuras y tratando de no tocar absolutamente nada de los residuos de las sombras que le quemaban la piel.

Merry desenvainó su espada y la puso enfrente de su pecho, dispuesta a ayudar a los demás con su labor, Liam se puso a su lado empuñando su espada de igual manera, sin replicar o decirle a Merry que no se lanzara en contra de sus enemigos, cosa que la extrañó, ella pensaba que por alguna situación Liam la detendría.

Ahmed tensaba la quijada cada vez que cortaba una sombra, se le podía ver en el rostro que estaba sumamente cansado, al parecer tampoco había dormido y había estado luchando contra esas bestias durante gran parte de la madrugada. Pero sintió alivio, un alivio que lo hizo emocionar, al momento en que vio a Merry frente a sus ojos degollar a una de las sombras que se le acercaban con furia al moreno.

- ¡Hey!, ¡Eso era mío! - le gritó a forma de burla, antes de soltar una pequeña risa - me alegra... verte de nuevo - dijo entre dientes.

- El gusto es mío - respondió Merry con una sonrisa antes de ponerse al lado de Ahmed para servirle de defensa, así como este mismo le servia a ella. Le dio la espalda y se puso en guardia - ¿Sabes si se pueden regenerar o algo así?, son demasiados.

- Lo se son muchos - dijo Ahmed preocupado - pero creo que no pueden volver a la vida, si es que tienen una claro. Da igual, mátalos a todos y listo.

Merry suspiró con tranquilidad, luego puso un pie enfrente de ella al igual que el filo de su espada apuntando a las sombras que se seguían acercando, manteniéndose pulcra y serena al mismo tiempo, concentrada para saber que era lo que debía hacer. Tampoco sabía por qué, pero sentía que toda la responsabilidad había caído sobre ella.

- Si esta es una estrategia de Lord Dark no la entiendo, no entiendo por que mandar a su ejercito si piensa que el mismo puede detenernos, me da lo mismo ¡Voy a acabar con todos!

Los ojos de Merry se volvieron amarillos como era costumbre, brillantes y a la vez alarmantes, pequeñas alarmas que le advertían a los demás la catástrofe que se asomaba.

De una zancada se lanzó contra sus enemigos y de un solo tajó rebanó un grupo que se acercaba a ella. De forma majestuosa y a la vez temible, no entendía por qué, pero se sentía muy bien acabar con grandes hordas de lo que sea que fueran esas cosas.

El filo de su espada brillaba como si de un fuego artificial se tratara, haciéndolo relucir entre chispas y dejando pequeñas estelas doradas a simulación de luciérnagas, las mismas que iluminaban la penumbra de la madrugada. Volaban cabezas por los aires y entre estos se extinguían los cuerpos de aquellas bestias, manchando la piel de Merry y dejando quemaduras en su lugar. No le importaba, estaba tan ocupada masacrando que ni siquiera había notado el dolor.

Su espada atravesaba el campo del Black Point de forma rápida y astuta, tratando de abarcar el mayor lugar posible para deshacerse de tantos enemigos. A lo lejos podía verse a Agatha luchar codo con codo junto a Winder, ambas haciendo lo mismo que Merry, debatiéndose con las sombras, juntas y de forma astuta, tanto que ambas parecían una sola. Había entendido su amistad en ese momento, se habían ayudado tanto una con la otra que ahora podía predecir los movimientos de su compañera y de esta manera ejecutar un ataque acompañante que le fuera de ayuda a la otra para lograr un mejor desempeño.

Ambas lograron deshacerse de una gran cantidad de sombras, no sin mucho esfuerzo y sin ayuda de sus amigos varones quienes por su lado les ayudaban a limpiar la zona más cercana a la costa para evitar la contaminación del agua. Tenían tanta suerte que fuera de madrugada, ya que así, no habría demasiados testigos que presenciaran el suceso cerca del mar.

Conforme el tiempo iba pasando las quemaduras en la piel de Merry se iban notando y el dolor intenso se hizo presente, junto con la atención de esta sobre sus heridas, la distrajeron de la acción y mientras trataba de volver sintió como el frio filo de una espada le corto superficialmente la mejilla. Se quedó fría, porque sabía perfectamente que no pudo ser una sombra.

No quería voltear por que sabia que a sus espaldas estaba algo que no era una sombra y no podía ser uno de sus compañeros, por que aquella laceración no se sentía de la misma forma en la que sus compañeros de armas le hubieran herido alguna vez, sabia que esa arma era de alguien totalmente ajeno a lo que ella conocía.

Tomó valor y se dio la vuelta sobre sus propios talones. Observó con atención y la mirada abierta, se percató que la persona que lo atacó era un hombre alto, blanco y con un traje negro que le cubría casi todo el cuerpo, bordado con detalles dorados, como si de un caballero se tratase. Empuñó su espada y vio a Merry con determinación. Su espada alargada tenia toda la pinta de ser la de un samurái. Se encorvó un poco sin dejar de mirar a Merry fijamente, sin decir ninguna palabra y sin perturbarse ni un poco.

Merry jadeó levemente y de igual manera sostuvo su espada con fuerza y la mantuvo delante de su pecho para defenderse en contra del otro.

- ¿Quién carajos eres? - preguntó temerosa.

- En medio del campo de batalla solo importa ganar, algo tan banal como mi nombre carece de importancia, ¡Solo importa obtener la victoria para Lord Dark!

El hombre se lanzó en contra de Merry y esta solo pudo defenderse con su propia arma, a medida que conocía la estrategia de combate se sintió más tranquila. Sus ataques eran sumamente torpes, nada en comparación con los tres guerreros de la oscuridad con los que había peleado en el pasado. Determinó que el hecho que le pudiera hacer un corte era porque estaba distraída y que en realidad era muy fácil esquivar sus ataques. Su cuerpo respondía muy bien a los ataques a corto alcance que el otro trataba de plantarle, la espada que el otro portaba se movía rápidamente tratando de dañar a Merry de cualquier forma posible, pero igualmente de forma muy torpe.

Merry le golpeó en el estomago quitándole el aliento cuando vio la oportunidad, acto seguido lo alejó de ella pateándole la cara. Lo hizo caer hacia atrás y este se recompuso rápidamente.

- Enserio, dime quien eres, no puedes ser parte de las tropas de Lord Dark, tus ataques son muy débiles.

Las palabras de Merry le hicieron hervir la sangre a su contrincante, quien se quejaba levemente por el dolor en la nariz que le había causado la patada de su enemiga y por la sangre que había perdido debido a sus heridas. Se puso de pie, bufó y empuñó su espada.

- ¡¿Cómo te atreves a llamar a mis ataques débiles?!, ¡Mi fe es mas grande!, ¡Maldita perra, voy a acabar contigo!

Se lanzó en contra de Merry manteniendo la punta de su espada de lado y de frente, pensando en que tal vez podría acertar un golpe. Pero a Merry, le había dolido que le llamaran así, su mente se nubló, sus ojos se encendieron en su característico color amarillo más intenso, espero a que su contrincante estuviera cerca y cuando estuvo a su alcance, por mera inercia y de una sola tajada, rebanó por completo el cuello del caballero.

Sus ojos se apagaron en cuanto vieron la cabeza del otro rodar por el piso y su cuerpo desplomándose sobre el pavimento, llenando la zona de sangre, inerte y frio.

Se giró con miedo y los ojos bien abiertos, miró a los ojos y a la cabeza de quien había rebanado, saltó levemente del susto y se mantuvo inmóvil, apretando la empuñadura de su espada con fuerza.

Había matado a un soldado.

- No puede ser... - susurró a si misma - lo...maté, maté a una persona - repetía constantemente.

Liam plantó su mirada sobre una Merry asustada y el cadáver de su víctima. Se sorprendió, pero no lo suficiente para perder los estribos ni mucho menos para dejar de defenderse contra las sombras. Notó como el cuerpo de Merry se paralizó por completo, como sus labios temblaban por el miedo que sentía y como el arrepentimiento le recorría cada célula de la piel.

- ¡No te detengas! - Gritó Liam - ¡Sabes perfectamente que esto iba a pasar!, ¡Y él también lo sabía!, ¡Era su vida o la tuya Merry!

El miedo que le recorría en aquel momento se mostró en sus ojos, estos llenos de lágrimas cristalinas, no por tristeza o angustia; sino, por que no sabia que hacer al respecto. Movió sus brazos rápidamente pero por un periodo muy corto de tiempo para poder disipar un poco de ansiedad que tenía.

- ¡Pero acabo de matarlo Liam! - gritó desesperada.

- ¡Recuerda que fuiste entrenada para eso!, ¡Deja de pensar y solo actúa!, ¡Debes hacerlo, no hay otra opción Merry!

Se tragó lo que sentía y se limpió las lagrimas luego de escuchar las palabras de Liam. Miró una vez más la cabeza que había degollado, sintiendo un escalofrió y un repudio inexplicable, un sentimiento que le provocaba asco, pero al mismo tiempo, dejándolo de lado para que no afectara de ninguna forma sobre lo que tendría que hacer más adelante. Pequeños fragmentos de sus recuerdos le volvieron a la mente y las miles de veces que Liam le explicaba el como lidiar con la culpa y que tarde o temprano tendría que quitarle la vida a alguien.

- Está bien... - susurró y su mirada determinada volvió a estar donde antes. Siguió combatiendo.

Agatha y Winder llevaban algo de tiempo combatiendo de igual manera con otros soldados, a esas alturas las sombras se iban disipando, dejando en su lugar varios hombres y mujeres vestidos de negro listos para combatir contra Merry y su sequito.

Había personas de todo tipo en aquel ejercito y de la misma forma en la que Merry acabó con su primera víctima los demás hacían lo mismo. Ahmed tenía problemas con una espadachina que demostraba tener rapidez, si no hubiera sido por que Ahmed bajó el pecho esta le hubiera sacado un ojo con su espada, aun así logró rebanarle parte de la mejilla. Ahmed la pateó y antes de que el cuerpo de la mujer pudiera caer al piso este le atravesó el cuerpo con una estalagmita de roca que salió del suelo haciéndola desangrar y muriendo casi al instante, consecutivamente uno de sus compañeros combatió al elemental de la Tierra, lastimosamente también perdió la vida siendo impactado por un golpe directo en su rostro, propiciado por Ahmed y su puño endurecido por la roca.

Parecía ser que Winder era la que más se divertía del grupo, sus cuchillas volaban por los aires justo como ella solía hacerlo, impactándose en los cuerpos de las personas que la combatían causando heridas mortales, acto seguido a los que aún seguían consientes fueron testigos de los poderes de la elemental de aire, impactándolos con sus fuertes ráfagas y tornados, ella era hasta ese momento, la elemental que acaparaba más campo y acababa con más cantidad de enemigos, al lado de Agatha, quien servia de guardia al igual que como lo hizo con Merry el día que se enfrentaron a Lantana. Ambas inseparables.

Merry jamás había visto tanta sangre en su vida, el piso de aquel malecón se tiño de salpicaduras rojas hasta donde le alcanzaba la vista, junto con los cuerpos de los guerreros caídos con los que los elementos habían acabado. Era tan extraño para Merry que simplemente sus compañeros le diesen igual la vida de sus enemigos, que acabaran con ellos sin estimación alguna, sabía que ellos habían estado trabajando durante toda su vida para poder lidiar con la culpa y que tal vez habían llegado al grado de no sentir nada por arrebatar la existencia de alguien. Un sentimiento con el que Merry no estaba relacionada.

Tomó todas las fuerzas que tenían para seguir combatiendo, de la misma forma que la anterior se cobró otras tres vidas, una perforándole el pecho, otra cortándole la yugular y la ultima rebanando la mitad de su cráneo. Sin duda, era lo más grotesco y grave que alguna vez pudiera haber hecho, su corazón no dejaba de latir y su mente trataba de distraerse para poder seguir con su trabajo, después de todo las palabras de Liam resonaban en su cabeza una y otra vez, "Era su vida o la de su víctima".

El amarillo de sus ojos pasó a ser más cotidiano a medida que seguía con su acción y el resplandor que emitía estos combinaba con la personalidad que poseía en aquel campo de batalla. Los guerreros a los que se enfrentaba eran feroces y parecían salir de manchas oscuras que había en el piso, de la misma manera en la que las sombras hacían acto de aparición. Ahora ninguna sombra estaba en el campo de batalla, simplemente había un pequeño ejército de guerreros con vestimentas oscuras.

- Me alegra que los rumores sean ciertos - decía una de las guerreras, esta se enfrentaba al elemental del fuego de manera igualitaria - son tan fuertes como Lord Dark nos decía soy tan dichosa por enfrentarme a ustedes.

Liam se mantenía sereno, sin bajar la guardia y mucho menos su espada esperando el siguiente movimiento de su contrincante; el cual, fue demasiado simple, tan solo bastó un ligero esquivo de Liam y una perforación en el estómago de la guerrera para que esta terminara perdiendo la vida a manos del hombre que le enseñó todo lo que sabia a Merry. Pero ella no seria ni la primera ni la última que moriría a manos de Liam.

Poco a poco el ejercito iba desapareciendo y montones de cadáveres eran apilados por Agatha a un costado, quien también usaba su elemento para dejar la menor evidencia posible, sabia que tarde o temprano amanecería y por todo el sonido causado en la madruga algunas personas saldrían a inspeccionar que había pasado.

Merry estaba en shock después de eso. Se tomó un momento para reflexionar ya que todo estuvo calmado y miró sus palmas, estas llenas por completo de sangre, sangre ajena de las vidas que había arrebatado anteriormente, junto con un terremoto en su cuerpo que la hacía sentir nerviosa, pero que tampoco apagaba el brillo dorado en su mirada.

- Mierda, mierda... - susurraba a si misma - contrólate... para esto te entrenaron para esto naciste, es normal, todo estará bien, solo... ¡contrólate maldita sea!

Liam se dio cuenta de nuevo por lo que Merry estaba pasando, y no solamente él sino también sus compañeros y aun más Ahmed que era por mucho el elemental más experimentado de los cinco. Al parecer el ejercito había sido destruido en su totalidad y los cuerpos de estos mismos poco a poco se desvanecían con el frio de aquella madrugada en la costa. Ahmed y Winder se acercaron a Merry mientras Agatha seguía limpiando el campo de batalla.

Merry se abrazaba a si misma tratando de calmarse, Agatha se ocupaba de que los cuerpos que Merry había dejado como consecuencia de quitarles la vida desaparecieran para que no molestasen a su amiga. Aunque esas imágenes estaban divagando por la mente de Merry de forma rápida, como si estuviera viviendo una película de terror en carne propia, jamás se imaginaría que ese día llegaría, a fin de cuentas, ella pensó ¿Quiénes verdaderamente son los malos?

- ¿Estás bien? - preguntó Ahmed una vez estuvo cerca - te veo demasiado alterada por la situación.

- Tienes que comprenderla - dijo Winder - jamás había hecho esto, se supone que debe ir poco a poco, no de esta manera.

- Pero así debían ser las cosas - interrumpió Liam - no tuvimos tiempo para prepararla, debe acostumbrarse, si este era el ejército de Lord Dark, él no debe tardar de llegar a la Tierra, aun debemos saber que vamos a hacer con todas las personas que viven aquí, este es un lugar turístico y miles de personas van a presenciar lo que vamos a hacer y estoy seguro que Lord Dark no va a permitir que luchemos en otro lugar más aislado; a fin de cuentas, su objetivo es apoderarse del planeta, poco le interesa quien sepa o no de él.

Winder asintió y las miradas de los tres se concentraron en Merry quien se mantenía de pie sujetándose de sus rodillas y encorvada hacia abajo con la respiración demasiado intensificada.

- ¿Estás bien? - preguntó Winder.

- No, siento que voy a vomitar - dijo Merry jadeando, luego se empezó a alterar - ¿Esto es lo que siempre han hecho?, ¡¿Desde hace años?!

- Te lo hemos dicho varias veces - dijo Liam - perdón por no haberte entrenado lo suficiente para esto, pero recuerda que es lo que hacemos es nuestra labor.

- ¡Maldita sea Liam!, llevan haciendo esto desde hace años, ¿no se supone que debemos salvar a la humanidad?, ¿no se supone que somos los buenos?

Liam suspiró, se acercó un poco más a Merry de forma soberbia y entrecerrando los ojos demostrando superioridad.

- Merry - la llamó, esto la hizo estremecer - en este planeta a través de los años la misma humanidad nos ha enseñado que sus conflictos se resuelven por medio de guerras. Los humanos pelean por cuestiones verdaderamente estúpidas y miles de personas mueren por causas que no les corresponden. Sabes y aceptaste entregar tu vida para salvar a esa gente a pesar de eso, así como ellos murieron hoy, nosotros podemos morir a manos de Lord Dark, vamos a salvar este planeta y a su gente de ese imbécil. ¿sabes por que te digo todo esto? Por que el no va a tener piedad contigo ni con ninguno de nosotros, entonces... nosotros no vamos a tener piedad con ninguno de ellos.

Merry lo miró con intriga pero a la vez se puso recta y lo miro de frente, tratando de enfrentarle de manera no física.

- Pero eso implica que matemos a más gente, si lo que me dices es cierto, ustedes han matado a demasiados, su sangre se ha derramado en esta tierra a manos de nosotros - dijo de forma vulnerable.

- Entonces si quieres vengarlos tienes que matar a Lord Dark, haz que ese condenado sufra por todo lo que le ha hecho a nuestro hogar - dijo Liam de forma firme.

- ¿Aunque eso implique seguir matando a su ejército? - preguntó Merry con temor.

- Lamento decirte que si - respondió el elemental del fuego - no te sobre pienses con eso, poco a poco se te hará más cotidiano, también ellos eran guerreros, deben estar preparados para dar la vida si es necesario, así como nosotros.

Merry suspiró para poder tranquilizarse, aceptó lo que Liam trataba de decirle y envainó su espada. Se recompuso y regresó en sí, sintió una brisa húmeda en su rostro, era Agatha, quien se acercaba a ella y sus compañeros.

- Todo esta limpio - dijo Agatha una vez que bajó junto a sus amigos ya que permanecía volando con sus alas que bien se podían comparar con pequeñas cascadas - no hay rastro de que una pelea se haya librado, aunque... para ser un ejercito de uno de los jefes de la Jerarquía era bastante débil.

- Es lo que no entiendo - dijo Liam - si Lord Dark es tan poderoso ¿Por qué mando a su ejército?, ¿Por qué simplemente no ha venido el mismo?

- Por qué no es estúpido - dijo Agatha con soberbia - lo más seguro es que el dedujera que estuvimos entrenando todo este tiempo y quería saber que tan fuertes nos habíamos vuelto para poder atacarnos. Es un hombre astuto, temo que sea más astuto que nosotros.

Tenía sentido lo que estaba pasando. Lord Dark era consciente de que los cinco elementales eran capaces de acabar con los guerreros de la oscuridad, un simple ejercito no seria problema para ellos, pero había pasado mucho tiempo desde su último enfrentamiento, así que el sabia que ellos no se quedarían de brazos cruzados y que tratarían de volverse más fuertes para luchar contra él. A pesar de la carta donde contenía las dos opciones, o dejaban todo a Lord Dark, sin poner resistencia o peleaban contra él. Él sabía que no podría tomar la Tierra sin resistencia alguna, ninguno de los elementales se lo permitiría.

La situación que todos los elementales estaban viviendo era critica, podían esperar a que hubiera un indicio de que Lord Dark estaba cerca, pero temían que algún enfrentamiento se estuviera librando en algún lugar del planeta y que estos mismos no se enteraran. Así mismo, querían pasar desapercibidos, sabían que no era bueno que las demás personas se enterasen de la guerra que estaba apunto de empezar.

La azabache se había preparado para la ocasión, había estado entrenando tanto con sus compañeros como por ella misma a solas, daría todo en batalla de ser necesario para cumplir su labor, pero eso no quería decir que no tuviera miedo, aun era una adolescente, le deparaba una vida por delante y ahora no solo su propia vida, sino la de toda la humanidad dependía de ella y sus compañeros. Esperaba y rezaba a todos los dioses porque Lord Dark no se hubiera fortalecido y por que los esfuerzos de sus compañeros fueran suficientes.

- ¿La estrategia sigue siendo la misma? - Preguntó Liam.

- Así es - contestó Agatha - el plan A y B, aunque desconocemos su elemento, podremos acorralarlo con mucho esfuerzo ya que nos lo de a conocer, espero que sea algo que yo conozca o por lo menos algún elemento de los posibles que he estudiado, se que no es un plan elaborado pero tal vez nos pueda funcionar.

- Ajá, ese es el plan A - dijo Winder - ¿y el plan B?

- Esperar un milagro - respondió Agatha con nervios - no conocemos mucho de él y tampoco sabemos que es lo que ha estado planeando todo este tiempo contra nosotros, debemos esperar, tal vez algo se nos ocurrirá.

- Espera... - interrumpió Merry - ¿Dónde está Luna?

Liam suspiró con desdén y Ahmed solo volteó a otro lado al escuchar la pregunta de su compañera.

- Ella no nos acompañara - dijo Agatha - me dijo que estaba planeando algo, algo así como un arma secreta.

Merry frunció el entrecejo, se puso recta y miró a los ojos a la elemental del agua mientras esta se quitaba los lentes con lentitud. No le había parecido aquello.

- No - dijo Merry haciendo extrañar a sus compañeros - ninguno de los planes que tenemos esta construido sólidamente y si recuerdan el comunicado Lord Dark nos advirtió que no preparemos ninguna trampa, ya que si no funciona solo vamos a empeorarlo.

- ¡Pero es necesario! - dijo Agatha frustrada - no podemos asumir el riesgo Merry.

- Escúchate Agatha, no sabes que va a pasar, ni siquiera los planes que tienes están sólidos, lamento ser yo la que te lo diga, pero todos aquí sabemos que cuando uno de tus planes no está solido con totalidad este mismo falla, estos planes van a fallar si solo los seguimos por seguirlos.

Agatha, decepcionada y cansada, suspiró de forma melancólica, miro el cielo oscuro por un momento y luego le regresó la mirada a Merry, mirando la determinación que la menor poseía, eso la calmó momentáneamente.

- ¿Entonces que sugieres que hagamos? - preguntó Agatha con esperanza.

La contraria la miró directamente a los ojos, suspiró levemente para poder darle una respuesta sólida.

- No nos queda más que pelear - respondió - nosotros no sabemos casi nada de Lord Dark, pero dudo que sepa con totalidad todo lo que nosotros tenemos y somos, no hay que esperar un milagro, nosotros debemos hacer un milagro.

Agatha soltó una risita y luego revolvió los cabellos negros de la elemental de la luz, de forma melancólica pero poniendo toda su confianza en ella.

- Esta bien, tomemos los planes como opciones únicamente - dijo la elemental el agua - y hagamos posible un milagro.

Sus compañeros asintieron con orgullo, solo había una cosa que hacer, pelear por la Tierra y su hogar, defender a su gente y cumplir su misión.

- Muchachos - Winder interrumpió el breve silencio que se había generado - si no salimos de esta o si alguien muere... fue un honor y todo un placer combatir y vivir a su lado... los quiero a todos.

Sus compañeros sonrieron y se sintieron aliviados ya que sentían lo mismo que Winder. Como si estuvieran pensando lo mismo conectaron un abrazo grupal, sobre la noche y las estrellas que les servían de manto y que a su vez les daban paz.

Una paz que se terminó a los minutos cuando ese mismo cielo se contaminó con una luz verdosa que solo podía anunciar una cosa, Lord Dark había llegado, había arribado en la costa enfrente de los elementos en una nave grisácea con forma de hexágono, tenía detalles en negro brillante y verde que la hacían resplandecer, aunque no era demasiado grande hacia atemorizar a sus contrincantes. Se plantó en el agua creando un pequeño oleaje a su alrededor, en ese momento los elementales se dieron cuenta de lo grande que era. Una puerta larga y rectangular hizo de puente entre la nave y el malecón para que tuvieran comunicación, las ventanas redondas que tenia a sus lados emitían un brillo verde incandescente que iluminaba el Black Point y que llegaba hasta la misma prisión de Alcatraz la cual no se encontraba demasiado lejos de donde este mismo había arribado.

Cuando por fin la nave estuvo abierta dejo ver la figura de un hombre con armadura platinada, sus cabellos y barbas negras y sus característicos ojos rojos hicieron aparición mientras un humo denso salía detrás de él que combinado con la luz verde hacían sentir el espacio como algo radioactivo.

Los elementos se pusieron en guardia y Lord Dark logró verlo y asimilarlo, tal vez si era demasiado para los elementales. Soltó una leve risita y desde su posición se dignó a hablar.

- Saludos cordiales, elementos de la Tierra, muchas gracias por recibirme en este maravilloso puerto, les prometo que esta será una velada que jamás olvidaran.

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