✧CAPÍTULO 35: CODO CON CODO✧
"EL HA VUELTO A NACER Y TRAE CONSIGO LA DESTRUCCION DE TODAS LAS RAZAS"
– ¿Y bien?, ¿Qué esperas? – dijo Liam esperando una respuesta de Merry quien le daba la espalda para plantar su vista en la gran cantidad de sombras que yacía en su enfrente.
El aire soplaba y les revolvía los cabellos y la ropa a todos. Las sombras se iban acercando y junto con ellos también varias personas para mirar con asombro lo que estaba pasando. Ya no había vuelta atrás y tampoco podrían pasar desapercibidos para deshacerse de tantas sombras. Pero no era algo que le preocupara mucho a Merry; de hecho, al único que le llegaba a preocupar esa situación era a Liam.
– Estaba esperando a que se acerquen más – Merry contestó sin quitar la mirada de sus enemigos – no quiero que ninguna persona salga herida. Me conozco, se que perderé el control y empezaré a pelear sin pensar, no quiero que nadie ajeno salga herido. Para ser sincera, no he matado a nadie como lo han hecho ustedes, se que no son personas, pero no se siente del todo bien acabar con tantos.
Agatha y Winder miraron con preocupación a la azabache, entendían lo que esta misma sentía, en sus principios como elementales todos tuvieron que pasar por eso, tuvieron que asesinar personas para poder mantener la paz, ya no es algo que ella considere si lo quiere hacer, es su obligación y Merry estaba consciente de aquello.
– Si no te sientes bien con eso Merry podemos ayudarte a pelear – dijo Winder de forma inocente mientras entrelazaba sus manos y las mantenía cercanas a su pecho – no tienes por qué hacerlo tu sola.
Una expresión de confusión se formó en el rostro de cada elemental presente por la inesperada reacción de Merry. Esta ultima soltó una fuerte carcajada haciendo sonar el ambiente. Se puso recta, hizo aparecer su espada y después se giró muy levemente para mirar de reojo a sus compañeros.
– Se que tengo que matar a muchas personas y todo eso, solo estaba haciendo tiempo para encontrar una buena canción y usarla en batalla. Esto debe ser épico, catalóguenlo como una de mis muchas hazañas.
Liam sonrió levemente y una ligera risa se le escapó de sus rosados labios, cruzó sus brazos y no dejó de mirar a Merry.
– Espero que sea la canción que estoy pensando – dijo el elemental del fuego – ¿Estas segura de eso?
– Jamás he estado más segura en mi vida.
Merry dio un gran salto de donde estaba para llegar hasta las sombras, cayó en un punto intermedio y se hizo espacio suficiente para poder pelear. El ambiente cálido les sentaba de maravilla a Merry y Liam, los hacia sentir motivados y ansiosos.
Liam por su parte hizo aparecer su espada en medio de una intensa llamada naranja que le envolvió la mano y que al extinguirse dejo relucir su arma peligrosa.
– ¿No dijiste que Merry iba a luchar? – interrogó Winder confundida.
– Si, pero entiendo su plan y voy a tener que intervenir – contestó.
Merry miró con asco a sus enemigos, determinó su tiempo y puso la espada al frente para poder defenderse. Sus contrarios apenas la miraron y calmaron por completo, Merry sonrió de lado y empezó a activar su núcleo.
De forma inesperada empezó a sonar una melodía intensa e impactante, una melodía que Liam conocía como la palma de su mano y que a decir verdad había esperado mucho tiempo para poder ejecutarla.
Las sombras se le echaron encima y en una tajada rápida y potente empezó a rebanar a todas las que tenia alcance. Su velocidad era impactante y sus movimientos agiles dejaban boquiabiertos a sus compañeros. Era increíble la forma en la que combatía y podía cantar al mismo tiempo, las frases eran largas y sus compañeros suponían que para poder hacer aquella hazaña debía controlar mucho su respiración.
– ¡¿Qué demonios están haciendo?! – exclamó Ahmed emocionado desde donde estaba – ¡Conozco esa canción!
Por todas partes podían volar pedazos de sombras que aun no eran desvanecidos, junto con algunos líquidos que se escurrían de estos mismos y los cuales Merry trataba de evitar. Su espada daba cortes certeros, exactos y precisos, solo podía apreciarse una luz dorada atravesando todo el campo de batalla y varias personas asombradas por lo que estaba presenciando.
Una sombra se le escapó de la visión, logró llegar hasta con Merry, pero esta no se inmutó cuando estuvo a punto de perforarle un pulmón su mano fue cortada por la espada brillante de Liam la cual no transmitía otra cosa que no fuera calor.
– ¡¿Están listos para otro poema malo?! – Liam intervino de forma armónica y alegre.
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Ambos pusieron sus espaldas una contra la otra mientras los dos entonaban la canción con euforia, justo como lo hacían en sus primeros entrenamientos. Sus compañeros estaban totalmente sorprendidos de lo que estaban viendo. La sincronización que ambos tenían para combatir, entonar y corresponder era verdaderamente increíble y sobrenatural.
Liam empuño su espada y la movió de forma ágil, esta misma soltaba llamaradas de fuego de forma intensa logrando acabar con filas enteras de sombras que se abalanzaban sin parar.
Merry también trataba de seguirle el ritmo, el filo de su espada soltaba varias ráfagas cada vez que esta la movía rápidamente, ambos atacaban en direcciones opuestas tratando de liberarse de la mayor cantidad de sombras que podían. Los dos seguían cantando con emoción.
Los ataques de los dos simulaban la melodía que estaban entonando, reflejaban lo rápida que esta era y lo hermosa que se escuchaba.
La espada de Liam resplandecía con furor al igual que las llamas que salían de esta misma impactando a los demás y calentando el ambiente en el campo de batalla; mucho más de lo que ya estaba.
Parecía que ambos estaban danzando y que sus espadas de alguna forma se habían sincronizado de maneras increíbles y sofisticadas. El aire resonaba junto con los estrepitosos choques de ambas navajas sobre los cuerpos ajenos.
Liam se dio cuenta de lo rápida que era su compañera para atacar, lo certero que eran sus ataques y que sin darse cuenta sus ojos volvieron a ese color amarillo característico, Merry tenía razón, poco le faltaba para perder el control y convertirse en una bestia. Si esto ocurría no habría nadie quien pudiera controlarla.
Durante la batalla hubo un momento en que ambos incrementaron su velocidad y sus ataques eran mucho más certeros. La voz de Liam sonaba verdaderamente alegre y en su rostro se había formado una sonrisa grande, igual que la de Merry quien a pesar de lo que le estaba pasando sabía lo que estaba haciendo.
Merry estiró su brazo en medio de la masacre solo para desenvainar una segunda espada, no disminuyó la velocidad ni tampoco escatimó en dar algún paso en reversa. Liam seguía manteniéndose firme y sonriente ante el ataque.
El elemental del fuego se tomó un momento para dejar a un lado su espada, alzó su mano y lanzó una llamarada brillante y ardiente quemando en línea recta lo que sea que se atravesara incluyendo vegetación y las sombras que se le apilaban. Su compañera sonrió y de manera parecida lanzó navajas naranjas a gran velocidad mientras se ocupaba de las sombras cercanas cubriendo a Liam quien no paraba de cantar ni de lanzar fugaces ataques ardientes. Ambos funcionaban como defensa y ataque de cierta manera.
Sin lugar a dudas eran una dupla asombrosa, ninguno de los dos había olvidado la sensación que les provocaba estar de aquella manera, peleando codo con codo, entonando la misma canción y acabando con la amenaza que les presentaba. Sabían que las sombras eran más poderosas que los contaminados, pero de alguna forma eran tan solo pequeñas hormigas cuando los dos elementales trabajaban juntos.
En un ataque inesperado Merry se dio la vuelta dejando a Liam a la derecha y ella atacando por la izquierda. Sin considerarlo se lanzó en contra de las sombras y empezó a acribillarlas desde el punto de estas mismas a una velocidad increíble solo para después saltar y alzar sus alas en el aire, acabando con las sombras que se le habían unido en el trayecto. Bajó de nuevo a piso de forma abrupta, su voz entonaba la canción que compartía con Liam, solo que esta vez de forma agresiva y violenta, sus brazos y espadas apenas logran divisarse en estelas de luces que atravesaban el lugar, mismo que dejaba las sobras de las sombras que se le ponían en el camino.
Liam dejo que Merry se debatiera contra las sombras que la habían seguido, la dejo atrás y se enfocó en si mismo y en la batalla que estaba librando en aquel momento, volviendo a tomar las riendas de la melodía y atacando como una fiera salvaje, rebanado cuerpos y evitando tocar los residuos de las sombras. Sin dejar de cantar miró a Merry, esta tenía varias quemaduras en la piel, producto de las laceraciones que le provocaron los residuos, al parecer la azabache no se había dado cuenta de aquello y seguía atacando, sin quejarse y mucho menos dando paso atrás.
No podía desconcentrarse de lo que estaba haciendo, Liam convirtió el campo de batalla en una hoguera, estaba ardiendo y había fuego por todos lados, mientras que Merry resplandecía el campo de forma sorprendente, los brillos de esta estaban por todo el lugar junto con las luces que desataban sus ataques mortíferos.
Más personas se habían acercado a la escena a observar lo que los elementales estaban haciendo, quedando asombrados junto con sus compañeros que eran testigos del poder visceral de ambos y entendieron el por qué se entendían tan bien en la batalla.
– ¡Carajo! – Ahmed exclamó – ¡Si siguen a este paso van a acabar con todo el lugar!
– Al parecer Liam también va a perder el control junto con Merry – dijo Winder.
– No – Agatha la contradijo mientras que en su rostro se esbozó una sonrisa – ese es el Liam que ama pelear, hacia siglos que no lo veía así.
Merry se acercó a Liam para cuidarle la espalda, no habían dejado de atacar y a estas alturas ya habían acabado con una gran parte del sequito, pero aun faltaba demasiado. Las respiraciones de ambos empezaron a elevarse y sus propios latidos se incrementaron de sobremanera; sin embargo, ninguno dejó dejo de cantar.
No pudieron explicar cómo, pero en un movimiento rápido Merry tomó la espada de Liam y este empuño las espadas doradas de su compañera, Liam se dio cuenta que su agarre era preciso y que raramente era exacto a su medida, una sonrisa se le mostro nuevamente y empezó a atacar con su nueva arma, dándose cuenta de lo ligera fácil que era de manejar.
Al contrario de Merry quien al tomar la espada de Liam sintió como le quemó las manos, pero estaba tan inmersa en la pelea que ni siquiera pudo reaccionar, sus impulsos le decían que siguiera peleando y su núcleo empezó a retener energía, en cualquier momento este ya no resistiría y tendría que salir rápidamente.
Nuevamente sintieron sus omoplatos uno con otro, se habían acercado lo suficiente para que sus espaldas estuvieran en contacto. Merry seguía empuñando la espada de Liam y viceversa, ambos se habían tomado un momento para poder respirar, ninguno de los dos dejó de cantar, seguían sonriendo, llenos de heridas y cansados por todo el combate, pero no listos para retirarse aún.
Merry tomó otro suspiro antes de esquivar un ataque de una de las sobras, se dio la vuelta y le cortó el cuello. Acto seguido se desplazó lo suficiente para atacar a las sombras que estaban cercanas. Liam le siguió el paso esquivando y atacando de forma veloz. No sabían por qué, pero parecía que todo comenzaba a moverse más lentamente.
Las flamas de Liam resplandecían ante la luz del sol y los ataques de Merry no hacían más que destacar a las habilidades de ambos. Sin embargo, el cuerpo de Merry se empezó a llenar de quemaduras y sus ataques tan agresivos llegaban a debilitarla, pero estaba tan concentrada en atacar a sus enemigos que no tenia tiempo de fijarse en el dolor o por lo menos en lo que a su cuerpo le estaba pasando.
Así mismo sus iris resplandecían en un tono dorado intenso y Liam pudo percatarse que la energía de su compañera estaba al límite, tanto que poco faltaba para que su núcleo estallara liberando todo lo que había acumulado en ese tiempo.
Merry hizo a un lado a Liam no sin antes quitarle las espadas, tensó la quijada y las empuño con toda la fuerza que tenía, se puso enfrente de las sombras y en su misma posición empezó a cantar ella sola. Liam no pudo seguirle el paso debido a que parecía que ella gritaba, estaba emocionada; se le notaba en el rostro, pero más que eso estaba furiosa, muy probablemente ya había sentido el dolor de las quemaduras, pero no lo tomaba suficientemente en cuenta como para que se detuviese.
De nueva cuenta sorprendió a sus compañeros, la energía de Merry empezó a elevarse exponencialmente, los iris de sus ojos empezaron a cambiar de amarillos a rosas consecutivamente y de forma rápida, su voz no dejaba de hacer resonar aquella letra que tanto ella como Liam se sabían de total memoria. Infló su pecho y en la última oración se produjo un estallido.
Un estallido igual al de la vez pasada el campo de batalla fue invadido una vez más, pero esta vez fue una onda rosa que acabó con las sombras de alcance cercano. Liam sonrió al ver que después de aquel evento Merry siguió de pie como si nada hubiera pasado y con una sonrisa en su cara a pesar de todas las quemaduras que tenia y el desplome de su energía. Se puso a su lado dándole la espalda y por ultima vez se puso a la defensiva, alzó sus alas y entonando la misma canción se dirigió a la ultima tribuna de sombras que estaban frente a él. Lanzó fuego a diestra y siniestra calcinando a los cercanos y demostrando de lo que era capaz.
Merry lanzó su ataque reciente, un rayo blanquecino que logró deshacerse con totalidad de sus objetivos, no podía lanzar otro ataque más así que empuñó por ultima vez sus espadas y se dirigió a rebanar lo ultimo que quedaba de su batalla.
El campo se llenó de manchas negras que inundaron gran parte del piso y que luego de aquella masacre fueron disolviéndose dejando estelas de humo que ascendían al cielo. Liam había salido con varias quemaduras, pero no tantas como las que tenia Merry en el cuerpo.
La canción por fin terminó.
La azabache miró a Liam con una sonrisa en su rostro y la respiración verdaderamente agitada, estaba cansada, adolorida pero no derrotada. Esto hizo que Liam se sorprendiera, era admirable la postura y la resistencia que tenia su compañera ante la situación que enfrentaron, jamás la había visto de aquella forma. Libre y sincera, siendo una elemental en su totalidad.
– ¡Eso es! – a lo lejos se escuchó el gritó de Agatha quien celebraba el triunfo de los dos para que después los tres fueran hasta donde se encontraban sus compañeros, felicitándolos y abrazándoles fuertemente, tanto que sacaban quejidos de Liam – ¡Maldición!, ¡eso fue increíble!
– Yo pude haberlo hecho mejor – Ahmed respingó.
Winder ayudó a Merry a levantarse ya que esta había caído de rodillas al piso por el cansancio. Aceptó su ayuda y se apoyó del hombro de su compañera sin dejar de sonreír.
– Te dije que podrías – dijo Liam mientras se acercaba a ella – debes confiar más en ti.
– Yo sé que podía – respondió Merry estando adolorida – pero gracias por tu apoyo, eso fue increíble.
– Ni lo menciones – metió las manos a su pantalón como era costumbre – a decir verdad, también lo disfrute mucho.
Las alas de Liam desaparecieron al igual que la transformación de Merry dejando tan solo varios adolescentes en un espacio abierto con varios tumultos de gente a su alrededor observando los restos de la escena.
– ¿Qué fue lo que pasó contigo? – dijo Agatha haciendo captar la atención de Merry – tu nucleó volvió a estallar, pero esta vez no te desmayaste, además estas llena de quemaduras y aun así sigues sonriendo, debemos llevarte con Luna.
– Déjalo así – Merry interrumpió – no siento que todo sea tan grave, aun puedo soportarlo. Se que si llegamos a pelear contra Lord Dark no tendrá compasión de nosotros y nos atacará con todas sus fuerzas, así que deberé trabajar en mi resistencia.
Quisieran seguir con su conversación amena, pero un golpe de realidad les golpeó en la cara a todos, la gente empezó a acercarse a los demás haciendo varias preguntas y llegando hasta obtener evidencia con sus teléfonos. Liam suspiró y todos dirigieron su mirada hacia él, sabían que sería aquel el que se tomara todo bastante a pecho y que tal vez sería el más molesto.
Pero los volvió a sorprender.
– Bueno, supongo que tarde o temprano todos lo tenían que saber – dijo Liam.
– ¿Enserio no te vas a molestar por eso? – preguntó Ahmed quien estaba atónito ante la respuesta del contrario – ¿No eres tu el amargado que se enoja por todo?
– Pero si "achu" – contestó Liam de forma sarcástica – el amargado eres tú Ahmed.
– ¡¿Qué mierda estas diciendo?!
– Ay, por favor – Liam suspiró con desdén – claro que esto me molesta, pero no creo que pueda hacer algo al respecto. Sin embargo, larguémonos de aquí, no tolero estar tan cerca de tantas personas.
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– ¡Capitán!, Los sensores están reparados, las naves están listas y las tropas están en ejecución, partiremos en cuanto usted nos lo indique.
Los labios de aquel hombre imponente se estiraron al escuchar a uno de sus subordinados mientras le daba la espalda a este mismo. Dirigió su mirada hacia la pantalla principal, donde aparecía varias coordenadas sobre distintos lugares de la galaxia.
Se recompuso y acomodó sus manos detrás de su espalda, manteniéndose recto y firme aun sin dirigirle la mirada al otro.
– No se precipiten – respondió – aun tenemos tiempo, no quiero ni un solo error, solo hay una oportunidad y quiero que todo salga de al pie de la letra.
El joven que estaba con él tragó grueso ante la respuesta de su superior, era obvio que se sentía intimidado y por demás asustado con la situación.
– Si señor, a la orden – aquel titubeo.
– Y una cosa más – Lord Dark interrumpió causando un escalofrió en la columna del menor – dales las noticias a los guerreros de la oscuridad, están muy hostiles últimamente y no necesito errores de esos tres.
Este volvió a tragar grueso por lo dicho, si algo le daba miedo era estar frente a su general y por demás estar frente a su sequito personal, aun le provocaba más miedo llevar las noticias a estos mismos, ya que siempre se sobresaltaban, en especial Lantana.
Pero desgraciadamente el había perdido la apuesta con sus compañeros y debía cumplir su deber como correspondía, sin importar que tanto miedo podía albergar en el momento o las consecuencias que tendrá el dar un paso en falso.
– Si señor, como ordene – replicó.
Lord Dark esperó a que la enorme puerta se cerrara detrás de el para suspirar con alivio, tomó de nueva cuenta su teclado para proseguir con su trabajo una vez que se aseguró que estaba solo.
– Bien, al parecer todo va en orden. Tal vez para los próximos Kipes estaremos invadiendo – clavó su mirada en un diagrama que había aparecido en su pantalla, dando la localización posible de donde se encontraban sus enemigos – por fin voy a conseguir ese poder y podré continuar con mi oleada de conquistas.
Detuvo su vista en una de las pantallas que estaba al lado de él, en ella se apreciaba una imagen de Merry junto con descripciones de lo que esta era capaz de hacer, al igual que con sus compañeros a excepción de Luna. Lord Dark se mostraba furioso ante este hecho y más aún tener que estar investigando a sus enemigos para encontrar debilidades. Sin embargo, tampoco podía quejarse, eso le había dado la oportunidad de quizá su próxima conquista, todo gracias a sus guerreros quien poco atribuidos fueron sus victorias.
– Los maldigo a todos en nombre de Andrómeda y Markland, jamás había sentido tanto odio como el que ahora me domina – dijo Lord Dark para sus propios oídos – pero no debería preocuparme tanto, tan solo son una piedra en el camino, ¿Qué oportunidad tienen ellos contra mí?
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– Voy a preguntarlo una vez más, ¿Están seguros de querer seguirme?
Lantana miraba con esperanza a sus dos compañeros dentro de aquel salón enorme esperando una respuesta adecuada a sus deseos. Frente a ella estaba un Cirinia nerviosa y Kriotoro estaba sudando de la preocupación; aun así, ambos miraban a Lantana con seguridad y regalándole una sonrisa que por demás de nerviosa le transmitía certeza.
– Claro que lo estamos – dijo Kriotoro – ya no hay vuelta atrás.
– Hemos estado peleando juntos durante mucho tiempo – Cirinia intervino – nunca nos has dejado atrás a pesar de todo, nosotros tampoco lo haremos.
Lantana sonrió de forma melancólica luego de soltar un suspiro, levantó la mirada hacia sus compañeros y de forma seria les dijo.
– Entiendo a la perfección, en ese caso... – desenvainó su hoz causando una vibración muy fuerte dejando ver su figura imponente ante sus compañeros – haremos pagar a esos bastardos todo lo que nos hicieron, iremos a la Tierra y vamos a obligarlos a nuestra voluntad.
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https://youtu.be/E2c_V7Y1Z4s
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