✧CAPITULO 15: TIERRA Y FUEGO✧

– Él no quiso venir – dijo Agatha luego de un suspiro pesado estando enfrente de Luna quien claramente estaba muy molesta por la situación.

– Enserio no puedo creer que no lo trajeran – contestó – no creo que haya sido tan difícil.

– No lo era antes, no cuando Ahmed era más tranquilo – dijo Winder.

– O delgado – interrumpió Agatha – al parecer el antiguo Ahmed murió y el Ahmed de ahora tomó su lugar y sus poderes y ahora…

– Está furioso – concluyó Merry.

Luna se quedó pensativa unos segundos, parecía que trataba de buscar algo en su mente que le ayudaría a saber que estaba pasando.

– Que rápido se olvidan de las cosas – dijo Liam quien se iba acercando. Aún estaba vendado y parecía que estaba muy herido – recuerden que Ahmed es diferente a nosotros, tiene habilidades únicas.

– Es cierto – dijo Agatha mostrando sorpresa – Ahmed es el único que recuerda la vida de los elementales de la tierra pasados y el único que puede copiar las técnicas de ellos.

Merry giró la cabeza como regularmente lo hacía cuando no entendía algo, los demás entendieron esta señal y sabían que debían explicarle.

– Mira Merry – dijo Agatha – los elementos podemos recordar nuestra vida antes de convertirnos en elementales. Pero definitivamente no podemos recordar más allá de eso y mucho menos copiar las técnicas.

– Pero Ahmed si puede – Liam intervino – y, de hecho, es el único elemental que puede hacerlo, desconocemos hasta donde puede recordar y adquirir técnicas, es por mucho el elemento más viejo y también uno de los más fuertes. Aunque claro, no tanto como yo.

Casi podía decirse que cuando Liam se comportaba de forma egocéntrica pequeños brillos salían de él, y aunque no se comportaba de esa forma tan seguido siempre sorprendía a sus compañeras cuando su actitud adoptaba esa forma y como eso  destellos molestos las cegaban temporalmente.

En cambio las demás chicas; Luna incluida, se golpearon la frente. La forma en que todas al mismo tiempo lo hicieron era algo que le daba miedo a Liam, ya que este pensaba que ellas siempre estaban conectadas de forma mental.

– Yo no estaría tan segura – dijo Merry – es bastante fuerte y alto.

– Y hay que admitir que es bastante apuesto – dijo Agatha soltando una leve risa.

– Si, es cierto – dijo Winder de la misma forma.

– Pff, mujeres – Liam suspiró, se puso su chaqueta y camino a la salida del coliseo con sus manos dentro de las bolsas de su pantalón.

– ¿A dónde vas? – preguntó Luna.

– Voy por Ahmed, estoy harto de sus juegos sin sentido, lo traeré cueste lo que cueste – dijo sin dejar de caminar y sin mucha importancia.

Merry sonrió ante lo dicho por Liam, sabía que a pesar de todo lo que pasaron él no iba a cambiar ni un poco y eso le agradaba.

Claramente no fue solo, nadie les dio la indicación a las demás pero estas decidieron acompañarlo nuevamente. No contaban con mucho tiempo, ya que la tarde venia de forma inminente y con ella la fría noche que les dificultaría buscar a su compañero entre todo el solitario desierto.

╔╦══• •✠•❀•✠ • •══╦╗

╚╩══• •✠•❀•✠ • •══╩╝

Las pisadas de las chicas y de Liam crujían por la arena. Era una tortura para estas tener que volver a caminar por el mismo sendero que ya habían recorrido, bajo el sol abrazador y el cansancio que ya las aquejaba.

Merry se quejaba constantemente, Agatha apenas y podía caminar y Winder las ayudaba como podía.

– Maldición, que calor – decía Merry jadeando y con la frente llena de sudor.

– ¿Entonces dicen que se rehusó a venir? – preguntó Liam quien para sorpresa de todas caminaba como si del Presidio se tratara, a pesar de cargar con una voluminosa chaqueta de cuero que no hacía más que subir su temperatura.

– Si, incluso peleamos contra él – dijo Winder.

– ¿Y es muy fuerte?

– Absolutamente.

– Tengo una pregunta – dijo Merry – ¿Por qué eres el único que no está muriendo de calor?

– Creo que es obvio que el calor me favorece, me hace más fuerte al igual que Ahmed, quien estando aquí fortalece sus habilidades debido a la arena – dijo Liam sin dirigirle la mirada.

– Si, ¡Pero yo me estoy muriendo! – gritó Agatha.

– Ese ya no es mi problema.

Agatha volvió a gritar y por poco se dejaba ir contra su compañero.

– ¡Eres un reverendo idiota! – gritó furiosa.

Liam no lo admitía pero estaba de más decir que le gustaba provocar a sus compañeras, sus facetas furicas eran verdaderamente graciosas para él. Eran de esas pequeñas cosas que lo hacían sentir un poco mejor dentro del circulo de los elementales y de Luna.

Caminaron durante otro largo tramo y todas habían tomado una decisión, dejarían que Liam discutiera con Ahmed, ya que poco podían hacer las féminas luego de su enfrentamiento.

– Siento su energía – dijo Liam – no debe estar muy lejos.

Liam apresuró el paso hasta que pudo ver una figura bastante robusta dándole la espalda y al parecer con una serpiente en su brazo. Trató de pasar desapercibido mientras las otras tres mantenían su distancia lejos de los dos elementales.

– ¿Acaso mide dos metros? – Susurró – es enorme. Bueno, no es como si no me hubiera enfrentado a cosas más grandes.

La mano derecha de Liam se encendió en un fuego abrazador y aprovechando que el contrario estaba descuidado lanzó una de sus fuertes ráfagas hacia él.

Merry y las demás se sorprendieron, Liam había acertado un golpe cuando ellas tres juntas no pudieron acertar ninguno. Ahmed recibió el impacto que lo hizo retroceder varios metros, cayó de espalda y enseguida se puso de pie.

Se giró furioso, la serpiente se posó en su cuello mientras le mostraba los dientes a Liam, el moreno tensó la mandíbula con fuerza. Miró a Liam y su enojo no hizo más que aumentar.

– ¡¿Qué mierda te sucede?! – Su voz retumbó en todo el lugar – ¡¿Por qué carajo me atacas?!

– Ya vi que nadie me saluda con cortesía – dijo Liam sin perder su frialdad – ya sabes a que vine, será mejor que empaques tus cosas y vengas con nosotros ahora.

Ahmed sonrió de lado levemente mientras recobraba su postura defensiva y la serpiente retomaba su camino a través del basto desierto.

– Ahora entiendo, las nenas no pudieron hacer nada y ahora te llaman a ti para que puedas llevarme, ¡Ja! ¿Qué te hace creer que puedes hacerlo?

Liam suspiró, bajó a la altura de sus pies para poder atar sus botas mientras mantenía lo ojos cerrados cuidando que Ahmed no se le acercara mucho.

– Debo decir que es verdad y también sabemos que no vas a entender de ninguna forma, al igual que sabemos que te llevaremos a la fuerza.

– ¿Enserio crees que lograrás vencerme y llevarme con ustedes?

– Estoy seguro de eso; además, tú te aprovechaste de una ventaja enorme estando aquí para no ir con nosotros.

Luego de atar sus dos botas se levantó para encarar a su contrincante, abrió los ojos destellando un hermoso color naranja. Ahmed bufó, sintió como Liam trataba de provocarlo, pero no quiso darle importancia para que su técnica no funcionara.

– No sé de qué estás hablando.

Por primera vez Ahmed se había puesto a la defensiva con sus palabras. Tomó los cuchillos que había usado la vez anterior y su energía empezaba a hacerse notar mientras que Liam permanecía tranquilo y sereno.

– Claro que lo sabes – dijo Liam – estar en un lugar tan caliente como este debilidad los poderes de Agatha de una forma exagerada. Sé que también le dificultaste la visión a Winder con tus tormentas de arena y por lo que puedo deducir también te enfrentaste a Merry a pesar de que ella no esta tan experimentada como nosotros.

– ¿Y eso qué? Se supone que deberían estar listas para toda situación y sobre todo la de la luz ¡No la entrenaste como debías!

Mientras Ahmed hervía de furia Liam sonreía en sus adentros, tenía al contrario justo donde lo quería y las cosas parecían estar bien para él.

– ¿Celos?

Liam soltó una leve risita al notar la frustración en el rostro de Ahmed, este soltó un fuerte grito haciendo estremecer a todos con excepción de su contrincante.

– ¡Cállate! ¡No sabes de lo que hablas!

El rostro de Ahmed enrojeció levemente y poco a poco iba perdiendo los estribos. La arena a su alrededor comenzaba a elevarse formando cuchillas que se dirigían a Liam mientras este las esquivaba sin ni siquiera sacar las manos de sus bolsillos.

Merry estaba verdaderamente impactada con lo que veía. Liam aún estaba herido, la energía de Ahmed estaba desplomada y aun con todo esto lo hacía ver como si fuera verdaderamente fácil.

– Ya veo que era verdad cuando dijeron que habías vuelto a nacer – dijo Liam mientras seguía esquivando – dime, ¿Valió la pena?

– ¡Claro que sí! – cada palabra que salía de la boca de Liam hacia enfurecer más a Ahmed.

– ¿Entonces por qué eres tan débil?

Ahmed volvió a gritar furioso y entonces las intenciones de Liam se volvían claras.

Liam quería provocar de sobremanera a Ahmed, de esta forma estaría tan molesto que no podría pensar con claridad ni actuar de una manera que le ayudara a obtener la victoria.

Era una apuesta muy arriesgada por parte de Liam ya que él estaba muy lastimado y si su plan fallaba Ahmed no dudaría en hacerlo trizas. Tenia el poder y todas las intenciones de hacerlo.

– ¡Yo no soy débil!

Ahmed golpeó a Liam y este retrocedió, empezó a respirar agitadamente debido a todo el esfuerzo que había realizado.

– Es una pena que alguien como tu quien tiene características únicas las use en su propio beneficio – se puso recto y con su mano limpio la poca sangre que salía de su labio – las tres ya te dijeron el por qué estamos aquí, no tienes una excusa válida para no venir con nosotros.

– ¡Luna es una idiota y una cobarde! – Volvió a replicar – ¡No voy a volver a participar en su maldito genocidio!

Liam abrió los ojos al notar el incremento de la energía de Ahmed de forma abismal. A pesar de que estaba funcionando su plan, la energía que tenía el elemental de la tierra era extremadamente fuerte. Tenía que hacer algo, no resistiría por mucho tiempo.

Merry se dio cuenta de que Ahmed sabía algo que tal vez ni ella ni sus amigas sabían. Después de todo él era el único que podía recordar. También se dio cuenta de la situación tan crítica de Liam, tenía una sola oportunidad para vencerlo y parecía que se le estaba escapando de las manos.

Ella suspiró y de nueva cuenta se transformó, los dos chicos sintieron la energía de la menor, Ahmed la miró con rabia y Liam solo pudo verla de reojo.

– Merry será mejor que no te metas – dijo Liam nervioso.

Su compañera acató la orden pero se quedó callada, mirando a Ahmed, se dio cuenta que era muy parecido a Liam y un recuerdo le invadió la mente.

Recordó su batalla para obtener la aprobación de Liam, sabía que no tenía que atacarlo, ni tampoco tenía que matarlo, solo tenía que hacerlo entrar en razón.

– ¡¿Qué?! ¡¿Van a atacarme los dos juntos?! ¡Bien! ¡Puedo con los dos! – Ahmed empuñó sus manos y un puñado de arena las envolvieron de tal forma que parecían unos guantes reforzando sus manos y haciéndolas ver mas grandes.

Liam tensó la quijada y levantó ambas manos, estas enrojecidas hasta el punto de presentarse una flama en sus palmas. Si se disputaban de forma seria y en la situación actual de Liam no tendría mucha oportunidad de salir ileso o siquiera ganar.

Ahmed se abalanzó hacia el chico de ojos naranjas con sus puños hechos roca para poder acertarle unos cuantos golpes, Liam seguía esquivando aunque de forma un tanto más torpe y lenta.

– ¡Es tu obligación ir y lo sabes! – gritó Liam mientras estaba siendo atacado.

– ¡No voy a ser su subordinado nunca más! – Gritó Ahmed sin dejar de atacar – ¡No voy a volver!

– ¡Si no regresas mucha gente va a morir! ¡Entiende que tú eres el único que falta y todos te necesitamos!

De pronto la energía de Ahmed pasó de ser una furiosa a una de profunda tristeza, sus golpes se habían hecho más débiles pero su quijada seguía tensa. Liam aprovecho este momento para golpearle en el estómago haciendo que se retorciera de dolor. No pudo levantarse durante unos segundos. En el lugar de la herida se había generado una profunda quemadura provocada por Liam y ocasionado la drenación de la energía de Ahmed.

– No… no voy a volver a ese lugar, no voy a volver a pasar por todo eso – dijo Ahmed cansado y con la respiración agitada – es culpa de Luna que yo la perdiera, ¡No me importa cuántas personas mueran! ¡Y tampoco importa a cuantos salve! ¡Eso no me va a regresar a Irina!

Cuando tuvo fuerzas nuevamente se levantó con un cuchillo en su mano, fue tan rápido que Liam casi no lo alcanzó a ver.

Si no fuera porque las demás chicas intervinieron le habría sacado el ojo, el filo del cuchillo cortó la mejilla de Liam de forma muy superficial pero lo suficiente para hacer que esta sangrase.

Agatha sostenía a Ahmed de un lado, Winder le ayudaba del otro lado y Merry se dedicaba a detenerlo de la parte de enfrente.

– ¡Maldición! ¡Es muy pesado! – decía Agatha.

Ahmed empezó a forcejear con ellas sin mucho éxito, parecía que se aferraban a él con uñas y dientes. ¿Su objetivo? Darle un poco de ventaja a Liam para que él lo escuchara.

Liam entendió, bufó y miró a su compañero.

– Sé que ella no va a volver y que estas furioso con Luna, pero entiende que no eres el único que perdió a alguien por su culpa ¡todos hemos perdido algo para convertirnos en lo que somos! Y no estamos llorando ni ocultándonos, por lo menos entiende que debemos salvar a más personas de terminar como nosotros, ¡debemos proteger a la gente!

Ahmed bufó y dejo de forcejar; sin embargo, sus compañeras no lo soltaron. Las palabras de Liam le habían dolido hasta el alma. Su poder era una enorme bendición y a la vez una maldición, él quería olvidar, pero no podía hacerlo.

– Sé que no te parece, yo tampoco quiero luchar y estoy seguro que ninguno de nosotros quiere hacerlo, pero debemos hacerlo porque es lo que Irina quisiera – Liam pausó un momento, tragó saliva y después miró firme a Ahmed – por qué es lo que Eli quisiera.

Los cuatro se sorprendieron ante las palabras de Liam. Ahmed permanecía callado y las chicas se apartaron de él. Sin decir nada se acercó lo suficiente a su contrario, se puso enfrente de él y Liam no bajo la mirada ni la guardia, se mantenía firme.

– Entonces voy a demostrarte que puedo acabar con lo que sea que este allá afuera y que este atentando contra la vida de las personas. – dijo Ahmed de forma intimidante, sorprendiendo a los demás por su repentino cambio de parecer.

– Eso quiero ver – dijo Liam – princesita.

Ahmed soltó una leve risa y después golpeo a Liam en el hombro haciéndolo a un lado.

– Andando holgazanes, aun debemos caminar mucho – dijo Ahmed con su voz profunda y aventurándose por el enorme desierto.

Liam suspiró aliviado, de cierta forma había evitado salir totalmente lastimado de aquella situación y había cumplido con la labor encomendada por Luna sin que pasara a mayores.

– ¿Qué mierda acaba de pasar? – dijo Merry.

– Al parecer el Ahmed de ahora es igual al de antes – dijo Agatha.

– Se deja llevar mucho por lo que siente, pero es un bombón – dijo Winder.

Estas dos se encaminaron con Liam quien las iba reprendiendo por no cumplir con su labor. Las dos chicas le gritaban al mayor y solo se escuchaba la risa de Ahmed.

El nuevo integrante era alguien peculiar y aunque Merry no podía explicar el por qué, sabía que lo había visto en algún lugar, entre sus vagos recuerdos y como si fuese un deja vú. Fue bastante agobiante para ella pero a fin de cuentas no le quedaba nada más que adaptarse a la nueva vida que se le fue concedida.

Iba temerosa, se liberó de su transformación y caminó detrás de sus compañeros por ese amplio desierto que era el hogar de Ahmed, el rey del Sahara.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top