Por ti daria mi vida
Un sonoro y desconcertante sonido se hizo escuchar en aquella isla, dejando a todos los presentes helados, hasta que un agudo grito los sacó de aquel gran trance.
—¡Jungkook! —gritó Jisoo con lágrimas deslizándose de sus aperladas mejillas —¡No, suéltenme!
Intentando huir de los que la tenían apresada, pataleó con todas sus fuerzas hasta que finalmente pudo librarse de aquellos hombres y poder ir a socorrer a su hermano herido.
Su cuerpo yacía tumbado, mientras hacía pequeños sonidos de dolor, al intentar proteger de su amado, él salió herido, pero fue mil veces mejor que ver a su preciada sirena herida.
—Jungkook, mírame, no cierres los ojos —suplicó su hermana con sus mejillas empapadas en espesas lágrimas —p-por favor no me dejes, Ko-Kookie
—Estaré b-bien Jisoo, n-no te voy a de-dejar sola nunca —con dificultad, levantó una de sus manos y limpió aquellas lágrimas que se derramaban por las mejillas de Jisoo
—Jungkook, te hirieron por mi culpa —sollozó Taehyung acariciando los cabellos azabaches de Jungkook
—Pero al me-menos estás b-bien, por fa-favor vete T-Taehyung —sonrió débilmente
—N-No te dejaré —respondió con el cuerpo de su amado recostado sobre su gran cola de sirena
—Te a-amo, Kim Taehyung, siempre lo hice, y n-no importa como, pe-pero yo daría mi vi-vida por ti co-con tal de verte a sal-salvo, huye y s-sé libre como siempre debiste serlo
Dificultosamente, logró decir aquello, viendo cómo aquellos hermosos ojos almendrados, se llenaban de espesas lágrimas.
—T-Te amo Jung-Jungkookie
Con sus lágrimas deslizándose de sus acarameladas mejillas, se acercó a los labios de su amado, y unió sus labios por segunda vez.
Un beso que expresaba todo lo que no podía decirse con palabras, un beso totalmente diferente.
Un pequeño secreto que las sirenas tenían, es que podían bloquear los recuerdos de ellas con un beso, esto para poder protegerse de los humanos.
Y eso mismo estaba haciendo Taehyung, con un beso, comenzó a bloquear todo recuerdo de él en Jungkook, tal vez no era lo mejor, pero eso podría alejarlo de una gran aflicción por su partida.
Todo esos hermosos recuerdos donde habían sido muy felices el uno al lado del otro, su primer beso, cuando se conocieron, todos esos recuerdos, fueron bloqueados por él.
Todo sería como si nada realmente hubiera pasado, como si jamás se hubieran conocido, simplemente desaparecería sin dejar rastro de él, sin dar una explicación o palabras de despedida que pudieran hacer doler su corazón.
Todo sería más fácil y no habría lamentaciones o personas extrañando a alguien que jamás volvería.
Simplemente sería un adiós para siempre.
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