8. Ciudad.
Fingiendo que aquello no pasó, Yuu inclinó el bote de basura, el cual estaba lleno de agua. Mikaela, negándose a recibir ayuda, se metió dentro por su cuenta.
Había planeado llevárselo a su casa para que conozca un poco la ciudad, porque necesitaba a alguien cerca que en verdad disfrute al pasar tiempo con él. No correría ningún peligro, de eso estaba seguro.
Cerró el bote y lo arrastró por toda la arena, casi perdiendo sus pies en el camino.
—No sé si eres muy pesado o el agua y la arena lo hacen peor.
—Yuu-chan es el que no tiene fuerza.
Sin embargo, el rubio no quería admitir que estaba incómodo en ese pequeño lugar pero se repetía a sí mismo que pronto llegarían.
Yuuichirou recibía miradas curiosas por parte de la poca gente que estaba en la calle. Si ese día mataban a alguien, sin duda él sería el primer sospechoso.
De todas formas, caminó por las entrecalles de la ciudad para evitar el centro. Temía de que un policía o algún conocido de él lo viera y cuestionara que llevaba él consigo.
Luego de un largo recorrido llegaron al apartamento de Yuu, que para su mala suerte era en planta alta pero al menos casi no tenía vecinos que pudieran ver sus movimientos.
Sin que nadie los viera, tomaron el ascensor, atentos a cualquier amenaza que podría presentarles.
Ninguno habló del beso. No querían hablar de ese cosquilleo inexplicable y ese furioso sonrojo que les presentaba a ambos. Eran amigos, por lo que ambos amigos sabían era que era incorrecto. Además eran hombres (aunque Mika no tenga órganos reproductores era hombre) ¿acaso eso no lo hacía aún más incorrecto?
Una vez dentro del baño del departamento de Yuu, él levantó el bote y su amigo cayó justo en la bañera.
Mikaela le sonreía agradecido al azabache, quien ni siquiera podía mirarlo a los ojos después de lo sucedido. Sentía que al menos en su interior algo había cambiado.
Yuuichirou trajo al baño una pequeña silla y se sentó al lado de Mika.
—Ahora tú eres más alto...
—Si tuviera piernas también lo sería, Yuu-chan—por alguna razón, en todas sus corazonadas siempre imaginaba al pelinegro mucho más bajo que él.
—Estoy seguro de que seríamos iguales... ¿Qué es el sexo?—preguntó Mika de repente, curioso por la respuesta.
—¿Por qué lo preguntas?—sabía que no debía darle libros juveniles, afectarían su mente inocente perteneciente a la fantasía.
—Lo leí... ¿es algo malo?
El de ojos esmeralda se maldijo interiormente. ¿Qué puede decirle del sexo un virgen? Porque quien te habla de eso son tus padres, los cuales obviamente no son vírgenes. Entonces ¿cuáles serían las palabras exactas? ¿Debía contarle como si fuera un pre-adolescente o como un adulto?
—Eso deben responderlo tus padres—se limitó a decir.
—Ya lo hice, pero me dijo que nuestra especie es asexual y no tenía porqué saberlo.
—Ya veo...—comentó, sin otra alternativa—. Bueno, hay un acto que se le llama "tener sexo", así se le dice cuando es por placer pero si lo haces porque amas a la otra persona se le dice "hacer el amor". Pueden hacerlo todos, hombre y mujer, hombre y hombre, mujer y mujer—suspiró con pesadez—. Suele hacerse a partir de la adolescencia y quien no lo ha hecho es llamado "virgen".
—Hagamos el amor, Yuu-chan—dijo Mika repentinamente serio.
Si antes el azabache estaba rojo, ahora lo estaba el doble. Sentía que su cabeza iba a explotar por el fuerte carmesí que invadía su rostro.
—No se puede Mika...no tienes piernas—lamentó—. Además somos amigos.
Esas palabras fueron como disparos para el corazón del rubio. Y por alguna razón le habían dolido más las últimas.
¿Eran amigos? Porque el de ojos zafiros sentía la fuerte necesidad de hacer cosas con Yuu que no se permiten en una sana amistad. Quiso besarle, lo hizo y se sintió en el mismísimo cielo.
Y estaba seguro de que lo quería aún más cerca.
—¿Y qué es "sexy"?—el rubio hizo énfasis en la última palabra. Aquella pregunta fue nada más para evitar que notara su angustia.
—Cómo explicarlo...es como decir "lindo" pero aún más fuerte. Se refiere más que nada al físico, de forma lujuriosa.
Definitivamente debía comprarle un diccionario.
—¿Yo soy sexy?—preguntó fingiendo inocencia. Le gustaba hacer preguntas que incomodaban a Yuu, le gustaba cuando ese rubor se hacía presente en él.
—Eh...eso creo—evitó su mirada aunque aquel acto no podía evitar que se sonrojara—. Eres un ser mítico, debes serlo.
—Yo creo que Yuu-chan lo es.
Si continuaba, el joven Amane explotaría.
¿Cómo lograba aquel rubio sonrojarlo con cumplidos? Siempre había sido una persona muy indiferente, hasta el punto de considerarse asexual. Sin embargo, ahora consideraba la probabilidad de ser homosexual.
O mikasexual.
¿Qué pensaba? Su poco sueño ya le hacía delirar. Mikaela era nada más que su amigo y caso cerrado.
—Pondré el proyector—anunció Yuu y salió del baño. Si bien ver una película en aquel lugar podría sonar extraño, él ya lo había decidido desde antes, solo para pasar tiempo con Mikaela.
Porque al menos si se distraía viendo una película, no lo incomodaría.
Mika una vez que quedó solo se propuso a ordenar sus pensamientos.
¿Yuu lo quería como él lo hacía? Si no era así ¿por qué se esforzaba tanto en mantenerlo a su lado? ¿Por qué se sonrojaba e incluso incomodaba con cada cumplido que le hacía el rubio pero aún así decía que eran amigos?
Sentía que Yuuichirou se esforzaba más de lo que él lo hacía para mantenerse unidos.
Solo había una única manera de estar aún más juntos y estaba dispuesto a hacerla realidad, aunque todos los de su especie hayan evitado llegar hasta aquel punto, evitar ser codiciosos para no acercarse a una persona en concreto.
Porque la verdad era que Mikaela a pesar de tener lo que cualquiera querría, estaba dispuesto intentar estar más cerca de los ojos esmeraldas, incluso si eso significaba morir.
Él era un ser sin sueños ni ambiciones y ahora había cambiado su indiferencia por una personalidad más alegre.
Había tomado una decisión.
Hablaría con Ferid; incluso cuando sabía con certeza la probabilidad de ser llevado por la muerte.
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En fin ¡Ya mil leídas! Es la primera vez que llego tan lejos con un fanfic, el cual no tiene muchos capítulos así que estoy completamente agradecida con todo el apoyo que me dan. Ya sea leyendo, votando o comentando lo aprecio mucho ♡
Ah, también decidí no publicar los otros fanfics que tengo en mente hasta no terminar con este. Estoy escribiendo uno, el cual se parece mucho a este en el sentido de que le pongo muchos sentimientos y cursilería. Y bueno, eso. ¡En verdad les agradezco!
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