Sexto trago
“La clave no está en si te hace llegar, sino en cómo lo hace”
⠀⠀⠀Le pesaban los párpados; su garganta estaba seca y le era difícil ejecutar cualquier movimiento. Se sentía desorientado y acabado, pero la extraña sensación de hormigueo que se extendía a lo largo de su cuerpo funcionó como un extraño tranquilizante.
⠀⠀⠀Conforme la consciencia regresaba a su cuerpo, el ambiente a su alrededor se esclarecía; los cánticos de los pájaros, las voces lejanas inmiscuidas en charlas probablemente banales, y por último, la extraña presión en su abdomen. JungKook pensó que podría descansar un poco más, por lo que no se molestó en forzarse a volver al mundo real.
⠀⠀⠀Así entonces, pasó horas con los ojos cerrados, disfrutando de la maravillosidad de la nada... al menos hasta que, irónicamente, se sintió demasiado cansado como para continuar descansando.
⠀⠀⠀Lo primero que vio fue un rutilante blanco, el cual le causó un ligero dolor de cabeza. Por inercia, trató de llevar las manos hacia su cara para cubrirse los ojos, pero el pinchazo que sintió en el dorso de la mano lo hizo detenerse. Giró su cabeza para encontrar al causante de la molestia, topándose con un catéter profundamente incrustado en su pobre vena.
⠀⠀⠀La simple vista lo hizo estremecerse y querer vomitar, por lo que apartó la mirada con rapidez. Debido a ese movimiento, lo siguiente que vio JungKook fue la una llamativa cabellera rosada, seguido del rostro apenas perceptible de su caprichoso dueño. La confusión lo golpeó con fuerza, haciendo que su cabeza doliera con brevedad. ¿Qué hacía JiMin ahí?
⠀⠀⠀Atónito, apartó los cabellos que cubrían su rostro para poder apreciarlo mejor, hallando oscuras bolsas bajo sus pequeños ojos. Con la yema de sus dedos delineó levemente las sombras, maravillándose por la suavidad de su tersa piel y preocupándose por su aspecto desaliñado.
⠀⠀⠀Asumió que él era la causa y esbozó una sonrisa triste como reflejo de su posición al respecto. Los toques de su mano se detuvieron y las lágrimas se acumularon con impresionante rapidez en las comisuras de sus ojos, causadas la inexplicable tristeza que le invadió repentinamente.
⠀⠀⠀Entonces, comenzó a hiperventilar; los jadeos y sollozos producidos por su desesperación se volvieron cada vez más fuertes, augurando la intensidad de su ataque de pánico. Aquello fue lo que alertó a JiMin, despertándolo de forma abrupta.
⠀⠀⠀—¿JungKook? —pronunció con voz rasposa, volviéndose cada vez más consciente de la situación que lo envolvía con el pasar de los segundos.
⠀⠀⠀El aludido abrió la boca para contestar, pero rápidamente la cerró al darse cuenta de que no le salían las palabras; únicamente podía sollozar y mirarlo en silencio mientras las lágrimas rodaban libremente por sus mejillas.
⠀⠀⠀—Hey, hey, respira conmigo —instruyó JiMin, acariciando el pecho de JungKook en círculos tranquilizadores—. Está bien, todo está bien. Vamos, sígueme.
⠀⠀⠀El alfa lo miró con ojos llorosos, y con mucho esfuerzo trató de seguirlo, aferrándose a JiMin con su mano libre. El Omega lo masajeó suavemente, tratando de calmar la tensión que se reflejaba a través de los músculos.
⠀⠀⠀—Eso es, vas muy bien —elogió JiMin—. Ahora cierra los ojos y concéntrate en mi voz. Cuenta conmigo. Uno, dos…
⠀⠀⠀—U-Uno… —Apretó los párpados—. D-Dos… tres…
⠀⠀⠀—Respira profundo… todo está bien, estoy contigo...
⠀⠀⠀Fue cuestión de tiempo que el ataque de pánico disminuyera. Pronto, la mano de JungKook abandonó el brazo de JiMin para descansar sobre su abdomen, lo que hizo que el joven Omega suspirara de alivio mientras se acariciaba la zona.
⠀⠀⠀Ahogó un quejido ante el ardor que sintió y se apresuró a mirar, encontrándose con varias heridas sangrantes en forma de media luna. Solo entonces se dio cuenta del alcance que tenía la fuerza de JungKook.
⠀⠀⠀—¿Te sientes mejor? —preguntó el Omega, sintiendo como lo agarraba un bajón emocional con fuerza.
⠀⠀⠀Ahora que veía al alfa en ese estado, se daba cuenta de lo equivocado que había estado. La culpa y el arrepentimiento de saber que él había aportado a que ese colapso ocurriera, eran intensos.
⠀⠀⠀—Y-Yo… m-me duele. —Se tocó el pecho.
⠀⠀⠀—Iré a llamar a la doctora entonces, espérame aquí. —JiMin se levantó, dirigiéndose a la puerta para salir de la habitación.
⠀⠀⠀JungKook se clavó las uñas en la palma de la mano y mordió su lengua con fuerza para evitar rogarle a JiMin que se quedara; el pánico y el nerviosismo estaban volviendo a él con rapidez, pero no quería ser una molestia.
⠀⠀⠀—Buenas noches señor Jeon —dijo una mujer, apareciendo por la puerta seguida de JiMin—. ¿Cómo se siente?
⠀⠀⠀—Cansado y nervioso.
⠀⠀⠀—Hmm —la doctora asintió—. El señorito Park me notificó de lo ocurrido. Le haremos algunos exámenes para corroborar que todo está en orden, y si todo sale bien en dos horas podrán irse a casa.
⠀⠀⠀—¿Qué me pasó?
⠀⠀⠀—Según los datos que tengo y los estudios que le hemos hecho, todo apunta a que fue una descompensación.
⠀⠀⠀—¿Qué es eso?
⠀⠀⠀—Ocurre cuando le exige a su cuerpo más de lo que da. Según sé, estuvo trabajando sin descanso alguno, y además descuidó su alimentación.
⠀⠀⠀—Sí…
⠀⠀⠀Conforme hablaban, la doctora lo examinaba con diligencia. JiMin se mantuvo en su lugar, acariciando sus brazos y observando todo lo que ocurría con atención.
⠀⠀⠀Demasiado pronto, la doctora hizo un sonido de afirmación antes de rayar algunas cosas en el formulario que llevaba en mano.
⠀⠀⠀—Afortunadamente, no hay nada anormal en el paciente. En breve vendrá alguien a quitar la intravenosa y les dará los pasos a seguir; después solo es hacer un poco de papeleo y entonces podrá llevárselo a casa.
⠀⠀⠀JiMin asintió. —Gracias…
⠀⠀⠀La enfermera asintió, y luego de comprobar una vez más los datos obtenidos salió por la puerta. JiMin saltó de un pie a otro cuando se vio solo con JungKook, inseguro de cómo actuar. La cercanía que se había formado entre ellos gracias a la situación y sus acontecimientos, desaparecía conforme JungKook recuperaba la consciencia.
⠀⠀⠀Sin embargo; todavía había algo que mantenía inquieto a JiMin.
⠀⠀⠀—JungKook.
⠀⠀⠀—¿Dime?
⠀⠀⠀—Yo —vaciló—… llamé a tu esposa.
⠀⠀⠀JungKook dejó que esas palabras se hundieran en él y reprimió un gemido. Normalmente, las menciones de su esposa por parte de terceros no terminaban bien para él, así que se preparó para el golpe.
⠀⠀⠀—No parecía especialmente preocupada por ti. O tu salud. —JungKook asintió lentamente, dejando que esa información se asentara en él. No le sorprendía—. Sé que hay algo que está mal entre ustedes, y me gustaría saber qué es. Sin embargo, no quiero ser entrometido y exigirte respuestas. Sé que no estoy en posición de eso.
⠀⠀⠀—Yo —JungKook vaciló—… no tengo una buena relación con mi esposa.
⠀⠀⠀Por decirlo suavemente, claro.
⠀⠀⠀—¿Tengo entendido que son pareja destinada?
⠀⠀⠀JungKook soltó una risa seca, estirándose en la cama. Sus músculos se habían tensado nuevamente, la igual que su corazón.
⠀⠀⠀—Bueno, sí. Somos pareja destinada, pero ella me odia. Sé que solo me quiere por mi dinero.
⠀⠀⠀JiMin aplanó su expresión, apretando los labios. A pesar de que JungKook se esforzaba por mantenerse neutral, JiMin podía notar cómo eso le estaba afectando.
⠀⠀⠀—No eres tan indiferente como pareces —afirmó, sin dejar lugar a dudas. Su expresión se suavizó mientras se acercaba a él—. Te duele.
⠀⠀⠀Hubo un silencio entre ellos, y JiMin se preguntó si había ido demasiado lejos. No era precisamente bueno lidiando con sentimientos y afecciones, mucho menos siendo delicado. Quizá ese era uno de sus mayores defectos, y temía haber lastimado a JungKook aún más.
⠀⠀⠀Disfrutaba desesperando a los culos prepotentes, pero JungKook no era uno de ellos; no había gracia en golpear a alguien caído. Mucho menos si era un pedazo de algodón como él.
⠀⠀⠀—Trato de que no lo haga —dijo suspirando débilmente, pero su voz se quebró en medio de la frase. JiMin fue testigo de como sus ojos se pusieron vidriosos.
⠀⠀⠀—Está bien si lo hace. No tienes que ser fuerte, sabes. Sé que ustedes los alfa sin más nudo que cerebro, pero que eso no te impida razonar. Eres un humano con derecho a sentirse miserable.
⠀⠀⠀—Me siento… patético. —Una lágrima resbaló por su mejilla—. Ni siquiera soy bueno sintiéndome mal. Últimamente siento que no soy bueno en nada.
⠀⠀⠀—Hey, eso no es verdad —negó, y luego le tomó la mano—. Eres un buen CEO y hombre de negocios. También eres un buen jefe —Frunció el ceño—. Lamento no poder decir que eres una buena persona, pero no te conozco. Sin embargo, luces como alguien potencialmente bueno.
⠀⠀⠀Esta vez, JungKook soltó una carcajada con ganas. JiMin se sorprendió por aquel arrebato, sonriendo a medias.
⠀⠀⠀—Es gracioso cuando intentas ser un apoyo emocional —suspiró—. Gracias.
⠀⠀⠀—Haces bien en agradecerme. ¿Yo, preocupándome por alguien que no sea yo? No pasa nunca. Siéntete especial.
⠀⠀⠀—Te estás sonrojando.
⠀⠀⠀—¡Estábamos hablando de ti! —exclamó, tratando de disminuir el arrebol de sus mejillas.
⠀⠀⠀—Me interesa más hablar de ti. —esta vez, fue JungKook quien se puso colorado—. Sé cómo suena, pero no me malentiendas. Prefiero conocerte en este tiempo, que hablar sobre lo miserable que soy con mi esposa.
⠀⠀⠀JiMin soltó una risita. —Sonaste sugerente en ambas ocasiones. No te mortifiques. Nadie puede resistirse a mis braguitas de encaje.
⠀⠀⠀—Eres hilarante.
⠀⠀⠀—Prefiero el término estupendo.
⠀⠀⠀JungKook volvió a reír, genuinamente contento. La presión en su pecho estaba disminuyendo; si bien no se había sentido cómodo hablando con JiMin sobre su matrimonio, al mismo tiempo era liberador poder decir algo al respecto. Aún era reservado respecto a sus pesares, pero saber que JiMin conocía sus verdaderos sentimientos y no lo juzgaba, lo tranquilizaba.
⠀⠀⠀¿O quizá era el aroma suave que el Omega desprendía sin darse cuenta?
“Sublime es mil veces mejor que lo fuerte”
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