C-11: Una lobo y una Addams
Si hay algo de lo que Merlina siempre se enorgullece, es del talento que ella misma ha podido desarrollar al practicar lo que es tocar el chelo.
Aun no había dejado que Dedos se enterara de que ella ya era consciente de su presencia, de todos modos ya sentía que pronto iba a llegar la oportunidad para dar la cara con el, y vaya que iba a darle el susto de su vida a esa mano vanidosa.
Pero fuera de eso, pensaba en como se han desarrollado las cosas desde que regreso al pasado.
Desde que volvió a su primer día en Nunca Más, ha hecho un poco mejor las cosas con Enid, acabo en un empate con Bianca durante su duelo de esgrima, además de que logro evitar el ataque de Rowan y que este muriera en garras del Hyde.
Era consciente de que aun quedaba mucho por hacer de por medio, que sea lo que sea que el mundo le depare en esta nueva linea de tiempo, ella iba a estar lista para lo que sea que llegue.
Así es, así iba a ser.
Al mismo tiempo, tocaba un delicadeza y pasión su chelo, la melodía que ella misma era capaz de dejar salir al momento de tocar, era como si de repente estuviera rodeada de un tipo de ambiente muy distinto al que tiene en realidad, como si su mente la hiciera imaginarse otra cosa con ayuda de aquella melodías.
Paint It Black, siempre era una tonada que ella practicaba con gran frecuencia, pero eso no lo hacia peor para ella, así que era algo.
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Sin embargo, en cualquier momento esa sensación de estar en otro mundo puede llegar a interrumpirse, y no tardo en ser la excepción aquí, puesto a que Merlina no tardo en escuchar unos cuantos pasos que iban directo hacia donde ella se encontraba, por lo que lentamente comenzó a detenerse de manera que la balada que estaba tocando también se apaciguaba poco a poco, hasta que al final dejo de escucharse por completo.
-¿Como le hiciste para sacar esa cosa por la ventana? -pregunto Enid al mismo tiempo en que se pasaba una mano por la nuca y se sobaba con algo de intranquilidad.
-Podría decir que me echaron una mano, pero mentiría, aunque no es tan difícil como se cree, si sabes como hacerlo bien. -dijo Merlina mientras comenzaba a guardar el chelo en su estuche.
Enid por su parte, solamente se limito a asentir con la cabeza pero entonces, las dos chicas escucha que, un poco más lejos de donde ellas se encontraban, se escucharon varios aullidos de lobo y, la rubia al ver directo hacia la luna llena un pudo evitar que, de su boca saliera un suspiro que dejaba ver un aire de frustración y tristeza en su persona.
Merlina no tardo nada en percatarse de eso, y sabía muy bien a que motivo se debía, pero aun así era mejor tratar de mantener esa parte como en la primera vez, aunque fuera solo en parte.
-¿Porque no te has enlobado? -pregunto Merlina al mismo tiempo en que se levantaba del banquillo en el que se encontraba hasta el momento.
-Porque... no puedo. -decía Enid con tono decaído en su voz, para luego dejar ver sus coloridas garras en una de sus manos. -Esto es lo que hay. -termino de decir al mismo en que se iba acercando hacia la orilla del balcón.
La joven Addams por otro lado, una vez que ya se había levantado del banco se acerco hasta ponerse a un lado de su compañera de cuarto.
-Y, ¿como esta eso exactamente? -pregunto Merlina mientras se cruzaba de brazos.
-No hay respuesta como tal, y mi mama me ha dicho que algunos hombres lobo tardan en poder llegar a transformarse pero... -decía Enid hasta que se detiene, estaba claro que hablar de ello era realmente duro para ella. -Desde entonces he ido con los mejores especialistas, incluso tuve que ir volando a Milwaukee, y... dijo que es posible que nunca pueda hacerlo. -termino de decir al mismo tiempo en que bajaba la mirada hacia el suelo con pesar.
Estos deja vu que Merlina ha tenido hasta el momento, si es que realmente se les puede llamar así pues esto es algo por lo que literalmente ya le tocó pasar, han sido realmente... reflexivos, de cierto modo.
Nunca dejaba de sorprenderle el como, es que las circunstancias de su vida la han llegado a transformar, de como es que, la cara de chica oscura amante del sadismo poco a poco, comenzó a verse afectada hasta que el misterio del Hyde termino por sobrepasar sus limites internos, llevándola a dejar salir lo que, muchas veces ella ha reprimido hasta el punto de que se veía como un cascarón marchitado y vacío.
Uno, del que nada podría emerger de nuevo.
Y ahora, solo faltaba que alguien hiciera la pregunta que detonara ese sentir en la rubia, y tarde o temprano sabia que de nuevo, le tocaba a ella.
-Entonces, ¿que termina pasando? -pregunto Merlina mientras se ponía a un lado de la chica.
-Me quedo como una loba solitaria, es eso lo que pasa. -dijo Enid con pesar en las ultimas palabras.
-No suena a algo malo. -dijo Merlina atrayendo de un momento a otro la atención de su roomie.
-¿En serio lo dices? -pregunto Enid indignada, siendo ahí cuando sus ojos azules conectan con los ojos oscuros de la Addams. -Eso seria por mucho lo peor que me podría terminar pasando, me terminarían echando de la manada sin la más mínima oportunidad de poder tener una pareja. -termino de decir sonando claramente deprimida con lo ultimo que menciono.
Para Merlina, sin duda esto volvía a revivirse, a pesar de que para ella, el hecho de que la licántropo se sintiera como si su vida dependiera de si alguien estuviera a su lado como pareja o no, era difícil de creer que si eso antes le aburría, ahora mismo le parecía lo que, muchos considerarían gracioso o hilarante.
-No se que clase de embrujo me habrá causado esto, pero es como si ya lo disfrutará, y no al mismo tiempo. -pensó Merlina mientras se sobaba el puente de su nariz, para luego volver a la realidad de un momento a otro y seguir con la conversación. -Aun sigo sin ver cual es el problema. -termino de decir sin más.
-Que voy a morir sola. -dijo Enid con claro miedo y desesperación en la expresión de su rostro.
Si, ese era un miedo que más de una persona llegaba a tener, no es como que le interesara, no le veía mucho sentido, pero tampoco es que se pudiera cambiar eso de la mente colectiva.
-Todos terminamos muriendo solos Enid. -dijo Merlina al ver directo a los ojos de la rubia.
-Je, se nota que eres un asco al hacer estas cosas... al animar a las personas. -dijo Enid con lo ultimo mientas bajaba la mirada.
Justo en ese momento, la pelinegra pudo escuchar los sollozos provenientes de su mejor amiga, a pesar de que en si no era algo en lo que se iba a tomar molestias de saber algo, pues para ella no era ningún secreto el motivo del pesar en las emociones de la chica.
-¿Ahora porque lloras? -pregunto Merlina todavía manteniendo su ya típica seriedad.
-¡Porque estoy depre! -exclamo Enid algo exasperada, siendo ahí cuando la pelinegra nota las lagrimas que ya se empezaban a ver saliendo de los ojos de la contraria. -Es que, ¿acaso tu lloras o es que eso es muy bajo para ti? -pregunto para luego seguir con sus sollozos.
Por su parte, Merlina solamente no pudo evitar el pensar lo mismo que la primera vez que estuvo en esta situación con Enid, ya que el recuerdo de un pequeño escorpión negro que pasaba por la calle tras que unos niños la atacaran, para que luego el sonido de un auto acercándose comenzara a resonar dentro de su cabeza.
Al reaccionar, esta no puede evitar que una mueca se formara en su rostro, pero luego deja que un suspiro casi inaudible, se preparaba para volver a pasar de nuevo por esto, peor no como paso del todo.
-Alguna vez llore, hace años... -decía Merlina con la mirada puesta en al gran luna llena que se veía desde donde estaba, al mismo tiempo en que hacia que la chica lobo la volteara a ver medio confundida. -Mi escorpión Nero, cuando yo tenia 6 años lo saque a pasear, y unos normies idiotas me separaron de el, me acorralaron.. antes de darme cuento tras soltarlo Nero ya empezó a cruzar la calle cuando... -decía hasta que siente algo que le viene a su mente de golpe.
Es cuando se recordaba a si misma, cuando apenas tenia 6 años de edad, y después de que aquellos niños la acorralaran, aun veía como el pequeño escorpión comenzó a caminar hacia la calle y el sonido del auto que se aproximaba.
Por más que se lo negara a si misma, ese recuerdo ha llegado a su cabeza más veces de las que hubiese querido durante años, a pesar de ser amante de la tortura, lo que vio ese día no fue del tipo de torturas que ella podría disfrutar.
Aun recordaba el sentir de su negro corazón siendo oprimido por el dolor de lo que paso ese día, y de cuando una vez que enterró los restos de su mascota en lo que era el cementerio familiar que había cerca de su casa, aun cuando fue un día con un cielo no muy gris.
Pero así se sintió para ella, para ella ese día fue solo oscuridad y no de la que disfruta, ese día fue cuando sintió que las lagrimas escaparon de sus ojos, cuando sintió aquellas gotas de aguas saldas escurrir por su rostro tras salir de sus globos oculares, pero aun así...
-Al final de nada servía, las lagrimas que derrame ese día no cambiaron lo que paso, cuando ese auto le paso por encima a Nero y yo no pude hacer más que quedarme siendo retenida... y aun así nada de eso puede cambiar que el ya no este, llorar no arregla nada... no sirve de nada. -termino de decir Merlina al mismo tiempo en que bajaba la mirada hacia el suelo del balcón.
Enid por su parte, solamente se limito a quedarse en silencio mientras escuchaba las palabras de la pelinegra, a pesar de la expresión estoica que su compañera estaba teniendo junto a su fría voz en todo momento, estaba claro que detrás de ello había más profundidad de la esperada.
Puede que Merlina lo tratara de negar ante ella, de negárselo ante si misma, pero ella tenia en claro que había algo más, de eso había una clara exactitud.
-Tal vez no arregle, pero no es del todo inútil. -decía Enid de repente, haciendo que la pelinegra la volteara a ver, es cuando la rubia suelta un suspiro mientras se limpia una lagrima de sus ojos para proseguir. -Muchas veces, lo que uno necesita es desahogarse aun cuando lo niegue, guardarse los sentimientos y hacer como si no estuvieran ahí no lleva a nada Merlina, jamás lo hace... y se que en el fondo lo sabes. -termino de decir al mismo tiempo en que veía directo a los ojos de la mencionada.
La joven Addams sentía que su mirada conectaba con la de la adolescente lobuna, no estaba segura pero, había algo en esos claros ojos azules que, parecía que le llamaban la atención, como si tuvieran un algo que ella no podía identificar.
Y otra cosa, es que aunque lo negase... sabía que su roomie tenia mucha razón.
-Aun si así fuera, ¿en serio importaría? -pregunto Merlina mientras volteaba a ver nuevamente hacia la luna.
-Claro que importa, y aun si ahora no lo quieres ver, tu lo sabes y por eso... -decía Enid hasta que se queda callada, pensando bien en que decir a partir de ahora. -Solo quiero que estemos en paz, tal vez seamos amigas o tal vez no, pero que sepas que al menos estemos en paz... aunque solo sea eso. -termino de decir al mismo tiempo en que posaba una mano suya encima de la de la pelinegra.
Merlina por su parte, no pudo evitar el pensar que a pesar de la actitud jovial de la rubia, se notaba que podía ser realmente atrevida si se lo proponía, pero de una manera que hacia ver que ella buscaba siempre lo mejor para otros.
Y eso la incluía a ella.
Al ver directo a los ojos de Enid, solamente atino a asentir ligeramente con la cabeza en señal de agradecer las palabras de su roomie, para luego quedar en un profundo pero tranquilo silencio, uno del que ambas disfrutaban.
Uno del que Merlina podía disfrutar... al lado de su mejor amiga.
...
Y Fin.
Bueno, hasta aquí llega el capitulo, espero les guste.
Siendo honesto, la verdad es que la entrada oficial de Dedos es algo en lo que he estado trabajando, y creo que ya lo tengo, falta ver como sale, sin duda ser interesante.
Los invito a que dejen sus votos si les gusta el capitulo, además de que también los invito a que escriban sus opiniones sobre el capitulo en los comentarios, que lo disfruten.
Cuídense.
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