Mentiras.

Quería creer en las palabras y consejos de su nuevo terapeuta. Parecía sincero, un buen profesional. Claro que conocía a su ex novio desde siempre pero sabía manter a raya la vida privada de la profesional. Comparándolo con la Doctora Wheein, Matthew no le trasmitía ni un ápice de desconfianza, no le daba miedo hablar de él ni de sus problemas que cargaba desde bien pequeño. Agradecía a Hyungwon el habérselo recomendando.

Tras leer el último mensaje de Hyungwon, apagó el móvil como ya tenía por costumbre siempre que estaba con él, y salió a recibirlo. Tenía las manos llenas de pequeñas bolsas con comida para cenar juntos y alguna que otra prenda de ropa. Hoseok no quiso preguntar. No por el momento. Le quitó las bolsas de las manos - que no pesaban - y las llevó hasta la cocina, dejando que el alto se encargara de cerrar la puerta y que anduviera por donde quisiera.

— ¿Más vino? - sacó la botella de la bolsa mirando a Hyungwon. Su nevera nunca antes había guardado tantas botellas de alcohol diferentes. - ¿Y de qué te quejabas tanto? Apenas cargabas mucho peso. - Soltó una carcajada olvidando el hecho de a qué había ido el alto a su casa.

— Me gusta el vino. En casa siempre lo tomo y aquí no va a ser menos...

Hyungwon sacó dos copas del armario, aun sabiendo que Hoseok no tomaría esa noche no quería ser demasiado entrometido en casa ajena.

— No me has saludado todavía. - Rodeó la pequeña isla de la cocina para situarse donde el más alto, acorralandolo contra la encimera y su cuerpo. - Solo sabes quejarte.

— Eso no es cierto.

Hyungwon posó sus manos en los hombros del mayor apretándolos ligeramente. Sonrió al contradecirse y con el ánimo suficiente para hacerlo, besó los labios rosados de Hoseok durante unos segundos.

— ¿Así mejor? - preguntó con una sonrisa boba dibujada en los labios, pasando un mechón de su cabello largo por detrás de su oreja y mirando al mayor como si fuera su tesoro más preciado.

— Sí. Un beso está bien.

Continuaron colocando la compra en la nevera y despensa. Ambos chicos no dejaban de pensar en esa conversación, uno con un miedo indescriptible e irracional repasando las cosas que podría haber hecho mal con el alto para que tuvieran que hablar tan seriamente y el otro, buscando la mejor manera de contarle todas las cosas que le ha ocultado desde que volvió a su vida para protegerlo de más dolor.

Una vez en el sofá, con una manta que los arropaba de cintura para abajo, la cena en la pequeña mesa de madera y las dos copas de vino, comenzaron a tantear el momento. Hablando de todo y de nada, robándose algún que otro beso y regalándose caricias y miradas llenas de afecto. Hyungwon no quería romper esa burbuja en la que estaban sumergidos. Pero como decía Matthew, no debía retrasar más esa conversación porque si no, más tarde, se volvería más complicado. No importaba si Hoseok lo alejaba de nuevo, solo quería ser sincero. Mostar su preocupación y cariño. Eso haría. Después de acabar con el licor agrio y seco que quedaba en la copa de cristal.

— ¿Te parece bien si...empiezo a decirte a lo que vine aquí? - preguntó, dejando la copa en la mesa. Su cuerpo se movió debajo de la manta, rozando las piernas del mayor con las suyas. Al mirarlo a los ojos, vio como la sonrisa adorable que habían tenido durante la noche, desapareció poco a poco.

— Te escucho. - Dijo, sentándose de forma que quedó cara a cara con el menor. - ¿Es algo malo? Sinceramente, he repasado y vuelto sobre mis pasos para saber si he hecho algo mal o algo que te haya inocomodado pero no hay nada así que estoy algo...nervioso.

— No has hecho nada malo, Wonho. - Se acercó a él y tomó sus manos. - No considero que lo que vaya a decirte sea algo malo pero todo depende de cómo lo veas tú. Verás, te he ocultado muchas cosas...

— ¿Ocultado?

Hoseok alejó sus manos de las del peli-largo, no sabía donde ponerlas por lo que las escondió bajo la manta para que el otro no notara su temblor. De nuevo, ese miedo, ese sentimiento de decepción. ¿Por qué había confiando tan rápido en él?.

— Déjalo hablar. Escucha todo lo que tenga que decirte.

— Prácticamente desde que me reencontré contigo... Te diré todo, punto por punto. Pero Wonho, de antemano quiero que sepas que jamás hice nada con la intención de herirte sino de protegerte. No quería que nadie más te lastimara porque en el pasado ya lo hice y hasta ahora aún perdura mi estúpido error...

— Hyungwon, puedes contarme cualquier cosa.

Los dos se miraron buscando ese apoyo que tanto necesitaban. Aunque no lo pronunciaran en alto, ninguno quería perder al otro.

— Fui yo quien te robó las pastillas... - se echó el pelo hacia atrás y suspiró. No parecía gran cosa pero ya había admitido que se había colado en su casa y había robado. - Me puse en contacto con la Doctora Wheein para conocer que clase de psicóloga te estaba tratando y, después de todo, no me equivocaba cuando decía que no me trasmitía confianza. - Rio para cortar con esa tensión. - Le pedí ayuda a Kihyun para averiguar sobre ella y esas pastillas y ninguna de las dos cosas eran buenas.

— ¿A qué te refieres? - preguntó con un hilo de voz, sin dejar de mirarlo a los ojos.

— Wheein te estaba drogando con antidepresivos y pastillas para dormir que son bastante fuertes. De ahí tus cambios de humor y mal temperamento... . Ella nos conocía de antes, es amiga de Chloe.

— La chica que te follaste. - Interrumpió con amargura.

— S-si... No tengo ni idea del porqué hizo lo que hizo, seguro aún sigue encaprichada contigo y gracias a su diploma y bata blanca, ganó tu confianza. Se cambió el nombre y mejoró su aspecto, por eso no la reconoces.

— Hyungwon, parece que me estas contando una película.

— ¡Te juro que es así! Al principio yo tampoco me lo creía pero Kihyun nunca falla.

— Esta bien. Continúa.

Hyungwon tragó saliva, indeciso si continuar o no porque parecía que Hoseok no se estaba creyendo nada. Pero era su obligacion, quería tener una relación sana y buena con el mayor. Sin mentiras, sin secretos. Ya había lanzado la primera pierda, no podía esconder la mano y continuar como si nada.

— Me hice el tonto cuando me hablabas de ella y te pido perdón. No quiero que creas que me estaba riendo de ti. Por eso, actuaba de esa manera e intentaba alejarte de ella. Quién sabe que cosas te estaría haciendo si hubieras continuado con ella, tomando lo que ella te daba...

— Sí que me siento un poco estúpido ahora. Tú sabías todo esto mientras yo lo ignoraba y seguía defendiendo a esa mujer... - se pasó la mano por el rostro y suspiró cansado.

— Yo mandé a Minhyuk para que te cuidara en la fiesta. Bueno, no a ti sino a ella.

— Eso... ¿Entonces tu amigo no estaba preocupado por mi en primer lugar?

— Por supuesto que sí, yo solo le di un pequeño empujón.

Hoseok apoyó la cabeza en el respaldo del sofá y miró a al chico que se mordía el labio debido a los nervios y el estrés que estaba manejando. Claro que parecía una película, allanamiento, robo, investigar sobre otra persona... Y aún faltaba algo más, lo percibía en los ojitos negros de Hyungwon, que se perdían en cualquier rincón de la casa esquivando su mirada.

— Termina de contarlo todo. - Mandó llamando su atención.

— Solo es que...ese asunto no me concierne pero también me tiene en medio de ambos ...

— Hyungwon. - Se acercó más a él y con sus dedos lo tomó de la barbilla, obligándolo a mirarle a los ojos para que se centrara en él y no en la lámpara que colgaba del techo.

— Descubrí que Jooheon y Changkyun están juntos, como pareja. Por lo que sé, tu mejor amigo se siente demasiado avergonzado como para contártelo porque tú odias a Jooheon. Ellos, ya mantenían relaciones incluso antes de que yo llegara.

— ¿Y me lo dices ahora?

— Wonho, te digo que no es algo en lo que yo deba meterme porque ellos casi nunca han interferido en lo que yo he hecho por ti...

— ¿Eso es todo?

Hyungwon cerró la boca y entrecerró los ojos, sin entender la pregunta. Alejándose del tacto del mayor, volvió a su posición y carraspeó la garganta, sus manos comenzaron a sudar y le faltaba el aliento. Ahora le tocaba a Hoseok pero, ¿se había saltado algo? ¿lo había dicho ya todo? Sí, o eso creía. Había sacado a la luz la verdadera cara de la Doctora y ex compañera, también la relación secreta que tenían sus mejores amigos. No faltaba nada. Pero Hoseok estaba demasiado tranquilo y eso le asustó aún más.

— T-todo...Sí - vaciló.

— Estás diciéndome que me has tenido toda la tarde y parte de noche hecho un jodido manojo de nervios, rogando porque no deseaba discutir contigo, para terminar escuchando solo cosas que no me importan.

— ¿Q-qué no te...?

Hoseok se deshizo de la manta y en unos segundos, logró posicionarse en el regazo de Hyungwon. Este, estaba consternado, completamente confundido con la actitud del mayor.

— Me has mentido y hecho quedar como un idiota durante meses pero lo hiciste porque querías lo mejor para mi, ¿cierto? - acunó el rostro del pequeño entre sus manos para alzarlo y así contectar sus miradas. - Como abogado debería demandarte por entrar en mi casa y robarme pero es más fácil y rápido darte las gracias... - sonrió con ternura.

— N-no lo entiendo, pensé que te enfadarías conmigo. ¿No lo estás? ¿Ni un poquito? - subió las manos hasta las caderas del mayor e hizo un mohin con los labios.

— Lo estoy, pero desde que volviste...sin darme cuenta mejoraste mi vida. Me hiciste un favor alejando indirectamente a la Doctora de mi y mandaste a tus amigos para ayudarme...

— Siempre quise lo mejor para ti.

— Y respecto a nuestros amigos, bueno... Chang estuvo viéndose con Jooheon cuando aún te guardaba rencor y te deseaba lo peor. No sé cómo sentirme al respecto.

Hyungwon abrazó al mayor y apoyó su cabeza en el pecho de este, aspirando el dulce aroma que portaba y dejando suaves caricias en su espalda baja. Hoseok sonrió esperanzado, peinando los cabellos oscuros y largos del menor, concentrándose solo en lo que transmitía y sentía. Hace solo unos meses lo odiaba, no quería saber nada de él y ahora, su cuerpo anhelaba ser tocado y adorado por ese chico que a sus espaldas lo había protegido, callando las voces que le decían que era demasiado pesado para estar encima del alto.

— Changkyun terminará hablando contigo. Al igual que yo ahora mismo, necesitará tiempo y preparar todo bien para no cagarla. Eres como un hermano para él, seguro está asustado por cómo puedas reaccionar... - retiró un poco la camisa de Hoseok con la nariz para besar la piel perlada de su amplio pecho. - He sido un idiota...

— Lo has sido.

Los labios rojos y abultados de Hyungwon se cerraron contra el pezón del mayor, succionando la piel para que los capullos rosados brotaran, mordiendo y pasando la punta de la lengua en él para aliviar el dolor. Hoseok, presionó la cabeza del menor contra su pecho, complacido por lo que le estaba haciendo sentir. Ni siquiera le importaba su mejor amigo en este momento, tenía la boca de su ex pareja haciendo maravillas con sus pezones y sus manos aferradas a su cadera. Todo el día pensando en lo peor, imaginando mil escenarios y conversaciones posibles que acabarían con alguien llorando y destruido por dentro, sin embargo, no fue gran cosa, hasta él mismo podría haberlo descubierto si se hubiera puesto a pensar en ello tanto como le importaba su seguridad a Hyungwon.

— ¿No estás incómodo? - preguntó entre suspiros. Apartó la cabeza del peli-largo de su pecho y acarició sus mejillas, rosas y calientes. Estaba excitado.

— No, pero tengo una idea mejor.

La sonrisa que mostró Hyungwon, mandó una corriente eléctrica a Hoseok por todo su cuerpo, concentrándose en el centro de su abdomen. A eso se refería, tal vez la primera vez que discutió con Hyungwon y dejaron las cosas claras estaba demasiado emocional como para fijarse con detalle. Pero ahora era diferente, no habían discutido y Hyungwon seguía viéndose como un cabrón que podría joderle la vida con sólo un chasquido. Con su pelo largo y negro como el abismo más profundo, su altura y sus hombros anchos, la manera en cómo lo miraba. Hyungwon era confiado, sabía lo que hacia y lo que quería. ¿Acaso podía negarse? Lo quería todo de él, no importa quién se folle a quién, si con eso ambos disfrutaban y conseguían lo que necesitaban.

Hoseok era demasiado pesado como para cargarlo en brazos, esa era tarea de él cuando Hyungwon rogaba cariño, pero le bastó con tomarlo de la mano y caminar juntos hasta la habitación. Hyungwon se desnudo de cintura para arriba y se tumbó en la cama. Con un gesto de la mano, llamó al mayor quién se desnudó por completo y obedeció como un niño bueno.

Hyungwon se estiró en la cama y atrapó el cuerpo de Hoseok con un abrazo, rápido se lanzó a sus labios para besarlo, abriendo la boca del mayor con su lengua hasta que él consiguió seguir su ritmo frenético. No hay prisa, tenían toda la noche pero Hoseok era como una droga, volviéndolo adicto e imposible de dejar.

— Hyungwon, sé que no es el momento pero... ¿Crees que la Doctora Wheein lleva enamorada de mi desde el Instituto?

— ¿Tenias que nombrar a esa zorra? - el tono grave y agitado de su voz, erizó su piel haciendolo callar de inmediato. - Si lo está, es hora de que vaya pasando página. Tú estás conmigo... - tiró con sus dientes del labio inferior del mayor para después besarlo. - Ahora, en tú cama.

Hoseok asintió sin escucharlo, demasiado concentrado en tocar y palpar el cuerpo delgado y caliente del menor. Enseguida y sin previo aviso, Hyungwon se tumbó y dejo al mayor encima suya, siendo apretado por los muslos más fuertes y pálidos que había visto jamás. Hoseok tenía un ligero rubor en sus mejillas que llegaba hasta la punta de sus orejas, haciéndolo lucir adorable. Una imagen completamente distorsionada de la que quería mostar frente a los demás.

— Wonho... - siseó cuando el nombrado acarició su pene por encima de los pantalones. - Puedes terminar de desnudarme si quieres.

La ropa le era un estorbo, definitivamente por lo que, bajo la atenta mirada del menor, terminó sacándole los pantalones y bóxers. Hoseok lo admiró en silencio, gateando por la cama y llenando de besos las largas piernas color canela del peli-negro, regocijandose con los suaves gemidos que se le escapaba. Llegó hasta sus muslos y besó la cara interna de estos, disfrutando del aroma que desprendía su intimidad la cual rogaba ser el centro de atención.

— Wonho, cualquier cosa para mi está bien - sonrió acariciando su brazo. En ese momento quiso llorar. Ver cómo le brillaban los ojos a su compañero y lo empático que llegaba a ser era simplemente maravilloso y no quería dejar de sentir esa calidez en su corazón.

— Estoy siendo demasiado emocional, joder... S-solo quiero que me folles al ritmo que tú quieras y después de abraces.

Hoseok se posicionó nuevamente sobre Hyungwon y agarrando la erección de este, la preparó. Sus dedos recorrieron la extensión larga y gruesa del alto sin permitir que hablara, solo quería escuchar su respiración irregular y los gemidos que intentaba silenciar con la palma de la  mano. Después, una vez sintió el líquido espeso, caliente y escurridizo por sus dedos, tanteó su entrada con la cabeza húmeda del pene, introduciendola lenta y tortuosamente hasta que la engulló por completo. Hyungwon agarró al mayor por los muslos, clavando sus uñas en ellos sin demasiada fuerza, la necesaria para dejar huella.

Ambos compartieron besos, caricias y orgasmos, Hoseok no podía recordar a otra persona que no fuera Hyungwon con quien hubiera disfrutado tanto del sexo. Era raro, tener el pene de otro hombre en su interior y no el suyo en el culo de alguien. Pero definitivamente lo colmaba de placer. Hyungwon era bueno, muy bueno en complacerlo. Cumpliendo con sus peticiones sin objetar nada, siendo tan sumiso y salvaje a la vez.

— Ahora es cuando te abrazo, ¿verdad? - peinó los cabellos negros del mayor que se habían pegado a la frente por culpa del sudor. El mayor sonrió agotado, recuperando el aliento, tumbandose a su costado poco después.

— No te rías de mi, idiota.

— ¡No lo hago! - largó una risa contagiosa antes de rodear el cuerpo bañado en sudor del mayor con sus brazos y atraerlo hacia su cuerpo igual de húmedo y caliente. - Me aseguro de que no actuo como un imprudente.

— Solo eres estúpido - le picó la nariz con la punta de los dedos y plantó un beso en la punta poco después. Volviendo a apoyar la cabeza en la almohada y conectando sus miradas.

— ¿Te gusta estar así conmigo, Wonho? - preguntó acariciando su mejilla.

Hoseok se dio cuenta por el tono de voz que empleó. Volvía a ser su bebé llorón, el chico inseguro y tímido que de cualquier comentario hacia un drama. Hasta su lenguaje corporal había cambiado.

— Sí. De lo contrario jamás te habria permitido meterte en mi cama. Llevamos semanas y meses hablando, resolviendo nuestros conflictos... Me agrada el tiempo que paso a tu lado.

— ¿Me quieres?

¿Lo hacía?

— Creo que...para responder a eso aún es pronto.

Hyungwon asintió desanimado y solo se acurrucó en el pecho del mayor, ocultando su rostro en él y ahogando el llanto inminente. Hoseok, por otro lado, abrazó el cuerpo delgado del pequeño y besó sy cabeza varias veces, sabiendo que estaba llorando en silencio pero sin saber cómo actuar porque aún no se había planteado esa pregunta. ¿Le quería? ¿Le amaba? Estaba claro que le gustaba. Pero no era tan fácil como coser y cantar. Tenía cosas que arreglar en sí mismo para darse la oportunidad de tener una relación estable.

— Bebé, me gustas. - Susurró, sin hacerle falta alzar la voz porque estaba muy cerca del pequeño. - Me gustas mucho, desde que te enseñaba a resolver problemas de matemáticas y te hacia los trabajos de química... - rio recordando el volcán que construyó con arcilla y pintó con pintauñas porque a Hyungwon se le olvidó los materiales necesarios. Siempre había sido un desastre.

— Tú también me gustas, Wonho.

🌸🌸🌸

¡Siento la demora!

No queda mucho más de esta historia, realmente estoy disfrutando mucho con cada capítulo y espero que vosotrxs también. Pero no puedo alargarla mucho más :')

Si hay algún error, prometo corregirlo en cuanto pueda. Estoy teniendo problemas a la hora de escribir porque me duele la mano debido a mi trabajo (por eso también la tardanza).

...os quiero a todxs, gracias por el apoyo 💗

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