Doble Cara.
Era como regresar al pasado. Todo en él había cambiado pero las miradas que recibía eran las mismas. Se sentía solo, desprotegido y el centro de atención en una fiesta donde él no era el anfitrión. Solo había alguien que le reconfortaba ver en aquel lugar, un rostro conocido, una sonrisa alegre. Minhyuk, uno de los mejores amigos de ex novio.
Nada más ingresar en la casa, reconoció a varios invitados. Algunas chicas a las que ayudó a preparar sus estudios y algunos chicos que se reían de él a sus espaldas. Todo seguía igual, salvo él hecho de que ahora todos los presentes eran adultos y, quien sabe, tal vez alguno hubiera madurado y recapacitado en sus acciones.
— Hoseok, estás aquí.
La mujer que tanto le había ayudado, se paró delante suya con una radiante sonrisa, aleteando sus pestañas y ondeando su larga melena oscura. No iba a mentir, se veía muy linda.
— Buenas noches, Doctora. - Saludó de vuelta tendiendo una mano.
— Hoy es mejor que solo me llames Wheein, ¿no crees?
Hoseok solo sonrió algo avergonzado. No estaba acostumbrado a estos eventos y se sentía incómodo y fuera de lugar debido a la presencia de quienes le hicieron sufrir en silencio en sus años de instituto.
— Me dijiste que era tu cumpleaños. - Miró con confusión a su alrededor.
— Si te decía la verdad, no habrías venido - soltó una fina risa que al mayor solo lo incomodó más.
— ¿Y qué hacen aquí todos ellos? Parece algún tipo de encerrona...no debería estar aquí. - Se pasó la lengua por los labios nervioso, toda la atención estaba sobre él y no le gustaba en absoluto.
De pronto, el rostro amigo y alegre interrumpió la conversación. Minhyuk se puso delante de la Doctora y posando sus manos en los hombros de Hoseok, lo apartó de ella.
— ¡Cuánto tiempo sin verte! Ven vamos a hablar.
Hoseok se desabrochó los primeros botones de la camisa y se acarició el pecho. Le falta el aliento, tenía calor y los peores momentos de su vida estallaron uno tras otro como lo hace una aguja con un globo. Estaba asustado, sin entender que era lo que pretendía la Doctora con esa fiesta en la que parte de los alumnos que lo humillaron en incontables ocasiones, estaban presentes. ¿Acaso los conocía a todos? ¿Ella también estudió en el mismo Centro? Entrando al cuarto de baño, se mojó la cara con agua fría y suspiró. Minhyuk estaba tras él, preocupado.
— Parece que no lo estas pasando bien... - dijo con un tono de voz suave. Hoseok no lo conocía bien, no como a Jooheon pero sabia que de todos los amigos de su ex pareja, Minhyuk era el más amigable y en quien se podía confiar.
— Gracias por sacarme de ahí, realmente... N-no sé que es esto, joder - golpeó con las manos la cerámica del lavamanos y negó con la cabeza. - La Doctora me dijo que era su cumpleaños y y-yo...
— Hyungwon me avisó. Me pidió que te cuidara. - Pudo ver su sonrisa conciliadora por el reflejo del espejo.
Hoseok sonrió pasándose la mano por el cabello. Hyungwon podía ser insoportable e irritante pero aún después de todo, se preocupaba por él.
— ¿Sabes qué es esto? Qué hacemos aquí y porque mi psicologa se relaciona con ellos.
— Es una reunión de antiguos alumnos - sacó de su chaqueta la invitación y se la prestó a Hoseok como prueba de que decía la verdad.
Hoseok miró con detalle el papel. La cabeza le daba vueltas y ni siquiera había ingerido una gota de alcohol. Necesitaba explicaciones, que su Doctora fuese sincera con él y le explicara que coño estaba haciendo él en una fiesta donde no pintaba nada. Nunca compartió clase con ninguno de los presentes y, ¿Wheein?
— Minhyuk, disculpame con la Doc...con Wheein. Me voy a casa.
— Estarás mejor con Hyungwon.
Minhyuk se acercó a él y le acarició él brazo mostrándose tan humilde como siempre. Con esa sonrisa que le ofrecía, el mayor terminó asintiendo con la cabeza. Hyungwon, él le estaría esperando y se daría una gran sorpresa por llegar tan temprano. Pero también se alegraría.
— Tuve que hacerle caso. Él, llevaba estas dos últimas semanas diciéndome que no me presentara aquí. - Suspiró desanimado y sintiéndose mal por no confiar en él. - Le hablé mal porque se puso muy histérico y aunque actúe como si nada, sé que estará triste.
— Wonnie es...agobiante pero siempre quiere lo mejor para los demás. Hazle caso cuando te advierta de alguien.
Hoseok sonrió con una mueca y corrigió su postura. Con un «hasta luego», se despidió de Minhyuk y evitó cruzarse con la mujer. Sus compañeros de instituto comenzaron a lanzarle piropos por su nuevo aspecto pero los conocía bien. Sabía que en cuanto desapareciera del lugar, las mismas lenguas que lo elogian por su aspecto y trabajo, escupirian veneno.
Logrando escapar de la casa sin ser visto por la mujer, se montó en su coche y activó el GPS para llegar a casa de su ex novio. Encendió la radio, sonaba Madison Beer, su voz suave le calmo los nervios, destensó los músculos de la mandíbula y dejó escapar todo el aire que había retenido en sus pulmones. ¿Cuánto tiempo había estado? Ni siquiera quince minutos. Era suficiente. Más que suficiente.
Llegando a casa del peli-largo, aparcó donde pudo y bajó del coche. Era un edificio alto, con más pisos que el suyo. Hyungwon vivía en un quinto, por suerte contaba con ascensor. Al estar frente a la puerta, giró el pomo, sonriendo al comprobar que de verdad había dejado la puerta abierta para cuando él llegara. ¿Hyungwon no tenía miedo a que un instruso se colara en su casa?
— Bebé. -Llamó, inspeccionando él lugar.
Definitivamente, era un piso más pequeño que el suyo pero, incluso si era la primera vez que pisaba ese suelo, era un lugar que le resultaba acogedor. Sin recibir una respuesta del alto, siguió conociendo el hogar donde vivía. Las habitaciones eran pequeñas, perfectas para un chico que trabajaba en una cafetería y recibía pocas visitas.
— Hyungwon. - Volvió a llamar, entrando en la que suponía era su habitación. Olía a él. A su suavizante y perfume. En las paredes había fotos pegadas donde aparecían sus amigos y él. Algo parecido a tristeza se instaló en su corazón. ¿Alguna vez se hicieron fotos juntos? No podía recordarlo.
Entonces, él sonido del agua a lo lejos llegó a sus oídos. Dejó de tocar las pertenencias del dueño y fue hasta la habitación de donde provenía el sonido. La puerta estaba cerrada pero no con cerrojo por lo que pudo entrar sin problemas. De pronto, el vaho abandonó el cuarto, dejando el espejo empañado y el suelo húmedo. Hoseok cerró la puerta, intentando llamar la atención del chico pero ni eso lo sacaba de su trance.
Quitándose la ropa, se metió en la ducha y abrazó el cuerpo delgado y alto de Hyungwon. Este, se asustó dándose la vuelta y empapando a Hoseok con el agua. Hasta que su cerebro despertó y lo reconoció.
— Menos mal que soy yo y no cualquier ladrón o pervertido. - Le quitó la alcachofa de la ducha y la dejó en lo alto del panel de control, apagando el grifo. - ¿No me oíste?
— P-perdona estaba pensando..
Hoseok salió de la ducha y ayudó a Hyungwon a salir también, cogiendo la toalla y cubriéndole el cuerpo. Él también se cubrió de cintura a bajo con otra toalla. El encuentro había sido más vergonzoso de lo que podía imaginar.
— Es muy pronto, creía que estarías más tiempo...
— Hyungwon, quiero disculparme contigo. La Doctora, no... - se arrascó el cuello debido a los nervios. - Me mintió. Había reunido a toda su clase en una especial de fiesta...
Hyungwon dejó de quitarse el exceso de agua con la toalla cuando escuchó al mayor. Caminó hacia él y lo miró a los ojos. Lo estaba viendo, a ese niño inteligente y marginado que era la burla de cientos de niños crueles. Estaba triste, se notaba confundido, sus ojos eran el espejo de su alma, por más que intentara ocultarlo. Con sólo una caricia en su mejilla, Hoseok rompió a llorar.
— No te hice caso, Hyungwon. N-no sé por qué la Doctora me invitó. - se apoyó en el lavamanos con la cabeza agachada, mojando el suelo con sus lágrimas. - Estaban todos allí, mirándome, hablando de mi como si yo no pudiera escucharlos.
— Wonho, no te disculpes por nada. - Se colocó entre sus piernas y abrazó su cintura. - No sabías que te ibas a encontrar.
— ¿Y por qué me siento tal horrible? - levantó el rostro, sus ojitos rojos por los lágrimas y sus mejillas sonrojadas.
— Es natural, Wonho. Te has encontrado de frente con esos monstruos y la persona que cuida de tu salud mental, la persona que trata tus miedos y traumas, te ha engañado.
— E-Ella, iba al Instituto... No la recuerdo pero lo presiento. Se comportaba como una mujer más. Como si al estar rodeada de esa gente, se sintiera segura. N-no me gustó.
Hyungwon controló la rabia que sentía en ese momento por aquella mujer. El mayor no podía llevarse más emociones fuertes por esa noche. Besando sus mejillas saladas por las lágrimas, terminó con la distancia que los separaba para abrazarlo. Hoseok correspondió inmediatamente. Su cercanía, su calor y empatía eran lo que más anhelaba.
— Hablaremos de esto mañana. Ahora, te acompaño a mi cama.
— Hyungwon, vi a tu amigo Minhyuk.
— ¿Te molestó mucho? - rió para cortar con ese ambiente triste y decaído.
— Fue muy agradable ver una cara amiga.
No hizo falta responderle. Hyungwon le había confiado a su amigo la seguridad de Hoseok y había cumplido con buena nota. Llegando a la habitación, se deshicieron de las toallas y se metieron en la cama arrojándose las sabanas por el cuerpo. Hoseok se acercó al alto para besar sus labios, sin prisa, dándose el tiempo de memorizarlo. Sus manos acabaron en la pequeña cintura de Hyungwon y lo arrastró hacia él sin dejar de besar sus labios.
— ¿Puedes abrazarme? - susurró separándose de él tan sólo unos centímetros.
— Me quedaré despierto hasta que te duermas - pasó un brazo por detrás de sus hombros y abrazó al mayor.
Hoseok ocultó su rostro en el pecho del alto, cerró los ojos y suspiró tembloroso. Hyungwon sentía que las lágrimas no iban a cesar tan fácilmente y que el mayor estaría mal de ánimo por unos cuantos días por culpa de la impresión que se había llevado en la fiesta. Lo abrazó con todas sus fuerzas, besó su cabeza y repartió caricias en su espalda. Lo que él necesitase para encontrarse bien.
Su teléfono móvil comenzó a vibrar, notificandolo de algunos mensajes. Estiró el brazo y cogió el móvil, bajó el brillo de la pantalla y leyó. Unos mensajes eran de Minhyuk, avisándole de su victoria y de que le había hecho pasar un mal rato a varios compañeros para divertirse un poco. Hyungwon sonrió y le respondió con un «Gracias». Sin embargo, un nuevo mensaje le hizo estallar el pulso. Con su mano libre siguió acariciando a Hoseok para no despertarlo y con la otra, respondió a la mujer frustrada y que buscaba sacarlo de quicio.
•
Doctora Loba
Hyungwon, ¿has seguido viendo a Hoseok?
Después de que él te abandonara, ¿lo has buscado?
Al parecer no vas a seguir fingiendo que no me conoces.
¿Te has divertido?
Doctora Loba
Confío en que Hoseok no haya vuelto a caer por alguien tan miserable como tú.
Merece ser feliz.
Pequeño hijo de puta.
¿Estas borracha o qué?
Mhmm, respondiendo a tú pregunta del otro dia, no seguiré yendo a tu terapia porque no pareces ser una profesional de la salud muy confiable.
Doctora Loba
Soy mejor persona que tú.
Cuido de Hoseok y le hago recapacitar.
Solo eres una piedra en su camino.
Discrepo :(
Ahora mismo, está acurrucado en mis brazos como un conejito. Se lo has hecho pasar bastante mal, Doctora 🥺.
Doctora Loba
Eso es imposible JAJAJAJAJAJA
Cuales son tus planes, ¿seguir lavándole el cerebro?
Doctora Loba
Mi único plan es que él te borre de sus recuerdos, que te supere y se olvide de ti para siempre. Después de como lo trataste, ¿cómo te atreves a acercarte a él?
Das asco.
Solo piensas en tu bienestar.
Yo jamás lastimé a Wonho intencionadamente.
Cuida mejor lo que dices.
Cuando él se haya recuperado del shock, le contaré todo.
Doctora Loba
¿Todo?
JAJAJAJAJAJAJAJAJA qué significa eso.
Dímelo tú
Ahora si me disculpas, Wonho me está pidiendo que deje el móvil para seguir mimándole.
😍😍😍
Doctora Loba
HYUNGWON QUIÉN COÑO CREES QUE ERES
22:00
Hoseok no dejará la terapia porque tú se lo digas.
22:00
Maldita sea.
22:01
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