CAPITULO I


         Tercer día ,  las tres de la madrugada , hora local ...

         La ranchera con los guardias y una ametralladora M-60 paso cerca de la carretera , pero sus ocupantes no vieron a los cinco españoles que están tumbados en el suelo ,  cerca .
        Cuando se alejan , Jesús se incorpora y a través de las miras de visión nocturna , incorporadas a su casco mira a la ranchera alejarse y luego gira la cabeza y mira si hay más hostiles en los campos .
           Se levanta y con el fusil HK-416 cerca del hombro para realizar tiro instintivo , se mueve lo más deprisa que puede , hasta acercarse al inicio de un campo de cultivo de opio . Los demás iban a por otros cultivos de opio o amapola .
          Se mete entre las primeras hileras del cultivo y mira hacia todos lados . Ve en el suelo las tuberías de regadío con los  aspersores , para difuminar agua .
         Sigue adelante agachado , moviéndose de forma sigilosa con el fusil preparado entre el cultivo , hasta llegar al final .

        - En posición 5 - dice Jesús .

        Por los auriculares , oye como el resto de sus compañeros dicen lo mismo con sus números de identificación .

         - Eliminado - informa Luis después de disparar .

         No se oyó ningún disparo , pues el rifle de francotirador de Luis tiene colocado un silenciador
         Sigue adelante y se acerca a uno de los pequeños edificios . Allí ve el tanque de agua . Lo estudia por un momento y un minuto después , cierra la llave de paso  y desenrosca la tapa . El agua de la cisterna sale al exterior y empapa el suelo . Lanza la tapa hacia el campo de cultivo , y luego con fuerza , rompe la llave de paso del agua .
 
         - Cinco se acerca un hostil por tú izquierda - le avisa Luis  a Jesús .

        Con rapidez , Jesús mira algún sitio donde esconderse y al no ver nada cerca ,  corre hacia la parte derecha del edificio y se tira al suelo . Apunta con el fusil HK-416 y ve como surge de entre la oscuridad , uno de los sicarios del narco . Este enciende un cigarrillo y se lo fuma con tranquilidad , mientras mira al campo que tiene en frente .
        Le ve portando una carabina M-4 . Aunque Jesús lo tiene en la mira holográfica , y tiene puesto en la boca de fuego de su fusil de asalto un silenciador ,reza porque no le descubra y así no tener que disparar .
        Pues sabe , que aunque le va a resultar fácil matarlo , es un riesgo . Pues si , este no vuelve con sus compañeros , estos le van a echar de menos , y pueden salir a buscarlo .
         Durante el tiempo en que el matón fuma , la frente de Jesús se llena de sudor y aumenta los latidos de su corazón . Hasta que , el tipo se pone a caminar y para el alivio de Jesús , no viene en su dirección .
        Cuando este se aleja , Jesús vuelve a internarse en el cultivo de opio , agachado y haciendo el menor ruido posible . Al llegar al centro del campo  , deja un momento el fusil de asalto en el suelo y se descuelga la mochila . Del interior saca cuatro cócteles molotov y espera la señal .

         - Despejado . Se han metido en uno de los edificios - avisa Luis desde su puesto , una vez ha disparado a otro centinela que había salido a la terraza de uno de los edificios del rancho ,  con su rifle accuracy . Gracias a su silenciador incorporado , nadie oye la detonación del disparo .

        El cóctel molotov fabricado de forma artesanal por el comando , contiene sustancias altamente inflamables . Jesús agarra la primera botella , se yergue cuán alto que es , llevando el brazo derecho hacia atrás , y con toda su fuerza física , lanza el cóctel molotov unos metros por delante .
          Cuando este cae , se rompe en pedazos y con el impacto las sustancias entran en acción . Pronto surge una llamarada de fuego . Jesús no se queda quieto contemplando el espectáculo , sino que sigue lanzando los otros dos cócteles molotov , lo más lejos que pueda . Uno hacia la derecha y otro hacia la izquierda .
         Vuelve a colocarse la mochila a la espalda y recoge su fusil de asalto .
        Corre para alejarse del campo de opio , el cual  está siendo consumido a gran velocidad por las llamas .
         
          - ¡ Daros prisa ! ¡ Ya se han dado cuenta de los incendios ! - advierte Luis .

         No hace falta que lo repita dos veces . Jesús corre hasta llegar a la zona de reunión , fijada antes del inicio de la incursión .
         Cuando llega , se reúne con los cuatro componentes de su equipo , pues Luis sigue en su puesto , para advertir de posibles enemigos que se acerquen .

         - ¿ Cómo va eso ? - pregunta Ramón a Luis .

         - Los incendios  se están extendiendo sin problemas .

         El jefe Ramón levanta la mira de visión nocturna y echa un vistazo . Los sicarios del narco que quedan iluminados por las llamas , no saben cómo poder detener el desastre y miran hacia fuera , buscando a los culpables .

         - Alejémonos , antes de que den con nosotros - dice girando su rostro y colocándose de nuevo las miras de visión nocturna .

         
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        Con el cerebro abotargado por el efecto del alcohol , Mendoza tardó tiempo en despertarse y en reaccionar , al sonido del teléfono móvil . Enfadado , aparta a su amante más joven que él , que está desnuda y dormida , y coge el teléfono .

       - ¡ Espero que sea importante !

       - ¡ Patrón , han quemado los cultivos del rancho Olivares  ! - le informa la voz de su subalterno .

        - ¿¡ Qué !? ¡ Pinche pendejo ! ¿ Para qué coño te pago ? ¡ Apaga el fuego ! - le grita furioso .

        -  ¡ No se puede patrón ! Nos han saboteado las cisternas de regadío - dice el hombre con la voz temblorosa .

         - ¡ Encuentra a esos hijos de la Chingada ! ¡ Quiero a uno de ellos  vivo , para saber quién me está jodiendo ! - ordena a gritos Mendoza .

         < Deben ser los hermanos Vazquez > piensa Mendoza . Los hermanos Vazquez son los líderes del cártel  narco de Sinaloa y sus principales competidores , en el mercado de Estados Unidos y Canadá .

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        - Se os acercan - avisa Luis .

       Oyen el ruido de vehículos lancheras parando .

        - ¡  Encontrar a esos hijos de la chingada ! - se oye gritar a uno de ellos .

         - ¿ Cuántos son ? - pregunta Ramón mientras guía al grupo hasta una cuneta .

        - Trece - avisa Luis .

        - Vamos a tener que eliminar la amenaza  - dice Ramón .

         - Pueden llevar chalecos antibalas . Así que habrá que dar en la cabeza - comenta Iñigo .

        Colocados los cinco en la cuneta , apuntan los fusiles de asalto HK-416 y Carlos colocado entre Jesús y Tomás con su  ametralladora .
         Los primeros cinco aparecen frente a ellos y Jesús apunta hacia uno que lleva un AK-47 de origen chino .

         - ¡ Ya ! - ordena Ramón a través de los auriculares .

         Con el selector de fuego en posición ráfaga corta en su fusil ,  Jesús  que ha apuntado y centrado el círculo de tiro en el hombre del AK chino , dispara .
        Las dos balas le impactan en la cabeza . Los cinco hombres caen al instante y en silencio , sin que Carlos dispare con su  ametralladora .
         Pero cuando aparecen los cinco restantes abriendo fuego a discreción a todos lados , Carlos abre fuego . Jesús abate a otro de los sicarios del cártel , mientras oye silbar las balas sobre su cabeza , o golpear las piedras .
         La siguiente ráfagas , van contra el fogonazo de dos armas automáticas .

        - He abatido a un conductor y su vehículo ha volcado . Pero salir de hay , cagando leches - advierte  Luis - No podré contener a los otros por mucho tiempo .

         - Nos vamos , por saltos  - dice Ramón .

         Mientras Carlos realiza fuego de cobertura , Jesús , Ramón e Iñigo retroceden a la carrera . A los diez metros paran y se tumban en el suelo y abren fuego contra los fogonazos de las armas de los sicarios . Mientras dispara  , Jesús ve , como el fuego se extiende con rapidez por las plantaciones de droga y sonríe .
        < Somos mercenarios , pero tenemos conciencia > piensa con satisfacción Jesús .
        Carlos y Tomás retroceden y se unen a ellos .

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         De vuelta al piso franco , a primera  hora de la mañana ,  todos se mantuvieron en tensión , esperando un ataque de los hombres de Mendoza , que no llegó .
         Al mediodía , una ranchera llegó a la mansión y por los prismáticos , Ramón pudo ver que un atribulado hombre baja del vehículo y entra en la casa .

      - Ningún herido . Hemos tenido bastante suerte - le informa Carlos

       - Hay que seguir presionando  - dice Ramón .

        
         

          

       
  
        

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