Capitulo 1 "el estudiante nuevo"

Creí que mi hermano había muerto junto a mis padres en el accidente aéreo.

Jamás imaginé que volvería después de diez años. . .

Era el típico chico popular, era guapo e inteligente, claro que no solo se volvió popular por su belleza sino también por ser un buen peleador, siempre se metía en problemas y terminaba con algunos golpes en su cuerpo.

¿Cuál es su nombre? Seok Kang.

Cómo todos los días Seok escuchaba a la maestra hablar, a veces se quedaba dormido y el cómo en su boleta de calificaciones siempre habían notas excelentes era un misterio.
Hoy era un día de esos, se encontraba recostado sobre su mesa mientras miraba a la pizarra, no prestaba mucha atención que digamos, pues no se percató cuando un chico entro al salón y lo presentaron.

― tenemos a un nuevo estudiante que se unirá a nosotros ―fue lo que dijo la docente presentando al apuesto chico.― Ha estado viviendo en el extranjero por mucho tiempo, así que espero que todos lo ayuden a adaptarse.

Seok puso su espalda recta y miro al nuevo con curiosidad, lo que vino a su mente fue lo mismo que muchos pensaron, "es muy atractivo" ante sus pensamientos negó con la cabeza y siguió escuchando lo que decían.

― puedes tomar el asiento de atrás ―dijo la profesora señalando el lugar.

― sí, señorita ―asintió y camino a su lugar asignado.

Pero claro, siempre va haber alguien a quien no le agraden las personas, un pelirrojo vio con odio al nuevo estudiante, no entendía que tenía de atractivo, para el solo era un chico más.

― Jaehyeong ―escucho un asiento detrás.

Con burla sonrió deslizó su pie en el paso del chico, esperando que cómo cualquier idiota que no se fija por dónde camina cayera de narices al piso. Para su sorpresa Ijin noto el obstáculo en su camino y detuvo su andar, todo mientras eran observado por Kang, quien tenía una sonrisa burlona ante el vago intento de Jaehyeong por hacer caer al nuevo.

― ¿Que estás mirando? ―pregunto molesto al no haber logrado su cometido, al no recibir respuesta volvió a hablar.― ¿Que quieres, imbécil? ¿Tienes algún problema?

Recuerda, Ijin. Cuando vuelvas a Corea...no debes involucrarte en ninguna pelea. Recordó el consejo quel comandante le había dado.

― ¿No escuchaste? ¿Que carajos estás mirando? ¿Quieres morir? ―pregunto con brusquedad.

― ¿Hay algún problema? ―pregunto la maestra al notar que no había llegado a su asiento.

― no, señorita. Perdón ―se disculpo con una sonrisa y paso del pelirrojo, Kang lo miro confundido.

Cualquiera hubiera golpeado la pierna de ese intento de bravucón y cuando digo cualquiera hablo de el, no era muy considerado que digamos.

― cobarde de mierda. Es un perdedor ―murmuró, pero cuan equivocado podía estar.

Kang aprovecho la oportunidad de que Jaehyeong se sentaba frente a el y lo que hizo fue golpear la silla del pelirrojo, asustando al chico y llamando la atención del nuevo.

― cállate Jaehyeong, no dejas escuchar ―amenazó con voz seria.

El pobre chico se estremeció y solo asintió levemente, Ijin no paso desapercibida esta reacción. ¿Quién era este chico? ¿Y por qué había logrado asustar al pelirrojo?

Cuando el apellidado Yu llegó a su asiento la maestra hablo.

― Yeongchan, ayúdalo a prepararse para la primera clase ―ordenó al compañero de asiento de Ijin.

― sí.

Dicho esto la profesora se despidió y salió del aula, dejando a los chicos solos mientras llegaba el próximo docente. El llamado Yeogchan se volteo hacia su compañero y lo saludo.

― hola, soy Yeongchan Park ―se presentó con una sonrisa.― Te llamas Ijin Yu, ¿no?

― sip ―afirmo sonriendo.

Yeongchan miro de reojo antes de girarse hacia su compañero y susurrar.

― espero que no estés muy nervioso por lo que acaba de pasar. Ví como Jaehyeong intentó hacerte tropezar ―susurro nervioso.― Es él, Jaehyeong Lee ―presentó al que segundos antes le había puesto el pie.― Debes cuidarte de dos chicos de nuestra clase, Jaehyeong Lee y el que está sentado un asiento detrás de él, Hyeokjin Ju.

Presentó a ambos chicos, sin embargo evadió el tercer puesto, intentando no pronunciar el nombre de Kang, esté no era un bullying cómo tal, solo temia pues no le gustaría meterse en problemas con él. No le agradaría meterse en un problema.

― ah, y la primera clase de hoy es matemáticas ―informó.

Ijin solo agradeció con un sonrisa y asintió.

― de nada ―dijo sonriendo.

Parece agradable, que alivio. Pensó con una sonrisa en su rostro.

― pregúntame lo que quieras, te ayudaré en lo que pueda ―.

Las palabras quedaron en el aire al momento en el que el primer profesor entro, dio sus indicaciones y comenzó a dar la clase, nada fuera de lo normal. Ijin miro de reojo, viendo a su compañero de mesa y después dirigió su mirada al pelinegro que hace algunos minutos había regañado al pelirrojo metiche. Después simplemente dirigió su mirada a las canchas, dónde se encontraban alumnos jugando.

Llegaron recuerdos a el, dónde estaba en el campo de batalla, dónde se derramaba sangre inocente y mala, o ninguna. Salió de sus pensamientos y sonrió.

Esté lugar es muy pacifico... Siendo todo lo contrario a lo que el conoció alguna vez.

Llego la hora de salida, finalmente el día de clases había terminado y claro que no podía estar más que feliz, a nadie le gustaba estar ahí adentro.

Para su mala suerte hoy había cuidado con su amiga rubia, chica que literalmente lo había obligado a asistir.

― ¿Cuando llegara Huijin? ―pregunto impaciente.

― ya lo repetí mil veces, pronto llegará ―respondió.

― ¿A qué hora exacta? ―pregunto otro.

― ¿Cómo voy a saberlo? ―responde con otra pregunta.― ¿Dayeon Yu? ―pregunto al notar la presencia de cierta chica.

Kang al instante alzó su mirada y se encontró con la chica con la que constantemente hablaba, sonrió, pero la borro al instante en el que noto la presencia deo nuevo de su clase. La chica llamada Dayeon tembló al escuchar la voz de la fémina, no sabía que hacer o decir, ¿la molestarían aún y cuando su hermano estaba a su lado?

― ¿Quién es esa? ―pregunto el calvo.

― ya sabes, es la chica que odia Huijin ―respondió.

― ah...

El cuarteto miro a la Dayeon, la fémina del cuarteto sonrió y hablo.

― ¿Vuelves a tu casa con tu novio, Dayeon? ―pregunto burlona.― No sabía que una perra como tú podía conseguir una cita.

― n-no...no es...¡Él es mi hermano! ―respondió al instante.

Kang miro al chico y después a la chica, no se parecen. Pensó sin apartar la mirada del más alto, ignorando por completo lo que su a lado decía.

― ¿Es amiga tuya? ―pregunto viendo a la más baja.

― sí, es una amiga de mi clase ―respondió temerosa.

― claro que no, perra ―salió de su burbuja al escuchar lo que la chica decía.― ¿Acabas de llamarme tu amiga?

La miro de reojo y frunció su ceño, odiaba que hablarán así de Dayeon pero no podía hacer nada, solo hacer de la vista gorda y esperar a tener el valor de enfrentarlos.

― ¿Eh?

― estoy preguntándote si de verdad crees que soy tu amiga.

― no, yo solo...

Seok solo miraba de reojo sin decir o hacer nada, solo esperaba que no llegarán a los golpes o a algo que no le fuera a agradar. Uno de los chicos a su lado se puso de pie molesto reclamándole a Ijin.

― ¿Que carajo estás mirando? ―pregunto molesto.― Más vale que te cuides podrías salir herido ―amenazo.

― hijo de puta...―murmuró otro igual de molesto.― No deja de mirarnos.

Quizá sea porque son unos idiotas. Pensó Seok mientras bostezaba en señal de molestia.

― viejo, no aguanto más a este idiota ―dijo molesto y comenzó a caminar hacia ambos hermanos.― Oye, imbécil ¿No me escuchaste? ―con cada palabra saliendo de sus labios se acercó más y más hasta quedar cara a cara, Dayeon no estaba tranquila con esto, entonces Ijin la paso detrás suyo.― Tonto de mierda, quieres actuar como si fueras rudo por tu hermana, ¿no es cierto?

― maldito imbécil ―murmuró Seok algo tenso al ver como su compañero amenazaba a Ijin.

Ijin tras pensar lo único que pudo hacer fue soltar un; ah, expresión que molesto al bravucón.

― ¡Contéstame, imbécil! ―reclamo sujetandolo por la camisa.

Seok al instante se puso de pie con fuerza, asustando a la chica a su lado.

― Seok-

― cállate ―ordenó manteniendo una expresión seria.

Antes de que Seok tan siquiera se pudiera acercar escucho lo que lo molestaría aún más.

― ¡Lo siento mucho! ―exclamo Dayeon haciendo una reverencia.― ¡Mi hermano vivió en el extranjero la mayor parte de su vida...! ―explico intentando sacar a su hermano de ese problema.― ¡Y todavía no se adaptó a las costumbres de Corea! ―sus palabras hicieron sonreír a la otra chica con egocentrismo.

― ¿Y que? ¡¿Que me importa si este idiota vivió en el extranjero?! ―exclamo aún más molesto que antes, mientras estrujaba la camisa del chico con su mano.― ¡¿Qué carajo tiene que ver con esto, eh?!

Ijin miro de reojo a su hermana, sin ninguna expresión de miedo o algo que lo delatara que tenía miedo. La imagen que vio solo lo hizo decidirse, Dayeon temblaba y mirada la escena con miedo, sentimiento que tenía ya que temia por su hermano.

Seok a punto de acercarse y detener lo que sea que pudiera pasar escucho el quejido del grandote, al notarlo este tocaba su muñeca con dolor, Ijin había provocado ese dolor.

Poco le importaban sus quejidos ya que aún no entendía al nuevo chico, era tan misterioso aún y cuando sonreía como un ángel.
Detuvo su andar cuando Yu se acercó a su hermana y le puso el chaleco del uniforme en su cabeza.

― aguarda aquí un minuto ―dijo con una sonrisa tranquila.

Cuando el momento no podía verse aún más lindo el grandote de cabello rizado soltó el primer golpe, sin esperar a que el chico se alejara de su hermana. Con gran agilidad se defendió golpeando el abdomen de su atacante, haciéndolo caer mientras la sangre escurría por su nariz. El golpe causo que el hombre cayera inconsciente al piso.

༉༄ؘ Seok POV.

Mire con sorpresa a Ijin, este de un solo golpe lo había hecho caer, hace mucho no ví a alguien pelear de esa manera, la forma en la que lo hacía me encantaba a tal punto en el que veía todo en cámara lenta... Camino escaleras arriba, a dónde quedábamos nosotros tres, inconscientemente comencé a sentir como mi corazón latía con fuerza, ¿qué era lo que me pasaba?

Acaso estaba..no...¿le tenía miedo?

Pero... ésto nunca me había pasado, oh bueno, sí, algunas veces. Pero fue hace mucho tiempo.

Antes de que pudiera pensar en otra cosa Ijin me interrumpió al haberse abalanzado al otro y derribandole de un golpe. Al haberlo dejado por ahí tirado nos miro a nosotros, yo me encontraba detrás de ella y cuando nos vio lo hizo de una manera que me hizo suspirar.

― ¿I-ijin? ―escuche a Dayeon llamarle.

Él al contrario no le hizo caso y nos siguió mirando de esa forma tan peculiar.
Suspiré y me acerque lentamente a él.

― vete tranquilo, no te preocupes. Sigue con tu camino ―dije intentando tranquilizarlo, o bueno, intentaba tranquilizarme a mí mismo.

El suavizó su mirada y Dayeon aprovecho eso y se acercó a él, lo tomo por su brazo y le dijo algunas palabras a las que no les preste atención. Ambos se alejaron de nosotros, por mi parte lo único que hice fue seguirlos con la mirada y como si el lo supiera también nos miro de reojo.

Ya no tenía ese semblante serio con el que nos había visto hace un rato. Volví a respirar cuando los perdí de vista, me acerque a los grandotes quienes recobraron la consciencia después de un rato.

― por dios, ¿estás bien? ―preguntó a uno de ellos.

― ¿Te parece que estoy bien? ―respondió con otra pregunta, claramente molesto.

No les preste mucha atención, solo los veía aún recordando la pelea.

― ¿Por qué no te metiste maldito imbécil? ―escuche a mis espaldas.

Mire de reojo, los tres me veían claramente molestos.
Suspiré y me dí la vuelta.

― no me apetecía defenderlos cuando fueron ustedes los idiotas que lo provocaron ―respondí.

― pero pudiste haberlo vencido.

― además, el nos veía mucho.

Rodé los ojos y negué con la cabeza.

― ¿Cómo no quieren que los vea si tienen una cara tan horrible?

Ellos gruñeron más no hicieron nada.

― ¿Qué pasa?

Fruncí el ceño, conociendo de quién se trataba.

― ¿No me escucharon? ¿Qué pasó aquí?

― cómo podrás ver solo una pelea.

Ésto no va a terminar bien.

Camine por los pasillos hasta llegar al pasillo en el que se encontraba mi aula, afuera estaba Huijin y...Dayeon.

Apresure mi paso en cuanto note que tenía la mejilla inflamada, pero me detuve al ver dentro, Gisu estaba dentro con el grupo. Sentí mi corazón detenerse.

Y el me vió.

― oh, Seok, amigo mío. Has llegado en el momento justo.

La vista de Ijin paso de Gisu y se detuvo en mí.

Mierda.

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