Había llegado con una enorme determinación para hablar con Patrick sobre lo ocurrido ayer, pero, extrañamente estaba igual que siempre, bueno no, estaba un poco mas cariñoso conmigo.

-Bien mañana por fin sera el gran día y pues si no ganamos al menos tenemos un bonus especial.

Todos me miraron con sorpresa.

-Al parecer mis hermanos van a casarse y quieren que nosotros organicemos la boda- dije con aires de superioridad- a que soy la mejor, sera nuestro primer trabajo juntos aquí en Londres.

Todos aplaudieron felices y hubo algunas felicitaciones por parte de todos.

-Eso significa que cuando terminemos esto, tendremos que organizar la boda- comento Hilarie.

Yo asinti, oí un gran suspiro casi por la mayoría.

-Que acaso no tenemos vacaciones-  se quejaron Cecilinne y Phillippe.

Yo reí.

-Ya luego las tendremos, ahora mismo quiero saber si tenemos todo listo.

-Todo parece estar en perfecto estado- dijo doble AA.

Voltee a verlo y note que estaba tomando la mano de Ade, les sonrei a ambos con picardía.

-Es hora de comer- grito la bambina arruinando mi travesura.

Yo mire el reloj y asenti.

-Bien vámonos- dijo Patrick mientras tomaba mi mano.

-Yo traje mi almuerzo- le comente a Patrick el me miro y arrugo la nariz como yo suelo hacerlo- ahora me imitas.

-Es divertido hacerlo.

Mientras comía junto con las chicas, Patrick regreso con varios dulce que tenían forma de donad, se acerco y me coloco una en el dedo anular.

-Lindo anillo de compromiso- dije antes de comerlo- es chocolate.

-Si, me resultaron curiosos-'comento mientras seguía comiendo los dulces.

Yo tome otros chocolates y los coloque en mis dedos de acuerdo al tamaño, note que Patrick no dejaba de mirarme.

-Se te perdió algo- dije en forma de reto.

El rió y tomo mi mano comiendose uno de los chocolates que tenia en mis dedos.

-Que asco Patrick no vuelvas a hacer algo así.

El rió a carcajadas.

-Fue mas asqueroso lo que tu hiciste ayer conmigo- comento mientras me bailaba las cejas.

Yo lo golpe levemente, lo admito comer helado del suelo si había sido algo asqueroso pero bueno no pensaba perder la discusión que había tenido con Patrick. Las chicas solo rieron.

-Tuvieron una noche de pasión- dijo Mulan coqueta.

-Tal vez si mis suegros no hubiese estado en casa- bromeo Patrick.

Yo le di otro codazo, puesto que estaba algo avergonzada ya que sus palabras tenían algo de verdad. Mire hacia la ventana y observe como una chica iba muy feliz con un enorme ramo de rosas cargando, yo mire a Patrick nunca había considerado eso importante, nunca me había importado es decir me regalaban flores todo el tiempo pero, de alguna forma quería algún regalo por parte de Patrick, nunca me había regalado nada. Malditos sentimientos egoistas.

Me encontraba acostada en mi cama conversando con las chicas.
-Quien diría que Andrew resulto ser muy romántico, ¿Verdad Maddie?... Maddie - oí decir a Hilarie.

-¿Eh?, amm si.

-¿Que tienes?- pregunto Amelia.

-No es nada- dije mientras me levanta- son cosas tontas.

Note como las chicas compartieron miradas de preocupación. Yo solté un gran suspiro.

-Es solo que, bueno Patrick- tome una breve pausa- no me a regalado nada.

Todas las chicas compartieron miradas y se soltaron a carcajadas.

-Eso no me lo esperaba-  dijo ya mas calmada la bambina.

Yo fulmine con la mirada a mis amigas.

-Bueno ya tienen un buen tiempo saliendo, supongo que si es un poco extraño- comento Ade.

-Creo que nisiquiera han celebrado uno de sus aniversarios-  comento Amelia.

-Y, ¿que piensas hacer?- pregunto Hilarie.

-Bueno obviamente nada, quiero un regalo porque el quiera darmelo no porque yo le diga que lo haga.

-Tienes razón- dijo Hilarie.

-Y dinos, ¿que le has regalado tu Maddie?- pregunto Celianne.

-Nada- dijo algo culpable- supongo que ambos no hemos pensado en eso.

-Exigues pero no das- dijo Mulan antes de echarse a reír.

-Ya esta bien, entendí el punto- dije mientras me colocaba mis zapatos.

-¿A donde vas?- pregunto Amelia.

-A regalarle algo a mi lindo novio.

Me encontraba agitada fuera de la casa de Patrick con su regalo en mi mochila, cielo santo todo esto me pasaba por no llevar dinero suficiente. Cuando pensaba tocar el timbre vi como la puerta se abrió.

-Hola Maddie.

-¿Se encuentra Patrick?- le pregunté a Harry.

-Él acaba de ir a tu casa.

Yo me golpee la frente y le agradecí a Harry antes de irme corriendo a mi casa, solo tenia que correr como 3 cuadras, de tan solo pensarlo me daba flojera, por lo que deje de correr y comencé a caminar.
Mientras iba a mi paso observe el auto de Patrick, se estación y salio corriendo hacia a mí, me abrazo fuertemente.

-Apenas a sudor.

-También me alegra verte- contesté sarcastica.

-Ven.. No espera, primero cierra los ojos.

-¿Por qué?.

-Maddie- alargo Patrick.

Yo bufe pero aun así decidí hacerle caso a mi novio y cerré los ojos, sentí como el tomo mis manos ambos comenzamos a caminar, nos detuvimos de golpe y el me indicó que podía abrir los ojos, al hacerlo vi un enorme ramo de girasoles y un enorme panda. Sonrei ampliamente y mire a mi novio.

-¿Te gusta?- pregunto nervioso.

Yo lo mire lo tome de la camiseta para unir nuestros labios. El me tomó de las mejillas, mientras mis manos rodeaban su cuello, un dulce, tierno pero a la vez apasionado beso, cuando Patrick se separaba un poco yo volví a juntar nuestros labios.

-Maddie déjame respirar- dijo mientras se separaba con una enorme sonrisa. Yo reí.

-Respiras por la nariz no por la boca tontito.

El rió.

-Se me olvida cuando estoy contigo.

-Me sorprende que sigas vivo.

-Soy todo un milagro.

Mire las flores y el panda.

-Que regalo tan inesperado- comente.

-En la universidad note como mirabas aquella chica que cargaba el ramo, comencé a reflexionar y note que había sido un mal novio. Mas de nueve meses y no le había regalado nada a mi novia, me sentía mas idiota de lo normal.

Yo reí.

-¿Como sabias que me encantaban los girasoles?.

-Fui tu amigo antes que tu novio, prestaba atención a cada cosa que me decías.

-¿Cual es mi color favorito?.

-Amarillo.

-¿Mi postre favorito?.

-Helado de napolitano.

-¿Quien es la persona que me encanta mas que nada en el mundo?.

-Me encantaría decir que yo, pero es ese tonto cantante canadiense Michael Buble.

Yo reí mientras negaba.

-Por supuesto que eres tú, idiota.

-Si claro y llamas a la persona que mas quieres en el mundo idiota.

-Dame una razón para no hacerlo.

Patrick rodó los ojos y yo reí.

-Sabes también te tengo un regalo.

-¿Que es?- pregunto curioso.

Yo me quite con rapidez la mochila y saque el regalo. Patrick lo abría emocionado como si fuese un niño, al verlo su sonrisa se borro del rostro. Comencé a sentirme preocupada.

-¿No te gusto?- dije triste.

Patrick dejo el regalo en la cajuela del auto y me miró a los ojos, me tomo de la cintura y comenzó a besarme con desesperación, me sentía mas pequeña de lo normal a su lado, cuando se separo de mi sentía mi rostro arder de vergüenza.

-Me fasino- me susurro en el oído.

-Creo que debería darte regalos mas seguido- dije aun con el sonrojo.

Oí a Patrick reír.

-Veo tu cara de deseo, pero no veo el helado- bromeo Patrick.

Yo aparte la mirada antes de golpearlo levemente en el hombro.

-Eres un tonto chico moco.

-Y tu una rubia pulga pervertida.

No pude evitar reír ante tal comentario tan sertero. Mire el quit para dibujo profesional que le había obsequiado a Patrick, recuerdo lo mucho que decía querer uno de esa marca, pero lo difícil que era conseguir uno. Sonrei ante el recuerdo de mi abuelo Frederick, él me había enseñado todo con respecto al arte, lo cual agradecía ahora. Supongo que aquella promesa que le hice, después de todo la cumpliré. Mire a Patrick y le robe un pequeño beso.
El me envolvió en sus brazos antes de volverme a besar.