Capítulo III


Volver a Ser una Chica Normal

Después de haber escuchado todos los detalles de la fiesta que nuestros compañeros de facultad organizaron, según ellos para aumentar los ánimos de todos los de la clase. Fue algo en lo que tenían razón. Pasamos a hablar sobre cómo prepararon todo, seguidas de las descripciones de la cantidad de chicos que al criterio de Anetta y Remina merecían que ellas les dieran algún medio de contacto, yo solo reía cuando las dos no se ponían de acuerdo sobre si uno era más atractivo que el anterior. Perdí la cuenta de cuántos fueron pero se veían alegres de haber ido a esa fiesta, unos minutos más tarde saltó a la conversación la historia de mi amiga Mina sobre cómo conoció a un tal Deimos, un chico de unos 25 años, cabello castaño y de ojos hazel que no dejaban de mirarla desde que llegó al lugar, se veía muy animada al contar cómo le fue hablando con él que hasta intercambiaron redes sociales.

Habían momentos de la conversación en que trataba de mantener un aire de tranquilidad, y de atención a lo que ellas decían pero por cortos lapsos de tiempo recordaba lo ocurrido hace unas horas. Regresaban a mi mente las imágenes del Nóctofago, el combate con esa bestia y la mirada de Zeylan; volvían y se iban como olas en el mar, no esperaba que mis compañeras de habitación llegarán a creerme una historia tan extraordinaria, que había sucedido unas horas antes en este mismo lugar. Por mucho que les mostrara los símbolos en mis manos no me creerían tal historia, di un suspiro de resignación y traté de escuchar lo que decían las chicas.

—¿Saben que amigas? —Comentó animada Anetta después de ponerse el pijama de flores que le regaló su mamá en la navidad pasada, y por el cual le jugamos muchas bromas sobre lo kitsch que era —. Deberíamos salir este fin de semana en una noche de amigas —, concluyó la menor de las primas Maverak.

Remina dejó de cepillarse el cabello por un momento, pareció considerarlo en primera instancia luego asintió para darle su aprobación a su prima Anetta.

—Bueno, si la señorita ¡No estoy de ánimos hoy! ¡Este periodo me está matando! ¿Quiere ir también? —dijo sentada al borde de su cama tratando de imitar mi voz a la vez que hacía gestos graciosos con su rostro.

Le lancé una almohada cuando termino de hacer su broma, todas nos reímos enseguida hasta que ambas me miraron curiosas como esperando una respuesta de mi parte, al notar que me sentía observada dejé de leer una novela en mi móvil, para fijar mi mirada en mis amigas.

—Está bien, salgamos este fin de semana pero nada de citas sorpresas ¿Vale? —Dije mirando a Anetta de reojo.

—Okey, ya entendí pero David parecía la pareja perfecta para ti Mera —me respondió con una risilla.

—No creo que a Mera le haya gustado recibir una guía completa de como jugar Monster Smasher para pc y no olvidemos el spoiler de la serie que te estabas viendo en aquel entonces, eso fue decisivo para salir huyendo de ahí ¿No? —me recordó Remina.

Esa noche después de volver de aquella cita, mis amigas se rieron un buen rato cuando les conté lo mala que fue y las muchas veces que dije que no volvería a salir con ese chico, juré no pasar nunca por el edificio de su facultad y evitarlo a como diera lugar en los pasillos.

—Decirme qué Zincarla mató a Reilus en el capítulo diez de Outlanders ¡Eso fue imperdonable! —dije con cierto tono de enojo.

—Tómalo con calma, este fin de semana podrás deshacerte de ese enojo —. Me contestó Remina al acomodarse en su cama.

—Es mejor empezar a dormir ya, mañana son las clases con el profesor Galván y ya saben cómo se pone cuando ve que alguien cabecea en su clase. —Nos sugirió Anetta recogiendo las sábanas de su cama.

—Tienes razón, la última vez que alguien se durmió en clase tuvimos que escribir el doble de hojas en los ensayos —les dije a ambas.

—¡Si!.. —respondieron con un tono de temor.

Coloqué el celular en la mesita de noche al lado de mi cama y encendí la alarma del reloj despertador para levantarnos una hora antes de la que estábamos acostumbradas.

—¡Buenas noches chicas! —les dije al cerrar los ojos y acomodarme en mi almohada.

—¡Buenas noches Mera! —respondieron al unísono.

La noche terminó de pasar sin ninguna novedad, y pude decir que desde hace meses volvía a dormir tranquilamente desde que regresaron esas pesadillas, no volví a tener ninguna pero por unos instantes mi mente recordaba el momento en que Zeylan se descubre el rostro y la mirada de sus ojos azules, medité un tiempo si lo volvería a ver pero las últimas palabras "...Por tu bien es mejor que olvides todo esto..." se volvieron a repetir dejando en claro que debía ponerme al margen de lo que estaba pasando, al volver a la realidad ya me encontraba rumbo a la universidad en el spark que conducía Remina, pasaron como 30 minutos hasta llegar al aparcamiento del campus y vimos que un tumulto de gente se había formado al instante en que nos bajamos, fue cuando llegó otro automóvil que nunca habíamos visto antes, se veía como un deportivo de esos que conducían los chicos adinerados de las películas que a Anetta solía ver los fines de semana en alguna pagina de streaming.

—Wow ¿Cuándo la Metropolitan se volvió una universidad privada? — exclamó Remina en un tono sarcástico al ver el caro automóvil.

—Quien sabe. —respondió Anetta encogiéndose de hombros.

En ese momento mi corazón dio un vuelco, de todas las posibilidades esta era la más remota. Zeylan Levi, el chico que conocí en ese improbable acontecimiento, salía del auto vistiendo ropas muy diferentes a las que tenia puestas la noche anterior, diría que eran más bien normales, llevando un morral a cuestas, y nos dimos cuenta rápidamente que estaba acompañado. Las otras puertas del vehículo se abrieron. Un chico rubio salió del puesto del copiloto que al igual que él sacaba sus cosas mientras cerraba la puerta. Las ultimas en salir fueron un par de chicas de mi misma edad, una de ellas tenía el cabello castaño largo y ondulado, seguida de otra que parecía ser una pelirroja natural, daba la impresión de ser una wicca por como estaba vestida. Ninguno de ellos parecía del tipo de gente que acostumbrara a estudiar en una universidad pública, la pelirroja se abrazó con una sonrisa al brazo del chico rubio dejando en claro que era su pareja.

—Esto no puede ser casualidad... —susurre al momento de ver a Zeylan cerrar la puerta del vehículo y reunirse con los otros chicos de su grupo dirigiéndose a uno de los edificios de la universidad.

— ¿Eh? ¿nos decías algo? —preguntó Anetta.

—No, no es nada Netta, solo que... ¿no les da la impresión de que son algo engreídos? —le respondí tratando de no verme exaltada.

Me preguntaba qué dirían mis amigas si les contara que ayer lo conocí mientras un enorme monstruo me atacaba y el me salvó la vida.

—A mí los dos chicos me parecen lindos en especial el de los ojos azules — me dijo Remina, —aunque las chicas parecen más modelos que estudiantes de universidad pública.

— Mejor nos apresuramos o vamos a entrar tarde a la primera clase — nos sugirió Anetta al ver la hora en su celular.

Entramos a clase, y la mayoría de nuestros compañeros se estaban sentando en sus lugares. El profesor Galván entró al aula, seguido de las dos chicas que vi acompañando a Zeylan en el aparcamiento, la de cabello ondulado se veía sonriente al entrar al salón sin embargo la pelirroja se mostraba indiferente hacia nosotros.

—¡Buenos días chicas y chicos!.. —dijo mientras dejaba su maletín en su escritorio y tomaba asiento —este jueves comenzamos las clases con nuevas compañeras de facultad, ellas son transferidas de la universidad Rousseau Libier de nuestra capital.

La chica de traje estampado dirigió su mirada a nosotros y con gesto alegre empezó a hablar.

—¿Qué tal chicos? Soy Kyara Luna y es un gusto conocerlos —. Dijo con una sonrisa en contraste con su amiga.

—Sharin Almeira... —dijo la pelirroja de manera seca.

A los chicos del salón pareció subírseles la libido con la chica pelirroja debido a su muy llamativo traje corto negro y a esas medias de encaje que cacto las miradas de todos.

—A esta como que no le gusta llamar la atención. —nos comentó Remina en voz baja.

El profesor hizo guardar silencio a los saludos y murmullos de los demás, y miró a nuestros puestos.

—Señoritas Aldana, Nova y Albaceleste ¿Podrían ayudar a las jóvenes Luna y Almeira con una guía por nuestra alma mater? —dijo al tomar un par de marcadores para la pizarra acrílica.

—No hay problema profesor —respondió diligente Anetta.

—Es bueno contar con ustedes jovencitas, pueden tomar asiento junto a sus compañeras señoritas Luna y Almeira —comentó el profesor Galván señalando con la mano los lugares vacíos cerca a nosotras.

—Con su permiso —respondió Kyara.

Las dos se dirigieron por los espacios entre los puestos que ocupaban nuestros compañeros hasta llegar a los lugares vacíos: uno a mi derecha y otro a la izquierda de Anetta, cuando la chica de nombre Kyara tomó asiento cerca de mi amiga ella se presentó amablemente, la otra que se llamaba Sharin rodó la silla de su escritorio y se sentó en silencio, minutos después sacó una libreta de manera elegante y empezó a prestar atención a la clase. Media hora más tarde cuando mire mis apuntes note que unas letras aparecieron en una hoja en blanco de la libreta, "...Saludos chica recién despierta, no hace falta decir quiénes somos pero sí que es lo que hacemos aquí, se nos ha dado la orden de ingresar a estudiar en esta universidad y ser tus compañeras de facultad, en pocas palabras seremos tus niñeras, porque es posible que el enemigo haga su movimiento en algún momento, así que no hagas mucho escándalo ¿vale?.." la última parte del mensaje tenía una carita sonriente haciendo la seña de silencio, la chica de mi derecha me miró disimuladamente confirmando que era ella la que hizo aparecer mágicamente el escrito. Levanté la ceja ante la acción de la pelirroja.

Pasaron dos horas y el profesor terminó de explicar su clase y nos pidió que investiguemos un poco más sobre el tema para complementar lo que se había aprendido hoy, también nos sugirió que les ayudáramos a las nuevas compañeras con los apuntes de las clases pasadas, para que estuvieran al día con el grupo de estudiantes de nuestra facultad, luego las demás clases pasaron con normalidad les dimos una guía por las aulas a las chicas cada vez que había que ingresar a otra clase , Anetta y Kyara parecían tener cosas en común y ya conversaban tranquilamente, su capacidad de hacer amigos era sorprendente, pero por otro lado era difícil entablar conversación con Sharin, ella solo preguntaba por las direcciones de los puntos importantes de la universidad cada vez que salíamos a los pasillos, Remina no tardó mucho en hacerle una broma a la silenciosa chica.

— ¿Me pregunto cómo se llamará ese chico rubio que llegó en ese auto lujoso con el de cabello castaño y de ojos azules? — Comentó en un tono coqueto mientras se sujetaba a mi brazo.

Pude ver cierto color rojo en el rostro de Sharin dando evidencia de que la pregunta no había pasado por alto en sus oídos, note que había empuñado sus manos y dirigió una mirada de querer sacarle los ojos a Remina, Kyara empezó a prestar también atención a lo que decía mi amiga.

— Si lo encuentro en la cafetería me aventuraría a hablarle —. Prosiguió Mina.

La pelirroja no pudo ocultar más su disgusto, Mina había logrado cabrear a la silenciosa chica que procuraba verse glamurosa en todo momento, vi que esa sonrisa de victoria que mi amiga solía hacer cuando lograba ganarle una broma a alguien, nuestra nueva compañera se puso al frente mirando a la chica que sujetaba mi brazo.

—¡¿Acaso no te has dado cuenta de que es mi novio?! — le gritó frunciendo el ceño.

—¿Vez que es fácil hablar? Solo hace falta tener un tema de conversación ¿no crees? —comentó Remina animada. —no te lo tomes tan en serio, no pretendo quitarte a tu novio —. Concluyó con una sonrisa de satisfacción.

—¡Eh! Sharin ya es hora del almuerzo vamos a reunirnos con Zeylan y Erick en la cafetería ¿Si? —dijo Kyara algo apenada a la vez que le tomaba la mano —discúlpenos chicas.

Me sentí apenada por lo que sucedió, sin duda mi amiga se había pasado con la broma, aunque fue gracioso ver ese cambio de una mirada indiferente a defender su territorio como una leona al mencionar a su pareja.

—Disculpa Sharin, Remina suele ser un poco imprudente algunas veces — le dije a la pelirroja.

—Hey ¿qué hice ahora? — dijo haciéndose la desentendida.

La chica de traje oscuro dio media vuelta con un silencio rotundo y empezó a caminar estilizado rumbo a la cafetería.

—Ustedes también disculpen a mi amiga, le cuesta mucho relacionarse con otras personas a parte de Erick, Zeylan y yo —nos expresó Kyara avergonzada. —nos vemos luego chicas ¡Espérame Sharin!

Vimos a las dos perderse entre los demás estudiantes que también se dirigían a almorzar en el comedor de la cafetería, nosotras nos miramos las caras para confirmar que Remina había hecho ver de sobra la antipatía de la chica nueva que ya era evidente.

—Ya es hora de que nosotras también vayamos a comer algo chicas —comentó Anetta.

—No me parece mala idea, además traje ensalada. —dijo sacando de su bolso el transparente recipiente de plástico con la comida preparada —. Si me recuerdan lo buena amiga que soy tal vez les invite.

—Por favor...—le dijimos al mismo tiempo.

—No se preocupen tontitas, hice lo suficiente para las tres. —nos respondió sonriente.

Si había algo en lo que era buena Remina después de hacer bromas era cocinar, poseía un talento especial, sin duda hiciera lo que hiciera en la cocina le quedaba delicioso, muy diferente al intento de pastel de cumpleaños que Anetta y yo quisimos prepararle; a pesar de lo amorfo que quedó y lo muy dulce que sabía nuestra amiga lo comió y nos agradeció por hacer de ese un buen momento. Se estaba acostumbrando a nunca recibir una llamada de su madre en esa fecha pero ese día logramos sacarle muchas risas, nos acercamos a ella para después dirigirnos al comedor en nuestra acostumbrada formación de grupo de amigas y al pasar por las dos puertas que se abrían de par en par notamos el bullicio de todos los estudiantes de la universidad.

— Bueno llegamos a la hora pico, menos mal que trajimos nuestro almuerzo — comente al mirar las largas filas que se hacían delante de la barra donde servía madame Bussen que es como le decíamos. Era una mujer robusta de fuerte carácter.

La señora Bussen la jefa de la cocina del comedor, con la ayuda de sus asistentes trataba de mantener el orden en la barra, si eras lento al decidir qué querías comer te servían sopa de verduras verdes y una guarnición de arroz, por la insistencia de los demás te veías obligado a irte a una mesa y debatir si quedarte sin almorzar o comerte el plato del castigo, todo eso te obligaba a aprenderte de memoria el menú del día y para aquellos que se intentarán colarse en su fila tenían la mala fortuna de ser el último de la que parecía ser una infinita formación de estudiantes, corriendo el riesgo de quedarte sin comer.

—¡Está bien! Buscare las bebidas sin azúcar y las pajillas —. Expreso Anetta buscando dinero en su cartera.

—Toma estas monedas, recuerda que las máquinas de cambio no están funcionando. —le dijo Mina al darselas.

—¡Ah! Cierto menos mal que me contaste antes prima. —sonrió antes de dirigirse a las máquinas de sodas.

—Estaremos en el lugar de siempre. —le dije en voz alta a Anetta.

Cuando nos acercamos a la mesa donde siempre nos sentábamos a comer, noté de inmediato que Zeylan y sus amigos estaban en la continua, Sharin se veía alegre sentada al lado de Erick, podía ver que sonreía mientras comía acompañada de su atractivo novio, y Kyara estaba de espaldas a mí, frente al chico de ojos azules e intentaba mantener una conversación con él, me di cuenta que me estaba mirando y aparté mi vista de sus ojos.

—Mira que tan sonriente se ve la señorita indiferencia —me dijo Remina al poner su mano en mi hombro.

—Debería hacerlo más a menudo ¿No crees? —le respondí a mi amiga.

—O estar más tiempo con su novio a ver si cambia esa cara de póquer de reina —me comentó.

Me reí de lo que había dicho Remina y tomé asiento mirando hacia la mesa donde estaba Zeylan, Mina comenzó a sacar los empaques de plástico transparente y me brindó uno con un tenedor. En ese momento volví a mirar al chico, y noté que él seguía mirándome, parecía que quería decirme algo con sus ojos.

—No notaron que Sharin la chica nueva parece otra cuando está con su novio —expresó Anetta sentándose a mi lado.

—Eso mismo le digo a Mera. —habló Remina.

Netta colocó las bebidas al lado de las ensaladas, vi que el chico se levantó de la mesa y se despidió de sus amigos, era mi oportunidad de pedirle al fin una explicación de lo que estaba pasando y el porqué de su repentino traslado a esta universidad. El teléfono de Remina empezó a sonar y ella se sintió emocionada de ver de quien era la llamada.

—¡Hola Deimos! No es un mal momento para hablar te lo seguro —hizo un gesto de emoción con las manos.

Fue ahí cuando vi una oportunidad para alcanzar a Zeylan y poder hablar a solas con él sin tener que esperar otra oportunidad de encontrarlo solo un día por los pasillos de la universidad, me levanté de la mesa.

—Chicas me disculpan un minuto voy al tocador a refrescarme un poco —Dije algo apenada para darle credibilidad.

—No te preocupes no nos iremos de aquí. —me respondió Anetta.

Remina hizo un gesto de aprobación con su cabeza cuando me vio, tome mi bolso e hice parecer que iba a los baños de la cafetería, pero aproveché que se habían distraído para escabullirme entre los demás estudiantes y llegar a la puerta por donde había salido Zeylan, pase por el entechado de columnas que era un pasillo al estacionamiento. Cuando llegue al sitio no logre verlo por ninguna parte, cuando me disponía a ir otro lado a buscarlo me pareció oír su voz detrás de mí, volví la vista hasta dónde provenía.

—¿Estás buscando a alguien? —me pregunto mientras estaba sentado en el capó de un auto con los brazos cruzados.

—Quiero la verdad Zeylan dime ¿Qué es lo que hacen aquí? ¿Acaso les ordenaron vigilarme? —le dije mostrando mi descontento.

El chico me miró como si debatiera si contarme lo que sabía o no, luego se acercó.

—De hecho nuestra misión es protegerte ahora, tu habilidad es muy poderosa y estamos en medio de una guerra. Tememos que los que están detrás de los ataques de las criaturas como la que enfrentamos están tras de ti para hacerte parte de su bando —. Me dijo con un semblante serio.

Recordé ese sueño con la chica rubia de piel pálida, entonces ella trataba de advertirme sobre las intenciones de las personas que controlan a los noctófago, pero también ¿será cierto que con Zeylan podré defenderme de cualquiera de ellos?

—Pero si es así ¿quiénes son estas personas? ¿No se supone que esas criaturas solo existen en el reino de medianoche? —Pregunté desconcertada.

—Es el culto a la oscuridad, un numeroso grupo de nóctales que al contrario de nosotros buscan propagar los horrores de las pesadillas a esta realidad, de alguna forma han logrado abrir accesos que unen este mundo con el Reino de Medianoche. —Respondió el chico.

—Entonces si estoy en peligro, ¿Cómo me pides que olvide lo que está pasando?— Le reclamé asustada.

Zeylan posó su cálidas manos sobre mis hombros, y sus ojos en los míos; pude sentir que podía confiar en él.

—Mientras yo te esté protegiendo nada malo te pasará a ti ni a las personas que amas —. Secó una lágrima que brotó de mi ojo derecho con su dedo índice —Pero por favor no te involucres en esto.

—¿Entonces es así cómo crees que deben ser las cosas? ¿Quieres que haga de oídos sordos al sufrimiento de otros? ¿Que siga mi vida como si nada pasara? Si es así cómo debo vivir prefiero arriesgar mi vida por la de mis amigas y por aquellos que no pueden salvarse por sí mismos, me cansé de ser la que tiene que huir y esconderse —. Le reclamé apartando su mano de mi mejilla.

—Esto es algo que no entiendes, aun no controlas tus habilidades y no sabemos cuándo el enemigo atacará, no sabes de lo que son capaz ni quiénes son ¿Cómo podrás defenderte si no sabes usar el poder de tu atrapasueños? — Respondió el guardián dejandome ver su mirada preocupada.

—Entonces enséñame a combatir, a usar mis poderes Zeylan, así podría protegerme de cualquier ataque de esos seres— le dije animada.

El guardián miró hacia otra parte y dejó en claro que no estaba de acuerdo con lo que le pedía.

—Te lo pido una última vez Mera, mantente al margen de esto. — repitió tajante.

Me quedé silenciosa hasta que no pude controlar mi enojo, no comprendía porque se empeñaba en dejarme al margen de lo que estaba pasando.

—¡BIEN! ¡Pues si así están las cosas, no tengo más de que hablar contigo Zeylan Levi!—le dije antes de irme corriendo de allí.

—¡Espera Mera! ¡Mera! —Dijo en la distancia.

No sabía que era esta punzada en mi pecho, si era el  sentirme una inútil o de alguna manera ser rechazada por Zeylan, «¿Acaso sus amigos o aliados no eran como yo en algún tiempo? O ¿Acaso todos sus halagos sobre mi habilidad eran vacíos?,  cuanto mas recordaba sus palabras mas me enojaba. «Te odio Zeylan Leví.»

Cuando volví a la cafetería, evité ser vista por Kyara, Sharin, Erick y por mis amigas, con un suspiro tomé mi puesto donde estaban mi ensalada con la soda que compró Anetta.

—Te tardaste un buen tiempo amiga. —dijo Remina colgando su móvil.

—Discúlpenme se me olvidaron unos apuntes en mi casillero y quise ir a recogerlos —les respondí evitando mostrarme desanimada.

— Entonces almorcemos sin más preámbulos que me muero de hambre. —nos comentó muy animada Anetta.

—Sí, vamos a comer chicas —dije mostrándome lo más animada posible.

El almuerzo y las demás clases pasaron desapercibidas, Sharin y Kyara ocuparon los mismos lugares que el profesor Galván les asignó y así hicieron en los otros salones, cuando quise darme cuenta del tiempo que pasaba ya estábamos camino a casa, las palabras de Zeylan rondaban otra vez en mi mente "Te lo pido una última vez Mera, mantente al margen de esto..."

—Idiota... —dije en mi mente al recordar su mirada.

Así pasó el viernes salvo a un avance en entablar conversación con Sharin y una inesperada presentación de todos en la mesa que Kyara, la chica pelirroja, Erick y Zeylan ocupaban, traté de ser indiferente con él imitando a mi nueva compañera de facultad al momento de saludarlo, esto hizo que se sintiera tenso el ambiente durante el almuerzo.

Los días pasaron y con ellos la esperada fecha para la noche de chicas llegó, junto con mis ánimos de olvidarme de Zeylan, su rechazo, los monstruos y los Nóctales. Esa noche quería volver a sentirme una chica normal.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top